Fiona despertaba por… ¿música? Bueno, no era extraño que Cake provocara ocasionalmente que perdiera el sueño por esa causa. No sentía ganas de levantarse pero su sueño lo declaraba perdido, los ojos le ardían y la intensa luz del nuevo día no ayudaba. Se sentó con pesadez en la orilla de su cama y se puso unas pantuflas de conejito que combinaban con su gorro.
Baking Pancakes
Making Bacon Pancakes
Takes Some Bacon And I’ll Put It In A Pancake
Bacon Pancakes That’s What It’s Gonna Make
Bacon Pancakes
Se hallaban en la cocina, Cake con un gorro de chef y Marshall tocando su distinguido bajo. Habían ocultado las ventanas para que no entrara el sol por ellas. Cantaban a dúo mientras freían unas tiras de tocino y mezclaban los ingredientes para hacer panqueques, hasta que la rubia entró.
-Por fin despiertas.- La gata tenía una espátula y no dejaba de mover el tocino.
-Que linda pijama. –Marshall se acercó a Fiona, quien siempre tenía como ropa para dormir un mameluco de color rojizo. Ella se alarmó ya que no le gustaba que otra persona, que no fuera Cake o GMO la vieran con ese atuendo. Intentó esconderse pero no halló un lugar apropiado y tuvo que quedarse ahí, mirando muy enfadada al vampiro. Marshall se aproximó aún más y posó su lengua sobre el hombro izquierdo de la chica, a lo que Cake lo fulminó con sus orbes felinas. El vampiro succionó el color rojo de la pijama de Fiona, dejándola completamente blanca. –Buen desayuno, ahora pareces una conejita completa.- Se alejó flotando de ella, seguido por la mirada de ambas chicas.
Después de sólo escuchar el sonido de la carne sobre el sartén por unos instantes, Cake rompió el silencio. –Así que… ¿ya dejaste de llorar por Gumball?
-¡Cake!- Fiona intentó cubrir la boca de la minina haciendo que su gorro esponjoso como un muffin de cocinera se callera.
-¿Llorar?- Marshall la observó con interés y soltó su bajo cerca de la estufa.
-El dulce príncipe la rechazó y… -Cake se había zafado por un momento, hasta que Fiona volvió a cubrir su boca y la tiró al piso cayendo con ella, haciendo que ambas forcejearan en el suelo.
-No la rechazó como tal, pero si le dejó en claro que no podían ser pareja. – La voz electrónica de GMO se escuchó y se acercó a Marshall jalando sus jeans para incitarlo a darle Play a un video que ya se encontraba dentro de ella.
Marshall no lo pensó y la levantó para ver mejor el film. Fiona trató de alcanzarlos vara evitar que el vampiro lo viera, pero Cake la tomó por la cintura evitando que avanzara.
-¡No! ¡GMO cómo te atreves! ¡¿Por qué nos grabaste?!- Gritaba y Cake seguía sosteniéndola con más fuerza, para después aprisionándola con su cuerpo que ahora tenía forma de una jaula.
En el video aparecían Gumball y Fiona después del incidente que tuvieron con el portero. La rubia quería aclarar lo que había dicho en su canción. El príncipe la había tomado por las manos y el rostro de Fiona se veía devastado.
-Aprecio mucho lo que dijiste, pero debes entender que por ahora no puedo corresponder como deseas.- Por las mejillas de Fiona comenzaban a caer unas cuantas lágrimas y Gumball intentó remediar lo que acababa de decir.- No es que no me gustes, eres una gran chica, muy valiente y hermosa.- Suspiró y trató de continuar.
-¿Pero..?- Fiona lo miró a los ojos, interrumpiéndolo y adelantándose a lo que el príncipe diría.
-Pero… -No tenía palabras para continuar, sabía que el motivo era la diferencia de edad entre ellos. Aunque no podía decírselo, la rubia lo sospechaba desde hace tiempo y confirmárselo ahora la lastimaría.
-Entiendo.- Se soltó del agarre de Gumball y se alejó secando sus ojos.
El video terminó y Cake dejó en libertad a Fiona. Esta se sentó en el suelo cabizbaja. Había escuchado todo de nuevo y seguía doliendo como aquella vez.
-Invité a Marshall para ver si eso te alegraba un poco y te olvidabas del príncipe.- Cake abrazaba a la humana la cual no respondía.
El vampiro bajó a GMO y observaba a Fiona. -¿Desde cuándo te gusta?
-Desde que lo conozco.- Le regresó la mirada e hizo una falsa sonrisa.
-Él es algo extraño, jamás lo he visto con una novia, pero no dudo que algún día recapacite y vuelva arrastrándose por ti.
-Pero ya no puedo esperar a que eso pase.-Volvió a mirar hacia el suelo.
-Hablaré con él, no puede tratarte así. Por lo menos mereces una verdadera explicación.- Marshall fue hacia la entrada de la casa del árbol, Cake lo acompañó y le dio una amplia sombrilla negra para que el sol no lo hiriera. Salió camino al dulce reino, dejando a las chicas solas. No podía dejar las cosas así, Fiona era su mejor amiga aunque nunca se lo hubiese dicho. En tantos siglos era la persona más cercana a él, además sentía que se lo debía por haberle conseguido una cueva en donde vivir y haber intentado solucionar las fricciones que tenía con su madre por el asunto de las papas.
Cake ya no toleraba ver tan triste a Fiona, tiempo después de que Marshall Lee se fuera, ella sólo se había recostado en el sillón a comer helado y ver películas románticas en blanco y negro de antes de La Guerra de los Champiñones con GMO. Salió sin decir nada, aprovechando que la ojiazul estaba distraída y fue en busca de un nuevo príncipe con el cual pudiese olvidar lo ocurrido, en caso de que Marshall no tuviera éxito hablando con Gumball.