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What was Missing por arelii-ierOo

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Notas del capitulo:

Ok tardé, pero aquí está el nuevo capítulo y con lemon. No es que no haya tenido tiempo de escribir, pero últimamente me siento muy desanimada u.u


aaaah como sea... disfruten el capítulo<3

Los brillantes rubíes con los que el vampiro observaba al príncipe irradiaban llamaradas de pasión y deseo. El sentirse tan cerca de la separación total hicieron que el rey extrañase tanto a su amante que en cuanto volvió a estar junto a él lo único que pasaba por su mente era poseerlo nuevamente, como si fuese la última vez que sus pieles se rozaran una con la otra. Quería demostrarle su amor de la manera más verídica que existiera y esta sería demostrárselo con ardientes caricias.


Gumball se dejó hacer mientras Marshall pasaba de su cremallera a bajar con progresiva lentitud los suaves pantalones. El pelirosa cerró un instante sus orbes violáceas para dejar que su cerebro se acostumbrara a la sensación y concentrarse en el escalofrío que las frías manos proporcionaban a sus muslos rosados.


Un gemido se escabulló de los delicados labios del príncipe, mientras Marshall acercaba su rostro a donde posaba palpitante la entrepierna que ya no podía esperar. Con sus blancos, afilados y brillantes colmillos mordió el elástico de la prenda interior que aprisionaba el dulce manjar que tanto añoraba. Jamás podría cansarse del exquisito y azucarado néctar que deleitó su paladar la primera noche de lujuria que pasó con su amado príncipe.


Poco a poco la prenda bajó y frente al vampiro al fin se encontraba ya duro y caliente aquel deleite. No pudo evitar lanzársele encima como si se tratase de otra de sus presas sangrientas y nocturnas.


Gumball arqueó rápidamente su espalda por el goce. Marshall lamía imparable y succionaba para saciar su hambre. Con ambas manos libres continuó acariciando las largas piernas y las separaba para tener acceso al pequeño botón de placer que el vampiro pronto atendería.


Su lengua recorrió desde la base hasta la punta, memorizando cada parte, cada sabor, cada esencia que emanaba de su febril caramelo.


Los gemidos pasaron a convertirse en gritos, gritos que alentaban al rey para acelerar su boca y engullir por completo aquella golosina.


El dulce príncipe no podía soportar más de aquello y pronto su cuerpo se estremeció liberando su ardiente crema. Marshall bebió hasta que un poco se desbordó de sus labios. Insatisfecho, se acercó ahora a su próximo objetivo. Moviendo un poco más las rosadas piernas de Gumball, pasó su lengua por la entrada del príncipe y un nuevo gemido pudo ser escuchado. Aún con un poco de crema batida, lubricó de afuera hacia adentro, dilatando pausadamente con ayuda de dos de sus dedos.


Estando listo, se incorporó para quedar cara a cara con el príncipe. Tomó su rostro entre sus manos y lo besó apasionadamente hasta que sus lenguas volvieron a encontrarse, danzando rítmicamente al compás de ambas respiraciones.


Se miraron el uno al otro. Sonrieron cómplices de lo que sabían estaba a punto de acontecer. Sin esperar un segundo más, Gumball decidido, descendió las oscuras prendas inferiores del vampiro. Marshall introdujo sus manos debajo de la ropa restante del príncipe, pasando por su vientre hasta alcanzar los pequeños y firmes pezones que estando más sensibles por la estimulación, hicieron que Gumball mordiera levente sus labios en señal de aprobación.


Marshall retiró las prendas y sus labios apresaron la pequeña zona del lado izquierdo mordisqueando ligeramente.


El príncipe tembloroso haló la camiseta del vampiro intentando liberarlo de ella y dejando al descubierto su espalda y pecho.


El azabache se posicionó entre el príncipe y en reflejo este rodeó con sus piernas la cintura del rey. Marshall acarició las caderas de Gumball y las sujetó mientras el pelirosa lo abrazaba por el cuello. Haciendo algo de presión, lentamente comenzó a entrar el duro mástil del vampiro, haciendo que Gumball apretara y acercara con fuerza el cuerpo que tenía sobre él.


Marshall comenzó a hacer pausas para que el príncipe se acostumbrara a la intromisión, lo cual no demoró y continuó empujando hasta quedar por completo dentro.


Las embestidas se hicieron presentes y los gemidos más altos. El miembro de Gumball hacía fricción con la piel del vampiro, causando que se masturbara y gozara el doble. Marshall disfrutaba incrementando el vaivén y mordiendo el dulce cuello del pelirosa.


Buscaron cada uno los labios ajenos y comenzaron a devorarse hasta que casi quedaban sin aliento. Las piernas de Gumball se unieron aún más para que las caderas del vampiro se acercasen y el miembro entrara hasta llegar más profundo.


Gritaron como nunca avisando el clímax llegar y casi al mismo tiempo eyacularon; Marshall dentro del príncipe y Gumball sobre el vientre del vampiro.


Se desplomaron sobre la cama y sus bocas iniciaron una larga sesión de imparables besos y mordidas que parecían no tener fin. Aún sin salir del interior del príncipe, Marshall acomodó a Gumball girando sobre sí para que el monarca quedara sobre él.


Volvieron a mirarse con ternura y sin decir palabra alguna ambos comprendieron un “te amo” en los dos pares de orbes que no cesaban de admirarse.


Marshall abrazó posesivamente a su príncipe, recostándolo en su pecho y tratando de normalizar sus respiraciones. Estaban agotados y con bastante sueño, pero no debían dormir.


Al instante recordaron que tenían que discutir los problemas que contaban con un límite de tiempo a resolver.


Marshall fue el primero en mencionar palabra alguna, ideando la forma en que tenía que hacerlo para no hacer enfadar al príncipe.- Bubba… ahm… debo decirte algo muy importante.


Gumball lo miró nuevamente, con calma y algo de desconfianza se atrevió a decir en respuesta: - Yo tenía algo que decirte primero, bueno, hasta que… -Movió tenuemente sus caderas, las cuales el vampiro sintió como una oleada de placer al tener aún su miembro por completo dentro de Gumball.


-Bubba en serio… es muy importante.- El príncipe notó la seriedad en el rostro del vampiro, acontecimiento que no ocurría muy a menudo y se dispuso a escuchar atentamente.- ¿Tienes idea de cómo vencí al zombie?- Preguntó mirando ahora preocupado al príncipe, el cual negó con su cabeza.- Después de que tú, Fiona y Cake desaparecieran, yo me quedé con el príncipe flama y aquel monstruo nos persiguió e intentó comernos. No tuve otra opción e hice un portal para resguardarnos en la Nocheósfera y pedirle ayuda a mi madre.- Al escuchar aquellas palabras, Gumball se encongió de hombros.- La única forma de destruirlo era usando un amuleto que ella posee. Le pedí que me lo diera y se lo regresaría, pero no lo haría a menos que después de usarlo Fiona se convirtiera en mi esposa o ella te mataría o a mí, no estoy seguro de lo que hará, pero será muy malo.


-¡¿QUÉ?!- Gumball se separó rápidamente del vampiro y se sentó al borde de la cama mirándolo con furia.


-Bubba no es lo que piensas. Yo jamás te haría eso.


-¡Pero lo aceptaste!- El príncipe sentía rabia y una inmensa tristeza.


-Le dije que sí, pero no significa que vaya a hacerlo.


-¿Entonces cómo vas a solucionarlo?


-Aún no lo sé, pero casarme en definitiva no es una opción.


Gumball lo meditó un segundo y su semblante se tranquilizó un poco.- Fiona debe saberlo.


-¡Claro que no! Podemos resolverlo, pero tengo un límite de 2 días para eso.


El príncipe llevó sus manos a su rostro y suspiró pesadamente.- Esto no puede ser, tú también.


-¿A qué te refieres?


-Debo contarte algo…

Notas finales:

Mi firma:


https://www.facebook.com/pages/Arelii-ieroo/133674086807954


Subiré más fotos.


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