El amor de su vida, su razón de ser estaba tras esa puerta, a punto de morir totalmente ajeno a sus sentimientos.
El pelinegro entró a la habitación que se encontraba a oscuras, cerrando la puerta. Un pequeño haz de luz se colaba por la ventana de aquella noche de luna llena, iluminando suavemente el pálido y sudoroso cuerpo de su amigo, Kouyou. La fina sábana blanca cubría su cuerpo a medias, haciendo evidente su reciente pérdida de peso, se notaban sus costillas y su rostro se veía mucho más delgado…Dolía verlo así.
Quiero estar contigo, quiero sentir tu amor.
-Kou…-
Un lastimoso quejido salió de los labios del castaño, no esperaba más que eso, al menos estaba consciente
-Kouyou- Un doloroso gemido escapó de sus labios y las lágrimas empezaron a deslizarse sin permiso por su rostro, sentía una fuerte opresión en el pecho, ese día solo tenía ganas de llorar, ese día no quería ser fuerte…
-Kouyou no te vayas...- sollozó –Por favor…-
Se acercó lentamente al castaño y colocó su fría mano entre las suyas, el pulso era casi inexistente, maldito cáncer, maldita mierda, maldito todo.
Quiero estar a tu lado, no puedo esconder esto aunque lo intente.
Mi corazón late más rápido, el tiempo se me escapa.
Mis manos temblorosas tocan tu piel, esto se hace más difícil y las lágrimas caen por mi cara.
-Uru, antes de que te vayas…-Su voz salía entrecortada por el llanto y su corazón latía apresuradamente – Shima yo... –se arrodilló frente al castaño, quien tenía los ojos cerrados y su respiración se notaba irregular, apretando mas fuerte sus manos - ¿Por qué? ¿P-por qué a ti? ¿Por qué a la única persona que he logrado amar?... –Sentía el tiempo escapársele, sentía que su Uruha se iba…- Takashima te amo…- lastimosos gemidos, sollozos y respiraciones irregulares eran los únicos sonidos que podía escuchar, parecía que el ruidoso Tokyo hubiera callado…- S-sí, sé que es muy tarde para decirlo, que soy un maldito cobarde, que debería ser yo el que estuviera en esa cama…- “a punto de morir” pero no pudo completar su frase, un enorme nudo se instaló en su garganta impidiéndole hablar, las lágrimas caían sin control por su rostro e intensas sacudidas cargadas de dolor hacían temblar su cuerpo.
Si tan sólo pudiéramos tener de ésta vida un día más, si tan solo pudiéramos volver el tiempo atrás.
Si tan sólo pudiera volver unos años atrás, si tan solo no hubiese estado tan ciego, si tan sólo hubiese notado la enfermedad de Kouyou, si tan sólo les hubiese dado importancia a esas pequeñas salidas a las que no asistía…Uruha no estaría muriendo frente a él.
Sabes que seré tu vida, tu voz, tu razón de ser.
El pelinegro estuvo seguro de que si alguna vez le hubieran dicho que tendría que pasar por un dolor tan horrible, el dolor de tener que ver a la persona que más amas muriendo frente a ti, sufriendo los últimos y dolorosos castigos de la muerte, que solo retrasaba su llegada haciéndolo sufrir, seguramente se habría vuelto loco, o se habría suicidado.
El habría estado con Shima, el lo habría apoyado, el no hubiera dejado que pasara todo el dolor de saber que moriría, sólo.
-Shima no te vayas…- Lloraba cada vez con más fuerza, sus ojos ardían y podía jurar que se estaba quemando por dentro – Si tu no e-estás, ¿para qué estaré yo?...No te vayas…No…-
No quiero ser recordado, no quiero ser visto. No quiero estar sin ti, mi juicio está nublado como el cielo de esta noche.
El cielo estaba totalmente nublado, sin una sola estrella, y burlándose del dolor del más bajo, un rayo atravesó la oscuridad de la noche, y la tormenta empezó.
Su deseo egoísta seguía allí, el no quería dejar ir a Uruha…Apretaba la mano del castaño con cada vez más fuerza, mojándola con sus lágrimas.
Trato de gritar a todo pulmón, esto se hace más difícil y las lágrimas caen por mi cara.
Gritó, gritó con fuerza hasta que su garganta ardió, odiando desde el más profundo rincón de su alma a todas las deidades del universo, a cualquiera que fuera mínimamente responsable de la muerte de su castaño.
Luces intermitentes en mi mente, regresando el tiempo, jugando juegos en la calle, pateando pelotas con mis pies
Incesantes imágenes de años atrás se repetían una y otra vez en su cabeza, torturándolo.
El con Uruha en el parque, el con Uruha jugando al fútbol, el con Uruha jugando como niños, él descubriendo que era gay, él dándose cuenta que estaba enamorado…
“-¡Hola!- le saludó animadamente un alto castaño, que venía con una pelota de fútbol en la mano -¿Quieres jugar?-
-Disculpa, no me gusta el fútbol-
-Oh…- el más alto hizo un gracioso puchero y lo tomo de la mano y empezó a correr, haciendo que se levantara del banco donde estaba sentado- Pero yo haré que te guste, ¿vale? Me llamo Kouyou y no me apetece jugar con amargados, así que quita esa cara-
-Baka…Es la única que tengo-“
Él conociendo a Uruha.
Observó la oscura habitación… cajas de medicamentos en el piso, algunos vidrios rotos, una pila de su ropa en la esquina de la cama donde había estado durmiendo los últimos días…
-Uru… ¿Qué tal si me quito esta cara?- Uruha, en el estado en el que se encontraba probablemente no recordaría eso, pero él rió bajito mientras lágrimas salían sin cesar de sus ojos.
Mientras me siento caer, hago una broma de todo.
-B-aka…-un débil susurro salió de los labios del más alto, quien hablaba con mucha dificultad mientras sentía su vida irse…- A-así estás h-hermoso- Algo que pareció una sonrisa llena de dolor se asomó en su rostro.
-¡No hables!- Gimió de dolor al notar como el casi inexistente pulso del castaño empezaba a desaparecer -¡NO! ¡NO KOUYOU NO TE PUEDES IR!-
El dolor era palpable en aquella habitación llena de angustia y miedo.
-Yuu- el más alto abrió lentamente los ojos, dejando ver unos iris vacíos, carentes de vida - S-siempre te a-amé…-Sus parpados pesaban mucho y sentía un extraño sueño queriendo vencerlo, le brindó su última sonrisa a Yuu… y finalmente se durmió.
Un gutural grito cargado de dolor y frustración abandonó la garganta de Yuu, viendo, luego de saberse correspondido, el cuerpo sin vida de la persona que más amaría.
Noticias de última hora.
Dos cuerpos sin vida fueron encontrados en el apartamento de un joven de 18 años, se presume un doble suicido, la autoridades investigan al respecto.
Condolencias a sus familiares.