¿Cuánto tiempo crees seguir soportando?
¿Cuándo piensas que ya no dolerá?
Si te lastima, ¿Por qué sigues con eso?
Te va a matar…
Somos humanos y nos podemos equivocar, ¿Cierto? No soy el único que hace esto, sé que existen personas que hacen cosas peores, entonces ¿Por qué me siento tan culpable? No es que sea algo malo, ¡No!, es bueno… yo lo sé, lo siento, mi corazón me dice que estoy actuando bien, esto que hago no es una locura, no es insano, no me convierte en un loco… ¿O sí? Tan solo lo quiero conmigo, lo necesito, además, mientras nadie me descubra, pensaran que he caído en la resignación, si no preguntan… no lo notaran.
- Kyuhyun… cariño – es mi madre, como cada mañana viene a ver si amanecí bien – ¿Ya estas despierto?
- Buenos días mamá… si, ya desperté.
- Me alegra – responde y me imagino sonríe, aunque no ha entrado, ella respeta mi privacidad – hoy iré a comprar algunas cosas para adornar el árbol, ¿Quieres venir conmigo?
- No… es que… tengo examen antes de salir de vacaciones y aprovechare este día para estudiar.
- Oh bueno… si ese es el caso pues me voy hijo, el desayuno ya está listo así que puedes bajar cuando quieras.
Escucho sus pasos alejarse hasta que cierra la puerta, sonrió para mí, estoy solo, es perfecto para ir a verlo.
Abro la puerta y allí esta, tal y como lo deje el día de ayer, me acerco lentamente y lo abrazo fuertemente, esta frio pero no me importa, después de todo sigue siendo lo que más quiero en este mundo… y en el otro, si es que hay. Cierro los ojos y caigo en un profundo sueño, todo se ve negro y hace frio, tengo miedo, ¿Qué es este lugar? ¿Qué hago aquí? Siento que una mano roza la mía.
- ¿Quién anda ahí?
Pregunto pero no hay respuesta, intento despertar pero no puedo, los nervios me carcomen vivo… mi madre puede volver y si no despierto comenzara a buscarme… me encontrara y no debe.
- Kyu…
Un susurro cerca de mi oído, alguien me ha llamado pero no es la voz de mi madre, un momento… ¿Es acaso su voz?
- ¿E… eres… tú…?
Pregunto titubeante, expectante espero una respuesta pero no la hay, me dejo caer de rodillas, estoy cansado… ya no quiero vivir, el alma me pesa y duele, no le encuentro algún sentido a todo esto de seguir existiendo, lo único que me detiene para terminar mi tormento es mi madre, sé que si la dejo sufrirá y yo no quiero ser el culpable de semejante dolor.
- Kyu…
Es otra vez esa voz, ahora la escucho más lejana, pero yo sé que es él y me llama ¿Me necesitara tanto como yo a él? Me levanto y comienzo a caminar, no ayuda que todo este obscuro pero me dejo guiar por aquella voz que me sigue llamando, de pronto una luz aparece delante de mí, es blanca y resplandeciente… ¿Estoy a punto de morir?
- Kyu…
Allí está otra vez, la voz que me enloquece.
- ¡Donghae yo sé que eres tú! ¿Por qué no dejas de jugar y apareces de una maldita vez?
El nombrado hace acto de presencia y con eso la obscuridad en la que me encontraba desaparece, ahora todo es blanco y siento una paz interior inmensa, me muestra esa hermosa sonrisa que tanto amo y me extiende los brazos en señal de que quiere un abrazo, algo que no le negare, algo que no me negare, porque posiblemente de los dos, yo sea el que más lo necesita, el que más lo extraña, el que más depende de él.
- Hae, ¿Cómo estás?
Pregunto pero no obtengo respuesta, él solo se limita a sonreírme mientras acaricia mis cabellos, oculto mi rostro en su cuello y comienzo a sollozar, estúpida debilidad mía.
- No llores – me dice – no llores o yo también lo haré.
Su voz sigue siendo igual de angelical, aunque ahora suene con un deje hueco, como si no fuese real… es cierto… no es real, por más que quiera evitarlo, recuerdo que él ya no está conmigo, que él me abandono. Como las obscuras nubes en el cielo avisan que la lluvia pronto vendrá, así mismo la obscuridad comienza a rodearme otra vez, avisando que despertare, que dejare de compartir este mágico momento con Hae, pero no quiero, me aferro a su cuerpo, y por más que trato él se va.
- Déjame ir Kyuhyun.
Es lo último que escucho antes de despertar, tirito, me siento vacío, solo, quiero morir, las ganas de correr a la cocina y tomar un cuchillo para cortarme la venas, o intentar colgarme de algún lugar, todo, se viene abajo cuando escucho el rechinar de una puerta… mamá ha llegado, con toda la rapidez posible salgo de aquel cuarto, debo regresar al mío y fingir que todo está bien.
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Un día más en la escuela, un examen más que vuelvo a reprobar, ¿En dónde quedo ese genio que hay en ti? Estúpidos, como si no supieran, la gente me enferma, antes era algo sociable y las chicas morían por mí, ahora estoy tan delgado que ni yo mismo me reconozco al verme en el espejo, mi estado es deplorable, pero no me arrepiento porque Hae vale eso y mucho más, así como él es mío yo soy de él.
Vuelvo a casa y por suerte mamá no está, me ha dejado una nota pegada al refrigerador de que hoy trabajaría doble turno, el dinero comienza a escasear, echo un vistazo alrededor y veo que me ha dejado comida, que linda y atenta que es, en definitiva no me la merezco. Como sin muchas ganas y recuerdo el día en que mi hyung visito por primera vez mi hogar, comimos mucho y él sonreía demasiado, le cayó muy bien a mi madre, ella dijo que él si era una buena amistad, no como Heechul hyung que solo me llevaría por el mal camino.
Subo corriendo a mi habitación secreta, allí donde guardo mi más grande tesoro, se encuentra intacto, me siento junto a él y lo abrazo, no es que se me haya hecho rutina eso, lo hago porque me nace, porque lo necesito, porque lo deseo.
- ¿Sabes? – comienzo con mi estúpida platica aunque sé que nadie responderá, que nadie escuchará – hoy tuve otro examen con el profesor Wong, como ya se me hizo costumbre lo reprobé, no me han dado los resultados pero sé que así fue, la mirada que me lanzo aquel docente cabezón lo decía todo, no estaba feliz con mi resultado, además de que antes de abandonar el aula me detuvo, ¿En dónde quedo ese genio que hay en ti?... ¿Verdad que su pregunta fue muy estúpida? No sé cómo se atrevió a preguntarlo si él lo sabe muy bien, todos saben que mi esencia se fue. Mañana es el convivió de navidad, así que no iré, tome este día como el último para comenzar con mis vacaciones.
Seguí hablándole a la nada hasta volver a quedarme dormido, deseaba volver a verlo, sabía que si iba a mi habitación y dormía allí no lo vería, él solo aparece cuando vengo aquí, cuando duermo abrazado a mi gran tesoro. Mis sueños comienzan como siempre, yo estando en medio de ese enorme cuarto obscuro, luego él, llamándome constantemente pero sin aparecer, siempre me pregunto por qué juega conmigo; después de un tiempo aparece, siempre me sonríe y es hermoso verlo así, es hermoso recordar con tanta claridad el amor que sentíamos el uno por el otro, la felicidad que nos otorgábamos sin pedir nada a cambio, soy tan feliz al volver a estar entre sus brazos que olvido todo por completo, pero luego él lo arruina todo con lo que me dice antes de que logre despertar.
- Déjame ir Kyuhyun... - Me duele, sus palabras me hacen sentir culpable.
- No seas egoísta Lee Dong Hae, tú eres mío, tú me perteneces, nunca te dejare ir.
Pondrán pensar que el egoísta soy yo... pero no es así, después de todo él tuvo la culpa, él me prometió nunca abandonarme y lo hizo, el me prometió que siempre seria mío y haré que cumpla esa promesa, me lo debe.
Abandono aquella habitación y me dirijo a la mía, me recuesto en la cama y mis lágrimas comienzan a caer, ¿Porque Hae? ¿Porque no quieres estar conmigo? ¿Es que acaso ya olvidaste la promesa que nos hicimos? En mis sueños siempre sonríe, pero sus ojos ya no brillan, ¿Es que realmente se sentirá acorralado a mi lado? ¿Quiere huir de mí? ¿Ya no me quiere cerca? Hundido en mis pensamientos vuelvo a caer dormido... algún día quisiera ya no despertar.
Una pesadilla... ¿Porque lo es verdad?...
Lo único que recuerdo es que, después de ir a ver mi tesoro escondido, me dirigí a mi habitación y caí dormido... y ahora esto... la policía está aquí, esa gente me mira mientras yo apenas comienzo a despertar, mi madre llora y me ve con esos ojos suplicantes que me destrozan lentamente.
- Kyu... hijo, ¿Qué hiciste?
Ni siquiera logro responder, los policías me toman de ambas manos y me esposan.
- ¿Que... que es lo que pasa?
Pregunto y los policías me lanzan una mirada desaprobatoria, vuelvo mí vista hacia mi madre y veo que comienza a llorar con más intensidad.
- Te descubrimos hijo, ya sabemos lo que hiciste, ahora tendrás que acompañarnos, debes explicar el porqué de tus actos.
Supongo que se dirige a mí... ¿Me descubrieron?... Ahora todo tiene sentido, como es que no me di cuenta de esto, ¡Ellos han visto mi gran tesoro! Intento zafarme del agarre de los hombres que me sostienen pero es inútil, soy demasiado débil o ellos son demasiado fuertes, o tal vez ambos. Con resignación sigo a los policías, me suben a una patrulla y en otra sube mi madre con el que supongo es el líder de esta misión, un comandante o que se yo.
Llegamos a la comisaria y me arrojan a una celda, es fría y obscura, minutos después me llaman para que rinda mi declaración.
- Cho Kyu Hyun, joven de 20 años, estudiante de la Universidad de Seúl con carrera en el área de Antropología, ¿Sabe usted porque está aquí?
Medito un momento mi respuesta, exactamente no sé porque estoy aquí, pero me lo imagino, aun así no estoy seguro.
- No señor, no sé porque me han traído aquí en contra de mi voluntad – trato de sonar lo más convincente.
- Joven Cho, si habla con la verdad nos será más fácil ayudarlo – veo que él tampoco se dará por vencido así como así.
- Ya dije que no sé porque estoy aquí – afirmo, sin titubear siquiera un poco.
- Muy bien joven Kyuhyun, está usted aquí porque el día de ayer su madre encontró el cuerpo sin vida del joven Lee Dong Hae en su casa, ¿Qué tiene que decir a eso?
¡Maldición! Me descubrieron, no lo puedo negar, todo apunta a mi contra y es que es verdad, analizo la situación, ¿Tengo salida? Tarde o temprano pasaría esto, ya lo sabía, solo que pensé que tardarían más tiempo, vaya que mi madre si es astuta, como pudo verlo… según yo lo escondí muy bien.
- Mire joven Cho – el policía me llama y hace que deje de pensar por un momento - ¿Por qué lo hizo? Sé muy bien que usted y el joven Lee eran muy buenos amigos, yo mismo vi que cuando su amigo murió usted quedo destrozado, ¿Pero porque profano su tumba y robo el cuerpo? Eso es insano Kyuhyun. ¡Es una locura! ¡Es un crimen y muy grave! ¿Qué es lo que pensabas? ¡Hasta lo embalsamaste! ¿Acaso pensabas convertirlo en una momia?
Las preguntas de ese hombre me abruman, yo no hice nada malo… solo quería tener a Hae conmigo y estoy seguro de que eso no es ningún pecado, estoy seguro de que su madre y hermano, si fueran tan listos como yo, hubieran hecho lo mismo.
- Yo no hice nada malo…
Es lo único que atino a decir, miro como aquel hombre me mira… ¿Con pena?... ni siquiera logro distinguir bien sus sentimientos, suspira con pesadez y le ordena a los demás policías que me regresen a mi celda, afuera logro ver a la madre de Hae, ¿Me odiara por lo que hice? Tal vez, también veo a mi madre, ella sigue llorando y me destroza lentamente saber que yo soy el culpable de eso… idiota Cho Kyuhyun, la has dejado sola, bravo… te mereces un premio, en estos momentos hasta morir sería un castigo benevolente para ti.
El tiempo pasa lento, muy lento, la cabeza me duele pero cada día sueño más con Hae, a veces hasta despierto lo veo junto a mí, hablándome, abrazándome, besándome y sonara egoísta, pero soy feliz. Constantemente una mujer llamada Tiffany viene a verme, es una psicóloga, una mujer hermosa y que me cae muy bien… es la única en este lugar de mala muerte que me entiende, que escucha lo que le digo de Hae, ella si me cree cuando le digo que lo veo, que lo sueño, que le hablo y que lo beso.
Me han mandado a llamar varias veces para rendir mi declaración, creo que ya los tengo hartos porque no me declaro culpable pero tampoco inocente, yo solo sé que no hice nada malo.
Pronto me trasladaran de celda, dicen que me llevaran a un lugar “mejor”, no les creo mucho, aunque seguro estoy de que a la cárcel no será porque Tiffany me lo prometió.
Mi madre me visita diario pero nunca hablamos, solo me abraza y comienza a llorar, la madre de Hae también vino a verme una vez, me dijo que me perdonaba, me consuela saber que no me odia.
En unos momentos será mi juicio y es por eso que me trasladaran… estoy nervioso pero también feliz, ¿Saben porque? Porque ayer yo y Hae hicimos el amor… ¡Sí! fue mágico, hermoso, puede sentir su piel rosando la mía, sus labios paseándose por cada rincón de mi cuerpo y yo… yo no me quede atrás, lo bese como si no hubiera un mañana, le demostré mi amor através de caricias que no paraban, no hubo palabras pero si gemidos y susurros que inundaban el lugar, solo espero no haber molestado demasiado con mi felicidad.
Un par de guardias han llegado por mí, me saludan amables y me llevaban al lugar donde por fin sabré que será de mi futuro; entre los presentes esta mi madre y me sorprende ver que también está la familia de Hae. Uno de los peritos inicia con lo que se supone, es mi ficha…
- Cho Kyu Hyun, 20 años de edad, estudiante de la Universidad de Seúl especializándose en el área de Antropología, fue arrestado el día 15 de Diciembre del año en curso, la razón fue que se encontró en una de las habitaciones de su casa el cuerpo que en vida perteneció al joven Lee Dong Hae, acaecido el 01 de Diciembre del año en curso también, se le pregunto en innumerables veces al acusado el porqué de su actuar pero no quiso dar respuesta, fue entonces que se le asignó una especialista, la doctora en psicología Tiffany Hwang, quien nos ha ayudado con la decisión que se toma el día de hoy.
Siendo el 30 de Diciembre del 2012 a las 10:05 horas del día, se le declara al joven Cho Kyuhyun como…
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Un susurro… un cálido abrazo y un tierno beso, soy feliz, tarde me di cuenta de que Hae nunca murió, él siempre estuvo conmigo, fui estúpido al creer que rompió la promesa de nunca abandonarme, ahora está aquí, entre mis brazos, fundiéndonos en un beso que quiero no termine… aunque ya me lo ha dicho en varias ocasiones, desde que llegamos al que sería nuestro nuevo hogar, que ahora si estaríamos juntos por siempre. Lo abrazo con posesividad, es mío y no quiero que las demás personas que viven aquí lo vean, si lo hacen no dudo en que se enamoren de él y quiera arrancarlo de mi lado, en especial la rara de Yoona, esa chica da miedo, a veces se pone a gritar a medio patio y llora por un tal Min Jo, según ella era su bebe pero se lo quitaron, igual no me causa lástima porque ella es violenta, no sé porque le pega a nuestros sirvientes, sí, a la gente de blanco que nos sirve… porque al menos yo lo veo así, ellos me alimentan a mí y a Hae, nos cuidan mucho y me dan pastillas para que no me enferme, ¿Acaso podrían ser algo más que sirvientes? No lo creo, pero Yoona insiste en que esto es un manicomio y esos hombres y mujeres no son más que doctores y enfermeras cumpliendo con su trabajo… aun así, por más que lo pienso, esto no puede ser un manicomio… porque yo estoy bien, estoy cuerdo, si esto fuera un manicomio yo no tendría por qué estar aquí… ¿Verdad?... ¿¡Verdad!? ¿¡Porque no me respondes!? ¿Sabes qué? Mejor me voy, no me quiero enojar contigo, además de que Hae me espera y con el amor de tu vida nunca puedes quedar mal. Adiós y gracias por escucharme… espero no haberte aburrido.