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Logros del amor por Ga 0ohmiy

[Reviews - 63]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del capitulo:

Bueno primero gracias por sus reviews XD actualizo rápido por que como dije ya tengo los capítulos hechos y sus reviews ayudaron también, espero que este cap les guste y lo disfruten ^^

—Ji… Te amo —Se separaron por un momento, podían sentir el latir de sus mismos corazones, sus respiraciones agitadas, y el calor de sus cuerpos, ambos sabían lo que venía, pero a ninguno de los dos les importaba mientras estuvieran juntos no habría nada mejor.

 

SeungHyun se inclinó  y volvió a besarlo, el menor cerró los ojos y entreabrió ligeramente los labios, dando paso a que la lengua de Seung entrara. Continuó besando sus mejillas y después su cuello haciendo que este diera un respingo por la sensación de la boca húmeda sobre su piel. Ji Yong bajó sus manos con timidez, aun no estaba convencido de seguir con ello, pero si tenía claro el hecho de que le amaba y que no importaría si él fuera su primera vez, acarició su miembro por encima de la tela de sus pantalones logrando sacarle un gemido.

 

El mayor comenzó a desabrocharle la camisa, y luego bajo hacia sus pantalones, explorando su cuerpo, acariciando cada parte de él, besando su abdomen y mordisqueando suavemente su cuello, al cabo de unos minutos los dos se encontraban desnudos en el suelo, el mayor se subió arriba de él rodeando con sus rodillas sus caderas, posicionando la punta de su miembro en su entrada, haciendo que este se estremeciera.

 

—Ammmgh— Gimió placenteramente, Seung había entrado en él dando contra su punto dulce.

 

—Eres… Ahhh … hermoso— Jadeaba embistiéndole rítmicamente.

 

—Ahhh sigue— Hundió los dedos en su espalda. Sintiéndolo en su interior,  escondiendo la cara en su cuello. El mayor llevó una de sus manos al miembro de su amado comenzando a moverlo rápidamente, llegando los dos a su orgasmo.

 

—Te amo— Dijo Ji con la respiración agitada, hundiendo su rostro en su cuello.

 

—Yo también te amo— Respondió, abrazándole por la cintura. Hoy había experimentado su primera vez.

 

~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

 

Tres semanas después, Ji Yong tuvo que marcharse, sus padre regresaban a Japón y no le permitieron quedarse, solamente llevo consigo recuerdos, de un primer amor, de un buen verano. SeungHyun le miro partir, ver como su primer amor se le iba de las manos, sin poder hacer nada, solo con la esperanza de algún día volver a verle.

 

Los días pasaban tristes para él, solos, en todos lados, su casa, el trabajo, o simplemente cuando caminaba, veía su imagen, queriendo revivir aquellos bellos recuerdos, volver a ver su rostro por lo menos unos segundos, aspirar su aroma una vez más, y decirle cuanto le amaba.

 

~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

 

Al igual que SeungHyun para Ji Yong los días, bueno ahora años, siete años desde la última vez que le había visto, sin poder olvidarle manteniendo presente siempre su imagen. Se sentó en el columpio de la terraza de la casa de sus padres, había dudado durante días, pero sabía que si dejaba escapar esa oportunidad, jamás podría perdonárselo.

 

Taeyang dudaba sobre la repentina decisión de Ji al viajar tan de repente, previsto para el día siguiente. Hacía una semana, él había insinuado que quería ir a echar un vistazo a algunas tiendas de ropa a Corea ya que según él, la ropa era más linda por ahí.

 

—Sólo estaré fuera un par de días, necesito tomarme un descanso antes de la boda— Dijo Ji a Taeyang quien se encontraba viendo unos papeles.

 

— ¿Seguro solo será un par de días?— Dirigió su mirada a él.

 

—Si Bae, será un pequeño descanso— No le gustaba mentirle, pero sabía que no podía decirle la verdad.

 

Su viaje hacia Corea fue tranquilo, duró algo más de dos horas, y llegó poco antes de las once. Se inscribió en un pequeño hotel del centro, subió a su habitación y deshizo su maleta. Acomodó su ropa en el armario repartiéndola entre los cajones. Almorzó rápidamente, pidió información a la camarera sobre las tiendas de ropa más cercana y dedicó las horas siguientes del día a realizar sus compras.

 

Toda una tarde por las calles de ese gran pueblo, con una gran carga de bolsas en sus manos, el reloj ya le marcaba las cuatro y media por lo que regresó al hotel, dirigiéndose a su habitación. Se sentó en el borde de la cama y telefoneó a Bae. Él no tenía mucho tiempo para hablar, pues debía estar trabajando, en los asuntos de la empresa pero aún así lo hizo. Perfecto, pensó mientras colgaba el auricular. Una conversación de rutina, nada fuera de lo normal. Nada que despertara sospechas.

 

Lo conocía desde hacía cuatro años; se habían visto por primera vez por los pasillos de aquella empresa y él trabajaba compositor en incluso cantante, pasaban días solo cruzando miradas entre sí, ni una palabra se atrevían a decir los dos mutuamente. Cuando Bae al fin de meditarlo por días se presentó a sí mismo le pareció justo lo que necesitaba: alguien con un gran potencial y un sentido del humor capaz de ahuyentar todos sus temores. Era atractivo, inteligente y decidido, un próspero heredero de aquella empresa, su padre era el dueño.

 

Aunque Jiyong había salido con varios  hombres que, en el mejor de los casos, podían ser calificados de alta sociedad, se sentía atraído por Bae y poco a poco había llegado a quererlo. A pesar de las muchas horas que dedicaba al trabajo, era bueno con ella. Era un caballero, maduro y responsable, y durante los momentos más difíciles cuando él necesitaba a alguien que le abrazara, Bae nunca le falló. Con él se sentía seguro y amado, y por eso había aceptado su proposición de matrimonio.

 

Esos recuerdos le hicieron sentir culpable por estar  allí, y comprendió que debía volver a hacer su maleta  y marcharse de inmediato, antes que cambiara de idea. Tomó el bolso, titubeó un momento, y después de unos minutos llegó a la conclusión de que no se quedaría con aquella incógnita que seguro no lo dejaría vivir en paz así que dejó el bolso, sabiendo que si renunciara a sus planes, siempre se preguntaría qué habría pasado si se hubiera quedado.

 

Entró en el baño y abrió la llave de la bañera, regresó a la habitación y fue hacia la cómoda, quitándose los anillos de oro en el camino. Abrió el alhajero depositando ahí lo que venían siendo sus joyas y se desnudó frente al espejo. Una vez desnud, contempló su imagen. Desde jovencito había oído decir que era hermoso. Su cuerpo  era firme y aunque indudablemente frágil, el vientre plano, las piernas delgadas y el cabello rubio a decir verdad si no fuera por la ausencia de pechos cualquiera le confundiría con una mujer.  

 

Volvió al baño cerró la llave, dejó una toalla a su lado y se metió con cuidado en la bañera. Se sumergió en el agua, disfrutando de su efecto relajante. El día había sido largo y tenía la espalda tensa, pero se alegraba de haber acabado tan pronto con las compras.

 

Permaneció un rato más en la bañera,  y finalmente  salió y se secó. Abrió el armario, buscó una polera negra con detalles plateados al frente un abrigo blanco, largo y grueso que le llegaba hasta las rodillas, y unos jeans negros ajustados. Se cambió y dio un par de vueltas frente al espejo, y negó con la cabeza no quería parecer demasiado formal por lo que cambió de idea y volvió a guardar la ropa en su lugar optando mejor por un modelo menos elegante. Una polera negra sin detalles, una chaqueta de cuero negra con blanco a cuadros y los mismo jeans negros. Se puso un par de aretes de argolla y se calzó unos botines de cuero. Cuando hubo terminado, retrocedió unos pasos y se examinó. Estaba bien, ni demasiado arreglado ni demasiado informal. No quería excederse. Al fin y al cabo, no sabía con qué se iba a encontrar. Había pasado  mucho tiempo

 

Tomó su bolso junto a las llaves de su bentley y finalmente se dirigió a la puerta posó su mano sobre la perilla la giró un par de veces pensando en si debía salir o no, retrocedió y volvió a sentarse en la cama. Miró el reloj. Sabía que debía marcharse pronto, o si no oscurecería.

 

— ¡Maldita sea! —Murmuró— ¿qué hago aquí? No debería haber venido—  

 

Revolvió en el bolso hasta que encontró un recorte de periódico doblado. Lo sacó despacio, lo desplegó y lo miró fijamente unos instantes.

 

—Es por esto, esta es la razón—

 

~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

SeungHyung se levantó a las seis, dando por hecha su pequeña siesta, se  puso la ropa de trabajo, calentó una taza de café y se dispuso a acompañarla con unas galletas.

 

Terminó su cena, se dirigió a su estudio y rebusco entre toda aquella biblioteca un libro que le ayudara a distraerse, al cabo de unos minutos terminó dicha tarea marchando hacia la parte trasera de la casa que mantenía como terraza sentándose en la mecedora y disponiéndose a leer, con una buena taza de té a su lado.

 

Su mente se encontraba absorta ante la lectura, pero aquella historia le hacía recordar muchos con momentos con Ji, recordó que después del festival había hablado de Ji con Dae y que él se había reído. Luego le hizo dos predicciones: la primera, que se enamorarían; y la segunda, que la relación no prosperaría. Las dos predicciones de Fin resultaron acertadas.

 

FLASHBACK

 

 

Jiyong tenía que mentir a sus padres para verlo. No porque Seung no les cayera bien, sino porque el hecho de ver a un hombre con otro, como algo más que amigos, no era aceptada ante la sociedad, ellos deseaban ver su hijo casado con una hermosa chica, que les otorgaran nietos, cosa que Seung no podía hacer.

 

—Me da igual lo que piensen mis padres, te quiero y siempre te querré —aseguraba Jiyong—  Encontraremos la forma de estar juntos— Pero al final no pudieron.

Notas finales:

*O* que os pareció ^^ ? espero que les haya gustado, no sé si vayan entendiendo o las haya enredado u.u si es así espero sus reviews (?) :D con cualquier crítica o duda 


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