Incomodo, realmente incomodo. Estaba aun un poco aturdido cuando nos colocamos en la plataforma, y cuando empezó Stranger se me había olvidado la letra, por suerte no resbale cuando bajé las escaleras. Pero cuando empecé a cantar ese sentimiento se hizo presente. No podía articular ni una palabra bien por el simple hecho de que notaba las miradas de ambos en la nuca.
No era el mejor bailarín de SHINee y, aunque mi esfuerzo por mejorar había dado sus frutos, los constantes tropiezos y las sonrisitas de disculpa encima del escenario, no se habían manifestado en su total plenitud hasta ahora.
Mis músculos no se cansaban simplemente porque no me estaba esforzando al máximo y se notaba.
Acabo Stranger y me puse a en posición para empezar Sherlock, pero me caté de que mis compañeros no hacían lo mismo.
Me sentí un poco estúpido al darme cuenta de que estaba de espaldas al público mientras los cuatro restantes estaban al borde del escenario uno al lado del otro de cara a las fans que reían ante mi despiste. Corregí mi posición un par de veces antes de que Jonghyun me cogiera de los hombros y me pusiera a su lado. Me estremecí ante el contacto, el me sonreía, tal vez en lo más profundo de su mente ahora mismo se estaría llevando a cabo la planificación de un malvado plan para acabar conmigo.
Esperaba algún micrófono de mano para empezar a hablar, pero no llego a mí, se quedó a mi lado, en las manos de Minho. Me sorprendió, yo era el líder del grupo y al estar en un evento de esa clase tendría que hablar yo, bueno eso es lo que siempre hacíamos, pero la lucidez mental que me llegaba algunas veces me mostró que si me hubieran entregado el micrófono a mí, no hubiese sabido que decir, no había preparado nada y tampoco estaba muy seguro de para que era ese evento.
Me enteré de algunas frases pero en general estuve más nervioso por la presencia de Jonghyun que comentaba entre risas algunas palabras de Minho.
-Y ahora espero que disfruten de Sherlock- Concluyo, devolvió el micrófono.
-Onew...- Me di cuenta de que me había quedado empanado mirando a la nada.
Jonghyun me sonreía mientras me empujaba levemente hasta llevarme a mi sitio y ponerse de espaldas a mí, frente a Key. Me puse nervioso, podrían estar planeando mi muerte.
-¿Te encuentras bien?- Su voz sonaba preocupada, no quería meterme en conversaciones ajenas, pero lo hice de manera inconsciente- ¿Me estas escuchando?- No quería que discutiera con Key- ¿Onew?
Pegue un respingo, Taemin se rio.
-No sabía que estabas hablando conmigo- Note como sus hombros se sacudían mientras reía, yo solo podía ver a un Taemin maquillado que parecía divertirse con nuestra conversación.
-Pues estoy hablando contigo...
-Ya lo sabemos...- Contestó Key justo cuando empezaron las primeras notas del tema.
Minho empezó a recitar las palabras que habían dado paso a nuestros primeros movimientos.
Esta vez mi voz salió más clara y entendible, a pesar de las miradas que cruzaba con Key y Jonghyun, hacían temblar mis piernas.
Una gran ola de aplausos inundo el recinto cuando la coreografía concluyo, oí nuestro nombre, el nombre del grupo. Nos despedimos con grandes sonrisas fingidas, por lo menos de mi parte, hicimos algunas reverencias para nuestras fans y sacudimos las manos en alto para las que se encontraban más apartadas del escenario. Justo nos pillo casi la hora de comer, el calor era insoportable, aunque corría una suave brisilla.
-Woow, ha estado genial- Taemin saltaba con energía, que una vez mas no supe de donde había salido.
-Lo habéis hecho muy bien, buen trabajo- No supe de donde me había salido eso, pero los cuatro se pararon en el pasillo y se giraron a verme.
Los cuatro con cara de sorpresa y estupefacción, al segundo cambiaron, Key se sonrojo, lo que me hizo desviar la mirada, Jonghyun me sonreía, lo que hizo que desviara la mirada de nuevo, Minho abrazaba a Taemin por la espalda mientras este asentía con entusiasmo.
Todos felices y contentos, sin preocupaciones ni complicaciones... Ya claro. Ojala.
Seguimos caminando por el pasillo, quería quitarme de una vez la ropa que ya empezaba a pegarse a mi cuerpo debido al sudor.
-Minho y yo volvemos ahora...- Me gire a ver al pequeño, que con semblante serio se despedía con la mano, Minho no estaba.
Vi al maknae desaparecer por el pasillo contiguo, me encogí de hombros e hice ademan de entrar en el vestuario bajo las atentas miradas de los dos restantes, entraron detrás de mí y yo solo avance hasta un rincón y me quedé de espaldas. No quise darme la vuelta por si me encontraba de nuevo el cuerpo delgado de Key o la mirada extraña de Jonghyun.
No pude quitarme nada del cuerpo, me sentía demasiado incomodo, sequé mis manos sudadas en mis pantalones y sin dirigir miradas a los lados salí de allí echando leches.
Trague costosamente después de cerrar la puerta y caminé pasillo arriba, pasillo a abajo, me estaba volviendo loco.
Cuando creí que el edificio se me caería encima oí un gemido, un gemido grave e intenso que acababa en un largo suspiro, como supe enseguida de quien era me quede unos segundos aturdido, me puse la mano en la cara, tapando mis ojos y a tientas busque el lugar exacto donde esos dos hacían lo que dios sabe y yo no quería admitir.
Se oyó otro más fuerte, pero el de esta vez era diferente, era un gemido ronco con chasqueos de lengua y respiración entrecortada.
Separe dos de mis dedos dejando a uno de mis ojos analizar la habitación a la que me habían llevado esos gemidos. Minho, tirado en el suelo, sudaba horrores mientras que Taemin sujetaba su pierna y la doblaba contra su pecho, el alto palmeaba el suelo mientras reprimía más de esos gemidos, que parecían gritos de dolor. Taemin concluyo volviendo a estirar la pierna del moreno, que bufo hinchando sus mejillas y cerrando con fuerza sus ojos.
Me quité la mano de los ojos cuando pude ver los pantalones en su sitio y los cinturones bien abrochados.
-Ehh... ¿Qué pasa? - Ambos se sorprendieron.
Taemin dejó suavemente la pierna de su novio en el suelo y este se incorporó, el pequeño no me quitaba la vista de encima, su cabeza estaba ligeramente agachada al igual que sus hombros, se sentía como si lo hubiese pillado haciendo algo ilegal.
-¿Qué pasa?- La curiosidad aumentaba por momentos
-Nada importante hyung- Recalcó Minho golpeando el suelo con el pie- Me dio un tirón antes... Y Tae me estaba ayudando a deshacerme del dolor.
Me caté de como Taemin rehuía mi mirada escondiéndose parcialmente detrás de su novio que cojeaba un poco al andar con un pie en puntillas. Ambos salieron de aquella habitación con sofás totalmente vacía. Me quede allí paralizado pensando en lo que acababa de ver. Había visto, sentido y sufrido algo, bastante, con otras dos personas, aunque empecé tarde ahora tenía la experiencia mínima para saber si una persona me estaba mintiendo y ocultaba algo.
-¿Tu también Minho?
Cuando bajamos del auto en el aparcamiento del piso, aun teníamos todos el pelo mojado, menos Key, que se lo había secado a conciencia. Taemin y Minho salieron corriendo, más o menos, hacia el ascensor que subía a la planta, seguidos por Key que parecía dudar entre sí acercarse a mí o seguir su camino. Al final optó por lo primero, caminó junto a mí el trozo del coche al ascensor, mentiría si dijera que estaba cómodo, sus ojos felinos no dejaban de pasearse de arriba a abajo de mi cuerpo.
-Onew- Me paré al escuchar la voz grave de Jonghyun.
El de los ojos felinos y el de los ojos de cachorro se miraron unos segundos, conversando con la mirada, fruncían el entrecejo, hacían muecas con las comisuras de los labios, pero aun así no podía descifrar ese código. Al final de la larga lucha el más joven giró la cabeza, altivo y se dirigió a los ascensores que acababa de perder así que indignado apretó uno de los botones.
-¿Comemos juntos?- Mis pequeños ojos se abrieron de golpe, noté mis piernas temblando de nuevo.
Busque con la mirada algo o alguien que pudiera servirme de ayuda, pero estábamos los dos solos y algunos coches de vecinos, de los que obviamente no tenía las llaves, pensé rápido.
-No puedo, sabes que me tengo que ocupar de todo- Exageré moviendo las manos- Y después esta Key, tengo que controlarlo- Cuando su rostro se crispó supe que había usado una escusa un poco estúpida y suicida.
Me encogí e inconscientemente me protegí la entrepierna con las manos. Sabía que estaba muerto.
-Y...- Intenté arreglarlo pero las palabras no salían- Vale... Lo que tú quieras, vámonos.
Sonrió de nuevo, con esa sonrisa humilde y hermosa, me cogió la mano y tiró de mí. El corazón empezó a darme golpes en el pecho pero se sentía bien, tal vez acabaría poco tiempo después o tal vez duraría mucho.
Conseguimos que el manager aprovechando el viaje a la compañía, nos llevara a un lugar desconocido para mí pero que a Jonghyun le encantaba.
No nos miramos ni nos hablamos durante el viaje que se hizo más largo de lo que pensaba, llegando a hacer que el manager refunfuñara cuarenta y cinco minutos exactos
Lo que tardamos en desviarnos de las calles de Seúl a un lugar más cálido y abierto. Con casitas esparcidas de aquí para allá Y un hermoso río surcando en una leve ese todo ese terreno.
Bajamos del auto casi obligados, nos despedimos de quien conducía con un “hasta luego” pero no pareció muy convencido.
La vista era hermosa, pequeños patitos nadaban en el agua clara del río, decorado por algunas plantas de las que desconocía el nombre, marcando la ruta del agua. El.sol de mediodía, caliente y brillante reflejaba en el agua y hacia destellar las ondulaciones que habían en esa corriente, un pequeño puente de madera, algo viejo, se alzaba sobre unas vigas de madera cubiertas hermosamente de moho.
-¿Te gusta?- Jonghyun se situó a mi lado
-Es precioso, no sabía que existía este lugar- Aun no cabía en mi asombro
-Vengo aquí cuando intento relajarme y des estresarme, por la noche es incluso más hermoso- Le miré tímidamente, intentando que no captara mi mirada, sus ojos brillaban.
- Ahora sé a dónde vas todas las noches- El se rio
-Sí, más o menos...
-¿Y por qué me has traído aquí?- Me imagine que tiraría mi cadáver al rio para deshacerse de él.
-Una cita...- El seguía sonriendo.
-¿Una qué?- Creí haber entendido cita, y realmente pensé que había escuchado mal.
-Cita- Cerró los ojos cuando ensanchó aun mas aquella sonrisa de dientes perfectos.
Yo me dediqué a atragantarme con mi propia saliva, el palmeó mi espalda mientras soltaba una pequeña risita. Se situó detrás de mí, colocó sus manos en mis caderas, gesto que me hizo saltar, y me empujó hacia el pequeño puente. Subí rápidamente las escaleras que daban paso a la pasarela de madera oscura. El viento movía ligeramente mi cabello mojado, un poco más largo que el de Jonghyun que solo se ondulaba en las partes más altas ¡¿Por qué le estaba mirando el pelo?!
Se dio cuenta del detalle y yo solo tuve que darme la vuelta de nuevo. El paisaje desde allí arriba era aun más hermoso si cabía, había algunos pájaros que cruzaban el cielo entre las pocas nubes blancas que había.
Mentiría si dijera que no estaba nervioso, mis dedos no podían quedarse quietos y tropezaba a los dos pasos. Tampoco tenía nada que decir y no podía dejar de rascarme la nuca sin parar, y todo por la presencia que me erizaba los cabellos de la nuca. Hoy definitivamente moriría.
El cruce se hizo eterno y por fin llegamos al otro lado del rio, una fila larga de casitas se extendía en toda la extensión paralela al rio, pero me llamo la atención que en una de ellas se abría una terraza a la luz del sol, tan simple que resultaba encantadora y le daba al resto del lugar un toque pintoresco.
Jonghyun me empujó de nuevo hasta el pequeño establecimiento, me caté del cartel en un borde de la fachada, restaurante, ponía.
¿Íbamos a comer en ese lugar? Pestañeé varias veces y vi como una chica de alta estatura y largos cabellos negros recibía a mi amigo con una sonrisa. Me cansé de repente, no supe si podría soportar los coqueteos insistentes de aquella camarera. La misma que nos sentó en la terraza, nos trajo algo de picar y nos pregunto por la bebida.
Mientras esperábamos Jonghyun se puso a parlotear, pero yo solo pude ver como sus gruesos labios se movían sin parar.
-Aquí no vive mucha gente- Se dejó caer sobre el respaldo- Y este es un negocio pequeño de comida casera, seguro que nadie nos reconocerá- Asentí simplemente, sus pestañas azotadas por el suave sol dibujaban largas sombras sobre sus angulosos pómulos- ¿Tengo algo en la cara?- Me sobresalté
-¿Eh? Eh, no...
-Por favor dime algo- Esos ojos de nuevo- Estas muy callado y me estas preocupando...
-Eh, lo siento- Solo atiné a decir esas palabras- Esto es muy bonito- Sonrió con algo de tristeza.
-¿Que te ocurre?- Apoyó sus codos en la mesa- Sabes que me lo puedes decir.
¿Que que me pasaba? Era algo tan largo y tan humillante que tuve ganas de llorar, apreté mis puños en las rodillas y mis labios formaron una perfecta línea.
No podía decirle que Key me había besado, no podía decirle que el que le gustaba era yo no él.
-Kibum me está mintiendo, Taemin parece estar enfermo y sospecho que Minho también tiene problemas.
-¿Has intentado hablar con ellos?- Su tono de voz sugirió una novedad, pero puse cara de “lo intente”- ¿Y qué te dicen?
-Todos están perfectamente bien, algo que sienta mal, no duerme bien o es un simple tirón- Le mire expectante a que dijera algo- ¿Sabes algo?- Negó con la cabeza y yo suspiré.
No tardaron en traernos los grandes platos de espaguetis con tomate que habíamos pedido, me pregunte por un momento si aquellos tres estarían comiendo bien, bueno, sabía que dos de ellos estarían comiéndose la boca y el otro simplemente no tenía ni idea.
Abrí la boca para meterme la gran bola de espaguetis que había conseguido formar. Mastiqué lentamente y saboreé ese sabor de muy lejos de aquí, sabia a pueblo, a libertad y a tomate. Había cerrado los ojos para centrarme plenamente en esa delicia.
-Besaste a Key- Abrí los ojos de golpe, encontrándome el rostro impasible de Jonghyun, casi se me salieron los espaguetis por la nariz.
Tragué rápido para explicarme antes de que decidiera clavarme el cuchillo que tenía a su lado y poder morir en paz.
-No le bese, él me beso a mi- Intenté justificarme con la comida en la garganta- Intentaba encontrar las palabras para decirle que gustabas de él, pero el simplemente se me lanzó.
-Vale...
-Juro que no fue culpa mía...
-Entiendo...
-Yo no...¿Entiendes?
-Sí, dudas aclaradas
-¿Entonces no estás enfadado?- Mi voz se agudizó.
-No ¿Por qué?- Emití un sonidito ahogado con la boca abierta.
-Por nada...- Recé para que se hubiese acabado la conversación.
-No debí haberte metido...
-Exacto, gracias por la comprensión- Ironice- Ahora como le explico yo a Key que no es él quien me gusta- No fui consciente de lo que había dicho hasta que dejó de comer y me miró.
-¿Quien te gusta?- Me interrogó.
-Nadie- Regateé, sonrió y volvió de nuevo a su plato.
Su pelo ya se había secado, mientras que el mío aun tenía algunos mechones húmedos.
-Kibum es un egoísta- Sus palabras me pillaron desprevenido.
-¿Cómo?- No supe porque me quedé paralizado en la silla, si por sus palabras o por su imponente planta levantándose y rodeando la mesa para llegar a mi lado.
-Tendré que hablar con él- Dijo al estar ya justo a mi izquierda.
Vi como su mano se levantaba lentamente hasta colocarse en mi barbilla, la acarició suavemente unos segundos, los suficientes para que ese gesto junto con esos ojos marrones oscuros me hipnotizaran.
Cuando acercó su cara a la mía yo solo pude sonrojarme y dejar de respirar. Rozó su nariz contra la mía, miro a ambos lados y destruyo la distancia que nos separaba. Yo abrí la boca, para recibir sus labios de una forma dulce como los rayos del sol que calentaban nuestros rostros. Realmente sentía que moriría.