Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nuit d´Amour por amorosa

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

todos los personajes pertenecen a Masami Kurumada

Notas del capitulo:

un fic super romantico narrado en primera persona.

espero les guste.

 

Te acercas a mí y me besas, puedo sentir el palpitar de tu corazón, la calidez de tu cuerpo, la corpulencia de tus brazos, el olor embriagante de tu piel, el sabor de tu boca, su cálida humedad, lo dulzón de tus labios, la pureza de tu cuerpo al igual que el mío. Sé que estas nervioso, lo puedo ver a través de tu mirada, yo también lo estoy; más no temas mi amor, no te lastimaré, lo prometo. Quiero que este bello momento que estamos a punto de vivir sea inolvidable para ambos, maravilloso, increíble. La falta de aire nos hace separar. Aprovecho el momento para contemplarte; te ves tan bello, tan frágil: tus mejillas sonrojadas, tu boca brillante, tu respiración agitada, tu mirada inocente, tus cabellos alborotados, tu desnudez a plena luz de la luna…TODO TÚ ME ENCANTAS!!

 

Por suerte ya no tengo esos prejuicios de honor y culpabilidad, ahora puedo hacerte mío, amarte como tú lo haces. Vamos mi amor, mi Hyoga, amémonos como nunca, en esta nuestra primera vez. Tomo entre mis manos tu mentón, levanto tu rostro para obligarte a mirarme, no quieres hacerlo….¿por qué? ¿Qué sucede mi vida?-te pregunto, necesito saber qué te pasa.

 

-Camie yo…tengo miedo…-me contestas.

 

 Sonrío enternecido ante tus palabras.

 

-Tranquilo mi amor, no te lastimaré, lo haré con cuidado, no temas, tan solo ámame tanto como yo a ti-te respondo desde el fondo de mi corazón.

 

No necesitaste de más palabras, nos acercamos lentamente, me abrazas, te apegas a mí al tiempo que yo me inclino a besarte. Recorro la comisura de tus labios, el sabor de ellos me impide apartarme. Continuamos así por un rato, más de lo necesario. No podemos quedarnos así, la necesidad de sentirnos uno crece cada vez más; n quiero hacer las cosas a la loca, quiero que disfrutes cada detalle, cada momento cada, beso, cada caricia, cada mirada, cada gemido, cada jadeo, cada roce de nuestras pieles.

 

Dudo por un momento en si continuar o no. Un impulso interno me dice que te eche sobre la cama, te recorra suavemente pero con soltura; no sé si hacerlo, no quiero que te asustes y te apartes de mí; no lo soportaría. Te amo demasiado como para provocarte algún daño o sufrimiento. Sorpresivamente eres tú quien silenciosamente me pide que lo haga. No puedo creer lo que me pides, no lo acepto aún. Ante mi quietud, colocas tímidamente tu mano sobre mi pecho y empiezas a acariciarme con lentitud, suavemente, sintiendo bajo tu mano la suavidad de mi piel; que estoy seguro te encanta. Poco a poco pierdes la vergüenza, te atreves a peñizcar mis pezones con algo de fuerza; ríes cuando consigues hacerme gemir.

 

-Ahhh…-gimo de placer, tus caricias aunque inexpertas despiertan en mí una corriente de electricidad que recorre mi ser por primera vez.

 

Con que así estamos. No me provoques, no te conviene.

 

Sin resistirlo mucho más, y seguro de lo que queremos que suceda, te tomo entre mis brazos y te deposito sobre la cama. Tu divino cuerpo es acogido con suavidad por las suaves colchas de seda. Tu mirada penetrante se clava en la mía. Distingo un pequeño brillo de lujuria, aunque inocente me enciende como fuego abrazador imposible de apagar. Me coloco encima  tuyo, te admiro, siento el roce de nuestras pieles desnudas, al descubierto; hace mucho que la estorbosa ropa desapareció en un abrir y cerrar de ojos de nuestro camino.

 

Bajo mi boca a tus labios, los vuelvo a saborear, son tan finos y delicados como los pétalos de una rosa. Siento que ya es suficiente, ambos necesitamos más que eso; desciendo en besos, lamidas y succiones a tu cuello, lo saboreo, me acerco a tu oreja derecha y la lama, introduzco mi lengua ahí, causándote un gran placer pues gimes sin poder contenerte, te agarras fuertemente a mi espalda. Te siento temblar; algo no anda bien y eso me preocupa.

 

-Hyoga que sucede??-te pregunto.

 

-No es nada. No te preocupes-me contestas sin siquiera dirigirme la mirada.

 

Esa respuesta no me convence, sé que algo te pasa así que vuelvo a insistir.

 

-Vamos mi amor, cuéntame, confía en mí por favor.

 

Esta vez estoy aseguro que mis palabras lograran darte confianza para decirme que te inquieta, y no me equivoco, pues enseguida me dices:

 

-Tengo miedo. Eso es normal lo sé pero no puedo evitar sentir eso…lo siento…-te disculpas mientras una sola lágrima corre por tu mejilla.

 

-Tranquilo mi amor-te digo en consuelo mientras te abrazo protectoramente-No creas que eres el único que está nervioso, yo también lo estoy, pero me tranquilizo al pensar que eres tú con la persona que voy a dar un paso tan importante.

 

No me contestas, solo te acurrucas en mi pecho. Nos quedamos así por unos cuantos minutos. Te calmas y decides seguir. Ahora tus ojos muestran una decisión y entrega total, una seguridad tan grande que me hace sentir inmensamente feliz.

 

Vuelvo a la carga, te alejo de mi pecho, te beso en el cuello, bajo un poco más hasta llegar a tus clavículas. Mi lengua ávida recorre esa zona, te causo cosquillas, ríes un poco al momento que gimes entrecortadamente, sin tapujos ni temores. El olor embriagante que despide de tu piel me provoca ir más abajo, más hacia el sur. Estoy completamente seguro que volverás a temblar cuando llegue a tu zona íntima, a tu sexo, temblaras de placer y no de miedo.

 

Continuo con mi descenso, uso mi lengua para recorrer tu pecho, lo beso, lo lamo, dejando un rastro de saliva por mi recorrido. Atrapo entre mis dientes tus pequeños pezones rosados. No puedes evitar gemir ante tal sensación placentera.

 

-¡Ahhh…Camie…no te detengas…Oh sí!

 

Tus melodiosos gemidos son música para mis oídos, me reconforta que sean solo míos. No sabes cómo agradezco escucharlos.

 

Sigo con mis atenciones, continuo jugando con tus tetillas hasta que las siento endurecer por completo; es ahí cuando me aparto.  Mis ansiosas manos acarician tus piernas, me deleito con su suavidad, su tibieza, su calor. Mis labios no han dejado de besarte, precisamente en este momento me encuentro haciendo círculos en tu ombligo, aumentando tu placer y tención. Como me fascina verte así por mí, que sea yo quien te hace sentir esas sensaciones nuevas y jamás experimentadas por ambos.

 

Pienso que ya fue suficiente el padecimiento que sufres, me apiado de ti y bajo sin más ni más a tu sexo semi-erguido, lo engullo en mi boca de una ola y casi instantáneamente lo siento endurecer por completo. Mueves tus caderas por instinto, golpeas mi boca como penetrándome oralmente; tomo tus caderas entre mis manos y las detengo para poder saborearte mejor.

 

-Camus…detente…por…por favor…voy a….-me pides, pero hago caso omiso de tus súplicas.

 

Unos segundos después me encuentro degustando sin vergüenza tu semilla, es muy deliciosa. Te observo, estas rojo, te da roche haberte venido en mi boca y mucho más que yo haya disfrutado todo de ti.

 

-Mi amor, eres muy rico, no te avergüences-te digo al momento en que me acerco a tus labios y te beso con hambruna, pasión y amor.

 

Sin decirme te separas, te colocas boca abajo, separas tus piernas. Esta actitud me sorprende, no lo esperaba de ti, pero en el fondo sonrío, yo también lo quiero, más tendré que prepararte, no te quiero lastimar, es nuestra primera vez. E escuchado de muy buenas fuentes (Afrodita, Milo y Shaka) que la primera vez es doloroso, por ello tienes que preparar a tu pareja o si eres tú quien va a recibir tienes que lograr que te preparen. En este caso seré yo quien entre en ti, te alistaré bien mi amor, lo vas a disfrutar mucho.

 

Me subo sobre ti, ensalivo tres de mis propios dedos, beso tu espalda, uso mi lengua, llevo a ese lugar tan privado, tan cerrado, hundo mi lengua, sintiéndote temblar. Hago círculos, dilatando un poco. Cuando te siento listo, introduzco un dedo, moviéndolo, anchando un lo más posible tu anillo; finalmente tres son los dígitos que se mueven rítmicamente dentro de ti, gimes, te gusta, lo sé.

 

Te aviso, separo tus piernas, coloco mi miembro la mejor posición y…comienzo con mi empuje.

 

-Ahhh…duele…Camie…-me dices. En seguida te beso intentando relajarte.

 

Sigo avanzando, sintiéndome cada vez más dentro; seco tus lágrimas que corren solas. Finalmente entro de una, ahora estoy completamente dentro de ti, eres mío así como yo soy tuyo. Espero a que te acostumbres y acoples a mi cuerpo. Pasa un rato y gimes, el dolor y ardor han prevalecido, ahora podemos movernos libremente.

 

Te envisto fuertemente, golpeo tus muslos a cada estocada; gemimos sin tapujos, amándonos, fundiéndonos en un solo ser.

 

Como quisiera detener el tiempo y quedarnos así para siempre, pero es imposible, me corro dentro de ti, al tiempo que tú lo haces entre nuestros vientres.

 

Nos dejamos caer sobre la cama, respirando agitados, con nuestros cuerpos sudorosos, relajándonos un poco, recuperando el ritmo cardiaco normal….

 

Esta fue mi vida, mi Hyoga, nuestra Nuit d´Amour.

 

 

Fin

Notas finales:

ojalá haya sido de su agrado.

muchas gracias por leer.

Felices fiestas.

Un besote


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).