Abrió los ojos pesadamente y al notar como la luz del sol se asomaba por la ventana amenazando con deslumbrar su vista, decidió posar su mano en el puente de la nariz y asi protegerse de la fuerte luz. Parecía como si la noche anterior el lider Kris hubiera bebido demasiado y ahora tuviera una terrible cruda, o si no era así, no sabía por qué mierda le dolía tanto la cabeza. Y ayudando al terrible dolor de cabeza, se escuchaba el caer de la regadera indicando que alguien se duchaba en el baño de al lado.
Se sentó en la orilla de su cama poniéndose las pantuflas beige que tenía bajo la cama y una vez más intentó recordar por qué se sentía tan mal.
Finalmente decidió preguntarle a Suho o a los demás y tener que aguantarse las burlas de sus menores por verse tan mal siendo un bebedor admirable. Se levantó de la cama y ahí notó que la cama de su compañero de cuarto, Tao, se encontraba ordenada y... sola.
Justo en ese momento la puerta se abrió dejando entrar a dicho compañero recién bañado con una toalla en la cintura.
-¡Oh gege! Estás despierto.- Tao se detuvo en el umbral de la puerta con un leve sonrojo. Siempre sucedia cuando Kris estaba cerca, osea siempre, pero ahora el estaba en una situación... no muy común; estaba semi-desnudo y con una toalla rodeándole la cintura.- Lo siento, creí que seguirías durmiendo. ¿Irás a almorzar? Suho gege y los demás se han ido, por el día libre. Bueno... menos Chen gege y Lay gege quienes se quedaron en su cuarto y no han salido para nada...- caminó a su cama y le dio la espada mientras acomodaba su ropa en la cama. Kris se sorprendió porque Tao se haya quedado. Si los demás fueran al centro comercial o a la playa, que es lo mas seguro, él hubiera volado para ir con ellos.
-¿Y tú por qué no fuiste?- preguntó mirando... su... espalda, y Tao solto una pequeña risa.
-Porque esperaba a que despertaras, gege.- dijo aun sin mirarlo. Kris abrió los ojos sorprendido. Tao puede ser bueno a veces... ¡demonios! pensó el lider. Sintió como algo abajo empezaba a despertar por la buena vista que Tao le daba de su espalda y el inicio de su trasero.
-¿Y...Y eso?- ni siquiera puedes hablar bien, Kris idiota. se dijo a sí mismo. Tao sonrió porque al parecer sabía que algo le sucedia a su preciado gege, aunque Kris estuviera ehandose mierda a sí mismo porque lo que le sucedia, debía estar sucediendo al revés. O al menos eso pensaba él.
-Kris gege,- Tao volteó a verlo con una gran sonrisa en los labios, una muy conocida por el rubio. Aegyo... Eso lo sabia muy bien Kris.- ¿Podrías acompañarme a comprar más Gucci? Necesito un bolso nuevo.- dijo acercándose a él seductoramente. Entonces, ¡boom!. El líder cayó completamente.
Sonrió picarónamente al moreno, habia despertado al dragón una vez más y ahora él le daría lo que merecía ante sus acciones.
-Por supuesto, Tao.- dijo antes de atacar, literálmente, el cuello del aludido. Mordiscos, lamidas, besos y más mordiscos a cuello. Tao solo atinaba a gemir levemente.
-Gege...- el rubio apresó sus labios y tomó propiedad metiendo su lengua en cavidad de Tao que gustoso aceptó el trato del líder. Una batalla entre lenguas, y una que otra mordida a los labios, y Kris lo recostó en su cama.
-Oh Tao, si pudieras verte en este momento...- dijo ya con voz ronca. Arrebató la unica prenda, o pedazo de tela, que cubría a Tao; su toalla, y la arrojó fuera del lugar. Ahí fue cuando Tao y Kris se miraron a los ojos pues el moreno sabía perfectamente que seguía.
Como si Kris lo adivinara, luego de sonreírle, bajó a su entrepierna y con una mano masturbó el miembro de Tao mientras lo veía a él con deseo.
El más joven seguía gimiendo y dejándose llevar por el placer que su líder le daba. No pudo evitar gemir aun más fuerte cuando sintió la caliente lengua de Kris tocar la punta de su miembro. Le estaba haciendo un delicioso oral. Lo metía su boca, chupaba, y mordisqueaba un poco mientras masajeaba sus testículos. Tao estaba más que listo, y solo escuchar sus gemidos habían preparado a Kris mientras él mismo se masturbaba dentro de su pijama.
Tao se sentó de rodillas en la cama acercándose a Kris y lo besó. Entre el beso, aprovechó para quitarle la camiseta y el pantalón de la pijama con todo y calzoncillos dejando su notoria erección al aire. Tao sonrió al verlo, solo él lograba eso en el indomable Kris. Solo él.
Kris hizo que se pusiera de cuatro mostrándole su trasero. Finalmente lo penetró muy lento, para que así el moreno pudiera soportar el terrible dolor.
-Si duele demasiado solo dime, mi panda. No quiero que sufras tanto.- dijo muy comprensivo el rubio.
-Sí... Sigue.- dijo Tao con voz entrecortada por el dolor, pero no había nada como tener a Kris así con él que no pudiera calmarlo.
Kris dudoso prosiguió. Movió sus caderas muy lentamente de adentro hacia afuera logrando que Tao gimiera aún más. El dolor era menor, el placer ganaba.
Luego de mas embestidas, gemidos, sudor, gruñidos y jadeos, llegaron juntos. Tao sentía a Kris correrse dentro de él. Y ahora sentía el peso de Kris sobre su espalda desnuda.
-¿Esto...Esto quiere decir que si me acompañarás a comprar... Gucci?- Tao rompió el silencio y las respiraciones entrecortadas con su pregunta. Tenia los ojos cerrados y una pequeña sonrisa en el rostro que contagió a Kris al oirlo.
-Lo que haces por convencerme, mi Tao.- dijo Kris riendo y dando un beso al cuello del moreno mientras escuchaba una risita por parte del aludido.
-¡Oh Kris hyung, Tao hyung! Pudieron alcanzarnos.- un chico alto y de cabello castaño los saludaba con una sonrisa y agitando alegremente su mano.
-Si, Sehun. Logré que Kris gege se vistiera rápido para venir. Fue muy rápido al arreglarse en cinco minutos luego de que....- Kris le tapó la boca con la mano rápidamente y lo tomó por los hombros sonriente como si nada.
-Si, Tao puede ser muy terco a veces.- sonrió arrogante mirando al moreno.
-Apuesto que utilizó su aegyo contigo, Kris.- dijo Luhan entre risas. Ya todos sabían que Kris era débil ante Tao y su aegyo.
-Si, siempre usa su aegyo.- bufó rendido el rubio mientras tomaba la mano de Tao para caminar.
-No gege, no es cierto. Solo cuando quiero Gucci.- respondió con un guiño el moreno tomando del brazo al rubio.