Antes de comenzar con el siguiente capítulo, unas palabras de nuestra escritora: Siiii soy yo Kitten ^^U. Quise comunicarme por e-mail, pero por alguna razón, que aún desconozco, me decía que no existía tu e-mail ¬¬U. Me encantan tus fanfics, es por eso que este capítulo, va para ti, recordándote que mi e-mail es suzaku_koi@hotmail.com, o suzaku_sama2002@yahoo.es, creo que fue por éste que te escribí… aunque no lo recuerdo muy bien. Mándame un correo donde pueda escribirte siii :D?. Bueno. Sin más preámbulos, sigamos con ésta historia, que cada vez, me es más difícil de culminar. Muchas gracias por los ánimos a todas las que se toman un minuto (creo que más) de su tiempo para leer las historias de ésta loca. Espero completar al menos 20 review… y cuando esto suceda… haré algo especial ^^U.
Atte.
Suzaku con alma de kien?
Capítulo 7: Descubriéndote.
Quién anda ahí? – Yuki adopta inmediatamente su pose de batalla. Puede que no tenga su espada a la mano. Eso no le imposibilita utilizar técnicas mortales para defenderse si fuese necesario. El juego de sombras y luces no ayudaba mucho a su ya agotada visión. Sin embargo, sus otros sentidos se encontraban alerta, una mano sujetando fuertemente la sábana que le servía de protección a la sublime desnudez en que se encontraba, la otra, en postura de ataque. Sabía que alguien se encontraba allí. Bueno… no lo supo hasta que escuchó una risita burlona. Eso era el colmo. Encima, alguien se burlaba de su desgracia. Sabía que le debía su vida… un momento… le debía algo a ese extraño? No. En ningún momento pidió ser salvado. Recordó todo. Su ira. La venganza. Diablos, estaba tan cerca. La bestia. El dolor. Luego, la inconciencia. Ciertamente, pudo morir ahí. Pero estaba vivo, en quién sabe dónde y a expensas de quien sabe quién. Podía deducir que era un caballero, un guerrero o un mercenario. Alguien experto en monstruos o bestias, ya que para haberlo salvado, debió enfrentarse a la aberración sin duda alguna. Algo digno de respeto.
Los minutos pasaron, pero el extraño seguía en un silencio que enloquecía su corazón. Aún recargado contra la pared, ni sus ropajes ni rostro podían ser observados. Yuki sólo sabía que se encontraba descalzo (lo único que sus ojos podían apreciar). Quién eres? – subió un poco de tono su voz. Le enfermaba que lo tuviesen a la expectativa. Este juego mental no le estaba gustando nada. Sabía que ese sujeto lo estaba estudiando, analizando… pero cómo responder ante eso? No esta ni física ni mentalmente preparado para lo que llegara. Se encontraba en extremo exhausto. Todo su cuerpo le dolía y su mente aún estaba confusa por los anteriores acontecimientos. Empezó a acercarse, lentamente, como un felino al que le están apuntando. Muy lentamente… tenía que tornar la situación a su favor. Cuando estuvo seguro de estar lo suficientemente cerca, saltó, abriendo sus brazos. La idea inmovilizar a esa persona que le estaba sacando de quicio. Sin embargo, o no era su día, o fue porque sus sentidos no estaban tan bien cómo él lo quisiera, que no notó cuando una especie de “conejo” saltó encima suyo tapándole ya su poca visibilidad. Yuki no pudo evitarlo. Perdió el equilibrio pero logró su cometido. Caer encima de esa persona que lo observaba. El golpe fue tal, que intuyó había destrozado algo. Cómo pudo, quitó “eso” que tapaba sus ojos, era muy suave… parecía casi tela, y lo lanzó lejos. Otra vez la luz brillante. Entrecerró sus ojos hasta que pudo acostumbrarse. Si… efectivamente, había destrozado la puerta de esa modesta casita. Entonces miró lo que había cazado. Sus ojos se ensancharon… no podía ser… y sin embargo… ahí estaba… era… ella!!!
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Shuichi se sobaba la cabeza. Rayos, eso si que había dolido. No solo cayó encima de él, sino que el impacto lo impulsó hasta la puerta y la derribó con su cabeza XD. Que, ahora no le estaba permitido reírse un poquito? Le encantaba ver al rubio tan perdido, y cuándo empezó a preguntarle cosas, no pudo evitar tratar por todos los medios de contener su risa. Estaba a punto de contestarle cuando algo se lanzó encima. Y ahora estaba allí… encima suyo… corrección, un rubio semidesnudo encima suyo. Kumagoro supuso el ataque, y se lanzó para tratar de evitarlo, pero fue cruelmente lanzado contra el estanque por el supuesto guerrero. Y ahora tenía que soportar la mirada penetrante que él le daba. Pero entonces comprendió lo extraño de la situación. Desde que había conocido al joven de mirada asesina, no había sido él mismo. Y luego, vino ese beso… tan apasionado… tan tierno. Tan delicado. Ahora, para rematar, el amor de su vida se encontraba encima suyo, totalmente desnudo!!!, bueno, protegiéndose con una sábana. Grandioso. Su cara empezó a ponerse roja, pero se calmó al percatar la misma reacción en su caballero. Sus rostros estaban muy cerca, Yuki aún lo devoraba con la mirada.. Pero… qué esperaba encontrar? Y más aún… qué esperaba para quitarse de encima? No era que le molestara, ni mucho menos. Pero empezó a sentir cómo esa “zona” comenzaba a reaccionar ante la cercanía. Y eso que se había prometido a si mismo no volverlo a buscar más. Pero el destino es caprichoso, y si quería que estuvieran juntos, pues no había mucho que hacer. Shuichi no quería admitirlo… ni siquiera pensarlo. Un beso, para un humano, puede que sea sólo una muestra de cariño, algo intrascendente que se da porque sientes agrado por alguien. Por lo menos, eso le escuchó alguna vez a su amigo, Hiro. Pero para un elfo era algo más. Era una mezcla de almas, de corazones. Pudo entrar por unos instantes en su ser. Fue muy rápido pero suficiente para sentir que lo conocía de toda la vida. Sintió todo el horror, toda la maldad y crueldad. Todo el dolor que inundaba su vida y existencia. Dejó que esto influyera en él. Ahora, quería cuidarlo, protegerlo… y por qué no… amarlo. Pero cómo. Sin dejar a un lado el hecho de que ambos eran hombres, quedaba otro problema por resolver. Shuichi es elfo y el dueño de su corazón, humano. Su unión era más que prohibida. Sin embargo, ya estaba hecho. Su corazón… su destino, estaba eternamente ligado al de esta persona. No se dio cuenta, pero nuevamente estaba mirando dentro de su alma. Era un don, o un castigo el que tuviera esa habilidad. De pronto, sintió pánico, angustia, dolor… pero por qué? Reflejó los sentimientos encontrados en su rostro, no alcanzó ni siquiera a cerrar su vista ante el dolor, cuando sintió dos brazos fuertes, rodeándolo. En cuestión de segundos, era bañado por las lágrimas del objeto de su amor. De nuevo, ese sentimiento tan extraño para él, tan nuevo y peculiar. Debía asimilarlo o terminaría con él. Sin saber cómo, respondió al abrazó, y comenzó a arrullarlo. Muy bien. Estaba decidido. Siempre estaría a su lado. Si el destino quería que así fuese, así sería. Era elfo, y sabía lo poderoso que podía llegar a ser el destino cuando se lo proponía. Por eso admiraba a los seres humanos. Eran los únicos que sin temor seguían oponiéndose a sus designios y a veces, saliéndose con la suya. Deseaba esa fortaleza, esa insensatez propia de quienes no saben con qué se meten, pero que al mismo tiempo se convierte en valentía y osadía. Consolándolo se consolaba a sí mismo. De alguna forma, llenaba el vacío que había sentido toda su vida, y que la música era la que llenaba, hasta ahora. Se permitió hacer una vez más, un hechizo, pero esta vez, haciendo uso de su voz. Un hechizo que invitaba a la calma. Una canción que parecía decir: “Tranquilo… todo está bien. Yo estoy aquí. Nunca más permitiré que alguien te haga daño. No lo permitiré… siempre estaré a tu lado. Te acompañaré hasta el fin del mundo… de ser necesario. Mi corazón, mi alma, mi todo te pertenece, desde aquí hasta la eternidad… “
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Si… era ella… definitivamente. Ese cabello, su piel suave y tersa, esos indescriptibles y hechizantes ojos violeta que lo miraban detenidamente. No… no estaba muerta. No estaba muerta. Y… él matándose la cabeza, ahogándose en su propia angustia, sintiendo el terror de volver a perder alguien que ama… y nuevamente por su culpa. Dios de los cielos… en verdad existes. Entonces, vio cómo el rostro de su amada reflejaba su sufrimiento… quiere decir que… ella… también… lo esperaba? También se preocupaba por él? El sentimiento es recíproco? Su pecho empezó a apretarse. La felicidad salía por cada uno de sus poros, su corazón a latir rápidamente. No estaba muerta. Está conmigo. Está aquí… esto no es un sueño. Su mente se repetía una y otra vez. Nuevamente el circo en su estómago. Qué importa. La tiene aquí y ahora. Mirándolo con esos ojos que lo enamoraron.
Sin saber cómo o cuando. Fue tan solo un impulso. Muy común en él. Pero esta vez, no iba a inhibirse. Esta vez, dejaría escapar todo lo que tenía oculto en su corazón. Después de todo, estaba con ella. Puede ser que entregó su primer beso a esa criatura etérea. No le importaba. Podía enmendarlo todo. Se sentía el ser más poderoso sobre la faz de la tierra y todo porque ella estaba a su lado. Entonces, nuevos sueños empezaron a inundar su mente. Una familia… un sitio al que le pudiera llamar hogar. Despertarse y encontrar su hermosa sonrisa. Quedarse un momento y contemplarla antes de despertarla con un dulce beso en los labios. Abandonaría todo. Y en esas tierras extrañas, podría vivir en paz, ya que su leyenda no había cruzado las fronteras. Cómo serían sus hijos? Porque tendrían muchos. Bueno… no tantos. Dos varones y una jovencita. Eso si: ella tendría que ser tan hermosa como su madre. Los varones tendrían que protegerla, para que nunca, nunca, nunca, nadie la lastimara. En las tardes de verano, se reunirían, y junto con su esposa, les narrarían una y otra vez cómo se conocieron. Ellos los mirarían cansados, ya que era la cienava vez que narraban la misma historia, cosa que a él le importaría en lo más mínimo. No dejaría que el tiempo envejeciera su amor. Y así, cuando pasaran los años, moriría en los brazos de su amada, si la suerte estaba de su lado, o ella moriría primero, dejándolo sumido en la más profunda tristeza. Pero no le importaría, ya que tendría el rostro de su amor en los ojos de su hija, y se embelezaría observándola hasta el final de sus días. Esa era la vida que añoraba. Esa era la vida que iba a ofrecerle a la joven que tenía atrapada con su cuerpo. Un sentimiento de paz y felicidad lo llenó. Y sólo pudo expresarlo con un abrazo. Tenía que asegurarse que fuese real. Y la abrazó con más fuerza. Incontables lágrimas salieron de sus ojos, mojando la suave piel de la que había elegido compañera de su vida. Y no se equivocó, porque pudo sentir como ella le devolvía el abrazo. No le importó más el hecho de estar desnudo. Después de todo, era ella la que le había visto así. Ella si tenía derecho sobre su cuerpo, sobre su corazón… sobre su alma.
Escuchó una tonada. Dios, encima de hermosa, tiene una voz angelical, digna de competir con todas las ninfas y sirenas del océano. Esa canción le traía serenidad, y calmaba su espíritu. Aún así, recordó el encuentro con ese ángel en el bosque del olvido, el nombre… un nombre… sería el de ella? Sólo había una forma de comprobarlo. Apretándola aún más contra su pecho (lo humanamente posible), acunó su cabeza en el cuello de la muchacha. Esencia a fresas llenó sus sentidos. Cerró sus ojos a este momento sublime y mágico. Finalmente, palabras brotaron de sus labios, esperando que esta vez no fuese un sueño:
- “Shuichi… mi Shuichi… te amo tanto… mi corazón, mi alma mi todo te pertenece… de aquí hasta la eternidad…”
El pacto quedó sellado con un tierno beso que surgió del deseo más oculto de los amantes. Un hechizo culminaba. Los hilos invisibles del destino se entrelazan en los meñiques del humano y el elfo en la unión de amor que prevalecerá más allá del tiempo y el espacio, y todo esto lo observaba sonriente pero mojado conejo, en la orilla del lago del que acababa de salir…
Continuará…
Finito por hoy… que… muy dulzona? Perdón por las que sufren de diabetes. Realmente, hoy me sentía hanyannn… y la única forma de exorcisarme, es escribiéndolo. Necesitaba sacármelo del sistema. Espero no halla sido muy empalagosa… entonces… nos encontramos en una próxima oportunidad. Lemon?mmm… no… no creo… aún anda lejos… lejos lejos… pero bueno. Démosle la bienvenida a el nuevo en escena… lo notaron? Siiii… Kumagoro tiene vida y todo!!! Pero qué secretos esconderá este conejito? Que dirá Yuki cuando se entere que su amada no es “a” sino “o”? su amor será tan fuerte cómo para aceptarlo?
Cómo aclaración, en Japón se cree que dos personas se conocen y se aman, porque el mismo hilo, uno invisible los ata. Al parecer, sin querer, Yuki y Shuichi invocaron el hechizo de unión ejejejejeje. Pues no más por ahora, nos vemos en el capítulo 8.
JA NE ^^U!!!!
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