SABU-CHAN
En un día muy soleado nací yo con 3 hermanos. Todos me miraban y decían es hembra yo en realidad no sabia que significaba eso, pero creo que era algo muy malo, ya que la gente sentía cierto rechazo hacia mi, decían: es hembra- luego solo se le alejaban de mi.
A poco días de nacer, mis dueños me llevaron a un lugar que la gente generalmente conoce como el festival de primavera, llegamos yo y mis hermanos, todos éramos muy pequeños e indefensos aunque a nadie le importo el hecho de separarnos de nuestra querida madre. Al llegar e instalarnos allí, pasaron muchas personas a las cuales le llamábamos la atención, ellos me tomaban en sus brazos y decían; Es hembra y me dejaban ahí.
Después de un tiempo, aproximadamente una o dos horas llegaron otras personas repitiendo el mismo proceso; me tomaban para luego dejarme en el mismo sitio, pero esta vez tomaron a uno de mis hermano y se lo llevaron alejándolo cruelmente de mi. Pasaron las horas y la historia siguió repitiéndose logrando separarme, no solo de mi madre si no de mis dos pequeños hermanos, dejándome completamente sola
Han pasado unos cuantos minutos mas, veo que el cielo lentamente se va oscureciendo, me siento triste. A cada cierto tiempo venia la persona que actualmente es mi dueño y me acariciaba, luego se marchaba a un costado a atender a unos clientes que querían atrapar unos pescaditos con unas redes realmente débiles.
Estuve triste aburrida hasta que llego un hombre fuera de lo común (ya que muchas mujeres y hombre se volteaban con solo verle), algunos tenían un papel, el cual lo extendían ante él, luego el los tomaba, deslizaba un pedazo de madera a través de la hoja, escribía algo y les devolvía el papel, luego ellas gritaba un -kya- muy fuerte sonreían y se alejaban de él con una gran sonrisa pintada en sus labios. Este hombre que obviamente llamo mi atención producto de los gritos de la gente, se acerco a mi, me tomo y me miro con dulzura, esbozando una linda sonrisa
- kawai- me volvió a observar pero ahora mas detalladamente, yo le seguí con la mirada y doble mi cabeza al costado, sin quitarle mis ojos de enzima - es hembra - dijo lo que todos decían y ahora ya sabia el resto me dejaría igual que todos. Deje de mover mi colita y baje mi cabeza mientras el todavía me tenia en sus brazos- lo llevo-al parecer no le importo que fuera hembra, hablo con mi antiguo dueño (quien me sonrió) y me llevo a otro lugar
-a Takanori le encantaras-dijo mientras me colocaba en un asiento de una extraña casa y digo extraña ya que tenia ruedas y era muy pequeño el espacio en su interior; habían dos asientos uno en el cual me sentó a mi y el otro donde se sentó el, al parecer habían mas asientos, dos en la parte de atrás pero no podría confirmarlo ya que el espaldar de mi asiento, era muy alto y no podía mirar hacia atrás. También tenia bastantes puertas y ventanas.
Me acosté en el asiento ya que era pequeña y tenia bastante espacio, cada vez me sentía mas pequeña, todo era gigante a mi alrededor incluso sabiendo lo pequeño que era el lugar en donde me encontraba, este hombre solo con una de sus manos podía cubrir mi cuerpo casi por completo. En cuanto se sentó a mi lado entrando por la otra puerta tomo una llave y la introdujo en una cerradura, luego miro hacia atrás apoyando su brazo en mi sillón, luego con su otro brazo tomo una cosa redonda girándola un poco, parece que estaba peleando con eso, así que di pequeños ladridos para que nada le molestara ya que se supone que el es mi nuevo dueño. El me miro y volvió a sonreír mientras deslizaba su brazo y acariciaba mi pequeña cabeza. Después de eso solo sentí que la casa se movía suavemente, lo que me asusto bastante así que me afirme fuerte con mis garras en el asiento.
Seguíamos así y el a cada cierto rato paraba el auto por que así lo había llamado él, auto, mientras me hablaba de no se que cosas, nombrando siempre en sus oraciones a un tal ruki o Takanori que al parecer era la misma persona, paso bastante tiempo y el auto se detuvo, mire lo que el hacia detalladamente; abrió su puerta y salio del lugar dejándome unos segundo sola, después abrió la otra puerta y me tomo en sus brazos nuevamente
-calladito si-dijo mientras refregaba su nariz en mi cara - ahora conocerás al amor de mi vida y serás un muy lindo regalo para él, ya que le encantan los animales- dijo mientras con su mano libre tocaba un botón en la pared, botón que producía un ruidoso sonido
-amor que haces aquí- dijo un sujeto de baja estatura mientras besaba los labios de el otro hombre, esto era raro, en mi otra casa veía que hacían lo mismo pero siempre era una hembra y un macho, jamás había visto a dos machos hacerlo
-mira Ruki te tengo un regalo-dijo mientras me mostraba ante el
-Aoi que lindo es... gracias- dijo mientras me arrebataba de sus brazos y me tomaba con gran aprecio
-de nada amor feliz aniversario-mientras le volvía a besar mientras ingresábamos a su hogar que al parecer ahora también era el mió. Al estar adentro note a otro cachorro, era un chihuahua, quien era un poco mas grande que yo. me miro y comenzó a ladrar desesperadamente, parece que en busca de atención ya que ambos sujetos solo me miraban a mi
-tranquilo koron el será tu nuevo amigo-dijo ruki mientras se agachaba y me mostraba ante el
-es hembra- dijo aoi mientras se agachaba a la altura de nosotros
-o ya veo...entonces lo siento preciosa -me volvió a tomar con gran cariño. Luego de que koron me olfateara, quien era el chihuahua, por todos lados fuimos a lo que era su cama, mis nuevos dueños se sentaron en un sillón que estaba ubicado en una parte de la sala, mientras comenzaban a ver interminables cosas a través de ese extraño aparato al que llaman televisor
-Yuu tienes hambre-pregunto el mas bajo a su acompañante
-si tengo hambre- ruki se levanto supongo que iría a prepárale algo a su novio, pero este impidió su marcha tomándolo del brazo y acostándolo en el sillón, besándole desesperadamente
-tengo hambre… pero tengo hambre de ti-le volvió a besar una y otra vez posicionándose entre su cuerpo despojándolo de toda prenda que estorbara su paso, luego a su descubierta piel comenzó a mordisquearle, lo que me preocupo ya que ruki por su parte solo dejaba salir quejido de sus labios. Yo pensaba que Aoi era un buen sujeto pero al parecer me equivoque, ya que estaba atacando a mi nuevo amo así que sin esperar mas comencé a ladrar para que le soltara, koron no perdió el tiempo y comenzó a ladrar junto conmigo
-Ao-i... ah.. aquí-i n-no- entre quejidos
-por q-que ¿no?- altanero
-lo-os... perros..mhn... están-n ladrando...-
-pero...ahh... es por que están felices... por n-nosotros- eso era una completa mentira, yo no estaba para nada feliz, estaba preocupado así que comencé a ladrar mas fuerte, aunque de mi solo eran ladridos bastante chillones, ya que yo era muy pequeña todavía- vez amor sus ladridos son solo una muestra de su felicidad- dijo separándose un poco de su cuerpo
-mejor vamos a la habitación-dijo ruki, aoi le miro con una sonrisa ladina mientras ambos se levantaban y se encerraban en un cuarto que estaba un poco mas allá del pasillo, pero se siguieron escuchando quejidos y mas quejidos, se escuchaba a lo lejos la respiraciones de ambos bastante agitadas como si hicieran ejercicios ya que se sentían bastantes agitados y no sabia lo que pasaba aya adentro solo se que estoy preocupada
-ahhhh- se escucho la voz de Aoi fuertemente al parecer Ruki se había vengado de él por haberle "dañado". Después solo se escuchaban sus respiraciones que cada vez se hacían mas débiles…
Pasó el tiempo y ya no seguía asustada, a veces extrañaba a mi madre y a mis hermanos pero luego los olvidaba, mis nuevos dueños empezaron a buscar nombres para mi y llegaron al conclusión de que me llamaría Sabu. Ellos siempre hacían lo de el otro día, al parecer eran bastante activos sexualmente, o eso le decía ruki a aoi, al comienzo me asustaban bastante los quejidos de ruki pero al parecer a el le gustaba que le hicieran esas cosas, ya que siempre estaba feliz, así que termine por acostumbrarme y ya no me asustaba. A veces era Ruki el que atacaba a Aoi y otras era al revés… sentí la cerradura girarse ya que mi oído es muy agudo, me dirigí a la puerta muy emocionada, para ver llegar a mi lindo dueño con su gentil novio
- sabu-chan- dijo feliz mientras me cargaba en sus brazos- viniste a recibirme-entramos y me regaloneo junto con koron quien era mi mejor amigo
Al parecer me querían mucho ya que me llevaban a pasear o me regaloneaban o me llevaban a arreglarme el cabello y cosas así.
Un día fui a pasear con mis dueños y creo que me enferme, me dolía mucho la guatita y me dieron un remedio el cual ayudo a que se pasara un poco, luego salimos a un parque muy grande, yo corría y jugaba ladrándole a la gente, era muy divertido, tenia como seis meses de vida, era pequeña y todos me hacían bastante cariño, era una perrita muy feliz y muy juguetona, mi vida empezó hacer perfecta lo que quería lo hacia, en todo me regaloneaban , yo era como un niña pequeña en una dulcería, hasta mi amigo koron me regaloneaba , con él pasábamos todo el día jugando y cuando jugábamos hasta nos sacaban fotos juntos...
cuando yo pensaba que nada iba a salir mal, me comencé a enfermar tanto que ni con los remedios que me daban me recuperaba, mi dueño Aoi llevo a una amiga a revisarme, se llamaba veterinaria, así la llamaban cuando le hablaban, ella me ponía vacunas para recuperarme, mis dueños estaban pendiente de mi todo el día .Hasta que un día la veterinaria llego a mi casa y les dijo algo a mis dueños, creo que era algo muy malo ya que Ruki lloraba desconsolada mente y me miraba, yo le decía
- estoy bien- pero parece que no me escuchaba por que seguía llorando y llorando. Luego llego koron a mi lado y con su lengua lamía mi pelaje, todos nos miraban con ternura y pena a la vez, mientras que yo solo me sentía débil.
Al día siguiente, Ruki debió ir a trabajar pero sin Aoi ya que él se quedo con migo, me dio bastante pena ya que ahora no pudimos jugar como siempre, por lo débil que me sentía. Aoi me tenia entre sus brazos como aquella primera vez, pasaron las horas y llego la veterinaria (la vi por la ventana), Aoi me hablaba suave mente y mientras sentía ese ruidoso timbre, Aoi con lagrimas en sus ojos (antes de abrir la puerta), tomo unas tijeras de uno de sus muebles cortándome un poco de pelo y lo guardo.
Cuando la puerta se abrió y dejo ver a la veterinaria al otro lado del marco de la puerta, yo ya sabia que era hora de irme, aquella mujer tomo la sabana con la cual me cubrían en las noches, y me llevo afuera mientras yo me despedía
-sayonara –decía fuertemente, pero solo salían pequeños aullidos, seguí despidiéndome sin importar que se escucharan, por que muy dentro de mi sabia que nunca mas iba a volver ver a nadie.
En el transcurso del viaje, veterinaria me daba unas pequeñas palabras de animo, decía que yo tenia que ser lo bastante importante para Ruki y que por eso ella hacia lo que hacia, no entendí y no le di importancia. Llegamos a una sala fría, la veterinaria me puso una ultima inyección, o como ella dijo- esta será la ultima pequeña-…
Con mis ultimas lagrimas, recordé todos los momentos de felicidad que pase con mi familia y en mi ultimo suspiro
-sayonara Ruki-después de eso, dormí eternamente…