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Te detesto! por EnfasisClown

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Notas del fanfic:

un fic del cual no estaba segura de publicar ya que nunaca quise realizarle correcciones ni arreglarla. 

la publico como compensacion del fic : mi vida sin ti...jamas. ya que he demorado mucho en subir los capitulos por falta de inspiracion.

 una historia con mucho dialogo y cuyos personajes no me pertenecen.

Notas del capitulo:

 

 

los malos comentarios afectaron el estado animico de la familia.

un padre espera ansioso recuperar el cariño y la confianza de su hijo.

CAPITULO UNICO.

 

“te detesto maldito fenómeno! No quiero volver a tenerte cerca, deberías desaparecer de mi vida y la de mi padre!! No sabes cuánto te detesto! Todo es por tu culpa, siempre he sentido vergüenza, siempre he tenido que aguantar las burlas y los insultos de todos y mi padre también!!! Te odio!”

 

Esas palabras resonaban en su cabeza una y otra vez. Absorto en el dolor de aquellos dichos no hacía caso a nadie ni a nada más.

 

Estaba de espaldas en la cama con su rostro carente de emociones y  bien cobijado, algo que no había hecho él, sino que, su esposo, quien lo había recostado y cobijado para evitar que resfriara ya que la temperatura descendía debido a que se avecinaba el invierno.

 

Unas vagas lágrimas descendían por sus mejillas pero en ni un momento captaron su atención hasta que de pronto su máscara fría se rompió para darle paso a las emociones reflejadas en su rostro.

 

Que dolor se compara con la de un hijo, reprochándote e insultándote cada vez que se le antoje u odiarte por no ser alguien normal para la sociedad…

 

Y si de verdad debía desaparecer de la vida de los dos seres que mas amaba en la tierra; su esposo e hijo, el lo haría. Si de ello dependiera la felicidad de esos dos, el se sacrificaría.

 

Flash back

 

Malhumorado. Siempre llegaba a casa malhumorado.

 

- como te fue el día de hoy?!- gritaba Kaede desde la cocina a su hijo pero solo recibió la respuesta con un fuerte azote de la puerta.- espero que bien…- se dijo así mismo. Lo escucho correr escaleras arriba para luego sentir el segundo azote proveniente de la habitación de su hijo. El moreno solo suspiro. Se limpio las manos con un trapo limpio y subió las escaleras para ver que sucedía, aunque todos los días eran iguales. Dio unos golpes a la puerta antes de entrar- quieres hablar?

 

- vete, no te necesito.- fueron las tajantes palabras del adolecente.

-tal vez no lo parezca pero puede serte de ayuda- insistía Kaede.

-no molestes, viejo!-dijo dedicándole una fría mirada muy parecida a las que solía dar él cuando era joven.

- bueno, si quieres hablar más tarde sabes que puedes contar conmigo- paciencia, si que la tenía con el.- ahora baja a comer, está listo el almuerzo- dijo antes de dejarlo solo.

 

Bajo a la cocina algo desganado porque no sabía cómo lidiar con el adolecente que cada vez se ponía mas irritable. De todas formas el trataría de comprenderlo.

 

Aun recordaba como si hubiera sido ayer cuando le dieron la inesperada noticia de que iba a ser padre y no de la manera “normal”, ya que él lo cargaba en su vientre.  A pesar de lo difícil que fue aceptarlo siempre tuvo el apoyo de su “ahora” esposo.

 

“-seras padre…

-          Que! Me estas jodiendo

-          No… es la verdad…

-          Piensas que te engaño!- pregunta alterado- quien te conto algo asi?!

-          Me engañas?!

-          NOO jamas! Solo me he acostado contigo!

-          (suspiro) lo se, Do`aho

-          Entonces porque me dices que sere padre?! Mentiroso…No hagas bromas que no te va eso…

-          Hanamichi, estoy esperando un hijo tuyo…

-          Te dije que las bromas no son lo tuyo- dijo despreocupado a lo que Kaede toma una de las manos de Hanamichi para ponerla sobre su vientre.

-          Cuando te he mentido, cuando he hecho bromas? De donde crees que salió esta panza?!- el pelirrojo miro de pie a cabeza a su novio. Hace 2 meses que no se veían y claro que había notado el cambio. Pensó que el moreno se había descuidado mucho con la comida pero…

-          K…Kaede algo…algo se movió…- dijo con cara de espanto.

-          Do`aho, tengo cinco meses de embarazo.

-          AHH!- sus expresiones eran para el recuerdo. Se tomo la cabeza con ambas manos cuando ya había aceptado la verdad.- seré padre!- el moreno asiente mientras el pelirrojo caía en cámara lenta perdiendo el conocimiento.”

 

No pudo evitar soltar una risita al recordar eso.

 

Ordenaba las cosas en la mesa para servir el almuerzo pero aun así seguía en el pasado. Ahora trataba de revivir el día en que por primera vez sostuvo a su hijo en sus brazos. Era tan pequeño y frágil que en un momento dudo de poder cuidarlo correctamente pero aun así no se rendiría ante nada y saldría adelante con sus dos amores.

 

Supo cómo dirigir su vida, eligiendo un buen rumbo que ya no tenía que ver con el basquetball pero no lo lamentaba. Podía jugarlo cuando quisiera.

 

 

Los años pasaron con su hijo creciendo sano y alegre mientras era un niño inocente. Todo era perfecto hasta que la verdad (aunque nunca estuvo oculta) salió a flote, y los prejuicios junto a los malos comentarios de la gente comenzaron a afectar a su hijo. Después de eso se gano el odio y la desconfianza de Kaito, su hijo.

 

Aun estando en los recuerdos del pasado, alguien inesperadamente lo abraza por la espalda, lo cual hizo que saltara del susto.

 

-          Hanamichi… cuando llegaste?!

-          Recién. Te avise pero no me tomaste en cuenta- pone una falsa cara molesta- estabas ido. Que tanto pensabas?

-          Recordaba tus caras graciosas…de Do`aho- esbozo una sonrisa. Pensó que su esposo le contestaría con sus famosos insultos pero no fue así.

-          No creo que mis caras graciosas te hagan sentir triste.- apoyo la cabeza sobre el hombre de Kaede- se que estas triste… yo también…- el moreno no dijo nada. Su esposo lo conocía a la perfección.

-          No deberías estarlo. (suspiro)- se zafo del abrazo y se volteo para estar de frente, lo beso en modo de saludo.- tienes hambre? Prepare algo sabroso que te va a gustar.

-          No creo que haya algo más sabroso que tu- dijo con voz picara. Lo abrazo nuevamente para ahora besarlo con pasión, y siendo correspondido comenzaron a subir la intensidad de sus actos con caricias que recorrían gran parte de sus cuerpos pero Kaede interrumpió de manera abrupta lo que seguía. – que sucede?

-          No creo que sea el momento. Kaito va a bajar y…- Hanamichi soltó un bufido.

-          Ya debería estar acostumbrado…- frunció el ceño. – ven acá! – se aferro a él- no dejes que eso te afecte, ya se le pasara. Los adolecentes siempre pasan momentos difíciles que superaran a su debido tiempo. Acaso no recuerdas como éramos nosotros?- el moreno se separo un poco para mirarlo directamente a la cara.

-          Desde cuando aprendiste hablar asi? Debo admitir que ahora ya no eres tan Do`aho- el pelirrojo entrecerró sus ojos

-          Maldito Kitsune! Yo hablándote seriamente y tu me vienes con eso!- el moreno no pudo evitar reír a lo que el pelirrojo le siguió con lo mismo.- te amo, Kaede.

-          Y yo a ti…- se acerco a darle un último beso pero fueron interrumpidos con un carraspeo que les dedico su hijo.

-          Lo último que espero es encontrármelos de esta forma- decía enojado- ya perdí el apetito. Me voy.-  Kaede se acerco rápido a su hijo.

-          Espera, no te vayas…- lo tomo del brazo

-          Suéltame!!! – dijo soltándose del agarre – es que no entiendes!!! Quiero estar lejos de ti! No eres nadie en mi vida…

-          Pero hijo…- eso fue un golpe muy bajo para el moreno, hasta Hanamichi quedo atónito con esas palabras – porque me dices eso si yo…

-          te detesto…- dice cerrando muy fuerte sus ojos.-  maldito fenómeno! No quiero volver a tenerte cerca, deberías desaparecer de mi vida y la de mi padre!! No sabes cuánto te detesto! Todo es por tu culpa, siempre he sentido vergüenza, siempre he tenido que aguantar las burlas y los insultos de todos y mi padre también!!! – al único que consideraba su padre, era a Hanamichi – TE ODIO!!!

 

 Una sonora bofetada se escucho dentro de la casa dejando alarmado a Kaede. Hanamichi había golpeado a su hijo al escuchar esas horribles palabras salir de su boca, que atentaban contra su esposo. El pelirrojo jamás se arrepentiría de eso porque no iba a permitir que hirieran a Kaede, ni siquiera su propio hijo.

 

-          P…Padre, por qué…?

-          Y todavía tienes el descaro de preguntar! Cuando te hemos enseñado tal forma de expresarte?! Dime!- decía rabioso- pídele disculpas a tu padre, quien te ha criado todos estos años!

-          Hanamichi no lo obligues…

-          Como que no lo obligue, no dejare que te hable así y menos en mi presencia!

Kaito solo cambio su semblante para no mostrar emoción alguna,  pero no lo logro y furioso salió corriendo de la casa maldiciendo el haberle tocado estar en esa maldita familia.

 

El moreno no tenia palabras ni siquiera podía mirar a Hanamichi a la cara.

 

-          Kaede, Kaede!- lo llamaba con insistencia pero él no contestaba. El pelirrojo lo llevo directo a su la habitación y lo recostó procurando cobijarlo muy bien. se ubico a su lado, lo abrazo mientras acariciaba sus negros cabellos. – ni siquiera pienses en lo que dijo estoy seguro que eso no es lo que realmente piensa. – beso su frente – iré por él y hablaremos sobre lo que paso. Tu duerme un rato y no te preocupes - dijo levantándose de la cama. quedo preocupado porque Kaede parecía no escucharlo.

 

Fin flash back

 

 

 

Buscaba por todos lados el paradero de su hijo pero en esa ciudad tan grande era como buscar una aguja en un pajal.

 

-          Donde diablos se metió?!- se preguntaba exasperado.

 

Tampoco le resultaba fácil ya que él era una figura muy conocida debido a su fama de Basquetbolista. Jugaba en la NBA, llevaba 11 años en uno de los mejores equipos y ahora estaba pronto a retirarse. Fue difícil en un comienzo adaptarse en una nueva cultura y sabía que para su familia también. A Kaito fue al que más le afecto, no solo por su nacionalidad sino también por la condición sexual de sus padres.

 

Por fin logro divisarlo. Estaba sentado en un parque al lado de unos arbustos.

 

-          Toma ponte esto!- dijo el pelirrojo mientras le tiraba sobre su cabeza una chaqueta. Su hijo tiritaba de frio- que idiota saldría sin abrigo en estas fechas?- dijo solo para molestar.

-          Idiota…- dijo poniéndose la chaqueta

-          Eres igual que Kaede (suspiro) siempre  responden con una sola palabra y además para insultarme- frunció el ceño.

-          No me compares con el…

-          Hasta cuando seguirás así? Porque lo tratas de esa manera?- no recibió respuesta.- si no me dices como puedo ayudarte? Tú no eras así antes. Siempre querías estar con él, jugaban juntos,  le confiabas todo y el te entrego algo que muchas deseaban.

-          Que cosa?- pregunto curioso el pelirrojo solo le sonrió y revolvió sus cabellos.

-          Descúbrelo tu mismo aunque ya es algo obvio. En eso te pareces a mi. Tienes la respuesta en tus narices y no la vez. Ven- le da la mano para ayudarlo a levantarse- ve y discúlpate con el.

-          No quiero…

-          Que terco.

-          Todos… se burlan de mi.- soltó – por culpa de tu esposo. Siempre han dicho que soy el hijo de un fenómeno- desvió su mirada- ser engendrado por dos hombres no es normal…

-          Te avergüenzas de la persona que se sacrifico por ti todos estos años?- dijo el pelirrojo. Se volteo sin siquiera escuchar la respuesta y comenzó a caminar – mas te vale disculparte con tu padre cuando lleguemos. Ah, y otra cosa – se detuvo en seco – arregla tu equipaje, volveremos a casa, volveremos a Japón.

 

 

Al llegar a casa tuvo que tragarse su orgullo y además por la mirada inquisidora de su padre que le exigía ir a disculparse, no tuvo más opción. Subió con pesar  las escaleras, sabía que se había pasado con las frías y horribles palabras hacia su padre. Estaba arrepentido pero aun así no le era fácil aceptar todo. Toco la puerta de la habitación que compartían sus padres y con sigilo se asomo pero no vio a nadie.

 

-          Papa? – dijo esperando encontrarlo – no está… - busco en el segundo piso pero no había rastro. Bajo para encontrarse con Hanamichi.- no está arriba.

-          Como que no está?! KAEDE!!! – lo llamaba pero nadie contesto- donde rayos se metió?! – se dijo así mismo.

-          Papa… y si se tomo en serio mis palabras – abrió mucho sus ojos.

-          Nooo, no creo…- silencio- o quizás si!!!

 

 

Las horas pasaban y no había rastro de él. Trataban de ubicarlo por su celular pero estaba apagado. Por primera vez Kaito sintió miedo y sobretodo culpable por la desaparición de su padre.

 

Hanamichi trataba de comunicarse con algunos amigos que tenían en ese país pero nadie sabía nada del moreno. Recorrió las calles, los terminales de buses, el aeropuerto pero nada. No sabia que hacer, donde mas buscar y rogaba porque apareciera su esposo.

 

Padre e hijo estaban sentados en el sillón de su casa, en total silencio cuando de pronto la puerta de la entrada se abre  repentinamente. Ambos miraron y un alivio los inundo.

 

Kaede a penas entro fue interceptado por su preocupado esposo, quien lo abrazo protectoramente.

 

-          Donde estabas?! No sabes lo preocupados que nos tenías…

-          D…duele, no me aprietes tanto…

-          Pensé que te habías ido…- decía con lagrimitas en los ojos el pelirrojo.

-          Do`aho- entrecerró sus ojos- no tengo razón para irme.

-          P…papa…- llamo con cautela a Kaede. Este se sorprendió ya que hace años no lo llamaba asi.- perdóname. No quería decirte aquellas cosas…

-          No te preocupes – dijo frio y desviando su mirada. Algo que alerto al joven ante la indiferencia de su padre. – no tienes porque disculparte, jamás te he culpado de algo.- ahora lo miro directamente a los ojos para dedicarle una gran sonrisa. Kaito, algo incomodo se inclino para luego retirarse a su cuarto.

-          De verdad lo siento – subió rápido las escaleras. Sus padres solo lo vieron desaparecer.

-          Dónde estabas? – pregunto nuevamente el pelirrojo.

-          Fui al médico, no me sentía bien. te deje una nota  sobre la mesa pero me doy cuenta  que no la leíste.- a ambos les cayó una gotita por la cabeza.

-          No me di cuenta, jajaja. Por que te sentías mal? Que te dijeron?

-          Ah…bueno…yo…- el pelirrojo esperaba la respuesta – solo me dijeron que es gripe. Nada más.

-          Sabía que podías pescar un resfriado (suspiro) – iras directo a la cama. el moreno asintió. – y… sabes, lamento no habértelo dicho antes pero…

-          Qué pasa?

-          Ya finalizo mi contrato. Decidí no renovarlo.- el moreno quedo sorprendido

-          Y porque tan repentino?  que harás ahora?

-          Bueno, tome una decisión apresurada- dijo rascándose la cabeza- volveremos a Japón.

-          En serio! Pero…- trato de tranquilizarse.- entonces tendré que dejar el negocio! Y Kaito, que dira el?

-          El acepto de buena gana pero Si quieres quedarte lo comprenderé y buscare un trabajo aquí y…

-          No. Quiero irme. Quizás las cosas cambien para mejor y además tu extrañas mucho a tus amigo. Sería lo mejor…creo.

-          Bien, sabía que aceptarías!!!

 

Una semana transcurrió para que dejasen ese el país. Kaede cerró el negocio, un restaurant que el había creado ya que era un excelente chef. Ahora tenía intenciones de abrir uno en Kanagawa, tenía la esperanza de que le fuera bien.

 

Llegaron al aeropuerto con anticipación para evitar los problemas de tráfico  entre otras cosas. Los nervios estaban presentes en los dos ex jugados de Shohoku. Después de tantos años volverían a su país natal. Lo que les preocupaba era su hijo, que no se veía muy emocionado como esperaban o quizás no lo demostraba.

 

-          Hanamichi, podrías ir a comprarme algo para beber, por favor- pedía Kaede. Estaba algo mareado.

-          Si, vuelvo enseguida – el pelirrojo los dejo solos.

-          Kaito…

-          Mmm…

-          ¿Te preocupa algo? ¿No quieres irte? – a pesar de que ya no había tantos roces entre ellos aun les costaba relacionarse. Al moreno le angustiaba la difícil relación.

-          Y si todo es igual o peor…- susurro. Pensó que su padre no lo escucharía pero no fue asi.

-          Que quieres decir? Ah ya entiendo. No te preocupes nadie te volverá a molestar por mi culpa. Te lo prometo.-  algo triste se acerco a besar su frente. El menor se sintió incomodo, como si todo el mundo los viera.

-          Yo no quise decir e…- dijo el joven pero Hanamichi interrumpió el momento

-          Les traje esto. Bébanlo rápido porque ya es hora de subir al avión.

 

 

En Kanagawa

 

La noticia se había esparcido por todo Kanagawa o más bien por los amigos y conocidos de los dos ex integrantes de Shohoku.  Pensaron en darles las bienvenida pero su vuelo llegaría a altas horas de la noche por lo que desistieron de esa idea. Pero algunos no podían perderse tal grato encuentro.

 

Cerca de las cuatro de la madrugada, el avión aterrizaba en el aeropuerto Yokohoma.

 

-           Ey, Kaede ~  despierta – decía meloso – ya llegamos amor~

-           Zz Zzzzz – el pelirrojo se exasperaba, todavía ese zorro tenía ese gran problema con el sueño.

-           Kitsune! Despierta de una buena vez!- su hijo que también iba durmiendo despertó con los gritos de su padre.- que ya llegamos Kitsune abre los ojos!

-           Do`aho…- refriega sus manos por los ojos.

-           A ti nunca se te quitara lo dormilón!

-           Y a ti nunca lo torpe…

 

Kaito, quien hace mucho tiempo no sonreía ahora lo hacía al ver a sus padres discutir como dos niños. Al darse cuenta de su mueca cambio de inmediato a su rostro serio.

 

Tomaron su equipaje para poder descender del avión.

 

-          Espero que todo salga bien…- pensaba kaito.

-          Ahhh!!! Por fin!- el pelirrojo miro a su esposo- estamos en casa.- el moreno sonrió. Sabia lo feliz que era Hanamichi al volver.- kaito, tu ya no debes ni recordar cómo era Kanagawa.

-          La verdad es que no…- dijo acomodando su morral al hombro- debe ser lo mismo…- susurro.

Al bajar unos estruendosos gritos llamaron la atención de los tres y de los demás pasajeros.

-          HANAMICHI!!!!!- gritaron al unisonó un cuarteto. Corrieron hasta abalanzarse sobre su querido amigo al que tanto habían extrañado

-          Amigos!!! Ajajaja que alegría verlos- los abrazaba a todos

-          Eres un mal amigo- decía Yohei- tanto demoraste en volver. Ni siquiera apareciste en mi matrimonio.

-          Ni en el mio.

-          En el mío tampoco

-          Yo ni te avise que me case- dijo Takamiya.

-          Gordo! Conseguiste una esposa?!- pregunto sorprendido el pelirrojo ganarse unas palabras de enfado por parte del gordito. Las risas de todos eran de antaño, jamás cambiarían.

-          Wooo Rukawa!- dijo Yohei. Se acerco a darle la mano en modo de saludo- tanto tiempo. No creí que aguantaras tanto viviendo al lado de ese problemático.

-          He tenido paciencia…- se limito a decir algo burlón pero a la vez serio, algo que llamo la atención en Kaito.

-          Y tu, que grande estas! De seguro que ya no nos recuerdas- le hablo al mas joven.

-          Solo en fotografías…

-          De pocas palabras igualito que Rukawa, jajaja.- kaito escucho eso mas no supo quien fue, se molesto  pero no dijo nada.

 

Parecerse a, el? -Pensó -quien querría… - frunció el ceño

 

 

Después de una breve charla, sus amigos los condujeron a su nuevo hogar. El pelirrojo había hecho los tramites con anticipación para tener un lugar al cual llegar.

 

Había comprado una casa enorme estilo japonés para la comodidad de los tres. Era una maravilla con un amplio jardín.

 

-          Wooo en serio viviremos aquí?- pregunto emocionado el joven.

-          Así es, así que ahora ve a elegir tu cuarto.- y así fue.- y no olvides poner los zapatos en la entrada!!

-          Bien, los dejamos. Vallan a conocer su nuevo hogar- les dijo Yohei

-          No quieren pasar?- pregunto Rukawa.

-          No, no, no!!!- dijo el cuarteto.

-          Mejor vayan a estrenar su nuevo cuarto- dijo Noma guiñándole un ojo a su amigo- ya sabes cómo. - El pelirrojo se ruborizo. Todos reían con excepción de la pareja avergonzada.

-          Ya cállense!!!

-          Okey, okey, ah por cierto. Mañana deben ir a esta dirección- le entrega un papel a Rukawa- hay muchas personas que esperan verlos- dicho esto el cuarteto se retiro despidiéndose con las manos.

 

 

Pasaron una agradable noche, increíble sería mejor decir.  Como llegaron tarde, durmieron hasta tarde y el más gustoso era Rukawa pero un horrible malestar lo hizo levantarse de la cama para dirigirse directamente al baño. Afortunadamente no despertó a su esposo, o si no,  lo taparía con preguntas respecto a su salud. Prefirió ir a darse un baño para luego vestirse y salir a recorrer el lugar que estaba repleto de malos y gratos momentos, además debía ir a comprar algo para comer.  De seguro Hanamichi despertaría con muchísima hambre.

 

Antes de salir noto que su hijo salía de su cuarto.

 

-          Buenos días…- le dijo

-          Igual…- respondió Kaito

-          Quieres acompañarme? Así podrás conocer el lugar.

-          Okey…- dijo algo dudoso.

 

Salieron a los pocos minutos, después de que Kaito se vistiera. Caminaron en silencio y algo distantes, cada uno en sus pensamientos. Rukawa observaba todo. Se le hacía todo tan diferente pero quizás era porque siempre se la pasaba durmiendo y nuca miraba por donde iba.

 

-          Nos desviaremos un poco- dijo Rukawa. El otro asintió. Caminaron por unas angostas calles con casitas pequeñas y otras de dos pisos.  A pesar de que habían pasado muchos años el lugar no cambiaba.

-          Dónde estamos?- pregunto su hijo.

-          Aquí vivía yo…- respondió mientras apuntaba el pequeño departamento.- era pequeño pero tranquilo. Hay buenos recuerdos ahí junto a Hanamichi.

-          Oh, ya veo.

-          Vamos… se nos hará tarde y aun no compramos las cosas en la tienda. A demás debemos alistarnos para.. la fiesta…- dijo desanimado.

Durante todo el camino había gente que lo reconocía, sobre todo las féminas que gritaban al volver a ver al amor de su juventud. No les importaba el ir acompañadas de sus esposos, simplemente no podían dejar de admirar al que fue el chico más popular de la preparatoria.

-          Waaaa!!! Es Rukawa

El moreno solo término fastidiado y su hijo quedo boquiabierto con el arrastre que tenia su padre. Tan popular era? Pensó. Hasta el se gano más de un piropo cuando lo veían pero solo por parecerse físicamente a Rukawa. Que molestia! Penso.

-          Puedo…- dijo dudoso- puedo ir solo a partir de aquí? Quisiera caminar un poco mas

-          Sabes cómo volver a casa?

-          Eso creo…

-          (suspiro) está bien pero no demores mucho.

 

Necesitaba estar solo así que se aventuro a esas extrañas calles. Donde la gente parecía tan lejana como cercana. Teniendo la misma nacionalidad aun así se sentía de igual manera que un bicho raro, ya que estaba acostumbrado a otra cultura. Pero manejaba perfectamente su idioma natal.

 

Con las manos en los bolsillos y algo encorvado pateaba de vez en cuando algunas piedras que se le cruzaban en el camino pero tuvo la mala suerte de que una de ellas le llegara justo a un tipo con cara de pocos amigos.

 

-          Ah, quien fue el miserable que…- callo de inmediato al verlo

-          Lo lamento, no quise hacerlo.

-          Rukawa?- el menor frunció el ceño otro idiota comparándome! penso- jajaja es imposible pero te pareces mucho a un viejo compañero de equipo, aunque…- dijo examinando bien su rostro- que curioso tienes algunos rasgos de Sakuragi…mmm. Quien eres, pequeñajo?

-          Como que pequeñajo, viejo?- frunció mas el ceño.

-          Pero que insolente! Vamos dime como te llamas?

-          Kaito.

-          Kaito qué? Acaso no te han enseñado a presentarte?

-          Eres un fastidio, mejor me voy

-          Alto ahí mocoso.- lo detuvo en seco- tienes buen porte, que te parece si juegas un poco conmigo- dijo mostrándole una pelota de basquetball. El otro no alcanzo a responder ya que fue arrastrado hasta una cancha cercana.- bien comencemos- dijo mientras le lanzaba la pelota para que la agarrara pero el más joven no pudo sostenerla.- presta atención!

-          Lo siento…- decía avergonzado- yo no sirvo para jugar… no se jugar basquetball.- se preparaba para irse.

-          Dime tu nombre!- exigió, el joven volteo.

-          Kaito, Sakuragi Kaito.

-          Jajajaj lo sabía. Eres el hijo de dos grandes genios del Basquetball y no tienes talento para ese deporte jajjaja. No me creo que el hijo de Rukawa sea tan lerdo para jugar con el balón, como es que nunca le enseño- hablaba para sí mismo.

-          Porque debería enseñarme el, si apenas sabe unos movimientos. Mi padre Hanamichi era el que intentaba enseñarme pero no tenía tiempo suficiente. Y porque estoy hablando contigo! Ni siquiera sé quién eres!

-          No conoces ni a tu propio padre…  bueno, solo se parecen físicamente eso es algo bueno. Tendrás a todas las chicas a tus pies.

-          Tarado…- se apresuro a irse no quería seguir escuchando a ese loco.

-          Estoy seguro que tampoco sabes que este es uno de los lugares que mas frecuentaba, uno de sus favoritos!!!- le gritaba para que lo escuchara.

 

Llego a casa bastante tarde. Se había perdido y después de varias vueltas por lugares algo dudosos logro llegar a casa. Estaba hambriento pero prefirió ir a darse un baño así que camino por los largos pasillos pero se detuvo al escuchar una conversación.

 

-          Estoy seguro que terminara odiándome más… me detesta, lo se y no puedes negarlo.

-          Pero Kaede..

-          Nada de peros… no puede aceptar el hecho de que yo lo haya dado a luz. Me sentí tan feliz cuando lo sostuve en mis brazos y ahora… ni si quiera puedo abrazarlo sin que se altere. No me soporta y no sé qué hacer. Recuerdo claramente sus palabras y créeme que aun me duele… dime que hacer, Hanamichi? Qué debo hacer?

 

Su padre estaba triste por su culpa. Se encamino a su habitación haciendo caso omiso a lo que había escuchado.

 

 

9:30 de la noche en casa de Yohei.

 

La fiesta comenzaba pero los invitados de honor a los que le darían una grata bienvenida aun no llegaban.

 

Estaban todos reunidos. Los ex integrantes del equipo de Shohoku con sus respectivas parejas e hijos, el gundam y otros conocidos de los equipos rivales.

 

Habían pancartas en la entrada de la casa y muchas otras cosas bastantes llamativas.

 

El sonido del timbre los dejo mudos. la esposa de Yohei, Haruko fue quien abrió la puerta para dejar pasar a las tan esperadas personas. Hanamichi fue el primero en aparecer.

 

-          Y díganme, cuanto extrañaron a este Tensai? jajajaja!!!- Y ahí estaba el escandaloso pelirrojo el cual lo había hecho reír en más de una ocasión. – oh, Haruko! Como estas?- dijo abrazándose a ella. fue un acto  de poco agrado para Rukawa por lo que carraspeo su garganta para que se soltaran.- no seas celoso jajaj

-          Do`aho…

-          Como estas Rukawa?- hablo la chica con timidez como siempre, aunque ahora ya no sentía lo mismo por aquel hombre. Rukawa solo respondió con un simple “bien”

-          Cuidado Yohei! No querrás que te quiten a tu esposa! – decían algunos para evitar la tensión del momento. muchas bromas con respecto a eso se escucharon esa noche.

 

Saludaron a todo el mundo pero en primer lugar al profesor a quien más le debían por todas las cosas que había hecho por ellos. El verlo en un buen estado de salud era increíble.

 

La mayoría estaba curiosa con el chico que venía tras ellos. Y quisieron saber mas aunque era obvio.

 

De pronto fue el centro de atención, algo que a él le molestaba completamente.

 

Que dirían de el? Qué pensarían todas esas personas al enterarse de que era el hijo de dos hombres? Que dirían los hijos de aquellas personas? De seguro tendría que tratar con ellos frecuentemente. Se burlaran, como siempre! No quería que sus padres dijeran que era su hijo aunque era tan evidente.

 

-          El es…- comenzó a decir Rukawa mirándolo fijamente- el hijo de Sakuragi. – noto el terror en sus ojos al ser mencionado – Sakuragi Kaito.

 

Algunas personas no lo conocían pero otras lo habían visto nacer y estaban realmente sorprendidos con lo grande que estaba. Recibió los saludos de todos.

 

El joven no podía creer la forma en que Kaede lo había presentado. Creyó verle esbozar una triste sonrisa pero luego la máscara fría del moreno volvió al mirar a los presentes. Hanamichi, se molesto al escuchar a su esposo pero ya tendrían tiempo de hablar.

 

 

Comentaban sobre sus vidas, como les había ido a lo largo de los años y las vivencias increíbles que muchos habían experimentado. Fue una noche divertida pero bastante incómoda para Kaito porque muchos se acercaban estando borracho para contarle historias que no creía que fueran ciertas.

 

-          No pareces divertirte.- Haruko se había acercado un unos refrescos.- toma, bebe eso.

-          Gracias…- ella le sonrió.

-          Porque no te acercas a los muchachos.- dijo apuntando al grupo más joven. Habían niños de entre 5 y 15 años.- esperan conocerte.

-          Prefiero quedarme aquí, si no le molesta.

-          O no… como prefieras. Te traeré algo para comer!

 

Era amable pero porque su Padre Rukawa la miraba con tanto odio cada vez que se le acercaba a Hanamichi y ahora con él.

 

-          Vaya, vaya te vuelvo a encontrar!

-          Otra vez tu!!!!- exclamo al estilo Sakuragi. Escandaloso.

-          Qué  mescla más rara… jajaja- el joven no entendió lo que quiso decir.

-          Veo que ya conoces a mi hijo- el moreno se acerco a saludar a a Hanamichi.

-          Sakuragi, Me alegro verte!!! Wooo tu apenas cambias. Te ves bien

-          Jajaja ya ves

-          Lo conocí esta mañana, no podía creerlo! De hecho lo confundí con Rukawa jajaj. Oh, hablando del rey de roma- Kaede se acercaba- que bueno verte Rukawa? – lo saluda de manos.

-          Lo mismo digo.- miro a su hijo y le indico que se acercara- quieres irte?

-          No. No hace falta que te preocupes por mi- se alejo y se fue a sentar lejos de sus padres.

-          Vaya, tienen problemas…- acertó Mitsui- pero se solucionara. Ey vamos a beber!- Hanamichi acepto gustoso pero Rukawa, por más que quisiera sentir algo de alcohol que aliviara sus penas, no podía. Debía resignarse hasta nuevo aviso y solo beber refrescos.

 

Se sentía como un verdadero extraño entre la inmersa diversión de todos. Cuanto más aguantaría?  Los niños lo miraban pero él los ignoraba como la copia exacta de Rukawa pero el no lo sabía, no sabía nada de su padre.

 

El profesor Ansai se acerco hasta el joven, tomando asiento muy cerca de el. Le dedico una de sus amables sonrisas y dijo:

-          Te contare una historia…- Kaito escucho atentamente. Ese viejito le inspiraba confianza.- sabes que en tercer año, tus padres ganaron el campeonato nacional que se llevo a cabo en este país?

-          Campeonato? De que?

-          Basquetball por supuesto. Juntos llevaron a la victoria a la preparatoria Shohoku. Fueron unos alumnos excelentes en ese campo aunque con sus deberes escolares no les iba muy bien ho ho ho.- el joven esbozo una sonrisa- tu en ese entonces habías cumplido tan solo un año y fue en ese entonces, después de haber ganado, que Rukawa anunciaba su retirada del Basquetball.

-          Por no ser tan bueno?

-          No. Por ti.- el gordito lo miro directo a los ojos- sacrifico todo, sus mas anhelados sueños por ti. Y creo que escogió bien. dedico todo su tiempo después de eso por tu bienestar- Kaito jamás había escuchado eso. No sabía que decir.- fue un joven muy valiente sobre todo por haber decidido haberte dado a luz, y Sakuragi también lo fue por haber trabajado muy duro por ustedes dos. Nunca se dieron por vencidos.

-          Rukawa en primer año fue un jugador excepcional, se lo dijo profesor?- comento Akagi al acercarse- y Sakuragi…un bueno para nada- Kaito frunció el ceño- pero se esforzó y tan solo en cuatro meses logro demostrar sus habilidades natas de Tensai. Quien iba a pensar que un pandillero problemático y agresivo, lograría llegar a convertirse en un gran jugador de la NBA.

-          Y quien iba a pensar que el chico más popular de la preparatoria cambiaria tanto con la influencia de Hanamichi y la llegada de su hijo- Ayako se había unido a la conversación, acaricio el rostro del joven- te pareces tanto a ellos dos.

-          Tan serio como Rukawa pero tan impulsivo para decir las cosas como Hanamichi.  Si ya era terrible tener que aguantar a los dos por separado, imagínense tener esas dos personalidades en una persona. Debe ser terrible.

 

Ante  el comentario todos reían menos Kaito, quien recién se había percatado que muchos estaban reunidos a su alrededor escuchando viejas historias de sus padres. Fue increíble todo lo que descubrió y sobre todo, el que nadie se burlara de su procedencia. Sus padres tenían buenos amigos, que los conocían a la  perfección.

 

Quizás había encontrado su verdadero hogar.

 

Observaba a sus padres. Sus rostros, sus expresiones y gestos. Era como si recién los estuviera conociendo. Sakuragi tenía más vitalidad y Rukawa serio, más serio que de costumbre aunque su mirada cambiaba cada vez que miraba al pelirrojo. De pronto sus miradas se toparon, se sintió nervioso al ver que su padre le dedicaba una gran sonrisa.

 

Como podía sonreírle de esa manera, después de todo ese tiempo, en que él como un pésimo hijo lo trato de la peor manera. No tenía perdón. Siguió escuchando todo. Quería saber muchas cosas que ignoraba…

 

-          Y seguirás los mismos pasos que tus padres?- le pregunto Sendoh, quien tenía una linda morena de 5 años en sus brazos. Todos lo miraron, incluyendo sus padres quienes recién se unían a la conversación

-          Bueno, yo… no se jugar basquetball- se formo un silencio sepulcral para luego dar paso una ola de carcajadas.

-          WUAJAJAJA no lo puedo creer!- todos comenzaron a burlarse

-          No es gracioso… - susurro el joven- que no practique eso no quiere decir que sea un idiota- se levanto veloz de su silla- practico otros deportes en los que soy realmente bueno!- comenzó alardear

-          Eres igual de creído que Sakuragi, debes ser solo un bocazas jajaja- Hanamichi se molesto pero prefirió callar porque su hijo se divertía.

Abrazo a su esposo para alejarlo un poco del bullicio para susurrarle.

-          Te dije que no te preocuparas. Todo estará bien a partir de ahora. Te lo prometo- lo beso.

-          Eso espero…

 

 

Poco a poco los presentes iban abandonando el lugar. Se despedían y pedían verse más seguido, y así seria. Los últimos que quedaron en casa de Yohei fueron los invitados de honor Pero se retiraron después de agradecerles tan grata bienvenida.

 

-          Tienes que ir a visitarme- dijo Hanamichi a su mejor amigo- eso implica llevar a Haruko y tus dos bellas hijas, quizás puedan ser buenos amigos- dijo apuntando a kaito.

-          Tenlo por seguro, iremos cuando menos lo esperes. Sabes, también podríamos revivir viejos recuerdos mientras vamos al Danny`s!

-          Todavía existe, jajaja. Buena idea.

-          Aunque el lugar está muy cambiado- hablo Haruko muy emocionada a su amigo pelirrojo. Rukawa aun odiaba esa vocecita de esa chiquilla, bueno, ahora era toda una Sra. Su hijo lo miro y le dijo en un susurro.

-          No me digas que alguna vez te gusto esa mujer pero ella jamás se fijo en ti, ya que estaba enamorada de mi padre. Y debo suponer que hubieron muchas peleas entre ustedes por el amor de…- toda la noche estuvo sacando conclusiones equivocadas.

-          Fue al revés..- dijo bajo mientras se daba con la palma de su mano sobre su cara ante tal deducción- aunque acertaste con eso de las peleas…- “un momento” pensó el moreno “el me está hablando” lo miro mejor y su hijo no lo veía como siempre. Estaba más sereno y muy apegado a él. Eso ya no era común.

 

Regresaron a casa caminando para disfrutar de esa hermosa noche de otoño. Se sentían a gusto ante el silencio que había en las calles pero no duraría mucho ya que no tardaron en llegar.

 

Su hijo había ido directo a su cuarto, estaba cansado y estaba seguro que dormiría por mucho tiempo.

-          Te divertiste- afirmo Hanamichi

-          Si…- el pelirrojo quedo contento y se despidió de su hijo para retirarse pero Kaito lo detuvo- papa… por fin entendí, lo que me dijiste esa vez en el parque cuando fuiste a buscarme- el pelirrojo hiso memoria.- lo entendí hoy…

-          “El nos dio algo que muchas deseaban…”- dijo en voz alta al recordar.

-          Su amor, cariño y respeto…

-          Y somos los únicos que logramos captar su atención

-          Papa nos quiere mas que cualquier cosa en el mundo.

-          Asi es… asi que ya sabes que hacer- le dijo antes de retirarse.

Cuando Kaede se asomo al cuarto de su hijo para darle las buenas noches lo encontró sentado en el futon bastante pensativo. Pensó en no molestarlo pero tenía decirle.

-          Que duermas bien…- dijo para retirarse a su habitación

-          Puedo hablar contigo?- pregunto kaito

-          Claro- se acerco al joven- sabes que puedes decirme lo que quie…- no termino de hablar porque queda tan sorprendido al sentir el cuerpo de su hijo aferrado al de él.  Lo estaba abrazando como lo solía hacer cuando era muy pequeño. Cuanto tiempo había añorado volver a sentirse querido por su hijo. La felicidad lo envolvía pero cuando sintió las lagrimas y los sollozos del menor no pudo evitar preocuparse.  Se sento con el sobre el futon, mientras acariciaba su cabeza.- porque lloras?

-          L…lo siento… papa. He sido… un idi…idiota.- trataba de hablar mientras hipaba.- de verdad… lo..lo lamento. Te he …tratado pésimo… y tu siempre…haz aguantado todo.- el moreno no decía nada- diste todo …por estar a mi lado- se aferro con más fuerza hundiendo su rostro contra el pecho de su padre.

-          Entonces ya no me detestas?

-          Nunca… lo haría…esa vez solo estaba enfadado… y  descargue toda mi frustración contigo… lo siento.

-          No tengo nada que perdonar pero…- estaba indeciso. Su hijo lo miro con sus ojos acuosos.- aun crees que  está mal que yo te haya dado a luz, quiero decir que, bueno, no sé cómo explicarlo.- su hijo negó con la cabeza.

-          Estoy agradecido que hayas escogido mi vida- dijo ya más calmado- eres el mejor padre del mundo, y papa también.- se apoyo nuevamente en su pecho.

-          Gracias por decirme todo eso, eres un gran hijo para nosotros. Confieso que estuve muy triste pero aun así siempre fuiste la luz de mi vida.- Kaede aun no estaba muy tranquilo ya que había estado ocultando algo desde hace un tiempo y no sabía si revelárselo en ese instante a Kaito, ya que recién se estaban “reconciliando” pero se armo de valor.- yo tengo algo que decirte. Serias el primero en saberlo…

-          Mmm?- se aparto un poco para mirar a su padre

-          Es con respecto a mi estado de salud- el joven se alarmo.- no es nada malo pero no sé cómo lo vayas a tomar tu y eso me asusta un poco.

-          No me tomare nada a mal, te lo prometo!

-          Está bien pero no le digas aun a Hanamichi.- el joven asintió.- bueno yo… quiero decir que, tu tendrás un hermano.- los ojos del menor se abrieron como plato- viene un bebe en camino…

 

Después de revelar  semejante noticia dejo acostado a su hijo mayor, quien aun no podía creer que tendría un hermano. Sonrió por haberlo sorprendido demasiado. Mañana juntos le darían la noticia a Hanamichi de la llegada del nuevo miembro a la familia.

 

Fue a su dormitorio con el alma tranquila. Era dichoso después de tanto tiempo de amargura en donde  más de una vez terminaba llorando por la indiferencia de su hijo pero ahora todo cambiaria, tal y como lo había prometido su esposo. Ese pelirrojo siempre acertaba y le daba seguridad. Entro sigiloso al cuarto para evitar despertar al pelirrojo pero lo encontró más despierto que nunca, sobre todo su más grande atributo.

 

-          Te estuve esperando mucho tiempo, Kitsune, ven aquí- lo llamaba seductoramente. Hanamichi estaba desnudo sobre el futon en una pose bastante tentadora- esta noche serás mío y que las que siguen también….- Kaede trago saliva y controlo sus impulsos pervertidos que afloraron por culpa del Do`aho.

-          Disfruta esta noche al máximo, porque será tu última noche de sexo… - sonrió mientras caminaba seductoramente hacia el pelirrojo, quitándose lentamente las prendas.- hasta nuevo aviso.

-          Porque me dices tal barbaridad!!!!

 

 

Definitivamente ese día o más bien esa noche no podría haber terminado mejor… y confiaba  que lo que  les  deparaba los años venideros serian increíbles.

 

FIN

 

 

 

 

 

-           

 

 

Notas finales:

Gracias a todos lo que leyeron hasta el final.

DAHLIA.


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