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DESTINO por MayoM

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Notas del capitulo:

Lo sé, no es viernes. Pero no podía quedarme sin actualizar, tomen su tiempo, lean con calma, si tienen el OST de Slam~Dunk, mejor aun... en fin, sin más vueltas...

 

¡Disfruten! 

Fan Fic Basada en el Anime/Manga Slam Dunk derechos de autor al mangaca Inoue Takehiko.

 

DESTINO.

Capítulo 2 “El Jugador más valioso”

 

Los veranos pasaron y la supuesta amistad que habían logrado Ryota y Mitsui en su niñez, desapareció. Ambos jóvenes tuvieron diferentes caminos, siendo Mitsui quien tomara protagonismo en el basquetbol. Fue conocido en la secundaria Takeishi como el “Jugador más valioso” cada jugada que realizaba era el resultado de un arduo trabajo, sus palabras inspiraban a su equipo y era en gran medida, un verdadero capitán. Terminó ganando el campeonato intercolegial, en esa final se vio enfrentado al sabor amargo de verse perder, en los últimos segundos del partido estaban 53-52, favorable al equipo de Yokota, el adversario de la secundaria Takeishi donde jugaba Mitsui. Pensando que el juego estaba perdido, cayó en ese trance de darse por vencido, pero fue gracias al profesor Anzai, quien estaba de invitado en ese duelo, que no perdió las esperanzas de ganar. Finalmente Hisashi anota  una canasta de tres puntos dándole la victoria a su equipo. Es tanta la admiración que siente por aquel hombre que no lo dejó caer, que decide irse a la preparatoria de Shohoku, para ser entrenado por el profesor Anzai, ese año también entra Takenori Akagi, quien más tarde se convertiría en el pilar y capitán de Shohoku.

 

La gran mayoría de los estudiantes de la preparatoria roja, volcaban sus esperanzas en Mitsui, no por nada era tratado como “El jugador más valioso de la secundaría Takeishi, quien los llevó a la final y les dio la victoria” eso también pensaba Kogure, otro de los personajes influyentes y perseverantes que acompañará a Mitsui y Akagi en su tercer año a llegar al campeonato nacional. Pero volvamos atrás, un día, en los vestidores, Kogure habló con Mitsui, convirtiéndose ambos en cómplices de un mismo sueño: Ir al campeonato nacional.

 

- No te preocupes Kogure, mientras tengan a este jugador con ustedes, ¡llegaremos lejos! – Eran las palabras de un Hisashi convencido de su talento, de su capacidad. Junto a un par de compañeros avanzaron hacia el gimnasio donde se presentarían y para sorpresa del grupo total, en el interior de aquel lugar había un muchacho tan alto como un poste de luz, su nombre era Akagi y venía de la secundaria Kitamura junto a Kogure. – Es enorme… - Murmuró, a lo que Kiminobu sonrió, asintiendo y posicionándose al lado de aquel joven alto.

 

-  Así que te unirás al equipo, excelente –

 

- Eso no debiste dudarlo jamás –

 

- Sí, tienes razón Akagi… este año está también Mitsui, ¿lo recuerdas? El que llevó a la victoria a su equipo, Hisashi Mitsui –

 

- ¿En serio? Bueno, entonces mejor… - En ese instante miró de reojo al muchacho, ahí estaba, el jugador de tres puntos.

 

El tiempo pasó y los entrenamientos cada vez más se volvían rituales para los del club de baloncesto, la mirada de sus jugadores tenían un punto en común y ese era el campeonato nacional, más de una vez se escuchó a Mitsui decir que gracias a él llegarían a ese lugar, algo que Akagi no soportaba del todo, se molestaba fácilmente por la arrogancia de aquel chico, sin embargo en el fondo sabía de las capacidades de él.

 

Pasó igual un día de entrenamientos, eran conocidos por su rivalidad y Mitsui, intentando detener a Akagi, sufrió una horrible lesión que le retiró de las canchas por un par de días, algo que Hisashi no soportó y fue entonces que, luego de tres días volvió a los entrenamientos, diciendo que su contusión estaba ya sanada, o que al menos, no le dolía. Una mentira por donde se le viera, pues segundos después cayó de rodillas al pisar mal, volviendo una vez más a hospitalizarse, y desde ese día, los sueños de ir al campeonato nacional para Mitsui se perdieron, deshaciéndose por completo la idea de participar en el club de basquetbol. Ante eso, se convirtió en un vándalo, pandillero, de muy mal genio y con un odio que inventó él mismo hacia el básquet.

 

Como todos saben, Shohoku no ganó el primer partido que tuvieron y fueron eliminados, sin Mitsui en el equipo la gran mayoría perdió las esperanzas de ganar, sin embargo Akagi, tenaz como siempre, mantuvo el sueño de ir al campeonato, junto a él se quedó Kogure, y de esa forma intentaron crear un Shohoku fuerte.

 

Al siguiente año, apareció un tercer jugador, quien se llamaba Ryota Miyagi, el muchacho resultó enamorado de la manager del equipo: Ayako. Y por ello, entra al equipo de baloncesto. Se da entonces por entendido que Miyagi no conoció a Mitsui en ese período, pues este último ya había perdido el rumbo del basquetbol. Sin embargo, un percance entre Ryota y uno de los amigos de Mitsui, acabó logrando que ambos se reencontraran. Antiguos amigos de infancia, pero que por la terquedad de Hisashi, se convertirían en grandes enemigos.

 

- ¿De segundo? Así que ahora te ganan niñatos de segundo… - Dijo Mitsui mientras sacaba de su bolsillo una cajetilla de cigarrillos, sus favoritos, los Lucky Strike. - ¿Y cómo se llama? – Preguntó mientras encendía dicho tubo blanco, estaban en la azotea de la escuela, escondidos de los profesores obviamente, no era nada agradable tener que lidiar con sermones por su manera de comportarse en el establecimiento.

 

- Se llama Miyagi… o algo así, es pequeño pero da unos saltos enormes… el muy maldito me rompió la nariz con una patada… - El solo decirlo, aquel muchacho sintió un piquete fuerte en ese lugar, entrecerrando sus ojos. Mitsui soltó una carcajada al pensarlo, sin embargo se puso de pie, dio dos caladas más a su cigarro y lo tiro, aplastando con la punta de su zapato y apagando de este.

 

- Le daremos un saludo a ese insolente.

 

Por el momento Mitsui no sabía quién era el tal “Miyagi”. La cita se dio luego de clases, cuando Ryota caminaba en dirección del gimnasio, el grupo de Hisashi caminó detrás de aquel niñato, se veía inofensivo cuando se veía de espaldas, Mitsui se preguntaba cómo logró golpear a Norijota y dejarlo con la nariz rota. Arrastró los pies un poco y en ese momento Miyagi se da cuenta que es seguido, mira de reojo a los cuatro que estaban detrás suyo, se giró con rapidez y los encaró.

 

- ¿Qué quieren?

 

Los cuatro se detuvieron, Mitsui miró directamente los ojos de aquel chico, no sabía qué pasaba allí, pero se le revolvió el estómago cuando lo vio, como si le apretaran de sus órganos con una mano. Tragó en seco, quedándose en silencio pues estaba inmiscuido en los ojos del menor.

 

- ¡Mitsui! – Gritó Norijotas, acercándose a su amigo y golpeándolo suavemente en sus costillas - ¿Qué te pasa? –

 

- Nada, nada… así que fuiste tú el imbécil que golpeó a Norijota. –

 

- Sí, ¿y eso qué? ¿Te molesta en algo? – En ese instante Hisashi se acercó dando un paso, y lo jaló de la camiseta blanca que llevaba encima, lo atrajo hacia sí y lo alzó un tanto del suelo, pues Mitsui ya iba en tercero, era más alto, de contextura gruesa y su fuerza también resultaba monstruosa, por otro lado, Ryota era ágil, pero la fuerza y su altura no ayudaban demasiado. - ¡Suéltame! Si quieres pelear vamos a otro lado, aquí no… -  Pero el mayor no hizo caso y lo sostuvo con mayor fuerzas, aún estaba con el trago amargo de hace unos segundos, lo atrajo más, tanto que podía verse en las pupilas del muchacho.

 

- ¿Cuál es tu nombre? ¡Dilo! – Algo no andaba bien, mierda, algo no andaba nada bien allí.

 

- ¡Averígualo! – Miyagi se soltó del agarre gracias a unos movimientos bruscos que hizo, pero entonces saltó y aprovechó de darle una patada a Mitsui en el rostro, haciendo que este último perdiera por completo el equilibrio, cayendo hacia el costado y raspándose las manos en el cemento ya que amortiguo con ellas. -¡levántate y pelea! – Pero Hisashi demoró en hacerlo, luego de salir de aquel trance se puso de pie y con fuerzas le dio un golpe con su puño en la quijada, a lo que Ryota respondió con otra patada en el mentón del mayor, por culpa de las zapatillas le rajó la piel, dejándole una marca allí, la sangre comenzó a caer y ninguno se detuvo, golpeándose en las puertas del gimnasio.

 

- ¡RYOTA! – La voz de Ayako hizo eco, mirándolo indignada, le hizo un gesto o más bien una mueca con sus labios y se alejó de la puerta, cerrando de esta con pestillo. El menor se alejó de Mitsui completamente avergonzado, odiaba cuando dicha chica lo encontraba en semejantes peleas, se rascó la nuca y avanzó corriendo hacia la puerta, golpeando de estas, atrás quedó Hisashi, mirando al chico que se le arrancaba por ir detrás de esa mujer.

 

-¡¿A dónde vas?! ¡No hemos terminado! ¡Cobarde! – Pero Miyagi no le hizo caso, le importaba Ayako.

 

- ¡Ayako! Ya no estoy peleando, déjame entrar.

 

- ¡NO! – se escuchó del otro lado.

 

Mitsui lo siguió mirando, recordando como lo había llamado la mujer. Entonces… - ¡Se llama Ryota Miyagi! – Dijo como si fuese la respuesta a alguna ecuación matemática, pegó aún más la vista en su contrincante y se acercó a él como bestia, le tomo de los hombros y lo pegó contra la pared, mirando de su oreja. - ¡¿Quién te dio ese pendiente?! ¡DIME! – Ryota lo miró desconcertado, pero entonces recordó, pues en ese momento uno de los  amigos del mayor gritaba “¡Mitsui! Vámonos, viene el capitán”

 

- … ¿Mitsui?...

 

- ¿Eres del equipo de Básquet?

 

- ¿Eres Hisashi Mitsui?

 

- Sí imbécil, yo te di ese pendiente… -

 

- … -

 

- Dámelo.

 

- No – En ese instante al lado de ellos pasó Akagi, el ahora capitán del equipo de baloncesto.

 

- Abran la puerta – Y estas se abrieron, Takenori entró, pero Ayako cerró la puerta, dejando fuera a Miyagi quien se sentía peor por esos gestos de la mujer, pero que al final de cuentas eran para corregir esa personalidad de delincuente que a veces le ganaba.

 

- ¡Que me lo des te digo! Maldito, eres del equipo de basquetbol… no mereces ese pendiente, devuélvemelo.

 

- Ya te dije que no, tú me lo regalaste, ya mejor cállate... – En ese momento Akagi salió, tomando la camiseta del menor y jalándolo hacia el interior, las puertas se volvieron a cerrar. Norijota se acercó, extrañado por la situación.

 

- ¿Lo conoces? – Preguntó, los otros dos también se acercaron, curiosos.

 

- No, no lo conozco.

 

Los siguientes días pasaron algo lentos, Mitsui no podía entender como Miyagi ahora era parte del equipo de basquetbol, además, ¿qué hacía en Shohoku? ¿Por qué? No lo había visto en un buen tiempo, y justo ahora aparecía. Lo peor de todo es que Ryota al parecer ni lo recordaba, o si lo hacía, seguramente no le importaba. Aquello enojó aún más a Mitsui.  

 

 

 

.

Notas finales:

¡Hola!

Los plazos máximos serán los viernes para actualizar mis fics, así que no duden que antes del viernes "7 dias" ya tendrá el segundo capítulo~

 

En fin, desde ya gracias por leer, cualquier cosa me dejan un review, yo feliz los contesto todos.

¡Saludos!

 

~Mayo. 


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