Promesa eterna cap 12: Sentimientos
Sus respiraciones agitadas. Susurros entremezclados con la luz de la luna como testiga. Te amo... te deseo... llenaban la habitación, suspiros desenfrenados... olor a amor. No siempre fue así en el principio. Shuichi se encontraba muy asustado. Y es que el rubio se había comportado extrañamente esa noche. Casi lo mata de un infarto cuando llegó sin más ni más donde se encontraba... el bosque del silencio... es curioso. Le tomó menos tiempo llegar a la cabaña que compartieron casi un día... y sin más ni más, comenzó a devorarlo a besos.
En medio de su inocencia, el pequeño elfo pensó era una clase de juego. Porque no se sentía del todo mal. Al principio sonrisas, cosquillas... luego un calor, algo nunca antes sentido, mucho menos despertado. Estar rodeado por los fuertes brazos de su ahora amante quien le besaba frenéticamente, cómo si de su último día se tratase. Y lo más gracioso es que deseaba responderle... quería hacerle sentir al testarudo caballero, lo mismo que estaba sintiendo en ese momento, pero aún dudaba cómo hacerlo bien, y eso despertó sentimientos aún más intensos para el rubio. Entonces comprendió que para su pequeño salvaje, significaba su primera vez... no es que bajo sus manos no hubiese probado doncellas, igual de virginales que éste muchacho... pero ahora es diferente... es un hombre... es un elfo... es el amor de su vida. Y por primera vez en mucho tiempo... le importaba.
Si... y tambien, por primera vez... dudó. Si, había llegado demasiado lejos, escapándose del palacio de Tohma cual ladronzuelo, pero es que el elfo se había convertido en una droga para él... debía estar cerca, debía tenerle así, rodeándolo con sus brazos... sintiéndolo suyo...
-"Yu... Yuki?" -la voz temblorosa del pequeño no se hizo esperar, sacándolo de sus pensamientos. Pensándolo bien, él también se encontraba asustado: por primera vez en su vida, haría algo que en realidad le importaba, una responsabilidad que tenía y debía tomar. "Shuichi, lo que voy a hacerte, es porque te amo... es... la forma de hacerte mío" mordió su labio. No, muy crudo, así sólo lo asustarás más... maldición. Pero entonces miró el rostro de su amado. Sus ojos bien abiertos, intentando comprender lo que acababa de escuchar. Su mente procesando lo que voy a hacerte es porque te amo... porque quiero hacerte mio... ehhh... él no es un animal, o una bestia. No es de nada o de nadie... es que acaso lo va a marcar o algo así? (jejeje... ni tan lejos estaba XP). Iba a responder algo contrariado pero Yuki no le dejó continuar, posando un dedo sobre sus labios, para luego reir suavemente. Shuichi no podía comprender, pero es que el guerrero no pudo evitarlo al ver el rostro de ingenuidad con una pizca de... como decirlo... como cuando a un niño se le promete un dulce que nunca a probado... si... curioso. Ahora se le escapaban las palabras. Simplemente, no le quedaba. Una mueca algo graciosa, entremezclada con enfado y gracia.
"Por esto... y muchas cosas más, te adoro Shu"
Su Shuichi temblaba. Quizo detenerse, pero el hechizante olor de fresas estaba nuevamente presente. Inundando sus sentidos, necesitaba saborearlo cada uno, pero el pelirosa no paraba de hablar y esto sencillamente, le estaba quitando lo romántico al asunto. Comenzó a desabrochar lentamente la extraña ropa que adornaba el cuerpo delgado pero bien formado de su koibito, lamiendo cuidadosamente cada parte que quedaba a la vista. Sus tetillas, rojas luego de ser molestadas por los ardientes labios del guerrero, caminos húmedos desde su cuello hasta su ombligo, donde tentadoramente, jugaba con la punta de su lengua.
"Yu... Yuki... espera... Yuki"
Esta bien... ahora soy responsable, me haré responsable -deseaba decirle, mas sus labios estaban ocupados en otros asuntos por lo que no respondió. Shuichi necesitaba estar ocupado en algo, y pronto, antes de que el miedo terminara de aterrorizarlo.
Con movimientos calculados, pero no menos sensuales, tomó a su pequeño baka y lo volteó. Debía aprender todo el mapa de su piel... debía recorrerlo cuidadosamente, haciendo presión en algún punto u otro, besando una parte... quizá otra. Deseaba encontrar aquello que hiciese a su amado sentir aunque fuese un poco de lo que estaba sintiendo. Shuichi simplemente, se había dejado llevar. Sus ojos cerrados, sus labios semiabiertos, concentrado en lo que sentía, entregándose plenamente al misterioso joven de mirada dorada.
Luego de un poco de misticismo, y por que no decirlo, mucha paciencia, Shuichi estaba completamente desnudo. Sus pálidas mejillas, ahora se mostraban algo rosas, un espectáculo digno de recordarse. Yuki miraba complacido, pero aún no habían terminado. Tomó a el pequeño baka quien aún suspiraba, recostándolo contra su pecho. Acariciaba su piel cremosa, susurraba palabras y promesa de amor qeu dudaba si lograba escuchar o no... como si fuese una especie de canto... una promesa eterna. luego... con la misma mano, que curiosa y traviesa recorría el trazos de la piel, que ya reconocía, quizo posicionarse en aquella entrada que le esperaba ansiosa... que debía preparar. Lamió sus dedos lo mejor que pudo y entonces...
"Ah... ah... yuki... no... espera..."
No escuchaba... no quería... y quien podía culpar a esta hombre? todo su ser, estaba hechizado...
"esto está muy extraño... Yuki... Yuki... suéltame..."
Sus dedos comenzaron a ingresar uno a uno, moviendose lentamente, esperando prepararle para no lastimarlo con lo que venía después.
"así no... YUKI..."
"Demasiado ruidoso" -comentó risueño, e introdujo los dedos de su otra mano, en la boca del más joven, para que se entretuviera lamiéndolos... más Shuichi no quería... así que librándose de aquel tormento que no le permitía hablar, finalmente gritó, en todo su oído
"YUKI DESPIERTA YUKIII!!!"
Yuki abrió sus ojos confundido. Debajo de sus brazos, no era precisamente el pequeño y delicado elfo (con vocabulario de pirata XD), sino una extraña creatura que luchaba como podía, de escaparse de los hambrientos labios del guerrero.
"AAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHGGGGGGGGGGGGGGGGg" -léase, grito retumbando en todo el palacio XD
Pero entonces, ustedes se preguntarán, donde estaba en esos momentos el dueño de los sueños del adorado príncipe de las nieves?
Una doncella de blanco... si... así es... una doncella de blanco ingresaba a Soir*, Tierra localizada al suroeste del gran palacio del ya conocido, Rey sonriente. Lugar hechizado por duendes, hadas... lo que quieran pensar. Mistisismo y magia, beldad y gracia, todo contenido en un mismo sitio. El hogar de los elfos... de que otro me podía referir? En entonces, entre algunos frutos del Tohan*,que se encontraban en las laderas calmadas de un río, una cabellera (ahora corta) se confundía entre sus frutos.
Estaba y se sentía triste. Pero que baka era!!! si él mismo le había dicho que se fuera a su castillo!!! él mismo le dijo que levantarían sospechas!!! entonces, de que se quejaba ahora. Seguía moviendo grácilmente en el agua. Hiro sabía que Shu estaba demasiado raro. Bueno, no es que fuese la persona más cuerda del mundo, pero hoy si le estaba asustando. A lo mejor, algo le estaba preocupando... algo tan gordo como lo que él mismo intentaba ocultar a toda costa.
Pero es que, no podía dejarla ahí tirada nada más. Y pese a todas las voces que gritaban dentro de su cabeza, impidiéndole llevarla a la tribu, decidió darle un hospedaje... por lo menos hasta que la muchacha se sintiera bien... diantres!!! la muchacha!!!
Se marchó a su casa, donde una hermosa durmiente era lo único nuevo. Sonrió aún recordando cómo la había encontrado. Unos forajidos intentaban quitarle algo, que ella insistía era suyo con tanto ahinco!!!. 'Estúpidos humanos' había pensado Hiro en su momento, pero cuando vio que las cosas ya se iban para mayores, decidió interceder. La joven estaba tan asustada, que no halló mejor forma de agradecimiento, que desmayarse _-_... así no mas.. plop ^^U. Y Hiro... pues no tuvo más remedio que alzarla y llevársela a casa (aún cuando eso estuviese estrictamente prohibido).
'De donde eres hermosa damicela?' pensaba. 'Que tierras lejanas dieron como fruto tanta belleza? tus ropajes sencillamente, no pertenecen a estos lares, y ciertamente, no te asustaste ante mi aspecto...' Se sentía sumamente emocionado... confundido. Tanto, que tomó su flauta. Una suave y cálida melodia naciendo de ella, inundando la habitación.
Shuichi la escuchó, y sintió ganas locas de cantar, pero no quería ahí... nadie en su aldea, excepto su padre (y por supuesto hiro) podían saber que él era el elegido de la mañana... eso le implicaría muchos problemas... y más si los elfos negro se enterasen. Así que corrió (bueno bueno... era ya más una necesidad >
"Hiro Hiro Hiro... que hermosa tonada... Hiro nunca la había escuchado pero.... mmm???" -no pudo seguir, ya que una mano tapaba su boca, casi negándole el oxígeno tan necesario.
"Shhh... vas a despertarla ¬¬U"
"Hiro... Hiro... oh... HIRO... ES UNA HUMANA!!!"
"Si no me dirías, créeme que no me hubiera enterado ¬¬"
"Oi... ya Hiro... pero no me mires así XD... que no es mi culpa verte con alguien así"
Ambos estaban tan ocupados, que no notaron cuando la joven abría sus ojos, y ahora miraba, algo animada la riña entre amigos. Le hubiese gustado seguir ahí, risueña, pero necesitaba encontrarle, y tiempo no era precisamente lo que le sobraba.
"Disculpen"
"Yo me la encontré en el bosque... no era tan malvado como para dejarla ahí tirada" -argumentaba el pelirrojo
"Ohh... si como no XD"
"Ahhh... no me crees??"
"Eh... hola?"
"Jo pero miren nada mas" -Shu toca algo fuerte el vientre de su amigo que da muestras de dolor - "Lo sabía, lo sabía, participaste en una riña... y por lo que puedo imaginarme... con humanos!!!"
"Ustedes entienden mi idioma???"
"NO... eso no es cierto... yo iba muy felíz camino a Soir, cuando se me presentaron a robarme"
"Y eso fue justo antes o después de que encontraras a la princesa"
"Cómo voy a saberlo... si por eso peleé... no"
"JAJAJA.. caíste caíste" -danzando por todo el resinto - "Tu solito lo dijiste, peleaste por proteger a la doncella en apuros!!!"
"Ehh... pero... puedo explicarlo!!! juraba que era elfa!!!"
"sii claro como nooooo" -sin dejar de danzar -"Y que te hizo pensarlo"
"Que tenía otro aroma ¬¬"
"BUENO... ME VAN A PONER CUIDADO O QUE!!!"
Ambos muchachos voltearon sorprendidos, buscando al dueño de tan sorprendente voz, encontrándose con la damisela en apuros XD, algo apenada
"Yo... lo siento... es solo que... ustedes se veían tan... en sus cosas... y yo..."
"Oi... yo.. no... quiero decir..." -Shuichi miraba impresionado a su amigo. Hiro era demasiado pensante, demasiado sabio como para tartamudear. Alguna vez lo acompañó a negociar con bestias, y ni un centímetro de él se veía tenso. Ahora, que era lo que pasaba???
"Mucho gusto, Shuichi... siento haberte despertado de esta forma XD" -se apresuró a decir, dándole tiempo a su amigo para ver si lograba recuperarse.
"Oh... igualmente Shuichi... y a quién le debo agradecer que me halla salvado de esos malandrines???" -El pequeño elfo giró sobre sus pies con la mirada algo cómica. Ja... lo había atrapado. Hiro, que tantas veces le había peleado para que no se involucrara con humanos y sus luchas, ahora salvaba a doncellas en apuros. Pero no era el momento de molestarlo, ya que ahora el elfo más grande se encontraba en serios apuros y al parecer, había olvidado la importancia de respirar >"Es mi amigo. Hiroshi, pero para los amigos, Hiro no mas"
"Oh... mucho gusto Hiroshi... o puedo decirte ya Hiro? Me impresionó la forma tan varonil con que luchaste por mi causa. Estoy conmovida" - dio su mano para estrecharla, pero el pelirrojo había quedado estático, tartamudeando como no - "Le ocurre algo a tu amigo???"
"Está sumido en un shock... ya se le pasará... me recuerdas como te llamas???" -con mirada algo curiosa sobre sus ropajes. Dónde le pareció haberlos visto???
"Oh... que cosas. Soy Ayaka, princesa de los reinos Polares"
"Reinos polares???" -por fin Hiro lograba vencer el trance inicial, y al parecer, se unía a la conversación
"Si, así es, los reinos polares. mmm... Como decirlo. Queda hacia el norte, antes de pasar por.."
"La gran puerta" -terminó de completar el flautista
"Si... así es, eres muy letrado entonces...^^U"
"Se hace lo que se puede" -se apuró a decir el pequeño, al ver la mirada turbia de Hiro, que ahora, salía de su casa
"Dije algo malo?"
"Nahh... el siempre es así... haciéndose el importante, ya sabes, todo misterioso... como cualquier sabio"
"No puedo creerlo... Hiro, es el sabio de la aldea???"
"Aun no. Pero muy pronto será nombrado así. A lo mejor está algo nervioso, tu no te preocupes..." -fue entonces cuando notó cómo Ayaka le miraba curiosamente, en realidad, de la misma forma que Shuichi le había visto antes.
"Pero... que orejas tan grandes tienes!!!"
"Es para oirte mejor???"
"Jajajajaj XD... eres muy gracioso Shuichi XD"
"Jajajaja... no... para nada. Pero, no te sientes asustada?, es decir, soy diferente a ti"
"Si, eso puedo verlo... lo que no comprendo, es la parte de por qué he de sentirme asustada"
"mmm..." -Shuichi intentó usar su poder, y leer que ocultaban las orbes ocres, pero extrañamente, no pudo hacer nada "acaso, no eres humana??"
"JO, la pregunta. Por supuesto que soy humana, tan humana como tu XD..."
"Si... puede ser... jejejeje ^^U" -Definitivamente, no sabía que era elfo, y mucho menos, la rivalidad que hay entre ellos y los humanos. Era igual que Yuki en ese sentido. No le dio ni la mas mínima importancia al saberlo, sólo que esta muchacha desde el principio se veía muy animosa y afable... justo como él. Por un momento, le dio la sensación de, por alguna razon, eran iguales.
Pero volviendo a reinos lejanos, donde el grito de cierto mercenario aún retumbaban las paredes de cierto palacio, encontramos a un Tohma muy preocupado en puertas del resinto de Yuki y tocando desesperadamente la puerta para ver que pasaba. Por un momento, pensó que nuevamente los elfos tomaban su palacio, e imágenes cruentas comenzaron a formarse en su cabeza. NO... no podía ser eso, pero cuando abrió y el brillo de su vela hizo mostrar una sombra con orejas prominentes, su palidez se notó. Yuki seguía allí, tenso, con una espada en su mano, repitiendo constantemente "quien eres tu" , y por qué se encontraba en sus aposentos. Al ver que Tohma entraba, en un acto más que de raciocinio propio, de miedo, se le acercó. Tohma sonrió ante esto, definitivamente Eiri seguía siendo un niño, que confiaba plenamente en él. Acercó la vela a la sombra que ahora se encontraba algo asustada, simulando un conejo que tenía miedo de morir, y cuando la luz pudo mostrar su dueño, suspiró aliviado al mismo tiempo que sorprendido... "Ryuchi!!!"
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Shu le había mostrado casi toda la aldea a la joven de trajes largos y blancos. Como Ayaka usaba un correte que cubría casi toda su cabeza, y se comportaba con total naturalidad y buenos modales, todos llegaron a pensar que se trataba de algun elfo de tierras lejanas que les hacía visita. Muchos incluso ofrecieron hospedaje, cosa que la joven rehusó lo mejor que pudo porque no quería desairar a nadie. Y es que le fascinaba ese reino. Tan colorido, tan lleno de aromas, olores y sabores, todos tan exquisitos, tan exhuberantes, no como su reino, todo blanco... siempre blanco.
"Bueno... y aquí termina el recorrido... aún no me has dicho, por qué has venido desde tan lejos" -preguntaba animosamente el pelirrosa
"Pues verás... mi prometido está perdido... y lo ando buscando"
"Tu.. .prometido!!! eso quiere decir, que te vas a casar??!!"
"Pues si... así es" -una sonrisa inundando el rostro de la doncella, al mismo tiempo que un tenue rubor coloreaba sus mejillas -"Pero si eso es genial!!!! y... como que vino aquí? porque estás segura? nadie ha pasado por la gran puerta sin que yo lo sepa, y créeme, yo me la paso por ahí cerca porque"
"Jajajaj... si... jajaja... respira. Pues verás. Yo tampoco estoy muy segura. Sólo sigo rumores. Estaba siguiendo su esencia, pero de pronto, se perdió, y ahora la extraviada, soy yo ^^U. Pero ahora veo el motivo. Este lugar está lleno de tantas fragancias, que ya raro no se me hace ^^"
"Ah... ahhhhh..." -definitivamente, esa humana no era como todas las demás. Seguir escencias? y eso que no pudo leer su cabeza!!! aparte de ese sentimiento de que la conocía, o al menos que compartía algo, no lo soltaba para nada. No le disgustaba, al contrario. Sentía que podían ser muy buenos amigos. Fue en ese momento que a lo lejos, vio una figura aproximarse a gran velocidad
"Oi... pero si es Hiro... HIROOOOOOOOOoooooooo... aquí!!!!!!!!"-gritaba el pelirrosa con todas sus fuerzas, a lo que Ayaka comenzó a imitar sus movimientos
"Shuichi!!! al fin te encuentro" -tomó algunos momentos, respiró profundamente para luego caer de rodillas -"Hiro... te, te sientes bien?" "Shuichi... ten mas respeto. Te encuentras al lado de la princesa Ayaka, sucesora del reino Polar del norte, damicela de la luz" -el rostro de Ayaka se ensombreció algo y miró a Shuichi quien le miraba algo sorprendido "Tu... a las esencias que representas... a ellas les canto?" Ayaka intentó por todos los medios para que no se arrodillara ante ella, pero fue tarde. Shuichi ya estaba postrado ante sus pies, lo cual la hacía sentir tan extraña. Por unos instantes, pensó haber encontrado un amigo en el pequeño, pero sabía que ahora, que su título era conocido, las cosas no iban a ser igual que antes. Así que sonrió, ocultando en cierto modo su tristeza. Porque si su título había viajado desde tan lejos, eso significaba que no faltaría nada antes de que la viniesen a buscar y la llevasen de vuelta a su hogar, y todo lo que hizo y sacrificó por dar con el paradero de su amado prometido, sería en vano.
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Ahora Yuki escuchaba atentamente lo que el rey sonriente (bueno, ahora estaba mas bien serio XD) le decía. Al parecer, Ryuchi pertenecía a una tribu de elfos, a una de las familias más poderosas, las Shindo (donde lo había escuchado antes :P...) y que era su mejor amigo. Antes de que Eiri pudiese preguntar, Tohma le había resuelto lo que pasaba por su cabeza. "Si Eiri. Ryuchi es mi amigo, mucho antes de la estúpida guerra que dejó enemistada a nuestras razas. …l estuvo a mi lado cuando pasaba la crisis, y por ende su familia lo alejó de su lado, le quitó su derecho al trono y lo que más me pesa, es que ha perdido la mitad de su alma". Yuki le miró sin comprender. Como la mitad de su alma??? "No habla... no ríe... y yo... yo estoy tan cansado de insistir... por mi culpa, Ryuchi se encuentra así, como un ser perdido, encerrado en un bosque que creé sólo para él... ya sabes, para que se sintiera en casa... y ni aún así, logro que me recuerde" -El rostro de Tohma mostraba tristeza, pero sus palabras seguían siendo firmes, distantes... pero seguras. "No pierdo la esperanza en que llegue el día en el que mi amigo vuelva a cantar. Llene estos oscuras y gruesas paredes con su melodiosa voz... que la alegría verdadera, llegue a mi reino!!! y haré lo que sea... para que esto suceda"
Eiri no dudaba de Tohma. Cualquier cosa que se proponía, cosa que lograba. Recordando tiempos lejanos, cuando cantaba alegremente, entreteniendo a su corte, diciendo que algún día, él sería un rey. Todos soltaron la risa, pero de alguna manera, el joven príncipe supo que hablaba muy en serio.
Por otra forma, no dejaba de intrigarle el joven que entró a sus aposentos. Verle, le hacía recordar de alguna forma a su belleza salvaje. Ese sueño, le dejó emocionado. Necesitaba verle. Quería que lo embriagara a punta de aroma (y por qué no decirlo, de su charla) alegría y entusiasmo. Eran ajenas para él todas estas emociones, hasta que a el destino, le dio por darle un tinte rosa a su vida... y que bien le caía. Si se podría decir que su sentido del humor estaba cambiando. Porque sabía que su suerte podía comenzar a cambiar. Muy dentro de si, lo creía. La maldición pudo haber terminado, su búsqueda concluído... su alma descansado...
Más que equivocado estaba... porque ya saben... es en la calma, cuando llega la tormenta...
Continuara...
Jejejjee... hola que maisillo??? Bien hika hikarona... elo ahí... para ti solita... solita solita
Este capitulo te lo dedico XD... Y si, se me iba pasando como el tiempecillo ne? Muchas gracias a todas las que me han animado... espero lo sigan haciendo, porque ya saben XD... esto lo lograron de tanto aprete qeu aprete... XD
JA NEEEEEEEEEEEEEeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee...
Amor Yaoi
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