Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Habitación contigua por Claude Gachapoid Utatane

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bueno, antes que nada debo decir que no solo es yuri, tendrá yaoi también, ambas parejas con historia y protagonismo. 

No soy muy bueno escribiendo, así que discúlpenme si tengo fallas, como he decididio narrarlo en primera persona y no creo poder cambiar de narrador tan fácilmente, escribiré el nombe del narrador, ya sea Len, Gumi, Rin, Lenka, Kaiko, Kaito, Akaito, Gachapoid, Gakupo, Gumiya u Oliver (sé que son demasiados, pero ya verán que la historia es buena, o eso creo yo).

Notas del capitulo:

Bueno, comenzaré con el yaoi, quizá parezca en los primeros capítulos que no existe mucho amor, pero se pondrá mejor, solo espero no se aburran...

Len Kagamine

Corro el cerrojo que me impide llegar al desván y cruzo la puerta, ahí, el depósito de agua reposa imperturbable en la obscuridad. A tientas, logro encontrar el apagador. El lugar cobra vida con un chirrido, ahora, me doy cuanta al fin de la telaraña que se cierne sobre mi cabeza; la aparto con un gesto de molestia y sin más reparos comienzo a apilar cajas, una sobre otra, esperando que, dentro de ellas, ningún objeto de valor pueda resquebrajarse. Una vez listas, subo a ellas a manera de escaleras, y asiándome del agujero de un ladrillo salido logro entrar por la estrecha trampilla en el raído techo.

El lugar es obscuro como un túnel largo con una pared de ladrillos a un lado y un tejado inclinado al otro, y en el tejado hay pequeños retazos de luz entre las tejas de madera. El túnel no tiene suelo: hay que pisar de viga en viga, estas están separadas únicamente por un trozo de yeso.

He acondicionado "El escondite" para transitar mejor en él; este me pertenece, nadie más lo visita. Entre viga y viga, he colocado tablones de madera, mantienen cierta distancia, pues si el peso fuera demasiado las vigas no lo resisitirían; he fijado también los puntos exactos en que termina la habitación, ahí he colocado un trozo de madera, a manera de puerta; en la esquina, un pequeño puff decorado adorna la habitación; como toque final, latas de refresco vacías y pegajosos pañuelos reposan sobre el suelo. Me repito que debo limpiarlas y segundos más tarde lo olvido, es cosa de diario.

Estar ahí me hace sentir en paz.

Hoy no cambia nada, el aire helado se cuela por las tejas pegándome en el rostro, pero curiosamente, lo disfruto. Me mantengo así, capturando el frescor del viento, silencioso, sin inmutarme siquiera ante su abrazadora fuerza; siento el viento llevarse mis problemas, como un ángel que desea ayudarme.

-¡Anda, está helando! -escucho una voz al otro lado del tablón de madera-. ¿Tienes frío, James?

Espero una respuesta. Nada.

-Tenía razón, James, la chaqueta no es suficiente -lo escucho reír-. ¡Anda!, que ni cantar puedes por el frío.

"¿Una chica? No, su voz es dulce, pero no es propia de una mujer, ¿un niño?", pienso. Luego, escucho una repetición de golpes contra las vigas, al otro lado de la improvisada puerta de tablones.

-¿Quién eres? -digo por fin.

Silencio.

-¡¿Quién eres?! -repito, aumentando la intensidad de mi voz. 

-Mi nombre es Oliver -responde con entonación vacilante-. ¿Eres un fantasma? Por favor, hazme lo que quieras, pero deja a James. 

-No soy un fantasma -prosigo-. Mi nombre es Len Kagamine, y este es mi escondite. ¿Quién es James?

-Mi mejor amigo -dice el con seguridad-. Él es mi mejor amigo.

-Que hable -digo en tono neutral.

-No puede hablar -responde tras una gran pausa-. Es un pajarillo, un jilguero.

Oliver

Estoy perdido. Mi aventura no ha podido ir mejor, he descubierto un pasadizo al otro lado de casa, quizá, me conduzca a un sitio distinto a cualquier otro mundo. El problema ahora se centra en regresar a casa. El banco que me ha ayudado a subir se ha desplomado al rozar con mi tobillo. Estoy atrapado, y James también lo está. 

Sin esperanzas, saltando de viga en viga, avanzo por el claustrofóbico pasillo. Ha comenzado a helar, y James se ha escondido bajo mi chaqueta; me alegra tenerlo a mi lado, al menos así el silencio sepulcral no resulta tan malo. 

Tres habitaciones más allá, lo que parece una puerta se alza imponente ante mí. He perdido el miedo, James necesitará con quien conversar. 

Guardo el aliento entre mis manos para guardar el calor, pero no es suficiente. El frío me obliga a moverme. Comienzo a zapatear contra la frágil viga, me cuestiono entonces si la roída madera podrá soportarme. 

-¿Quién eres?

Eco. La voz de un fantasma.

-¡¿Quién eres?!

-Mi nombre es Oliver -vacilo antes de hablar-. ¿Eres un fantasma? Por favor, hazme lo que quieras, pero deja James.

-No soy un fantasma -dice la voz, pero no le creo-. Mi nombre es Len Kagamine, y este es mi escondite. ¿Quién es James?

-Mi mejor amigo -digo yo, sintiendo orgullo-. Él es mi mejor amigo.

-Que hable -ordena la voz, tan gélida como el viento invernal.

No puede hablar -respondo-. Es un pajarillo, un jilguero.

La puerta se abre.

Tras ella, un joven me dedica una mirada penetrante; puedo sentir su calor, sin embargo, es tan pálido que pareciera ser un difunto.

-¿Cómo llegaste aquí? -dice, interrumpiendo el silencio.

-Soy un aventurero, es por eso, me he adentrado más allá de mi hogar, y ahora, me es imposible regresar -respondo más serio de lo que mis planes marcaban-. La verdad, el banquito por el que subí se ha caído. Tengo miedo.

Él suspira; coloca el gran tablón de nuevo en su sitio y, dándome la mano, me conduce a un estrecho agujero, similar a por donde yo había entrado. Entonces, tragando mi miedo, desciendo a brincos la escalinata de cartón; él me sigue de cerca, callado, sin ningún gesto de molestia, pero tampoco de felicidad.

-Todas las viviendas de aquí son iguales -él es el primero en romper el silencio-. Sal por la puerta principal, luego, ve a tu casa.

Sin reclamar, le obedezco. Mi aventura se termina, por el día de hoy.

Notas finales:

Espero no se hayan aburrido y manden Reviews, en verdad sería agradable...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).