-“hay cosas que son inevitables en esta vida. Creo…que el enamorarse es una de ellas”-
-“¿Cómo sufrir?”-
-“También, es inevitable sufrir por amor…”-
- “¿Y solo sufrir?”-
-“uno siempre sufre por amor”-
-“No te entiendo”-
-“me refiero a que uno siempre sufre por otro, por amar a otro, sea familiar, amigo, pareja e incluso por el amor que te tienes a ti mismo”-
-“¿Es el amor solo orgullo?”-
-“Tal vez….el amor está directamente relacionado con el orgullo…o podría ser la autoestima que te tienes a ti mismo… ¿Cuánto veces estas dispuesto a besar el suelo por orgullo? ¿Por amor?”-
-“Yo nunca ni siquiera tocare el suelo, tal vez me incline”-
-“Luego estarás con la cabeza bajo el suelo, como una avestruz”-
¿Lo recuerdas Cupido? ¿Esa estúpida conversación sin sentido que tuvimos en esa noche de tragos, hace ya mucho tiempo?
Era un día como cualquier otro en el taller de Santa. Estando aún muy alejados de las vísperas de navidad, los yetis trabajaban “tranquilamente”- si se puede decir, ya que con los elfos ahí nunca se tenía un día tranquilo- mientras Norte los supervisaba. Hace ya más de un año que los guardianes habían derrotado a Pitch, y ahora le tocaba a Bunny estar con todo el ajetreo de su festividad, y por ello, no se sabía de él, desde hacía semanas.
Pero eso es normal, los guardianes siempre tienen algo que hacer, a cada uno le toca su temporada de andar nerviosos, ocupadísimos y con la menstruación- porque se ponen muy sensibles y eufóricos cuando están cerca de su fecha- así que era normal que Bunny desapareciera.
Pero ¿Y Jack? Como siempre, el guardián de la diversión era la excepción, en estos momentos debería estar jugando con nieve al otro lado del mundo, pidiéndole al viento que lo lleve a sitios para jugar con los niños o crear tormentas, etc; divirtiéndose y matando el tiempo ¿O no?
-¡Jack!-grito Norte. Al momento un joven que aparenta-SOLO APARENTA- unos 16 o 17 años, entro dando un portazo a la habitación con el mundo, donde Norte se encontraba, con una cara de malas pulgas y de mal humor.
-¿Sí?- pregunto indiferente
-Tenemos una visita, y como se que te gusta…-
-¡¡Enseguida!!- gritó el joven, cambiando de ánimo al instante, y apretando el interruptor para llamar a los guardianes.
Fueron cuánto ¿Unos 15 minutos? Que ya todos los guardianes- incluido Bunny- se encontraban sentados en el salón de Norte, esperando que éste le dijera el por qué de la llamada.
-¡Vamos, Norte! ¡No tengo mucho tiempo! ¡La pascua se acerca y aún tengo demasiados huevos que pintar!- reclamaba Bunnymund, con su característico acento australiano, sentado en un largo sillón rojo, con Tooth y Jack- ¡Ya, dinos! ¡¿Para qué nos llamaste?!-
-Tenemos una muy importante invitada, y ella quería verlos a todos. Aún no llega, pero te necesita urgente Bunnymund- explico Norte, con una sonrisa picarona en su rostro. El hombre de rojo ocultaba algo malo bajo esa sonrisa.
-¿Verme? ¿A mí?- pregunto incrédulo Aster
-¿Y quién es?- pregunto Tooth
-Cupido-
-¡¿Qué?!- exclamo exaltado el conejo de pascua, incluso trepando en el asiento de los asustado que estaba- ¡Ah! ¡No, no, no, no, no, no! ¡Ni aunque me paguen yo me quedo aquí! ¡Esa tipa me va a matar! ¡Adiós, Adiós!- y quiso salir corriendo por unos de sus túneles, pero norte lo agarro del pescuezo como un gatito- o cualquier otro mamífero- y lo levanto del suelo, para volver a sentarlo en el sofá.
-Nada, de andarse escapando Bunnymund. ¡Te quedas acá como un hombre! Quiero decir… ¡Cómo un Pooka!-
-¡Aaargh, Dios! ¡Estoy perdido!- gimió el conejo, frunciendo el ceño y bajando sus orejas- acción reflejo de la vergüenza- cubriéndose los ojos y haciéndose rollito en el sofá.
-Pero Bunny ¿Por qué tienes tanto miedo a qué Cupido venga?- preguntó con su suave y maternal voz Tooth
-¡Si, Canguro! ¿Por qué tanta exasperación? ¿Acaso tienes conflictos amorosos con Cupido?- y ahí estaban, sus típicas asedios venenosos hacía el conejo, en una manera desesperada de ocultar su amor por él.
-Sí- respondió el conejo secamente, penetrando con la mirada al muchacho, sin saber que le clavaba una estaca en el corazón. A Jack, el tiro le había salido por la culata.
-¿Problemas amorosos?- exclamaron Tooth y Norte, de Sandy solo salió un corazón y un signo de interrogación sobre su cabeza.
-Bueno, la cosa es que…-
-¡Bunny no quiere enfrentarse al amor! ¡Tiene miedo que lo dañen y destrocen su corazón en mil pesaditos! ¡No quiere andar llorando como una magdalena, ni andar pintando todos sus huevos con corazones rotos! ¿O no, Bunny?- dijo una voz exagerando un tono de lamentación tras el conejo.
-¡¡Aaaahh!!- vociferó el conejo, cayendo como un saco de papas al suelo
Los guardianes fijaron su mirada en la nueva figura que se presentaba. Tras Bunny, una chica que aparentaba-SOLO APARENTABA- unos 17 o 16 años de edad, se encontraba de brazos cruzados, mirando al conejo inquisitiva, a unos cuantos centímetros.
De cabello negro y corto, muy desmechado y disparejo, decorado con dos corazones rojos muy grandes, uno con una flecha atravesada y otro partido, vistiendo una camisa blanca, ajustada bajo el busto y trasparente, que dejaba ver su sostén- o más bien un traje de baño- con estampado tipo militar pero de color rosa, y unos jeans negros pitillo. Linda figura, morena, de ojos pequeños y muy negros.
Sandy llamó a Norte tirando de su manga, y le mostro una serie de símbolos que se creaban con arena sobre su cabeza.
-No sé Sandy, no sé si ahora viene la escena de celos o la de preguntas como ¡¿Por qué no me has llamado?! ¡¿Dónde has estado?!- le respondió Norte, volviendo a posar sus ojos en el melodrama frente él.
-Aaaahh- dio un suspiro la invitada- levántate Bunny, no te voy a comer- Al conejo le volvió el alma al cuerpo y se levanto. El hada salió de atrás del sillón, saludo a todos muy cordialmente con un beso, y al llegar a mí me ofreció la mano.
-Mucho gusto, soy Cupido, pero dime Granny- me dijo dulcemente y con extensa sonrisa.
- Jack Frost, mucho gusto ¿Granny?- acepte su mano, me presente y pregunté, el nombre me sonaba…
-Sip, Granny, mucho gusto Jack Frost, he escuchado mucho de ti de parte de Aster-dijo la chica, agitando mi mano con mucho entusiasmo, pero yo poco la escuche, aún me preguntaba en donde había escuchado ese nombre- Creo que no me escucha- exclamo a los demás guardianes, al darse cuenta que el chico no la había escuchado y seguía agitando su mano.
-“Granny…Granny… ¡Granny!-¡Esas son las extrañas manzanas que come Canguro!- Clamé
-¡No me llames así!- me regaño Aster desde el sillón
-¡Sip! ¡Granny Smith es mi nombre! Y es el nombre también de una manzana de Australia, de un color verde intenso y con puntos blancos-
-¡Sí, esa misma!- le confirme-
-Me llamo así-como una manzana- porque las manzanas representan el pecado, el deseo, y es eso más o menos lo que yo represento: el amor-
-¡Wow!- exclame- ¿Tu elegiste tu nombre?
-¡Pues claro que no tontito! Mis padres me lo eligieron ¿O fue el hombre de la luna? ¡Bueno, la cosa es que no fue yo!- explicó divertida.
-Y dinos Granny, ¿Cuál es el problema que tienes con Bunnymund? ¡Por qué no creo que el problema amoroso se contigo!- pregunto Norte dando risotadas, mientras se sentaba en su sofá favorito, justo al lado de la chimenea. Nosotros le imitamos, sentándonos nuevamente en el sillón rojo. Frente a nosotros se encontraba Sandy con Granny en otro sillón.
-¡No, No! ¡Pues claro que no! ¡No es conmigo el problema! Sino con su caja de bombones- de un matiz jovial, la voz de Granny cambio a uno serio al decir la última frase.
-¿Su caja de bombones? ¡¿Qué sucede con su caja de bombones?!- pregunto algo alterada Tooth
-¡Hey, esperen! ¿Caja de bombones?- interrumpí, no tenía ni puta idea de a que se referían
-Bueno Jackie, la verdad es Granny, no trabaja como todos creen que trabaja Cupido ¡Con las flechas y todo eso! Oh bueno, si las ocupa, pero no es ese todo su trabajo- me comenzó a explicar, con si típica hiperactividad Dientes.
-Ella solo usa las flechas cuando hay algún problema en especial. La verdad es que Granny trabaja con caja de bombones en forma de corazón- explico con gesto y tono fastidiado Bunnymund. Sandy le hizo a un dibujo a Jack con su arena: un corazón con chocolates adentro y luego envuelto con un listón.
-Cada persona en el mundo tiene su propia caja de bombones, cada uno de esos bombones tienen un nombre, que son las personas de las que algunas vez te enamoraras. Normalmente el bombón que se encuentra en el centro de la caja, es tu amor de toda la vida, pero muchas personas no llegan a ese bombón y se quedan con otra persona- habló por fin la a cargo de tal trabajo
-Eso siempre lo he encontrado muy triste- comentó cabizbaja el hadita de los dientes, incluso dejando de volar por todas partes.
-¡Vamos, Tooth! Los humanos son felices solo con amar, si esa persona los hace feliz…- la consoló con una sonrisa- Mi trabajo exactamente es cuidar esas cajas y fijarme en que los humanos lleguen a los bombones correspondiente, a veces los ayuda a llegar al correcto-al del centro- pero es muy difícil llegar a él…- un silencio un poco melancólico invadió la habitación que habitualmente estaba llena de calidez y alegría. Al parecer, el recordar aquellas cajas, les traían una cierta tristeza a los guardianes.
-¡Hmp!- carraspeo su garganta Granny para romper el silencio- Pero bueno, yo no me preocupo mucho de los humanos en ese aspecto, ellos siempre se conforman con amar, aunque no sea el indicado o el perfecto para ellos, ellos aman sin importar qué, mientras ellos sean felices yo soy feliz- Granny entrego a todos una gran sonrisa, obligando a cada uno de los cabizbajo guardianes a mirarla y que volvieran a su alegría de siempre- ¡Pero de los que si me preocupo son los inmortales! Es decir, los guardianes y todos los espíritus y seres mágicos, ellos son inmortales, y el amor es muy importante en sus vidas, aunque muy escaso-
-Me creerás Jack, si te digo que todas nuestras cajas ¿Están vacías? ¡Incluyendo la tuya!- clamó burlón Bunny
-¡¿Qué?! ¡¿Y por qué?!-bufé
- Encontrar el amor predestinado toma mucho tiempo. Si para los humanos es hasta llegar a una etapa madura o tal vez más ¡Imagínate los guardianes! Pueden pasar cientos de años de encontrar esa persona- declaró Granny
- Pero eso solo explica la falta del bombón del medio- declaré
-¡Exactamente! Muy bien pensando, Jack. La falta de los demás bombones Jack es porque…- la morena tomó aire, luego suspiro y siguió hablando- Como ya están muertos…solo les queda una oportunidad de enamorarse ¡Y es que imagínate cuantas mujeres o hombres despechados tendrían los guardianes persiguiéndoles para matarlos si tuvieran todos los otros bombones! ¡Con la vida sin fin que tienen!-
-¡Ho, ho, ho! ¡Yo agradezco eso! ¡Sino pasaría en la lista de chicos malos!- dijo carcajeándose Norte, el siempre fue muy picaflor en su tiempo de vivo.
-Entonces ¿Qué ha ocurrido con la caja de Bunny? Si no importa que le pase ¡No tiene nada!-exclame incrédulo, alzándome de hombros, pero luego sentí un golpe de Bunny.
-¡No trates así a mi caja!- me gruño
-Bueno, Jack, pues…ha sucedido un milagro- note como la mirada de Granny se iluminaba con esas palabras, y su sonrisa cambiaba, con apenas un leve movimiento, de una juguetona a un dulce y pacífica-
-¿Un milagro?- inquirimos
-Hace ya… ¿Dos días? ¡Sí, dos días! Hubo un cambio en la caja de Bunny. De no tener nada, paso a tener ¡Un enorme chocolate de corazón llenándola con pasión!- expuso soñadora, elevándose unos cuantos metros del suelo.
-¡¡¡¿Qué?!!- los gritos fueron de distintos matices. Norte, ronco y ruso, el mío grave y a la vez agudo, a Sandy le saltaron fuegos artificiales de la cabeza, Bunny gruño y volvió a hacerse ovillo, y bueno, Tooth fue a chillar emocionada con Granny, uniendo sus manos y dando vueltas en el aire.
Bajaron. Y con una gran sonrisa Granny comento- Y ayer ¡Ya el nombre del amor de Bunny salía escrito!- nuevamente gritos y chillidos.