Finalmente encontré un trabajo, pero la compañía se fue a bancarrota un año después de que comencé a trabajar ahí.
Casi llego al límite de mis ahorros, así que fui a la plataforma de la torre Jongno y no pensé que me reuniría con él en ese lugar.
Verlo por primera vez desde que nos graduamos hace 8 años, aún tiene la misma aura y la misma apariencia de pura determinación.
Las líneas de su cuerpo llenaron mis ojos y los años pasaron.
Bueno, aunque él no me conoce para nada así que no es del todo correcto decir que nos hemos reunido.
Recargado, viendo la increíble vista de la ciudad de Seúl, con un traje que resalta el gran cuerpo.
Él y yo fuimos compañeros de en una escuela muy conocida, una que tenía un gran número de estudiantes que irían al colegio denominado K.
Yo usaba lentes de fondo de botella, y aunque casi nunca dormía y estudiaba todos los días, era lo único que podía hacer para estar a la par de los demás.
Mi vida escolar era gris y me la pasaba estudiando. No pude hacer amigos, era torpe y mediocre, nada comparado a él.
Aunque no tenía una actitud sería en clases, siempre estaba en los primeros lugares en cuestión de calificaciones, casi siempre estaba rodeado de amigos y su familia tenía una empresa. Él era guapo y bueno para cualquier deporte, realmente estaba bendecido.
Pero lo que realmente me mataba era esa sonrisa que mostraba algunas veces… solo con ver su sonrisa mi corazón empezaba a latir alocadamente y me llenaba de felicidad, fue la primera vez que me sentí así y primero me impresiono pero no me tomo mucho darme cuenta que lo que sentía era amor.
Bueno, yo digo eso, pero era un amor platónico, era como estar enamorado de un idol.
Me habían dicho en mi orientación vocacional que mi más grande ambición no tenía futuro, así que me deprimí y en lugar de irme a casa me la pase vagando en la calle cuando un tipo se me acerco.
Aun no sé porque lo hice, a lo mejor fue que su sonrisa me recordó un poco a la de él, por lo que me alegre de que alguien tomará en cuanta a una persona como yo. Justo cuando íbamos saliendo del hotel, sentí con fuerza un sentimiento, lo vi.
No sé cuándo comenzó pero mi corazón se aceleraba cuando él estaba cerca, un sentimiento cálido, como una premonición.
Sentí lo mismo hoy mientras subía por el elevador del edificio, cuando lo vi por primera vez después de 8 años.
No creí que fuera posible pero cuando la puerta se abrió… al verlo de nuevo tuvo un efecto inusual en mí.
El único recuerdo que tenía de mis grises días escolares
aún estaba vivo y persistía.
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Pensé que regresar a la casa de mis padres era temporal, pero tome un trabajo de medio tiempo y continuo buscando uno de tiempo completo.
En invierno recibí una notificación de una compañía para una entrevista de trabajo, sin embargo no era para la empresa que yo esperaba, era un para una que se acaba de formar por un grupo de empresarios,
Esta compañía de la cual nunca había escuchado, se ubica en la torre Jongno y ahí estaba él.
- Gracias por venir. Soy el Presidente de la compañía, Jung Yunho.
Esa sonrisa, estaba dirigida a mí.
- Eres Kim Jaejoong, ¿Cierto? Toma asiento por favor.
- S… Sí. – no podía creer que él estuviera frente a mí.
En respuesta a eso, mi presión arterial bajo de pronto, no podía respirar y me maree.
Mis manos estaban dormidas, y casi no había comido por mi trabajo de noche.
Si hubiera sabido que lo vería… hubiera… hubiera…
~~~~~PLIJ~~~~~
Me desperté en un lugar extraño, no sabía dónde estaba.
- Oh, finalmente despertaste. – me dijo mientras me sentaba sobre el sofá en el cual minutos antes estaba acostado.
Cierto, estaba a la mitad de la entrevista.
- Sí que caes bien dormido…
- Mm… yo… yo… que fue lo que… no me acuerdo. – no sabía que decir.
- Cuando te sentaste tus ojos se pusieron en blanco y colapsaste. Me preocupe y tuve que hacer que el guardia de seguridad te trajera hasta mi casa, la cual está al lado de la compañía. Bueno… no importa, – dijo aflojándose el nudo de la corbata – continuaremos con la entrevista. desnúdate,
- ¿Des…? ¿Desnudarme? ¿Por qué? – No podía creer lo que me estaba pidiendo.
- Eres Jaejoong, el de mi clase de secundaria, ¿Cierto? Te recuerdo muy bien. Pensé que eras un perfecto imbécil sin chiste, pero entonces saliste de ese hotel con aquel tipo. – lo dijo con una sonrisa burlona – Esto es perfecto, he querido hacerlo con un hombre. Déjame hacértelo.
Sólo por ver su sonrisa mi corazón latía fuerte y se llenaba de felicidad… él era mi mejor recuerdo de mis días grises escolares y aunque nunca habíamos hablado ni intercambiado miradas, dijo que me recordaba, estaba feliz, pero…
- Tengo una reunión en 40 minutos, Apúrate. Hay docenas y docenas de mujeres que quieren dormir conmigo, deberías estar agradecido.
Más que eso… su superioridad fue lo peor.
- Pe… perdóneme. – me levanté del sofá donde estaba y me dirigí hacia la puerta.
- ¿Eh? ¡Oye! – me agarro del brazo y me acerco a él. – ¿Por qué huyes? – me agarro por la cintura arrastrándome hacia la habitación – Tienes problemas porque no puedes encontrar un trabajo, ¿verdad? Trabajas por las noches en una tienda.
- Eso es verdad… tú… sabes bastante de mí. – rodeando mi cintura con su mano derecha, mientras la otra la colocaba en mi nuca, evitando que me alejará de él, me quito mis lentes y estaba a escasos centímetros de mi rostro – Pero está bien, puedo comenzar a buscar de nuevo. Por favor, devuélveme mis lentes. No puedo ver si no los… – no pude terminar de hablar por el beso que me dio.
Lo había hecho con algunos que sólo querían satisfacer su curiosidad. Me pregunto si sólo estamos tonteando, pero no lo parece por la forma en que me besa.
- Mm… Nn… – no pude evitar gemir dentro de su boca cuando su mano se dirigió a mi trasero estrujándolo con fuerza.
Los dos caímos sobre la cama, el debajo de mí, mi espalda pegada a su pecho, me lamía la oreja, mientras que con sus manos hábiles, me quitaba el cinturón y y la otra me desabrochaba mi camisa recorriendo mi pecho enviadme una descarga eléctrica que recorría mi espina dorsal.
- Para ser hombre. Tus tetillas son tan suaves – no paraba de morderlas, chuparlas, apretarlas.
- ¡Ah! – el simple rose de sus dedos al quitarme el pantalón me hace vibrar.
- Mmmh… creo que los hombres pueden ser buenos de vez en cuando. – se levantó quedando de rodillas sobre mí, me bajo los bóxer hasta las rodillas – Wow, no si quiera te he tocado y ya estás húmedo eres como una chica – lo dijo al ver que el líquido prese minal empezaba a escurrir de mi notoria erección – No tenemos mucho tiempo, sólo te penetraré. – lo dijo bajando sus pantalones hasta las rodillas junto con sus bóxeres
Al notar su gran erección, me sonroje, y me pregunte si su pene podría entrar en mí, sin la preparación necesaria ni lubricante costaría abrirse paso entre mi nalgas, pero de solo pensar en la gran satisfacción que me daría, el nerviosismo empezó a disiparse.
- Mmm… Ah… – Poco a poco, él se deslizo dentro de mí, se abría paso en mi agujero el cual estaba desesperado por poder apretarlo y sentirlo por completo.
Cerré los ojos con fuerza cuando por fin me lleno con su pene, arque mi espalda por la sensación que me provocaba tener algo dentro de mí después de no haber tenido sexo durante algún tiempo, y con eso el dolor llego… – ¡Ahh! – para distraerme del dolor, aprovecho eso para besarme y meter su lengua en mi boca, en el momento que nuestras lenguas se rozaron, la excitación que sentía aumento, comenzando asín una batalla de dominio.
Deberías estar agradecido por estar conmigo. No había falsedad en esas palabras.
Agarrando mi rostro, cuando aquel beso se hizo más profundo, más salvaje y mi saliva empezó a escurrir por las comisuras de mi boca….
Sin poder aguantar más, empezó a embestirme, casi sacando su pene por completo y volviendo a meterlo, primero eran embestidas lentas, sin poder esperar al sentirlo más, que llegará hasta lo más profundo, enredé mis piernas en su cintura para que su vaivén llegará más dentro de mí.
Sus expertos besos, la milagrosa manera en que mueven sus caderas, y más que nada, el hecho que quien está dentro de mí tratando de encontrar el orgasmo es él, me llena de alegría.
- Mmh… – gruñe en mi oído.
- ¡Ah! ¡Nn…! – logró encontrar aquel punto que me hace estremecerme, no creo que aguante más y él se ha dado cuenta de eso. – ¡Ahí… más… Nnn... más fuerte! – logró decir entre jadeos.
- Nnn… eres… Ahh… muy estrecho. – sus embestidas se vuelven más fuertes, más salvajes y más rápidos.
- ¡Yunho! – arquee mi espalda y grité cuando por fin me corrí sobre su vientre.
Una, dos, tres embestidas más y él se corrió dentro de mí.
Cae sobre mí, llenos de sudor, nuestras respiraciones son irregulares, él, lentamente empieza a salir de mí, y rueda hasta llegar a mi lado mientras nuestros pulmones tratan de llenarse de aire.
- Diablos, ya voy tarde a mi reunión. – dice al ver la hora en su reloj y comienza a vestirse.
Simplemente veo su espalda y se dirige a la puerta y sale sin decir ni una palabra, no puedo evitar sentirme triste y enojado al mismo tiempo.
Mientras proceso todo lo que paso minutos atrás, me visto y me dirijo hacia mi casa.
~~~~~PLIJ~~~~~
Al llegar, me baño y me visto con ropa ligera, unos pantalones de algodón y una playera blanca en cuello V, me dirijo a la cocina y caliento la comida que estaba en el refrigerador, me siento en el sofá y empiezo a comer. Enciendo la televisión, y la compañía a la que había ido por la entrevista está saliendo en las noticias. El grupo de empresarios que pertenecían a su familia habían hecho una gran entrada.
Él es la figura principal de la compañía y su juventud y sonrisa llenaron la pantalla.
Este hombre que ha sido exitoso en su vida hasta el grado de brillar intensamente, me abrazó horas antes y se vino dentro de mí. Eso fue suficiente para mí.
Apago la televisión y me voy a mi habitación, ha sido un día largo.
- Me convertí en un ladrón. – veo que la corbata que usaba Yunho se encuentra sobre mi cama – Aún tiene su olor…
Me acuesto sobre la cama boca arriba, cierro los ojos y empiezo a recordar lo que viví horas atrás, hacen que me excite y que poco a poco mi pene se pone duro. Empiezo a acariciarme y a desvestirme lentamente, y usando tan solo la corbata me masturbo. Esos besos… esa expresión… esos recuerdos son suficientes para mí.
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Tres días después…
- Ya me voy. – Le digo a mi jefe de la tienda en la que trabajo por las noches.
- Sí, está bien.
Antes de irme a casa voy a ponerle crédito a mi celular, ya que es importante para cuando busco trabajo. Tengo mensajes de voz…
- ¡Oye Jaejoong! ¡¿Por qué te fuiste así nada más?! ¡Sin decir nada! ¡No puedo ir a ninguna parte ahora, así que ve para mi casa!
- ¿Qué demonios…?
- ¡¿Por qué me ignoras, idiota?! ¡Llámame!
- ¡Jaejoong! Estúpido, ¿Esa es tu idea de castigarme o algo? Imbécil, follas y corres, ¿No? ¡Maldición…! Podrías al menos llamarme…
- ¿Fo… follas y corres? ¡Diablos! ¿Habrá notado que me lleve su corbata? ¿Me demandará?
- Habla Yunho, siento mucho haberte hablado como lo hice ayer… así es, no puedo decir, pero por ahora quisiera que nos viéramos y escuches lo que tengo que decirte…
¿Oh...? Esta sensación en mi corazón es… no puede ser… está aquí.
- ¿Quién es? ¿Yunho-shi?
- Jaejoong, parece ser que me enamore de ti… – suspira.
- ¡Me estas bromeando!
- ¡Estoy enamorado de ti! No me había dado cuenta pero al parecer así es… créeme… – está titiritando de frío, puedo ver cómo sale vapor de su boca cuando me dice aquellas palabras.
- ¡Cómo puedo creer algo que me dices así, tan de repente! No hay manera de que te crea sin algún tipo de prueba. ¡Además… apenas nos volvimos a ver anteayer desde que nos graduamos hace ocho años!
- ¡Te equivocas! Prueba, ¿Mmm…? El verano pasado, nos encontramos en la plataforma de Jongno, bueno, tú no te diste cuenta. No me vas a creer pero después de que te vi no puede sacarte de mi mente. Busque mucha información de ti, supe que enviaste tu solicitud a un colega mío y le pedí que me lo pasará a mi… no me vas a creer pero puedo decir que cada vez que estas cerca te siento, no recuerdo cuando empezó, pero cuando estás cerca de mí, mi corazón se acelera, eso siempre ha sido algo extraño para mí, pero ahora finalmente se la razón.
Un tiempo después, nuestro problema desapareció, pasamos más tiempos juntos y es un hecho que los instintos se degeneran si no se usan.
FIN