Los días decembrinas habían llegado, por lo tanto la pastorela y fiesta de navidad que se realizaba año con año en la escuela de Lee Taemin también.
Taemin era un chico alegre, un tanto tímido, pero muy cálido una vez que llegabas a conocerlo. Un chico sin preocupaciones, no le importaban las críticas e incluso el maltrato que recibía por parte de sus compañeros poco tolerantes ante las personas con gustos diferentes.
Desde que Taemin y su novio Minho paseaban por el instituto alegremente tomados de la mano eran objeto de burlas y agresiones. A ninguno de los dos parecía importarles, nada ni nadie podría cambiar quienes eran y la felicidad que sentían al estar juntos.
Taemin amaba la actuación, y obviamente participaría en la pastorela. Admiraba su traje de ángel tratando de no ponerse nervioso por su actuación, sonriendo al imaginarse a todos de pie aplaudiendo su trabajo y el de sus compañeros y por supuesto pensando en hacer sentir orgulloso a su novio. De pronto una voz lo saco de sus felices pensamientos. Key había llegado.
—Lee Taemin ¿Por qué jodidos no te has cambiado?
Key era el típico amigo sobreprotector que parecía madre. Taemin realmente apreciaba todas las atenciones del mayor, que siempre le consentía (malcriaba), aconsejaba y escuchaba.
Key ayudaba al taller de teatro diseñando y haciendo los vestuarios y quería ver como se veía su pequeño en su magnífica creación.
— ¿Pero qué jodidos? Key ¿cómo entraste? me has asustado
—Owss lo siento pequeño— dijo mientras piñizcaba una de sus mejillas en forma tierna y se sentaba en la cama— Tomé la llave debajo del tapete…— de pronto se puso pálido y abrió sus ojos con sorpresa y susto — ¡Taemin cómo puedes ser tan descuidado y dejar una llave debajo de un tapete! ¡Qué tal que algún asesino violador llega y te secuestra! Oh por dios, estas bien ¿verdad?
Taemin no pudo evitar reír ante la actitud de su amigo, que a pesar de estar ya acostumbrado le causaba gracia
—Si omma… estoy bien— respondió para tranquilizar a Key, quien de inmediato lo abrazo
—Bien mi niño, muero si algo te ocurre. No vuelvas a dejar esa llave ahí, ¿de acuerdo?
—Sí, lo prometo, ahora ayúdame con esto, se me hará tarde— dijo refiriéndose a su vestuario.
Ambos se levantaron de la cama y así Taemin comenzó a cambiarse.
Minutos después ya estaba listo, y Key muy satisfecho de su trabajo.
—Muy bien, te vez realmente bien, serás el ángel más hermoso
—Key… ¿y si no voy? —El tan odiado pánico escénico había llegado
—No no, nada de eso, no desperdicie tiempo y esfuerzo en tu vestuario por nada. Además cómo crees que habrá obra sin el ángel. Iras y punto— Taemin estaba de acuerdo con eso, sería injusto para el mayor y las horas invertidas en la obra
—Bien, será mejor que nos vayamos, se nos hará tarde… ¿iras verdad?
—Oh, bueno, yo tengo otros planes, tendré mi fiesta privada en casa— le guiño un ojo y Taemin sabía exactamente a lo que se refería
—Ah ya, y Jonghyun hyung es tu invitado, ¿no es así?
Jonghyun era el pretendiente de Key, llevaban saliendo por algún tiempo pero no habían formalizado nada aún. A diferencia de Taemin, a Key si le importaba lo que decían por los corredores, y tenía miedo de ser agredido o juzgado por los demás. Taemin creía que era el por qué aun no daban el paso siguiente a su “relación”.
Key sonrió con tan solo escuchar el nombre.
—Claro que es él, ¿Quién más podría ser? Bueno bueno, basta de sentimentalismos, vamos vamos, iré sólo a la obra, después me desaparezco, Tú y Minho deberían hacer lo mismo — Una vez más guiño su ojo y Tae sintió sus mejillas arder y una enorme sonrisa en su rostro delataba el hecho de que deseaba su propia fiesta privada.
Ambos salieron de la casa del menor.
La escuela estaba a pocas cuadras de ahí así que decidieron ir caminando.
Las calles estaban repletas de luces y las casas con adornos referentes a la celebración, ver todo aquello hizo que su pánico escénico desapareciera, ahora un espíritu navideño lo llenó.
Se aproximó a la entrada de la escuela y logro distinguir la figura de su novio. De inmediato sonrió y admiro lo bien que se veía.
—Llegas tarde— dijo su novio en tono meloso dirigiéndose a él
—Lo siento, Key me entretuvo un poco
—Lo supuse,
—Él miente… llegue y no estaba listo— se defendió llegando atrás del menor
—No importa, gracias a ti se ve tan hermoso esta noche— Sonrió acercándose a su novio rosando sus labios, juntándolos en un beso.
—Maricas— Uno de sus tantos estúpidos compañeros interrumpió el momento aventando a Minho. Taemin pudo sentir como su novio se tensaba
—Ya, Minho tranquilo, mejor entremos. Se acerca la hora— dijo apenas en un susurro tomando su mano y dirigiéndose al auditorio.
Minho se sentó en una butaca cerca al escenario mientras Taemin y Key se dirigieron atrás del telón. Todos corrían nerviosos, alistándose para su salida.
— ¿Cómo lo soportan? — Soltó Key con la mirada perdida
— ¿Qué cosa? — Pregunto Taemin un tanto confundido
—Los empujones, insultos… todo eso
—Tengo a Minho conmigo y soy feliz, ¿Qué más da lo que digan los demás? Mi mejor amigo me apoya, sólo eso importa
Key sonrió al entender que él era “El mejor amigo”
—Eres muy fuerte mi pequeño— dijo abrazándolo tratando de no llorar
—Tú también lo eres, mereces ser feliz, y Jonghyun hyung merece una oportunidad… no lo pienses demasiado— respondió sin deshacer el abrazo
— ¡OMO! KIM KIBUM TENEMOS UNA EMERGENCIA— la voz (gritos) de la maestra y directora de la obra los hizo sobresaltarse y separarse
— ¿Qué sucede maestra?
—Nuestro diablito ha enfermado y su suplente no vino y no responde el teléfono… ¡QUÉ VAMOS A HACER!
—Tranquila maestra todo tiene solución… Taebaby tú, tú te sabes los diálogos del diablito ¿no?
— ¿yo? Ah… sí…
—Bien maestra lo ve, que el suplente de Taemin salga y Taemin sea el diablito— Sonrió al ser él el que salvara la obra
—Bien joven Kibum es un genio— dijo la maestra más tranquila abrazándolo
—Disculpen… no quiero arruinar el momento pero… qué pasara con el vestuario— pregunto Taemin un poco preocupado por la situación.
La maestra tomo por los hombros a Key
—Kim Kibum confió en ti, puedo retrasar la obra 30 minutos, tienes 30 minutos para arreglar el vestuario
Key era un profesional y pudo ajustar el traje a Taemin.
Minho se sorprendió de ver a Taemin en otro papel, pero comprendió cuando Key llego a su lado y explico lo ocurrido. La obra avanzó normal y como se esperaba fue un éxito. Todos aplaudían.
El auditorio se encontraba vacío ya, todos estaban en la fiesta. Todos menos Taemin y Minho quienes solían escabullirse cuando querían estar juntos, desde un simple beso o abrazo hasta algo más.
— ¿Quieres que te baile? — Dijo Taemin una vez estando arriba del escenario y Minho sentado en las butacas de la primera fila.
Taemin comenzó a menear sus caderas al ritmo de la canción que se escuchaba a lo lejos.
— ¿Te e dicho ya lo sexy y apetecible que te vez? — Dijo Minho extasiado por los movimientos de su novio. Ya no traía puesto el vestuario de la obra, pero seguía usando los cuernitos. — mi diablillo… me haces pensar cosas que no debería
— ¿Cómo que cosas? — preguntó su novio sin dejar de moverse, llegando a el piso con movimientos provocadores.
Sin dudarlo ni un momento Minho se levantó de su asiento para ponerse enfrente de Tae y besarlo. Sus labios se movían lentamente, ambos querían sentirse, saborearse de forma lenta, para ir aumentando el ritmo al paso de los segundos. En una lucha por el dominio su beso se intensifico y ahora el beso estaba acompañado por carisias. Minho colaba una de sus manos por debajo de la camisa de Tae acariciando su espalda, mientras que con su otra mano sostenía la nuca del menor. Por su parte Taemin empezaba a desabrochar los botones de la camisa de Minho al mismo tiempo que enrollaba sus piernas en su cintura.
Pronto las camisas de ambos se encontraban en el suelo.
El mayor comenzó a besar su cuello, encajando un poco sus dientes en aquella piel blanca que tanto le gustaba saborear. Lo cargo hasta los asientos para después sentarse y sentar al menor arriba.
Los besos y caricias no cesaron. Taemin restregaba su ya duro miembro con el de Minho provocando que gemidos llenaran el lugar.
La lengua de Minho jugaba con los pezones del menor, y sus manos se colaban por debajo del pantalón y bóxer acariciando y apretando sus glúteos para general más fricción en sus hombrías. El menor sólo atinaba a gemir y mover sus caderas con desesperación.
Con movimientos algo torpes Minho logro sacar las prendas del cuerpo de Taemin dejándolo desnudo, quien a su vez lamia y mordía el cuello (y clavícula) del mayor dejando pequeñas marcas (que el día de mañana serian grandes).
Una mano de Minho se coló entre ambos cuerpos tomando el miembro de Taemin. Movía su mano de forma lenta y tortuosa para el menor.
—M…Minho… rap..ido— jadeaba en el oído del mayor quien se excitaba más y más al escucharlo y sentir su cálido aliento.
Su ritmo aumento, Taemin gemía más y más enarcando su espalda y dejando ir su cabeza hacia atrás, movimiento que Minho aprovechó para volver a probar aquella piel de la que era adicto. Sintió como su novio le encajaba las uñas en sus hombros para después sentir la esencia caliente de Taemin sobre su mano y vientre de ambos.
Taemin tomo la mano de su amado para lamerla de una forma no muy decente mirándolo directo a los ojos, ojos que desbordaban lujuria y pasión.
Una vez que el menor recupero el aliento decidió darle atención al bulto aprisionado en los pantalones de su novio. Comenzó con besar su cuello, bajando lentamente, mordiendo de vez en cuando, bajando por su pecho, con sus manos delineaba su marcado abdomen para después hacer lo mismo con la lengua.
—Caminito a la gloria…— Dijo Taemin delineando una línea invisible que iba desde el ombligo hasta el borde de pantalón. Minho sólo pudo reír ante el comentario olvidando un poco que estaba por perder la cordura por ver a su novio hincado ante su ya doloroso bulto.
Lentamente desabrocho el pantalón para bajarlo con todo y bóxer.
— Angh…Minnie… — gimió el mayor al sentir su miembro libre y el cálido aliento de Taemin. Sus miradas se conectaron y sintió morir cuando Taemin lamia y mordía sus labios, tan cerca de su miembro… era una tortura.
—Taae… por favor— su voz era más grave debido a la dolorosa excitación
—Lo siento… pero soy un diablo, ¿lo recuerdas? — dijo divertido mientras apuntaba su diadema de cuernos.
Comenzó a besar y morder los muslos del mayor para tortúralo un poco más.
—Minnie…por favor— su respiración cada vez era más pesada.
Taemin sonriendo y sin perder el contacto visual dio una lamida, como si de una paleta se tratara.
— Nnggh… — gimió una vez más cerrando sus ojos y aferrándose al asiento. Sentir la lengua cálida de Taemin simplemente le volvía loco.
El menor decidió que ya era mucha tortura e introdujo todo el miembro en su boca, dirigió una de sus manos a los testículos para acariciarlos y proporcionar mayor placer a Minho. Apretaba sus labios y movía su lengua alrededor del palpitante miembro, ejercía un poco de presión con sus dientes a la punta y succionaba, el escuchar los gemidos del mayor solo lo incitaba a continuar. Su vaivén era lento, pero las manos de Minho tomaron su cabeza para así llevar el control.
—Tae…Minnie…anggg Minnie nngh…dete...nte… — Taemin saco el miembro de su boca para mirar confundido a Minho
—Báilame
— ¿Qué? — ¿acaso había perdido la razón? ¿Le había detenido casi cuando estaba por terminar para pedirle que le bailara?
—Báilame Taemin… quiero verte, verte bailar desnudo
Taemin por un momento pensó que moriría de vergüenza por las palabras de su novio, pero su excitación era mayor. Se puso de pie para hacer lo que Minho le pedía. Comenzó a moverse al ritmo de la música que seguía escuchándose a lo lejos. Sentía como la mirada de Minho se clavaba en cada milímetro de su cuerpo, pero no le incomodo, al contrario le hacía moverse aún mejor.
—Minnie, necesito estar dentro
Taemin sonrió, pues el necesitaba sentirlo, y sin decir una palabra más se sentó en su regazo auto penetrándose de una sola estocada.
—Ahhh…— soltó Taemin al sentir dolor
— Angh…Minnie ¿qué... haces? No… te he preparado— Minho dijo preocupado pues no quería lastimarlo
—Está bien… estoy bien… sólo… espera— dijo el menor en con un hilo de voz. Se mantenía aferrado a los hombros de Minho y con los ojos cerrados.
—Tae…— Minho no quería lastimarle pero estar dentro sin ningún movimiento lo estaba desesperando. Comenzó a masturbarle para distraer un poco el dolor.
Las caderas de Taemin se movieron circularmente arrancando gemidos por parte de ambos. Cuando se sintió preparado comenzó a ir de arriba a abajo con la ayuda de Minho quien sostenía sus caderas.
—Ngh ahh… ah Minho a-ahí— dijo el menor cuando acertó a aquel punto que le hacía gritar de placer.
Minho obedeció y le ayudo a acertar una y otra vez a ese punto. Sentía como las paredes de Minnie de contraían apretando su miembro. Creía que ya no podía sentir más placer, fue entonces cuando Taemin empezó a morder su cuello y gemir en su oído. Ese era su límite.
Su mano se dirigió una vez más al miembro olvidado de Taemin. Unas estocadas más y sintió la esencia de Taemin por segunda vez.
Un poco más y Minho se vino dentro del pequeño Taemin marcando una vez más que era suyo.
Las respiraciones de ambos estaban a mil por hora.
—Tae… estuviste fantástico— dijo mientras lo besaba tiernamente
—Vamos a mí casa… esto... aún no termina— dijo el menor mientras se levantaba con cuidado.
Minho observo embobado como Taemin se vestía para después hacer lo mismo aun tratando de procesar lo que le había dicho.
— ¿Mi diablillo quiere más? — Dijo abrazando a Taemin por la espalda pegándolo a su pecho besando su nuca.
—Sí — respondió zafando el agarre, tomando la mano de Minho para salir de aquel lugar prácticamente corriendo.
Sería una larga noche…