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MI VIDA SIN TI por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, en este capìtulo muchas cosas cambian, se ve como está el matrimonio de Shura, de cómo va la vida de Dita y lo que pasa al llegar el bebé, espero que les guste

Capítulo 3.- La luz de mis ojos

 

La mañana de su matrimonio Shura estaba caminando impaciente dentro de la catedral, Seiya había insistido que la boda debía ser en aquella edificación, sus padres se habían casado allí y muchas cosas mas, por los últimos meses las cosas habían sido así, Seiya proponía y Shura aceptaba, Seiya o su padre decidían las cosas y él solo aceptaba con una sonrisa, el pelinegro se dejaba llevar cual barco de papel en la corriente de un río, pero todo tenía un beneficio también porque ahora Shura era el flamante Vicepresidente del Consorcio de la Multinacional, tenía un sueldo de envidia, una casa nueva en uno de los barrios mas exclusivos de Tokio regalo de su suegro claro está, un auto deportivo último modelo y a un nuevo y joven esposo que era muy hermoso, divertido y por sobre todo lo amaba, pero el economista se sentía vacío… vacío porque no podía dejar de pensar en aquellos ojos turquesas que tanto extrañaba, qué sería de Dita?, se preguntaba frecuentemente el pelinegro, luego de aquella nefasta noche de lluvia no había vuelto a saber nada de él, ni siquiera fue a recoger sus cosas, Shura quería verlo, quería hablar con él pero… no tenía cara de buscarlo, qué le iba a decir?, que la noche que lo encontró con Seiya en aquel coctel fue la noche en la que decidió cambiar el rumbo de su vida y le pidió a Seiya salir con él, Shura sabía que le gustaba al castaño y aprovechó todo eso para conseguir todo lo que siempre quiso, o lo que siempre pensó que quería, prueba de ello era que estaba a punto de casarse y no podía dejar de pensar en su ex… su ex… Dita era eso… su ex…

 

La ceremonia de matrimonio fue muy pomposa, la fiesta fue la mas sonada de todo Tokio y nadie habló de nada mas por meses, el viaje de boda duró mas de un mes y fue un recorrido por toda Europa, todo eso hubiera sido fantástico si Shura hubiera estado enamorado de su ahora esposo, el pelinegro lo sabía fingir bastante bien pero cada vez mas se sentía mas falso, un fraude, un mero títere en las manos de Seiya que hacía lo que quería con él, Shura lo sabía y se lo permitía aunque su paciencia y condescendencia estaba llegando a su fin, cuando esto pasaba el pelinegro respiraba profundamente y sonreía, después de todo si ahora tenía lo que tenía y era lo que era, básicamente era solo por estar casado con él, Seiya lo amaba pero eso no era suficiente… él no podía amarlo y un sentimiento de cansancio y resentimiento se iba colando en el economista, no era culpa de Seiya era simplemente que a Shura todo lo relacionado con sus esposo le resultaba insufrible, todo le molestaba, hasta la forma de respirar del castaño, no se diga hacer el amor con él, al volver de su luna de miel estaba listo para meterse un tiro o matar a Seiya…

 

***

La vida de Afrodita en el hospital era tranquila, su embarazo continuaba avanzando sin mayores problemas, se había hecho muy amigo de los doctores y enfermeras que eran los papás de los pequeños que cuidaba en la guardería, todos estaban muy contentos con el joven de ojos turquesas porque cuidaba con mucho esmero y cariño a los niños, a pesar de su estado y de su pancita que crecía cada día era muy normal ver a Dita sentado en el piso jugando con los pequeños, cargando a alguno de ellos que lloraba consolándolo con ternura o dándoles de comer en medio de sus juegos, Ángelo iba muy frecuentemente a la guardería y le llevaba fruta o yogurt o cualquier otra cosa al futuro padre y charlaban en sus recesos, DM le contaba sobre sus casos mas complicados y se daban apoyo mutuamente, los residentes a cargo del austero doctor le agradecían profundamente a Dita por el cambio de humor de su jefe, era palpable que al peliazul doctor le agradaba mucho el joven de ojos turquesas, lo bueno era que el sentimiento era mutuo

 

Dita no le había contado mucho al médico sobre el padre de su hijo, ese era un tema muy doloroso para él y prefería no comentarlo mucho, Dita cayó en depresión la semana del matrimonio de Shura, no lo pudo evitar pero con la ayuda de Milo y Camus y todos sus nuevos amigos del hospital trató de seguir con su vida, no era bueno para su salud emocional o mental pensar todo el tiempo en el idiota que se fue por lo que ahora salía un poco mas regularmente con DM que lo llevaba a todas partes, iban a cenar, a caminar por el parque, salían los fines de semana en este punto a comprar lo que hacía falta para el bebé que ya no faltaba mucho para su llegada, lo acompañaba y estaba presente cuando tenía sus chequeos, para Dita era muy importante tener a alguien a su lado que tomara su mano cuando le hacían los ultrasonidos, se sentía respaldado y querido, eso ayudó a levantar su magullada autoestima, es que Shura lo dejó muy mal solía decir Camus que era el que mas resentía al pelinegro ejecutivo al ver como dita sufría por él, ellos si lo veían todos los días y en verdad había cambiado mucho, no era ni la sombra de lo que alguna vez fue, ahora se mostraba frío, déspota y calculador, nada que ver a como lo recordaba cuando eran amigos, ahora ni el saludo se cruzaban

 

Para nadie era secreto que el hermético neurocirujano se había enamorado de Dita, eso era mas que obvio para todo el que tuviera ojos, solo Dita parecía no saberlo pero de cualquier manera disfrutaba mucho la compañía del médico que se daba modos y lo hacía reír, le alegraba la vida y se preocupaba mucho por él y su retoño, cualquiera pensaría que DM era el padre del niño aunque todos sabían que no era así

 

Uno de esos días Dita estaba en la guardería ocupado en lo suyo cuando al ponerse de pie le vino un dolor muy fuerte que le llegó al alma, el joven solo se llevó las manos a su vientre y sin remedio cayó al piso, los auxiliares y demás personal lo pusieron en una camilla y lo llevaron a emergencia en donde todos los médicos al ver al dulce joven que cuidaba con mucho esmero a sus pequeños en la guardería se retorcía del dolor lo atendieron inmediatamente y pusieron todo su empeño en ello, su ginecólogo le puso algo en el suero para el dolor y le hicieron un eco de urgencia en donde se vio que la placenta se había movido ocasionando un desprendimiento, era un caso algo raro pero con los cuidados necesarios saldrían ambos adelante, el pediatra había dicho que los pulmones del bebé aún no estaban totalmente desarrollados por lo que era preferible retardar el alumbramiento lo mas posible

 

Dita despertó en una delas habitaciones del hospital y por segunda vez en su vida vio a Ángelo dormido en la silla junto a su cama, el neurocirujano le estaba haciendo compañía, debía ser tarde en la noche porque no se veía ninguna luz pero el médico despertó cuando Dita le apretó la mano

- Hey… cómo te sientes?

- Mi bebé… está bien? – preguntó Dita muy angustiado

- Si… el bebé está bien, necesitas reposo absoluto hasta el alumbramiento pero no te preocupes tienes muchos médicos dándose botes por cuidarte – Ándelo tomó la mano del joven y la apretó sentándose en el filito de su cama y poniendo su otra mano en la barriga junto a la de Dita

- En serio?

- Claro… sus hijos se pondrían muy tristes si su Dita no volviera a cuidarlos no te parece?

- Ohhhh… mis niños, seguro se asustaron, no me los pueden traer mañana?

- Si… ya lo arreglé todo, tu solo debes preocuparte en descansar para que este pequeñito tenga todas las armas para enfrentarse a la vida cuando salga de tu pancita

- Seguro está bien?, no me mientas por favor…

- Si… está bien, sus pulmones no acaban de madurar todavía por eso tienes que estar quietecito y mantenerlo dentro lo mas posible, pero no pongas esa cara de angustia, si la cesárea se hiciera aurita tu bebé tendría mas del 75% de probabilidades de supervivencia, tranquilo que todo saldrá bien – DM besó la blanca mano del angustiado padre y luego besó su frente, Dita suspiró y sonrió débilmente

- Gracias Ángelo, gracias por estar aquí conmigo

- Y dónde mas iba a estar?, no los podía dejar solos, además ya arreglé para que cuando te den de alta vayas a mi casa

- A tu casa?

- Si… mi casa está a tres minutos del hospital, yo tengo equipo médico de emergencia por lo que pueda presentarse y además no puedes poner el riesgo a mis pacientes

- Y cómo pondría en riesgo a tus pacientes?

- Porque no puedo operarlos si estoy todo el día preocupado por ti – el peliazul acarició suavemente el rostro de Dita que se sonrojó levemente, DM por lo regular no solía decirle estas cosas tan directamente, hasta ahora le había lanzado una que otra indirecta pero nunca lo había abordado como lo estaba haciendo ahora

- Ángelo…

- Ángelo nada… tu sabes lo que siento por ti, desde aquella noche en la que me lancé del puente tras de ti, no se que es lo que tienes que me ha embrujado y no me puedes mentir y decir que no sientes nada por mi, yo se que sientes algo por mi

- Pero… yo… el bebé…

- Qué con el bebé?

- No es tuyo Ángelo – dijo el joven de ojos turquesas casi en un  susurro, Dita en verdad deseaba que su bebé fuera de Ángelo, de ese hombre maravilloso que se había convertido en su apoyo sin pedirle nada a cambio

- Eso no es cierto, padre no es el que engendra sino el que cría, si tu me lo permites yo seré el papá de tu bebé, te amo Dita… es simple… - DM sonreía pero arrugó la frente al ver como se ensombrecía el rostro del futuro padre

- Cómo puedes amarme si yo no soy nada, no soy nadie… - dijo Dita casi en un susurro

- Cómo puedes decir eso?, tu… tu eres la persona mas dulce que he conocido en mi vida, me da ternura ver como cuidas a los niños de la guardería, como te preocupas por mi, como solo tu me puedes calmar luego de que he perdido un paciente por mi estudio clínico, cómo solo tu me sabes dar ánimo, tu eres como el sol que trajo alegría en mi vida, te amo y me sentiría muy honrado si tu me aceptaras en tu vida no solo como tu amigo o tu confidente, sino como tu pareja, como el padre de tu hijo, como tu compañero, como tu amante… es muy simple, solo di que si

- Estás seguro de lo que estás diciendo?

- Claro que si… ahora tu… di que si…

- Te amo Ángelo

- Tomaré eso como un si

El peliazul besó a Dita en los labios con mucha suavidad, acarició su pancita para luego besarla y tomar sus manos, de su bolsillo sacó una cajita que tenía un anillo muy hermoso, hace tiempo lo había comprado y ahora lo puso en el dedo anular de su pareja que no podía creer lo que estaba pasando, a qué rato Ángelo se había enamorado de él?, Dita se sintió como hace tiempo no se sentía cuando su ahora pareja buscó sus labios nuevamente y se besaron con emoción, las enfermeras que estaban por ahí pendientes de lo que estaba pasando entraron y abrazaron al joven que lloraba de los nervios y de la felicidad, Dita estaba consciente de que en algún punto se había enamorado de su médico pero no había dicho nada porque no se sentía digno de su amor, Dita no se sentía digno de nada por todo lo que había pasado con Shura pero ahora DM le demostraba que no era así, desde que entró a trabajar en el hospital se había sentido útil, persona, como regularmente se sentía antes de que Shura entrara a su vida

 

DM cumplió su promesa y cuando dieron de alta a Dita y le recomendaron reposo absoluto se lo llevó a su casa en donde tenía a varias de las auxiliares del hospital que se turnaban para cuidar de él hasta la noche en donde llegaba DM, Milo y Camus igual lo iban a visitar en las tardes, la pareja se alegraba de ver a Dita bien, ellos conocían a DM y les caía bien y mas ahora que a fin de cuentas era la nueva pareja de Dita y se notaba que lo amaba, el futuro padre había dicho que estaban tomando las cosas con calma lo que sonaba gracioso porque prácticamente ya estaban viviendo juntos, su relación no era convencional pero ellos se entendían y se complementaban bastante bien

 

Una noche Dita despertó con DM a su lado, el médico había llegado tarde a casa porque su cirugía se había complicado y solo se había sacado el saco y los zapatos para acostarse en su cama junto al joven que dormía, el médico tenía la mano apoyada en la cintura de Dita y el semblante sereno y dormido, Dita sonrió y se acurrucó en su pecho, hacía mucho tiempo que no había dormido con alguien, el futuro padre se sentía seguro y protegido entre esos fuertes brazos y con una sonrisa volvió a conciliar el sueño para despertar casi al amanecer cuando le vino la primera contracción, el bebé ya venía…

 

***

Shura estaba en la multinacional y caminaba por la planta de producción, tenía un asunto que tratar con el gerente de producción cuando vio a Milo y a Camus que estaban embelesados contemplando el teléfono de uno de los dos, habían otros obreros que igual estaban peleándose el teléfono para ver lo que sea que estuvieran viendo, Shura la verdad no hizo mayor caso hasta que escuchó lo que uno de ellos dijo y se quedó de pie estático, el pelinegro sintió como el color se le fue del rostro y se volteó caminando directamente hacia ellos y sin preguntar nada le arrebató el teléfono de las manos a Camus que al ver que era el ejecutivo el que le había quitado el teléfono ya no dijo nada mas y todos los obreros que estaban por ahí discretamente se retiraron dejando solamente a Camus y Milo con Shura

- Es cierto?, este es el bebé de Dita? – Shura al tomar el teléfono vio la foto de un bebé varón que estaba acostado en una cunita de hospital envuelto en una manta celeste, recién nacido sin duda, la fotografía había sido tomada con un teléfono celular y había sido enviada a Camus hace menos de una hora

- Si… es el bebé de Dita – confirmó el obrero tomando nuevamente su teléfono

- Dita estaba de encargo?, pero… - Shura levantó los ojos y se encontró con un muy incómodo Camus y un pálido Milo – Es mío verdad?, el bebé es mío????

- El bebé es de Dita – dijo Milo muy serio, ambos estaban en un lío tremendo porque le habían jurado a su amigo no decir nada a Shura, ahora el pelinegro se había enterado y todo se complicaría

- En qué hospital está Dita?, díganmelo ahora mismo – demandó el ejecutivo pero ninguno de los dos dijo nada

- Les advierto, si no me lo dicen habrá consecuencias para ustedes – amenazó el economista

- Nosotros no nos vamos a meter, este no es nuestro problema y si nos quiere botar pues inténtelo para ver como le va, podemos ser obreros pero conocemos nuestros derechos, no nos puede venir usted a amenazar con asuntos personales para presionarnos así – dijo Milo hablando con una seguridad única, Camus solo lo miró sin pestañear, esta faceta de su novio no le conocía, Shura solo los miró con resentimiento, se dio la media vuelta y se fue

- Mi amor… wow… macho que se respeta – dijo Camus besando suavemente a Milo que solo sonrió y dijo

- Bueno… soy fan de “La ley y el Orden”, algo debí aprender o no?

- Lo bueno es que no eres fan de CSI, sino cuando me asesines nunca encontrarían mi cuerpo – la pareja volvió a sus labores pero antes de eso Camus le mandó un mensaje a Ángelo, tenía que ponerle sobre aviso, sin duda Shura averiguaría en donde estaba y lo mas probable era que le vaya a armar reclamos al recién estrenado padre o algo

 

La cesárea de Dita había salido muy bien, su bebé nació de 8 libras y 3 onzas, tenía la piel blanca y los cabellos negros, sus ojos eran plomos pero a los bebés siempre les cambian de color los ojos, el bebé era muy hermoso, según DM se parecía a Dita pero él decía que aún era muy pronto como para saber a quien se parece, Shura había llamado a todos los hospitales grandes hasta que dio con el paradero de Dita y se dirigió al Hospital del centro, lo primero que hizo fue  ir a la sección de Neonatología a ver a los bebés a través del cristal, habían mas o menos unos 15 bebés por lo que el pelinegro se concentró en los bebés varones, y allí en la fila de en medio, el tercero de la derecha, ese era su bebé, ese era el bebé de Dita…

 

Shura no supo cuanto tiempo estuvo allí de pie mirando embobado al bebé y solo reaccionó cuando vio a uno de los médicos entrar a la sala y tomar al pequeñito en sus brazos, al principio el pelinegro pensó que era el pediatra pero al ver que lo que estaba haciendo era cargarlo, pasearlo, jugar con sus manitos y tomarse fotos con él, una rabia lo invadió en especial cuando aquel salió con el bebé en brazos y caminó todo orgulloso por el hospital, Shura lo siguió y llegó a las habitaciones, vio abrirse la puerta y en la cama estaba su antiguo amor profundamente dormido, el médico que tenía al bebé en brazos se sentó en la silla junto a la cabecera de Dita y le acarició el rostro suavemente para despertarlo, Dita abrió los ojos y sonrió, con esfuerzo se incorporó hasta sentarse y tomar al bebé en sus brazos

- Cómo debemos llamarlo? – preguntó el recién estrenado padre acariciando la cabecita del bebé

- No lo se… me gusta Erick – dijo el médico y besó a Dita en los labios antes de acomodarse nuevamente en la silla

- Erick?

- Mi abuelo era de las tierras del norte como tu familia, se llamaba Erick y yo lo quería mucho, siempre dije que le pondría a mi primer hijo el nombre de mi abuelo, él fue un buen hombre y me gustaría que su nombre perdurara, tu que dices Dita?

- Me gusta Erick… a ti te gusta Erick? – preguntó el orgulloso padre a su bebé para luego besar su cabecita y sonreír tomando su manito – Yo creo que si le gusta, su nombre será Erick…

- Interrumpo? – Shura no se pudo aguantar mas y entró a la habitación en donde el hombre que vestía mandil estaba agachado besando la manito del bebé mientras Dita sonreía pero al ver ahí a su ex el joven se puso pálido, DM no sabía siquiera el nombre del ex de Dita pero al ver su reacción era muy claro quien era ese sujeto, en especial por el mensaje que le había llegado de uno de los amigos de su pareja

- Quién eres tu? – preguntó DM todo agresivo al ver la cara de pocos amigos que tenía aquel visitante

- Mi nombre es Shura Dalares

- No tienes nada que hacer aquí Shura, vete por favor – Dita apretó su bebé a su pecho, como si Shura se lo fuera a arrebatar o algo

- Tenemos que hablar Dita, cómo pudiste engañarme así?, por qué no me lo dijiste?, es mi hijo verdad?, yo se que si… – Shura se acercó a la cama pero se detuvo cuando aquel médico lo enfrentó

- No… Erick no es tu hijo, es hijo mío, y mucho cuidado en el tono que utilizas para hablarle a mi esposo si no quieres salir de aquí con la mandíbula rota – dijo el médico rodeando la cama de Dita y parándose frente al intruso en posición amenazante

- Vaya… veo que no perdiste el tiempo – dijo el pelinegro con una sonrisa que disfrazaba su dolor, porque el ver a Dita tan obviamente feliz le había dolido en el alma

- Shura vete, no tienes ningún derecho de venir aquí a reclamar nada, además tu fuiste el que terminó todo, tu te casaste, no entiendo que quieres ahora – dijo Dita tratando de mantener la calma, la verdad que Shura volviera a su vida no lo había considerado como posibilidad siquiera

- Por qué no me lo dijiste?

- Fui a hacerlo… esa noche del coctel yo… fui a buscarte para decírtelo pero pasó lo que pasó y ya no te dije nada, para qué te lo iba a decir?, no quería continuar siendo un estorbo en tu vida o en tu carrera por eso me fui y no te lo dije, además yo no quiero nada de ti

- Dita…

- Vete por favor, te dije que no volverías a verme y he cumplido mi palabra, tu eres el que ha venido a remover todo esto – Dita estaba en este punto mas molesto que asustado, al que poco le faltaba para explotar era a DM que quería desaparecer a aquel hombre que vino  a arruinar su día

- Es mi hijo Dita…

- Ya te dije que no lo es, es mi hijo y desde ahora te digo que si intentas algo te arrepentirás – el peliazul ya no pudo aguantarse y dio un paso mas hacia el intruso que no retrocedió, mas bien respondió con tono altanero

- Tu no sabes quien soy yo

- Ni me interesa saberlo, lárgate de una vez antes de que te saque a patadas – Dita tomó la mano de Ángelo y la apretó, él no quería problemas en el hospital pero DM no podía quedarse ahí sin hacer nada

- Tu y cuántos mas? – dijo el pelinegro en tono burlón cruzándose de brazos

- Yo solo me basto – DM no pudo mas y le lanzó al pelinegro un puñetazo que lo hizo caer pesadamente al frío piso de baldosa, Shura se puso de pie como pudo y se lanzó al médico que lo recibió con otro golpe y ambos cayeron al suelo en donde trataban de asestarse puñetazos y patadas, Dita solo abrazó a su bebé que empezó a llorar hasta que llegaron los médicos y auxiliares que estaban cerca y separaron a los dos hombres que igual forcejeaban para volver a lo suyo, Shura tenía un labio partido y sangraba por la ceja, DM tenía un moretón en la mejilla y estaba todo despeinado

- Lárgate… ahora… - dijo el médico al economista que se acomodó la ropa y dedicando una última furiosa mirada a Dita salió de la habitación del hospital, poco a poco todos los curiosos salieron también dejando a la pareja sola con su bebé, Dita suspiró y cargó de mejor manera a su hijito tratando de darle el biberón que estaba en la mesa de noche, DM se acercó a su pareja que le acarició la mejilla y le sonrió

- Te duele?

- Nahhh… el otro quedó peor

- Eso si, no tenías que hacerlo Ángelo

- Claro que si, nadie puede venir a molestar o importunar a mi familia, este es mi bebé y llevará mi apellido

- Te amo, te lo dije hoy?

- Si… pero ahora descansa amor… yo le doy de comer – DM tomó al bebé y se acomodó en la silla mientras seguía dándole el biberón al pequeñito que comía tranquilo en sus brazos

 

Shura regresó a su oficina y se quería morir, literalmente se quería morir de la rabia, de los celos, de la decepción, él debía estar allí en ese cuarto de hospital cargando a su hijito y tomándose aquellas fotos, tan frustrado estaba el pelinegro que al estar ya solo en su oficina lanzó uno de los floreros que se estrelló en la pared, por la conmoción la secretaria de Shura llamó a Seiya que ahora igual ocupaba un cargo en la multinacional, el castaño entró sin llamar en la oficina de su esposo y al verlo se acercó a él, suavemente le giró el rostro para verlo mejor pero el pelinegro lo esquivó

- Qué te pasó?

- Nada… - el tono de Shura era por demás defensivo

- Nada… te estrellaste contra una puerta?, te asaltaron?, te golpearon?

- Me asaltaron – dijo el pelinegro evadiendo el tema poniéndose de pie y caminando hacia la ventana para no tener que enfrentar la mirada inquisidora de su esposo

- Ven… déjame limpiar tu herida – Seiya caminó hasta él y trató de tomar su brazo para girarlo y llevarlo al sillón nuevamente

- No… déjame en paz

- Shura…

- Te dije que me dejaras en paz, necesito estar solo Seiya por favor déjame solo – el pelinegro había caminado hasta el otro extremo de la oficina, como si Seiya tuviera algo contagioso o algo, últimamente esos dos no podían ni estar en la misma habitación sin discutir

- Shura… las cosas no pueden seguir así, yo no se que rayos te está pasando pero esto tiene que acabar, vas a ir en la noche a casa?

- No se…

- Shura… - Seiya intentó acariciar el rostro del pelinegro pero él le agarró la mano apretándola con mas fuerza de la necesaria para luego hacerlo a un lado

- Te dije que me dejaras solo Seiya, vete por favor

El castaño con los ojos llenos de dolor simplemente se volteó y salió de la oficina de su esposo, no podía tolerar mas desplantes de su parte si él no le había hecho nada como para ofenderlo, el joven estaba muy contrariado, nada de lo que había pensado sería su vida era en realidad su vida, lleno de frustración fue hasta la cafetería y se sentó en una de las mesas mas alejadas a tomar el café que había pedido, Seiya no supo a que rato su matrimonio dejó de funcionar, Shura fue el novio perfecto, un amante genial, un hombre correcto y atento hasta que se casaron, su luna de miel fue por demás fría y ahora ni siquiera podían estar en la misma habitación sin lanzarse los platos, Seiya bebía su café y pensaba, había una imagen que no había dejado su cabeza por mucho tiempo, aquel muchacho que él recordaba haber visto en la fábrica, aquel muchacho de ojos turquesas que fue a buscar a Shura esa noche en el coctel, Shura le había dicho que solo era su ex y que ya no tenían nada pero… sería eso lo que tenía en ese estado a su esposo?, que rayos pasaba?

 

Notas finales:

Mañana.... el final!!!!!!!!!

Si, este fic es cortito, no se pueden perder el capitulo de mañana, qué va a hacer Shura ahora?, cómo queda su relación con Seiya?, será que puede ver a su hijito?

Eso es mañana, muchas gracias por leer y nos vemos mañana en el final


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