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¡¿Disfunción eréctil?! por monica misan

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Notas del capitulo:

Una disculpa antes que nada, pero me era imposible actualizar debido a cuestiones familiares y economicos, apenas me recupero de un gran bache en mi vida, siempre he estado al pendiente de los comentarios que me dejan en cada uno de mis FIC'S, los cuales jamas he pensado en abandonar.

Prometo retomar el camino y continuar actualizando.

Este capítulo no tiene Lemon debido a que el que tengo escrito no me satisface, entonces lo corregire hasta que me guste y luego subire el Lemon y el final.

Por cierto, calculo que la actualizacion y finalizacion de este Fic será para el Martes proximo.

Los extrañe, los amo ¡Viva el YAOI!

Capítulo 2 

“La receta”

 

-Suficiente Usagibaka llamare al médico para hacer una cita.- y con el escritor a cuestas y a como pudo cogió el teléfono para llamar al especialista.

Obtuvo la cita.

-Usagi san, levántate, la cita ya está hecha. Porque mejor no te vas a dormir, lo único que puedes hacer ahora es dormir.- dijo tratando de levantarlo.

-¿A qué hora es la cita?- susurro totalmente deprimido, levantándose pero sin atreverse a mirar a su pequeño inocente.

-Tienes suerte, serás la primera consulta del uro-andrólogo. A las 7 tenemos que estar ahí- dijo mientras buscaba la mirada de Akihiko, quien alzo la mirada ante sus palabras.

-¿Tú vas a acompañarme?- no sabíacómo sentirse, si feliz de que su pequeño se preocupara por él o avergonzado por lo que pudiera escuchar del especialista.

-Sí, después de todo, eres mi koibito y estoy para apoyarte.- fue sorprendido por un fuerte abrazo el cual correspondió.

-Gracias Misaki, te amo tanto, no que sería de mí sin ti.- agradeció sumamente feliz, mientras le daba un fugaz beso.-Voy a dormir lo que resta del día, ¿me puedes levantar temprano mañana?- preguntó dirigiéndose a las escaleras.

-Por supuesto.- deseaba de todo corazón que Akihiko saliera de esa depresión en la que se había instalado.

Como siempre hacía, se reprimió, como cuando no era tocado por su seme. Ya que consideraba que el hecho de ir a masturbarse después de lo que había pasado era como una ofensa al escritor. Akihiko pronto “sanaría” y saciarían sus deseos.

En punto de las cinco de la mañana Misaki estaba en pie, se dirigió a bañarse y antes de bajar a hacer el desayuno se dirigió a despertar al mayor, pues esa noche no había dormido con él, debido al ambiente tenso que se había formado. El mayor se levantó con ánimos renovados, casi como nunca hacía al despertar y se dirigió al baño, listo para su cita. El otro preparo de prisa el desayuno. Ambos se sentaron a desayunar, una vez hecho esto se dirigieron al hospital de especialidades.

El camino fue silencioso. Se dirigieron al área de Medicina Sexual, en donde esperaron 15 minutos antes de la hora indicada a que llegara el Uro-andrólogo. Exactamente a las 7 estaba el doctor frente a ellos.

-Buenos días, ¿ustedes son mis primeros pacientes?- saludo un médico de más de 60 años.

-Buenos días.- contestaron ambos con una reverencia.

-En realidad solo yo soy su paciente, él viene acompañándome.- se dirigió a Misaki.

-¿Algún familiar?- interrogo el médico mientras hacía seña para que se adentraran al muy lujoso consultorio.

-Sí.- Contesto el peliplata mientras a Misaki se le notaba un tanto nervioso.

Tomaron asiento, el doctor encendió su Ipad y saco una pluma electrónica. La consulta inicio.

-¿El nombre del paciente es…?- interrogo mientras se ponía sus anteojos.

-Usami Akihiko.-

-Bien Señor Usami, dígame, ¿Qué edad tiene?-

-32 años.-

-Ok, ahora, ¿A qué se debe esta visita médica?- pregunto tranquilamente el doctor mientras que los que estaban frente a él se tensaban.

Dirigió una mirada al menor, coloco una mano nerviosamente en su frente y cruzo sus piernas, ¡rayos! Que vergonzoso era responder. Saco valentía. –Pues vera… yo ayer…- ocultaba su mirada de los presentes. –Yo ayer mientras trataba de tener relaciones sexuales… no tuve erección.- dijo con la mayor pena que había tenido en toda su vida.

-Señor Usami, no tiene por qué sentir vergüenza, está ante un profesional y supongo que el chico es de suma confianza para usted ¿verdad?- dijo de lo más normal el médico, pues esto era rutinario para él, tener pacientes que se avergonzaban de ese tipo de problemas.

-Sí, él es mi novio.- dijo mirando al anciano especialista.

-Perfecto, es muy importante que la pareja este de apoyo en este tipo de casos.- dijo de lo más normal. -¿Cuál es su nombre jovencito?- pregunto al sorprendido castaño.

-Mi nombre es Misaki, Misaki Takahashi.- dijo ruborizado.

-¿Cuántos años tiene señor Takahashi?- pregunto mientras anotaba todo.

¡Rayos! Ahora qué pensaría el doctor al saber la gran diferencia de edades. –Tengo 22 años.- respondió tímidamente.

-Oh. Es usted muy joven. Entonces, 10 años de diferencia entre ustedes dos. Ok.- Seguía anotando todo. –Regresando con usted Señor Usami. ¿Es la primera vez que le sucede esto?-

-Sí.-

-No hace falta que yo le diga que es usted muy joven para tener ese tipo de problema, ya que regularmente se presenta en personas mayores a los 40 años y a usted todavía le falta para eso.-

En ese momento el peliplata tuvo pánico de llegar a esa edad. –Entonces doctor ¿Por qué?- estaba lleno de dudas.

-Esto a su edad es solo una señal de alarma de que algo en su cuerpo no anda bien. A continuación le hare una serie de preguntas, para saber exactamente cuál es el antecedente a su disfunción eréctil…-

­-¡¿Disfunción eréctil?!- pregunto entre sorprendido y enojado. Misaki solo observaba asustado pues no sabía exactamente el desenlace de todo esto. El doctor solo suspiro.

-Señor Usami tranquilícese por favor. Digo disfunción eréctil  porque medicamente así le llamamos a la impotencia. ¿Me deja explicarle?- pregunto serio.

-Sí-dijo como niño regañado. Misaki se tranquilizó y presto atención a lo que tenía que decir el médico.

-La impotencia, o lo que los médicos preferimos llamar, disfunción eréctil, es un problema común en 1 de cada 5 varones.La disfunción eréctil puede ser una señal de alarma de enfermedades del corazón…-

-Doctor eso suena muy grave.- comento muy preocupado el pequeño Takahashi.

-Tranquilo, aún no sabemos a qué se deba exactamente lo que su pareja tiene.- dijo con sonrisa fraternal. Misaki decidió mantenerse calladito. El doctor prosiguió. -La sexualidad en el hombre es un aspecto fundamental de la vida y los problemas de la sexualidad pueden afectar seriamente a las relaciones de pareja. Lo cual se me hace excelente que su pareja lo esté apoyando Señor Usami.-

-Pero ahora tengo una pregunta quizás incómoda para ambos, pero es necesario que la respondan, debido a que son una pareja gay. ¿Cuáles son sus roles?-  Solo Misaki se sorprendió.

-Uke…- susurro tímidamente.

-Seme.- Dijo con certeza.

-¿Han intercambiado roles algunas vez?-

-No…-volvió a susurrar tímidamente el menor.

-No.- dijo más seguro el otro.

-¿Hace cuánto tiempo sostienen relaciones sexuales?-

-4 años.- contestaron ambos.

-Del 1 al 10. Aproximadamente, ¿Cuántos encuentros sexuales sostienen en una semana?-

-…2…- dijo el menor.

-cinco.- dijo el mayor. Ambos se miraron ante sus diferentes respuestas.

-Por favor explíquenme, ¿Por qué números distintos? Señor Takahashi…-

-Eh… pues… vera doctor, digo dos porque a veces cuando él está muy ocupado con su trabajo lo máximo que tenemos es dos veces  a la semana.-trato de no mirar al otro.

-Usted Señor Usami.- le cedió el uso de la voz a su paciente.

-Cuando terminó algún proyecto y tengo suficiente tiempo libre, pues la verdad es que no le doy mucho descanso que digamos…- dijo un tanto apenado, ahora ese doctor creería que es un pervertido. Espera, lo era.

-En alguno de ustedes ¿el deseo sexual has disminuido?-

-¡No!- contestaron al unísono. Misaki se sonrojo ante este hecho.

-Ok, según lo que me dicen su actividad sexual es con frecuencia aleatoria, le recomiendo Señor Takahashi que usted también haga una cita conmigo para tratar asuntos diferentes, no se alarme por ahora no es nada serio, pero sugiero que lo haga y usted Señor Usami, es necesario que esté presente.-

-Está bien doctor.- afirmo Misaki, ahora tenía curiosidad de saber el porqué. Pero haría su cita.

-¿No es nada grave doctor?- cuestiono ahora preocupado por la salud de su amado.

-Nada mortal Señor Usami, tranquilícese, pueden venir la semana próxima.- Reacomodo sus gafas mientras seguía apuntando todo. –Ahora, regresando con su problema Señor Usami, todos los hombres pueden tener problemas para alcanzar la erección en algún momento de sus vidas, especialmente cuando están cansados, sufren estrés o están bajo los efectos del alcohol o padecen una enfermedad grave.-

-¿Reconoce usted algo con lo que se identifique?-

-Sí… el cansancio y el estrés.- dijo recordando esos momentos de infinito cansancio al termino de sus manuscritos así como del estrés que le causaba el no poder terminar más rápido de lo que quisiera para poder estar con su amante y hasta del estrés que le producía en grandes cantidades la estorbosa y ruidosa Aikawa.

-Ok, ya tenemos algunos de los posibles factores que pudieron haber provocado esto.-Fruncía el entrecejo mientras seguía apuntando. -La disfunción eréctil puede ser orgánica, o sea de origen físicoo psicológica. Por lo que me dice su problema es orgánico.-

-Por favor, dígame que mi problema tiene solución.- suplico el mayor.

-Tranquilo, déjeme le explico y le pregunto.- Prosiguió con seriedad y profesionalismo.-La impotencia orgánica es la más frecuente y se produce por un trastorno del pene o de los mecanismos relacionados con la erección.-

El doctor les dio una gran explicación (N/A: a continuación una pequeña clase de medicina xD):

-Existen varios tipos de disfunción eréctil: La neurológica, que es cuando existen problemas en la transmisión de órdenes que el cerebro y la médula espinal envían al pene, a través de los nervios erectores, para que se produzca una erección.Producen este tipo de impotencia la diabetes, las enfermedades de la médula y las cirugías realizadas por cáncer de próstata, vejiga y recto, en resumen, lesión de nervios erectores.-

-¿Se siente usted identificado con este tipo de disfunción?-pregunto el médico.

-No.-

-Está bien, la siguientes es: La hormonal, que es cuando el organismo produce menos hormona masculina, o sea, testosterona, de la que se necesita. Pero debido a lo que me comenta no creo que sea eso.

-Yo tampoco.- comento Misaki, quien pensó en voz alta. Se sonrojo ante la mirada que recibió de ambos.–Disculpe doctor prosiga.- dijo tímidamente mientras recibía una hermosa sonrisa de su seme.

-La otra es: Por medicamentos, muchos medicamentos que se usan para el tratamiento de enfermedades como la hipertensión o la depresión pueden afectar a la función eréctil. ¿Usted usa alguna de estos medicamentos?-

-No.- dijo seguro.

-Otro factor es: La  Psicológica, en estos casos el mecanismo peneano de la rigidez es normal, pero la erección se ve dificultada por problemas psicológicos que pueden deberse a ansiedad de ejecución, miedo a no conseguir una erección, problemas de pareja, depresión u otros problemas psicológicos. El estrés de cualquier tipo puede afectar al acto sexual. ¿Se identifica con alguno?-

-Solo con lo último, el estrés, debido a mi trabajo, vera soy escritor, llego a estresarme mucho al momento de escribir un manuscrito y más cuando estoy por entregarlo a mi editora.- confeso al doctor.

-Ok, eso es solo otra parte. Falta un último factor: La vascular, la cual es  muy común. Se produce cuando llega poca sangre al pene o no se retiene adecuadamente dentro de los cuerpos cavernosos, originándose un escape de sangre y un descenso brusco de la erección.Las causas más frecuentes de impotencia vascular son: diabetes, hipertensión, aumento del colesterol, tabaquismo, y enfermedades cardiovasculares. ¿Se identifica con algún factor?-

Misaki voltio a mirar a Usagi, pues conocía la respuesta. –Sí, el tabaquismo.- dijo un tanto avergonzado de sí mismo.

-Eso supuse, en pacientes con factores de riesgo cardiovascular, la disfunción eréctil puede ser el primer síntoma "centinela" de enfermedades cardiovasculares que progresarán con el tiempo. Y debido a que al de usted se debe al tabaquismo es probable de que solo sea una señal de alarmaque nos avisa que las arterias se están cerrando. No se preocupe está usted a tiempo de prevenir cualquier enfermedad grave.- Misaki respiro tranquilo y Akihiko sintió que el estrés se iba.

-¿Me hará algún estudio?-pregunto dudoso.

-Los urólogos expertos en medicina sexual podemos diagnosticar y tratar una disfunción eréctil con muy pocas pruebas y pero en muy pocos pacientes, sobre todo en jóvenes como usted, es necesario recurrir a pruebas muy específicas.- el doctor no levantaba la mirada de su Ipad.

-¿Cómo cuáles doctor?- internamente el escritor se cuestionaba porque todo tenía que ser tan tedioso.

-Solicitaré su historiaclínica y análisis de sangre. Esto es parte de la evaluación básica que me permitirá informarle de la causa exacta de su problema y ofrecerle el tratamiento más adecuado.- El doctor se levantó y se dirigió a la parte de su consultorio, haciéndoles señas a Usami para que lo siguiera. –Por favor cámbiese y póngase esta bata, en cuanto termine le explicare de que se trata.-

El escritor obedeció, se quitó toda su ropa y se puso solo esa bata, Misaki casi se ríe cuando lo vio pero se mordió la lengua para no hacerlo. Con la eficiencia del hospital el médico ya tenía el historial de Akihiko y la enfermera estaba lista para tomarle la prueba de sangre y llevarla de prisa al laboratorio.

Una vez tomada la muestra, el doctor solicito solo al escritor que lo siguiera a otra gran división de su consultorio que estaba tras una puerta con la leyenda: “equipo de ecografía y doppler”. –Señor Takahashi, espere un momento mientras le hagounos estudiosmás detallados al Señor Usami, no demorare más de 30 minutos.-

Misaki asintió, pero estaba sorprendido, ¡treinta minutos!, eso era mucho tiempo… viéndose solo, miro con detenimiento el lujoso consultorio, aprovecho para medirse. ¡Rayos! No había crecido nada, al parecer ya había dejado de hacerlo y se quedaría el resto de su vida con 1.70 de estatura [según Wikipedia, busque en otras páginas y hablaba de otra cosa]. Aprovecho para curiosamente pesarse, ¡sí que era un flacucho! Tan solo 56 kilos.

Mientras tanto el doctor explicaba que le realizaría  una ecografía y doppler  para realizar un estudio detallado vascular del pene y así valorar la sangre que entra y la sangre que se escapa. Primero le hizo una eco-doppler, en donde su pene debería de estar flácido para medir el diámetro de la arteria cavernosa y buscar cualquier anomalía focal. El médico obtuvo imágenes transversales y longitudinales y a simple vista no encontró ninguna anomalía. Todo iba bien hasta que…

-Señor Usami, según las muestras no hay ninguna anomalía, pero para estar 100% seguro debo de provocarle una erección…-

-¡¿QUÉ?! ¡¿Cómo que usted me provocara una erección?!- pregunto horrorizado pensando en las miles de imágenes grotescas que le vinieron a la mente.

El Doctor pudo leer claramente sus pensamientos, una enorme gota escurrió por su frente. El medico hablo con voz terrorífica por primera vez en toda la consulta.–Señor Usami por favor no sea mal pensado y ¡déjeme explicarle!- el otro trato de calmarse. –A lo que me refiero es a una erección farmacológica, es decir, le aplicare un agente vasodilatador en los cuerpos cavernosos mediante una inyección cerca de la base del pene.-

-A ok, solo es una inyección en el pene… ¡¿QUÉ?! ¡¿UNA INYECCIÓN EN MI PENE?!- solo el doctor tuvo la dicha de ver la cara horrorizada del escritor mientras por reflejo llevaba sus manos a modo de protección a esa zona. Sin duda una imagen digna de fotografía y subasta.

Misaki si escucho el grito de Usagi, *¡uh! Pobre Usagi san eso debe ser doloroso… aunque… ¡ese dolor solo será pequeño comparado con el mío! Jejejejejeje daría lo que fuera por ver su cara en estos momentos*.

-Tranquilícese no será una inyección tan dolorosa, además es necesario para hacer los estudios que siguen.- El otro a duras penas obedeció. El doctor se acercó con una pequeña aguja de insulina para inyectarlo, el escritor vio su vida pasar frente a sus ojos. Una pequeña lágrima se escapó cuando sintió el piquete en esa zona. Su pene empezó a endurecerse pero era una sensación incomoda pues no había ningún tipo de excitación.

-Ahora obtendré medidas de velocidades sistólicas y diastólicas en la arteria cavernosa, esto puedo tardar de 10 a 20 minutos, dependiendo.- dijo como si nada ignorando la cara de consternación del paciente.

Pasado ese tiempo el médico obtuvo los resultados.-Ya tengo su diagnóstico, por favor vístase y lo espero afuera para decirle y recetarlo.- El doctor salió para darle privacidad.

Una vez que el doctor cerró la puerta el otro comenzó a retorcerse del dolor. *¡Doctorhijodeputa!Malditodolor¡fuck!¡fuck!¡Dios!Mipenecreoquesevaacaer!* respiro hondo y recompuso su postura.

Misaki tenía un enorme signo de interrogación sobre su cabeza. Akihiko salió como si nada.

-Bien, según todas las muestras su disfunción eréctil está en etapa inicial, no es grave ni avanzada. Puede curarse perfectamente con diferentes tratamientos, así como prevenir otro suceso parecido en el futuro. Su pene solo le “aviso” de que hay arterias que no tienen buena circulación, esto tiene cura.- dijo mientras sacaba su recetario médico y un bolígrafo.

-Dígame por favor, que opciones tengo.- Akihiko ya quería volver a ser el de antes.

-Primero que nada, debe reducir sus niveles de estrés y cansancio, le recetare vitaminas para eso. Principalmente debe de dejar el hábito de fumar, esa es la causa principal de su falta de erección. Por último, hay una arteria que no tiene una buena circulación, esto es reversible. Le diré los tipos de cura que hay, así como también le sugeriré el que más le convenga.-

Misaki y Akihiko escuchaban atentos.

-Existen diferentes tratamientos para pacientes con disfunción eréctil. La primera son las hormonas, o sea, testosterona, pero digamos que usted no las necesita. La segunda son los fármacos orales, como son: la viagra, cialis y levitra.

-¿Cree usted necesario recetarme alguno de esos medicamentos?- Implorando a los cielos que no fuera necesario. Pero de alguna forma tendría que curarse, ¿no?

-No, es muy joven para tomarlas. Mejor guardar esa opción para cuando usted sea mucho mayor.- bromeo un poco el doctor, pero al escritor no le cayó muy en gracia.Qué difícil era para él admitir su enfermedad, estaba seguro que ni su padre sufría de eso o que ni siquiera usaba de ese tipo de pastillas, ¡qué vergüenza!¡Es más! Estaba seguro que el baka de Haruhiko a pesar de ser mayor ese tipo de problemas y que si llegara a enterarse de lo que le ocurría lo destruiría socialmente.

-Qué bueno, ¿Cuál es la tercera opción?- pregunto serio, no quería escuchar otra broma.

-La tercera es la inyección de un medicamento en el pene.- dijo como si nada.

-¡¿Qué?! ¡No estoy dispuesto a ser inyectado de nuevo!- definitivamente no quería otra inyección en esa zona. Misaki tenía una cara de compasión que se podía ver a kilómetros.

-No se preocupe, esa opción es para un grado más avanzado.- Akihiko respiro aliviado. –La cuarta opción es una prótesis de pene.- Akihiko esta incrédulo, ¿eso existía? En cambio Misaki imaginaba una y mil formas de cómo era eso, ¿acaso quitaban el pene y ponían uno de plástico? –Pero tampoco es adecuado para usted, esto es para pacientes muy avanzados en la enfermedad. Por lo que a usted lo que más le conviene y le voy a recetar es la aplicación de choques de baja energía.

Ahora Misaki tenía una imagen en la que le aplicaban choques eléctricos en el pene a Usagi san y los gritos de dolor que este daba, pero por alguna razón sentía que estaba equivocado. Pero el dolor les mostro una imagen de lo que se trataba.

-Le explico, la eficacia de este tratamiento es superior al 90%, es no invasivo, indoloro, con excelentes resultados clínicos y lo mejor, solución permanente de la disfunción eréctil. Se trata de la aplicación  ondas de choque sobre tejido eréctil mediante el uso de un moderno aparato, el aparato permite aplicar ondas de choque de baja energía a la profundidad deseada. Para la disfunción eréctil empleamos una profundidad de 15 mm y aplicamos las ondas de choque en 5 zonas del pene para mejorar la circulación sanguínea y estimular la neovascularización.-

Misaki sintió alivio, pues ese tratamiento no sonaba doloroso. Mientras que Akihiko estaba casi feliz de haber encontrado su tratamiento ideal.

-Tendrá que venir una vez diariamente durante tres semanas, pero lo abstendré de relaciones sexuales hasta que lo dé de alta.- Hasta ese punto todo iba bien. Tanto seme como uke se voltearon a ver. Pues uno planeaba violar y el otro planeaba entregarse completamente pero por lo visto esos planes quedarían frustrados hasta nuevo aviso.

Y así termino la larga y dolorosa consulta con el uro-andrólogo que había sido como una especie de ángel-demonio.

La primera semana habían dormido juntos, se acostaban uno separado del otro, pero por las mañanas despertaban un tanto en posiciones incomodas, a veces Misaki amanecía sobre el pecho del otro lo cual provocaba ganas al mayor de tomarlo ahí mismo, otras, el escritor sentía una pierna de Misaki encima suyo y comenzaba a acariciarla, despertando al menor y la más peligrosa, la veces en que el trasero del castaño se encontraba rozando peligrosamente el miembro del mayor y esto hacia que uno se sintiera avergonzado y otro con instintos de violador.

La segunda semana la convivencia se había vuelto muy rutinaria, demasiado para ambos. Misaki ya quería sentirse sometido y Akihiko ya quería descargar todo el deseo que poco a poco se iba acumulando en él. Habían dejado de dormir juntos, solo se besaban de vez en cuando y cuando el mayor tomaba la iniciativa. Ya no podían abrazarse pues sus cuerpos se calentaban rápidamente con el contacto del otro.

Después de dos semanas de tratamiento, Akihiko sentía la calentura de un adolescente de 18 años por lo que su contacto con Misaki era distante y poco. La tensión se podía sentir en el aire. Misaki trataba por todos los medios de no hacer algo lindoy de no provocarlo, pues sabía que solo quedaba el resto de esa semana para que el medico diera de alta a su seme. Akihiko podía sentir que hasta un beso en la frente lo excitaría sobre manera.

Un día antes de la última cita con el medico llego un paquete al lujoso departamento, el cual fue recibido por Misaki. Curioso por saber el contenido y creyendo que se trataba de la reciente novela “normal” de Akihiko abrió el paquete. Pero nunca pensó que fuera su más reciente novela BL, lo peor fue cuando el autor de dicho libro lo descubrió.

-¿Qué es eso Misaki?- su voz asusto totalmente al mencionado, lo que lo hizo sospechar.

-Eh… nada.- dijo con sus manos detrás de él.

-No mientas, como planeabas ocultarlo.- le arrebato con rapidez el libro BL pero por un mal movimiento el libro cayo abierto en una imagen… digamos…un tanto erótica.

Sus miradas iban del libro a ellos mismos. Hasta que en un acto reflejo Misaki se relamió los labios. Suficiente para que Akihiko se lanzara sobre él en un beso desesperado, cayeron sobre el sillón y lo peor fue que el menor abrió sus piernas. Su beso era salvaje, trataban como de recuperar todos esos días en los que no se habían tocado y sus manos viajaban a lugares que se suponía no debían de ser tocados, al menos aún no.

Hasta que el Misaki de siempre apareció. Uso todas sus fuerzas y se apartó. –Solo un día Usagi san,  hoy está mal. Me voy a mi habitación.- dijo con la respiración acelerada y los labios rojos.

-Está bien Misaki pero mañana no te salvas, lo juro.- dijo muy seguro. Misaki asintió “tímidamente” y corrió a su habitación a encerrarse hasta que amaneciera. El escritor  hizo lo mismo. Cada uno contaba las horas que faltaban para poder devorarse con desesperación y quitarse las intensas ganas. Esa noche fue muy larga para ambos.

Al día siguiente como si fuera más vital que el aire, se levantaron directo al hospital pues ni siquiera desayunaron. El doctor después de un largo sermón sobre cuidados y la prohibición del cigarro por fin lo dio de alta, liberándolos de su tortura. Una vez fuera del hospital ambos vieron las cosas diferentes.

-Usagi san tengo hambre, quiero ir…-

-Yo también tengo hambre Misaki, pero sabes, a mí se me antoja algo diferente.- dijo con la voz y mirada más pervertida que el menor había visto. Pero tampoco podía negar los mismo deseos que sentía el otro. Por lo que al no saber que decir solo sonrió bajando la mirada. El mayor prácticamente lo arrastro al deportivo rojo y manejo con rumbo desconocido.

-Usagi san ¿A dónde vamos?- pregunto.

-Anoche no pude dormir muy bien que digamos, así que planeé muy bien nuestro reencuentro.- dijo sin apartar la vista del camino.

-¿Qué? No vamos muy lejos ¿verdad? Porque mañana tengo que ir a la Universidad.-

-Mañana es viernes Misaki así que, ¿Por qué no te lo tomas?-

-Imposible, dime ya ¿A dónde vamos?-

-A un lugar magnifico que hace mucho no visito, está dentro de Tokio no te preocupes.-

Misaki no quiso seguir llevándole la contraria, solo se aseguraba que no salieran de Tokio. Además de que estaba analizando la posibilidad de no ir a la Universidad, sobre todo porque sus exámenes más importantes ya habían pasado, no estaba mal si faltaba un día ¿no? Además la ocasión lo ameritaba.

Notas finales:

Como dije antes, no hay LEMON porque aun no estoy satisfecha con el que tengo escrito, lo corregire y actualizare el Martes, ya con el final, ya que se supone era TWO-SHOT'S

¡BESOS!


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