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Amor y otras drogas por BlackGSS

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Notas del fanfic:

Hola a todos! :3

Pues bueno, este es mi primer LEMON de estos dos, ya que otros que hice eran más romanticos y tal pero bueno, me inspire de nuevo jaja! :)

(Los personajes no me pertenecen, son totalmente originales de la serie de la BBC Sherlock, y solo hago esto sin ningun tipo de fan lucrativo, simplemente por eso, ser un fic)

Notas del capitulo:

Sherlock, John y un piso vacío.

Molly miró con ternura a Sherlock mientras este sofocado miraba hacia una de las stanterías deprimido y desesperado -aunque no se lo dejase ver a Molly ni a si mismo-.

- Sherlock, ¿qué te ocurre con John...?- Preguntó directamente. 

- ¿Porqué debería de estar así por él?- Respondió con otra pregunta inquisitiva alzando una ceja y mirándola fijamente con poco interés. 

- Porque es el único que podría causar esa sensación en ti.- Respondió sin rodeos con poca emoción en su tono intentando jugar en el terreno de Sherlock. Pero no pudo evitar la sinceridad con la que le salió, haciendo que Sherlock relajara las cejas levemente y apartara la mirada. 

Sin duda... ¿Llevaba razón? Por dios, es solo un humano más, nadie importante, solo un ami... Tragó saliva ante ese pensamiento, su único amigo... Quizás si que tuviera razón Molly... Pero no le gustaba tener esa clase de barreras, le repugnaban, sacudió la cabeza mentalmente agrupando todos esos pensamientos y emociones en una caja dentro de su cerebro, echándola bajo llave para no volver a abrirla bajo ningún concepto. 

- ¿Sensación?- Mencionó con cargante ironía.- El único sentimiento que yo tengo es necesidad de saber, lo siento por tí y por John.- Se autocontestó dejándole las cosas claras y dejándola por los suelos. 

- Pero...- Murmuró levemente afectada. 

- En la ciencia no existen los peros.- Finalizó con firmeza la conversación saliendo por la puerta, haciendo que su gabardina se levantara por detrás "volando" y Molly se quedará perpleja, suspiró.

Miraba para el frente sin fijarse en nadie aunque le miraban, con paso ágil y firme, ¿qué le estaba pasando? Las manos le sudaban más de la cuenta -y eso que eso era nunca-, se sentía... extraño, y eso era lo peor estaba sintiendo, se guardó las manos en los bolsillos de la gabardina y mirando a todo el mundo por encima del hombre, salió con el semblante serio al que todos estaban acostumbrados. 

El piso estaba vacío, abrió la puerta accionando el complejo mecanismo con la llave, la arrojó contra el mueble acomodado a la entrada del piso, colgando seguidamente su gabardina en un perchero de madera junto con su bufanda y se precipitó contra el sofá, sentándose directamente en él sin prestar atención a nada más del salón, excepto a una vasija, se levantó de nuevo pesadamente cogiéndola con sumo cuidado, introdujo la mano en su interior y sacó una bolsita transparente con unos polvos dentro, droga, y como si fuese una chuche o su medicina, hizo uso de ella. 

Se encontrba flojo de cuerpo tumbado en aquél cómodo sofá azul, pero ágil de mente y relajado, había olvidado todo el tema de John gracias a su medicina y no podía dejar de pensar en decenas de casos a la vez, cñimenes que no le incumbían a él y que estaban por resolver, pero sin duda, él ya los tenía resueltos, no podía controlarlo, no eran de su incumbencia pero necesitaba excitarse con la sensación satisfactoria de resolver un caso antes que nadie, con la mitad de datos que nadie y además drogado, le encataba. 

Comenzó a desconectar del mundo real sumiéndose en su cerebro totalmente, introduciéndose en su palacio mental hasta que los efectos se disiparan. 

John entró por la puerta dejándolo el abrigo también en el perchero, extrañado, de que Sherlock ya hubiera llegado, bueno, se habrá aburrido y ya estará de nuevo con cosas gelatinosas, suspiró cansado y penetró en el salio abriendo los ojos un poco más al ver a un Sherlock inerte sobre el sofá, lanzándose contra él a sostenerlo. 

- ¡Sherlock!- Le gritó cogiéndolo entre sus brazos, miró desesperado a su amigo y a su alrededor, divisiando una bolsita transparente y polvos blancos alrededor. 

Sus ojos se desorbitaron, comenzó a darle en la cara y a zarandearlo con violencia, ¡no se lo creía!¡Otra vez!¡No! No podía no mostrar una cara horrorizada y desesperada, le tomó el pulso y era casi inexistente, dos lágrimas estuvieron apunto de recorrer sus mejillas mientras presionaba el pecho del detective asesor sin ninguna esperanza

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Numeraba mentalmente como pudo demasiado afectando para llorar, presionándole el pecho con toda su fuerza, colocó sus manos seguidamente entorno a la barbilla y la mejilla de Sherlock, si estuviera consciente, preferiría morir a besarlo para proporcionarle aire, pero John lo que no sabía que Sherlock estaba recuperando sus constantes vitales normales al salir de su mente y volver a su cuerpo totalmente, y había sido capaz de escuchar todo lo que había sucedido, pero tenía curiosidad por qué hacía John y percibía con los sentidos lo que hacía... Su calor... Su tacto, su esparanza, su desesperación, su horror... Y todo lo mejor es que era por él y nadie había sentido eso por él. 

John no vaciló y besó a Sherlock echándole todo el aire que pudo dentro de él, en ese momento el frío detective de ojos de hielo, abrió los ojos impresionado y asustado en parte, no sabía que hacer ni como reaccionar, ¿le disgustaba? en absoluto, y eso era lo que pasaba. 

Alzó las manos rápidamente antes de que John se alejara de sus labios y le rodeó el cuello encarando ambos ojos, provocando que John enrojeciera de manera inimaginable e intentara zafarse de su agarre, pero Sherlock no se lo permitió, se inclinó hacia arriba aún en los brazos de John y a la vez en el sofá, llegango a rozar con sus labios los del rubio, que abrió los ojos desorbitadamente mientras que Sherlock los cerraba con violencia y apresionaba la cabeza de John contra la suya con necesidad, no era dueño de sus actos. 

Sherlock nunca había besado a nadie, pero esa necesidad de sentir a John cerca de él le había convertido en alguien experimentado aparentemente y recorría con su lengua ágil y veloz la boca de un John similar a un tomate de lo colorado que estaba, haciendole jadear momentaneamente a este, consciente de lo que hacía finalmente, se separó de John recuperando el aliento con bocanadas de aire enormes pero sin quitar la mano de la nuca del médico militar. 

- Lo... Lo siento... John.- Murmuró ruborizado y agitado sin poder parar de jadear, en verdad no lo sentía en absoluto. 

- Yo...- Vaciló John con el mismo jadeo y la misma necesidad de tenerle como la del detective por él aunque estaba un poco confuso, pero armándose de valor, lo agarró de la cintura con más firmeza aún y acercándolo a él, volviéndo a besarle, pero ahora ambos con la misma intensidad y la misma fogosidad nunca vista por ninguno de los dos -y menos por el témpano de hielo con piernas y brazos llamado Sherlock-. El detective se aferró al jersey del médico volteándolo sobre el sofá con cuidado de no caer pero sin poder dejar de besarlo, quedando ahora él encima de John mientras le seguía besando.

John jadeaba y respiraba entrecortadamente mientras Sherlock se lanzaba a besarlo sin ningún tipo de preámbulo, disminuyendo la pasión y retomándola John, para ahora ser este quien se colocase encima de Sherlock para besarle con interes, rápido, con besos lentos, con besos fugaces, mordiendo el labio inferior del otro suavemente y otras veces con violencia. 

El médico bajó la boca besándole la barbilla con cuidado hasta llegar a su cuello y morderlo suavemente, haciendo que Sherlock soltase un suspiro de placer que se estremeció John al escucharlo, lo que le impulsó a seguir bajando, llegó hasta la altura de su camisa y volvió a subir hasta sus labios para seguir besándolo mientras le desabrochaba la camisa suavemente, botón por botón mientras Sherlock lo acercaba a si cogiéndolo de las caderas y subiendo incoscientemente el jersey y la camiseta, tocándole esa espalda bien definida y ruda, recorriendola como si se tratase de algo a investigar, con cuidado y esmero. 

Los botones se acabaron y la camisa voló por la habitación mientras seguía besándolo y ahora recorría con sus manos el pecho y el torax de Sherlock con especial interés en sus pectorales, no tenía el cuerpo muy bien definido, pero lo poco que tenía a John le excitaba y le encantaba. Sherlock le devolvió la jugada y entre besos y caricias ambos se quedaron sin parte de arriba, recorriendose con deseo ambos cuerpos.

Sherlock besó una vez más intensamente a John antes de que este comenzara a bajar de nuevo besándole el pecho de Sherlock y jugando con sus pectorales, excitando aún más a Sherlock, y los efectos comenzaban a verse, siguió bajando recorriendo a besos todo el abdomen de Sherlock hasta llegar a los pantalones, el detective miraba al techo ruborizado y con cara de placer y alguna que otra miradita a John, el médico desabrochó los pantalones de Sherlock dejando sus boxers y a posteriori su sexo al descubierto ante él y un Sherlock abrumado al notar como John se lo lamía con cuidado, haciendole gemir de placer, no se lo habría imaginado nunca. 

John lamió de nuevo la punta del sexo de Sherlock, el cual emitió otro gemido más largo y placentero, dandole rienda suelta a meterselo en la boca y comenzar la faena, Sherlock respiraba agitado gimiendo sin poder evitarlo mientras John subía y bajaba la cabeza a la vez que con una mano subia y bajaba también por su propio sexo, los cuales estaban ya erectos. 

- J... John.- Susurró Sherlock casi sin aliento mientras el médico aumentaba más la rapidez con la que subia y bajaba por su sexo con la boca, recorriendoselo todo con la lengua, jugando con él, lo miró una última vez más y justo cuando Sherlock creía que llegaba a un punto que ni la droga le había llevado John se separó con cuidado recibiendo la mirada curiosa y algo decepcionante de Sherlock.

Se incorporó John para besar a Sherlock de nuevo, con pasión, agarrándole de su pelo negro carbón con afán, el detective se dejaba llevar besando el cuello de John con necesidad, recorriendo con sus manos el interior de los boxers de John semejando lo que acababa de hacer con su boca en su sexo, pero él lo hacía con su mano, recibiendo otro gemido de parte de John, ambos disfrutaban como nunca lo habían hecho. 

Excitados, calientes, John se situó encima de Sherlock de nuevo besándole con placer, bajando una mano hasta su propio sexo.

- Sherlock...- Susurró John con voz atrayente y orgásmica en el oido.- Te quiero...- Añadió entrecortadamente mientras metía su sexo dentro de Sherlock y este daba un pequeño gemido y grito que John tapó con su boca para que no gritara.

John se movía encima de Sherock adelante y atrás, una estocada, otra, otra, mientras Sherlock ponía los ojos de vez en cuando desorbitados y lo que pasó de doler ahora era puro placer, lo sentía dentro de él saliendo y entrando, a la vez que John con su mano le masturbaba con rapidez, y aumentaba el ritmo de las estocadas que le deba, produciendo gemidos continuos de Sherlock, el cual estaba sumiso a John. 

- Por... Porfavor.- Susurró ruborizado Sherlock cerrando los ojos del placer suavemente sin poder mantenerlos abiertos.

Le besó de nuevo en el pecho mientras aumentaba el ritmo aún más, entraba, salia, le rodeaba de besos por todo el cuerpo, de pronto, John observó como Sherlock tensaba todos sus músculos y echó el semen por todo su cuerpo, lo que ocurrió tras ver esa escena a John, echándolo dentro de Sherlock sin poder evitarlo.

Ambos estaban exhaustos, desnudos el uno contra el otro, un sofá maugullado y lleno de manchas, dos corazones unidos por el destino y algo más que eso...

Acababan de dar las 10 de la mañana y John despertó con los primeros rayos de sol que entraron por la ventana que acababa de abrir Sherlock. Se ruborizó al verlo de pie con toda la ropa puesta y verse solamente con una manta por encima. 

- Eh... ¿Y mi ropa?- Preguntó mirando al rededor suya despues de orientarse de nuevo sin encontrarla.

- ¿Para qué?- Respondió Sherlock volteándose hacia John con una ceja alzada. 

- ¿Cómo que para qué?- No entendía aquella pregunta de Sherlock.

- No la necesitas.- Respondió simplemente Sherlock precipitándose a besarlo.

- Sh... Sherlock!- Le llamó la atención levantandose del sofá y corriendo hacia la habitación con la manta al rededor, ya que era de día y podía entrar en cualquier momento la señora Hudson y no era momento de hacer nada...

- Vamos John, ven aquí.- Le reprochó levantándose él también y siguiéndolo hasta la habitación.- Espero que no estes vestido, o no te habrá servido de nada.- Le advirtió sinceramente mientras entraba de nuevo a la habitación. 

Y eso que solo duró una noche, se convirtió en algo más que una noche, toda una vida juntos compartiendo más que un sofá y noches en vela.

Notas finales:

Espero que os haya gustado! :3 Espero vuestras reviews que me motivan a escribir más! ;)


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