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Crazy Love por Ichi EXO

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Notas del capitulo:

Hola~ Escribí este fic porque no podía sacarme de la cabeza Going Crazy, amo esa canción *0* Ji Eun junto con Bang hermosa convinación y porque me gusta el HimLo... 

Link del video: http://www.youtube.com/watch?v=ObFyGNhF3lQ altamente recomendado, es la versión dos, la primera me gusto más pero la segunda me inspiro~ 

Ya me cayo, disfruten~ ^0^

Fuertes y resistentes cuerdas atando sus muñecas, unas más en su torso y piernas juntando su cuerpo en una silla, los leves quejidos que emitía eran pocos, un gruesa tela negra cubría sus ojos y una cinta gris su boca, a pesar de que no veía sabía quién lo tenía en ese lugar, no podía ser otra que la última persona que vio antes de estar allí.

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Era ya de noche, un chico iba camino a su casa con pasos acelerados, en su mano temblorosa se encontraba un aparato el cual no dejaba de sonar, ya era la cuarta vez consecutiva, sabía de quien se trataba y no se equivoco al verlo ahí en el mismo lugar de siempre frente a su casa. Sus ojos se cruzaron, la sonrisa del contrario se ensancho, sus piernas no daban eran demasiado pesadas cuando intentaba dar un paso atrás y solo en instantes ya estaba frente a él.

Todos los días era igual, llamadas constantes, visitas en su casa, la mayoría de las veces las evadía quedándose en casa de cualquier compañero de clase, para su mala suerte vivía solo, sus padres estaban más en el extranjero que con él, JunHong cada día que pasaba estaba más desesperado, odiaba el tener que vivir en una angustia, estaba cansado de esa situación, cansado de decirle que lo dejara tranquilo, que ya no lo amaba, palabras que HimChan se negaba a aceptar.

Este tortuoso acoso comenzó hace más de dos meses, pero la verdadera historia comenzó hace más de un año cuando un día el chico iba caminando de regreso de su instituto y se tropezó con el mayor, provocando que un vaso completo de algún jugo se derramara en su camisa, luego unas muy repetitivas disculpas, unas palabras más de intercambio y otro encuentro solo para decirle que la cuenta de la tintorería no era muy alta comenzaron a verse más seguido pues a Zelo la sonrisa de ese mayor lo había cautivado tanto que cuando le decía si quería tomar algo él sin pensarlo dos veces decía un “si”.

Zelo lo amaba, eso nunca lo negó, el tiempo que pasaba con HimChan eran los mejores, aún más cuando lo besaba, cuando sus grandes manos recorrían su cuerpo con tanto cariño y dedicación que sentía que era un sueño, hubiera deseado mil veces la palabra pesadilla porque la de cuatro letras “amor” quedo en el olvido justo en el momento que descubrió su extraña obsesión.

El bello reloj dentro de una caja que JungHong tenía escondido en su chaqueta era un regalo para el mayor, aún se debatía como sería la mejor manera de entregárselo y solo para que HimChan se llevará una sorpresa, al ver como dejo su morral en la silla y se fue al baño de la tienda de helados decidió que lo mejor sería en ese lugar, pero al contrario de lo que creería fue él quien se sorprendió al ver como en ese morral habían varias fotografías de el mismo, unas se notaban perfecto por las líneas de persianas que fueron tomadas desde afuera de su casa, una tenía una fecha que indicaba que fue muchos meses antes de que se conocieran, su pulso se acelero más, no sabía qué hacer, ¿cómo era posible eso? ¿El incidente el día que se conocieron fue solo un truco? su corazón latía a mil, sintió miedo como nunca antes, tenía miedo de HimChan emoción que no creía posible sentir por el mayor, su quijada tembló y antes de que el otro pudiera llegar lo primero que hizo fue abandonar ese lugar sin dejar ninguna explicación.

Llamadas, muchas incansables llamadas a su celular y varias visitas luego del colegio lograron que Zelo dejara de evadirlo y enfrentarlo de una vez, diciéndole lo que sentía, ya no quería estar más con él, quería que lo dejara de llamar, que lo dejara solo. JunHong sintió alivio cuando vio como HimChan solo se alejaba de él, sin reclamarle, sin decirle nada, ese alivio solo duro segundos antes de dificultosamente ver como los labios de el mayor se movían, lentamente, queriendo que el menor leyera lo que trataban de decir.

 Y fue así como todos los días espera por él, muchas veces sentado cerca de donde vivía otras bajo la oscuridad de la noche solo con el alumbrado de las luces que dan frente a su casa.

Himchan lo amaba en demasía desde antes de que cruzara palabras con el ya sentía algo por ese pequeño, su sonrisa, sus labios, su piel, ya sabía donde vivía y al nunca acercarse solo le quedaban las fotografías que le tomaba, fue hasta el momento más indicado, luego de pensarlo muchas veces decidió que era hora de dar un paso más, estaba dispuesto a amarlo para siempre, pero la obsesión fue más allá de cualquier limite, el menor se había vuelto imprescindible para él por eso luego de la ruptura lo seguía como su sombra, vigilando cada paso que daba.

La fría mano de HimChan tocaba la mejilla de Zelo, el aún seguía sin moverse, su mente estaba en blanco, tiritaba no solo por el frío y la brisa densa que hacía esa noche era más por el temor de lo que le podía hacer, tenía miedo de hasta qué punto pudiera llegar su obsesión, aunque el mayor nunca le había hecho daño físicamente la posibilidad de que lo lastimara nunca se había ido de su cabeza.

-Te llame varias veces ¿Por qué no respondiste? Quiero oír tu voz –su mano esta vez acariciaba la mejilla, tocando también sus ojos, su nariz con una delicadeza impropia de alguien que causa tanto temor a otro - ¿Por qué me evitas? –su cuerpo se apegaba cada vez más al del contrario.

JunHong por auto impulso empujo al mayor lejos de él, cuando intento ir a la casi “seguridad de su hogar” le fue impedido por el contrario quien lo tomo del brazo girándolo para poder quedar de nuevo frente a frente y lo beso a la fuerza, un beso tan brusco que hacía que Zelo se resistiera, dejando atrás la sutileza con la que había tocado su rostro.

No fue ni mínimamente correspondido aún seguía resistiéndose provocando que el mayor tomara su labio inferior entre sus dientes e  hiciera que de este brotara un hilo de sangre, el menor soltó un quejido ahogado de dolor y una lagrima se deslizara por su mejilla, al separarse de el HimChan se fijo lo que había hecho y con una mirada asustada intento transmitirle su “preocupación”, lamio donde se encontraba la sangre.

-Lo siento, lo siento –esta vez dejo un corto beso en el lugar- No quise lastimarte –sus labios subieron a su ojo secando con ellos la lagrima- ¡ah! Mira lo que tengo para ti –saco de su bolsillo una no tan grande caja de regalo- Es para ti, nuestro aniversario de habernos conocido es hoy –Zelo con temor tomo la caja entre sus manos- Abrelo, se que te gustará.

Dudo en abrirlo pero la mirada fija y emocionada del mayor le indicaron que lo abriera, mejor hacer lo que dice, lo abrió lento, el pulso de JunHong iba en aumento el humo blanco que salía de su boca indicaba lo nervioso que estaba. Sus ojos se abrieron increíblemente, tanto que podría decirse que saldrían de su lugar, dentro de él habían dos mechones de cabello uno color rubio y el otro negro, también una nota que decía “estaremos juntos por siempre”. Del susto dejo caer la caja en el suelo, ¿cuándo lo había hecho? ¿Cuántas veces?

-Estás loco, no quiero eso –cuando iba a decir algo más Himchan ya lo había estampado contra la pared. Solo pudo emitir un leve quejido por el dolor y la sorpresa.

-Tú también me amas–sus labios se encontraban cercas de los del menor, únicamente rosándolos con cada palabra que pronunciaba –no lo niegues.

-Deja de decir tonterías, ¿Cuántas veces tengo que decirte que ya no te amo? –Se encogió de hombros y cerro sus ojos asustado cuando sintió como una de las manos del mayor pasaban al lado de su rostro y le daba un golpe seco a la pared, agacho la cabeza y su tono de voz bajo a uno más suplicante-  Por favor aléjate de mí.

Esas últimas palabras eran las que con más frecuencia decía, solo quería que el mayor se alejara, no quería verlo de nuevo bajo el poste de alumbrado asechándolo, Himchan aún en la posición que se encontraba junto su frente con la del contrario y rio por lo bajo para luego alejarse un poco y besar de nuevo sus labios, solo un roce diminuto por lo que el menor no se resistió. Se alejo más de él tomando su camino para irse, sin hacer nada más, esa sería su rutina para ¿Cuándo? ¿Siempre? pero sin antes decirle las mismas palabras que le dijo el día en el colegio cuando el menor termino con el “Tú nunca podrás separarte de mí”

Zelo sintió un muy diminuto alivio, otra noche que no pasaba a mayores aún así le era sofocante estar tan cerca del mayor, su mirada era tan atemorizante, sentía como esos ojos que antes le gustaban le consumían tanto que sentía que no podía respirar, pero sabía que ese alivio duraría poco, al día siguiente podría verlo de nuevo.

Sus piernas temblaban pero aún así dio un paso para entrar a su casa aún con la mirada clavada en el suelo pudo divisar un no muy grande tubo, lo suficiente para que solo una cosa le viniera a la mente, sus puños se apretaron y se agacho para tomarlo entre sus manos, dirigió su mirada por el callejón donde el mayor se había ido, aún lo vio no tan lejos y sin más se acerco a él rápida pero sigilosamente, lo siguiente que se pudo oír fue un golpe seco y luego el cuerpo de HimChan desplomarse en el suelo, Zelo no pensó en los vecinos, era un vecindario tranquilo en el cual no transitaba nadie a esas horas.  

Luego de un largo rato HimChan despertó, no veía nada debido a la cinta negra que cubrían sus ojos, intento moverse y zafarse de ese algo en sus manos y torso que se lo impedía, sintió luego como un liquido mojaba su cuerpo, el olor reconocible hizo que su quijada temblara.

El menor aún con grandes lagrimas brotando de sus ojos rodeaba el cuerpo del mayor descargando todo el liquido de un gran embase, su mente le dio esa única escapatoria, para no sentir más el tormentoso acoso, la cinta que cubría la boca fue levantada por el menor quien se acerco a ellos.

-No puede ser que me hayan gustado tanto –los rozo con sus labios – Ya no quiero llorar, no más – HimChan iba a pronunciar el nombre del menor pero fue callado rápidamente por la cinta que de nuevo regresaba a su anterior lugar. Lo último que le dijo era algo que deseaba, ya no quería llorar todas las noches pensando en que el mayor podría entrar a su casa y hacer con él lo que quisiera, ya no quería llorar pensando en que el momento en que todo era de color rosa y de repente todo fue una locura.

Y antes de salir de esa sala tal vez para siempre arrojo hacía el cuerpo que seguía intentado con todas sus fuerzas aflojar las cuerdas un encendedor.

Al cabo de una media hora se podían escuchar el sonido de las sirenas, vecinos alrededor murmurando la extraña y repentina nube gris de ascendía de la casa del chico más tranquilo del vecindario,  y no solo la nube, también las llamas color carmesí que la “adornaban”.

Notas finales:

Bueno, espero que les haya gustado... Siento el final, era necesario(?) Byes hasta la proxima... 


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