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El deber de un líder por ShinyOdaya

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Notas del capitulo:

*_* *_* Llora de emocion...

Nunca en el tiempo que llevo con mis fics, nunca habia recibido tantos reviews. Estuve en shock como 25 minutos O_O muchisimas gracias ^^

Me dio ternurilla porque era el capitulo 10 y habian 10 reviews xD 

Bueno les dejo leer ^^

La dulce sensación de tener esos labios contra los míos mientras se abrían y se cerraban con total coordinación, sin dejar ningún hueco de aire entre ellos, encajando perfectamente, me estaba volviendo loco.

 

A diferencia de la sensación de parálisis que me produjo el beso de Kibum, Jonghyun me encendía de una manera que nunca pude imaginar, moviéndome con soltura sobre su boca, con necesidad, saboreando cada rincón, chasqueando nuestras lenguas.

 

Me levanté de la silla haciendo que Jonghyun se incorporara y se intensificara el beso, no supe qué hacer con mis manos así que apreté el bajo de su camiseta.

 

Suspiré sobre sus labios cuando noté sus manos en mi cuello, atrayéndome hacia él.

 

Nuestras bocas se separaron en un sonido exquisito por la falta de aire. Le miré unos segundos, embriagado por su tierna mirada y sus ahora rosados labios.

 

Fui consciente de lo que había pasado y me separé todo lo que pude de él, llegando a tropezar con la silla que había dejado a mi espalda.

 

-¿Qué haces?- Mi voz sonó temblorosa y casi inexistente, Jonghyun amaba a Key, el mismo me lo había dicho.

 

Me miró sin entender lo que intentaba decirle, sus labios levemente colorados estaban abiertos, dejando escapar su respiración deliciosa. Sacudí la cabeza y él se tensó por mi exagerado movimiento.

 

-Tú estás enamorado de Key- Intentaba ordenar ideas- Pero acabas de...- Cogí aire y lo solté sin decir nada.

 

-¿Sorprendido?- Dio la vuelta a la mesa y sacó dinero del bolsillo, lo dejó bien acomodado al costado de los platos.

 

Si estaba jugando conmigo era la cosa más cruel y despiadada de todas, y me daba cosquilleos en el estomago saber por qué pensaba así. Ai madre. Corrí unos pasos hasta llegar hasta él, que había adelantado por las calles.

 

¿Por qué me habría besado? ¿Se estaría burlando de mí? Pero ese beso, roce mis labios sin pensar, ese beso había sido demasiado real y sincero. Me estaba volviendo loco de nuevo.

 

 

 

La vuelta al dormitorio fue un tanto de miradas de duda por mi parte y un sueño profundo de la suya. Nuestro manager había aceptado de nuevo a llevarnos de vuelta al dorm con la condición de que al día siguiente lo dejáramos en paz. Aceptamos de inmediato, solamente habría algunas actividades individuales.

 

Nos dejó en la puerta y aceleré a entrar y subir por las escaleras, no quería compartir el ascensor con el que se había reído de mí. Para mi sorpresa me siguió casi pisándome los talones y llamándome repetidas veces, por mi nombre y por mí apodo, de una forma dulce y necesitada. Decidí que lo mejor sería enterrarme bajo las sabanas pero había algo creciendo en mi pecho, algo difícil de soportar y muy grande.

 

Irrumpí en el salón y busqué con la mirada, los tres hombrecitos salieron disparados ante tal escándalo.

 

-¿Qué pasa?- Minho parecía alterado.

 

Paseé la mirada, necesitaba soltarlo, y sería demasiado precipitado gritarlo por el edificio. Los tres chicos me miraban expectantes a que dijera o pasara algo. Noté como Jonghyun cruzaba la puerta a mis espaldas.

 

Minho, Taemin, Key, Minho, Taemin, Key. Estaba claro que a Key no podía contarle nada, y Minho se pondría hecho una furia y acabaríamos gritándonos.

 

-Onew...- Oí a mis espaldas

 

-¡Tú!- El más pequeño pegó un saltito cuando le señale- ¡Conmigo, ahora!

 

El pequeño se levantó alarmado y me siguió por los pasillos, dejé que me pasara y me coloqué a sus espaldas. Ignorando las llamadas le obligué a meterse en mi cuarto con un empujón.

 

-Siéntate- Me odiaba por hablarle así a Taemin, pero la desesperación estaba pudiendo conmigo.

 

-Hyung cálmate- Se había sentado al borde de mi cama y apretaba los puños a sus costados.

 

Calmarme, era una idea tan lejana.

 

-Intenta respirar y dime lo que te pasa de una vez- Le miré unos segundos, probablemente si yo les hubiera dicho esas palabras antes, la mayoría de problemas que tenia ahora se habrían disipado o simplemente no existirían.

 

Suspire y empecé a mover mis manos exageradamente intentando explicarme, pero el ceño fruncido de Taemin reflejaba que mas que ser coherente estaba haciendo el estúpido. Paré de moverme y me apoyé en la puerta a mis espaldas. Estaba seguro de que aquel niño, que ya parecía mas un hombre, podía ayudarme, de todas maneras él había pasado por algo parecido.

 

-Creo que estoy enamorado de Jonghyun- Taemin parpadeó dos veces antes de abrir la boca.

 

-¿Enamorado?- Enarcó una ceja.

 

-Bueno, me gusta, creo- Corregí

 

-Imposible, olvídalo- Y eso era lo que se llamaba animar al personal, versión Taemin

 

-¿Qué? ¿Por qué?

 

-Porque está enamorado de Key- Entonces recordé que no le había proporcionado un dato importante.

 

-Me ha besado- Eso el pequeño no se lo esperaba, se levantó de golpe y empezó a dar vueltas.

 

-Que fuerte...- No dejaba de murmurar esas dos palabras mientras se paseaba de arriba a abajo de la habitación, un par de vueltas dio antes de subirse a la cama y sentarse en el medio.

 

Las sabanas antes perfectamente alisadas habían quedado arrugadas y movidas del sitio. Mi gran obra del orden había sido destruida por el pequeño, suspire dejando caer mis hombros

 

-Lo sabia- Gritó por fin, y rio.

 

Básicamente le miré como si estuviera loco, realmente pensaba que lo estaba,  no dejaba de murmurar palabras sin sentido mientras su mano izquierda descansaba en su barbilla.

 

-¿Que sabias?- Mi voz sonó desesperada.

 

-Jonghyun siempre dijo que estaba enamorado de Key- Alzo sus manos al decir "enamorado" e hizo un tono de burla- Pero Minho me decía que era un simple capricho.

 

-¿Que quieres decir con eso?

 

-Que sabíamos que lo de Key seria una cosa pasajera- Me miró como si acabara de aclararme todas mis dudas.

 

-¿Y qué tengo que ver yo con eso?-  El rostro inocente de Taemin se crispo en una mueca de aburrimiento, me estaría llamando tonto de todas las formas que sabia y en todos los idiomas que conocía.

 

-Que probablemente- Hablaba despacio, como si yo fuera un niño al que le costaba entender las cosas- Se haya dado cuenta de tu presencia...

 

Iba a preguntar qué demonios se significaba eso de nuevo, y que dejara de hablarme tan filosóficamente, cuando sonaron algunos golpes en la puerta.

 

-Hyung el manager te busca- La voz de Minho sonó tras la puerta.

 

-¡Oh! ¡Ni un momento de tranquilidad!- Después me di cuenta de que había gritado.

 

Salí de la habitación y me tope con un Minho que ya estaba mirando a mis espaldas buscando al pequeño destroza camas, seguí el pasillo, que se me hizo más largo que de costumbre y salí al salón, tres personas estaban sentadas en la cocina. No podría ser que el manager hyung se hubiese enterado de todo y hubiera venido a arreglarlo, ¿O sí? De todas formas no era algo que pudiese arreglar él.

 

Me acerqué nervioso por dos de esas presencias que al sentirme cerca miraron en mi dirección, uno sonriente y el otro sonrojado.

 

-Bien muchachos ya podéis retiraros- Ambos se levantaron dejándome a mí el paso libre.  

 

Jonghyun se quedó parado en el límite de la cocina, le miré por unos segundos, preguntándole con la mirada algo que solo el podría contestar, pero negó con la cabeza.

 

-Mira Jinki, estaba a punto de salir del edificio cuando me llamaron del hospital- Tragué costosamente- Y me dijeron que fuera de inmediato, pensé en ir solo, pero luego me di cuenta de que eras tú el que debería ir a recoger esas pruebas- Jonghyun se acercó por mi espalda y me puso una mano en el hombro, la calidez de ese gesto me recorrió el cuerpo entero provocando que el vello de mi nuca se erizara.

 

-¿Puedo ir yo también?- El manager estudió unos segundos la propuesta por parte de Jonghyun.

 

-No creo que sea una buena idea- Dijo mientras negaba con la cabeza- Prefiero que te quedes aquí y les eches un ojo- Señaló con la cabeza a la quietud del salón.

 

-Por favor...- Seguramente nadie esperaba de mi parte aquel tono tan desgarradoramente suplicante- Deje que se venga- La mano que estaba situada en mi hombro me dio un pequeño apretón.

 

El hombre mayor se quedó mirándome unos segundos, para después suspirar.

 

-Está bien- Apreté mis puños, restringiendo la necesidad de gritar "¡toma!" porque eso sacaría muchas cosas a la luz- Os espero abajo en cinco minutos

 

Con esas últimas palabras se levanto y se dirigió a la puerta, cuando la cerró lo primero que hice fue girarme hacia Jonghyun que me observaba con una sonrisa preocupada.

 

-¿Por qué?

 

-Porque probablemente necesitaras apoyo- Algo me decía que era cierto y me preocupaba- Y quiero estar ahí contigo

 

Me sonrojé hasta las orejas, de una forma violenta y vergonzosa. Me levante de la silla y me quede a su altura.

 

-Gracias...-Nos estuvimos mirando unos segundos, sus ojos volaron a mis labios, pero antes de que llegara a ellos me separé- ¿Tienes que cambiarte o algo?- Negó con la cabeza- Pues espérame.

 

Me dirigí a mi habitación a buscar entre el montón de papeles situado en mi mesa. Abrí la puerta sin llamar, era mi habitación y se suponía que nadie además de mi debería estar ahí, pero me equivoque. Inspire hondo, haciéndome notar, y que los dos tortolos que se besaban recostados en mi cama salieran de allí pitando, pero pareció no surtir efecto.

 

-¡Dejar de deshacerme la cama!- Ambos me miraron sorprendidos- Fuera... En, tres, dos, uno...- Salieron corriendo como dos perritos asustados.

 

Una vez solo en mi habitación busqué esos papeles en la mesita de noche, lo encontré, ese papel que había firmado con mi puño y letra. Lo cogí y con suma delicadeza lo doble para metérmelo en el bolsillo de mi pantalón. Mire mi cama deshecha unos segundos y pase la mano para alisar las sabanas un poco, suspiré admirando el intento de arreglo, que no me había salido tan bien como pensaba. Salí al salón Jonghyun me esperaba apoyado en la puerta abierta.

 

-¡Adiós!- Grito el moreno antes de cerrar la puerta, no obtuvo contestación, demasiado ocupados.

 

Bajé las escaleras primero, seguido de cerca por Jonghyun hasta llegar de nuevo al aparcamiento, me sentí terriblemente pesado y el dolor de cabeza empezaba a hacerse presente, mis ojos escocían demasiado. A decir verdad solo tenía ganas de tirarme por un precipicio, para poder gritar fuerte y soltar las preocupaciones que no dejaban de aflorar por mi piel, pero, aun dudaba sobre si quería una cuerda y arnés para sujetarme.

 

-No estás bien- Jonghyun apoyo sus manos en mis antebrazos y los avaricio suavemente, temblé un poquito ante aquella muestra de apoyo- No vayas si no te sientes bien

 

-Estoy bien- Mentí, la verdad es que tenerlo al lado me hacía sentir un tanto seguro- Solo siento que sea lo que sea que ponga en esas pruebas va a ser malo.

 

Jonghyun abrió la puerta del auto y sin darme cuenta me empujó a los asientos traseros, el simple acto de su presencia me recordaba a que unas horas antes me había rendido a él, debilitándome ante sus ojos de cachorro hipnotizantes, me sonrojé, no sabía si intentaba ocultar alguna emoción, pero actuaba tan normal, como si realmente no hubiese pasado nada, y, eso me sacaba de quicio, aunque decidí que no era el momento ni el lugar para hablar sobre ello, sabía que tenía pendiente una conversación vergonzosa con el

 

Dejando a un manager confundido, el auto se puso en marcha de camino hacia el hospital.

 

-Solo tienes que recogerlas, si quieres después podemos leerlas juntos- Me miraba claramente intentando animarme, realmente le agradecía el esfuerzo, y simplemente le sonreí- Onew...

 

-¿Tu estas bien?- Me miro sorprendido ante mi repentina pregunta, pero después sonrió.

 

-Si

 

-¿Seguro? No me mientas tú también- Por lo menos no en este tema.

 

-Seguro

 

-¿Ni vómitos? ¿Ni mareos?- Negó con la cabeza- Ni escenitas extrañas con sesiones de estiramientos rarísimos ¿No?

 

Rió unos segundos, a su espalda se veían los edificios pasar con rapidez, calculaba que faltarían menos de diez minutos para llegar.

 

-No, tranquilo, estoy bien- Se giró apoyando su hombro en el respaldo- Nunca te mentiría- Y esas palabras fueron suficientes, eran las palabras que mas necesitaba oír- Estoy contigo en esto- Si no fuera porque el manager tosió anotando su presencia le hubiese besado, o tal vez solo abrazado, pero me podían las ganas de saber que era lo que pasaba por su cabecita respecto a mí.

 

-Deja de portarte así conmigo...

 

-¿Así como?- Lo sabía perfectamente y aun así me lo preguntaba, para reírse de mí.

 

 

 

Había ido dos veces al hospital en esta semana y me había sorprendido de igual manera, además de que no tuvimos mas remedio que entrar por la puerta llamando la atención, algunas fans se nos acercaron curiosas incluso al interior del hospital. "¿Oppa, os ocurre algo? ¿Estáis bien?" todo era asentir y intentar pasar de tema con una sonrisa y algunas disculpas.

 

Pasito a pasito recorrimos algunos pasillos. Estaba bien seguro de que si nos quedábamos quietos y callas se podrían escuchar mis latidos a todo volumen y eso me preocupaba.

 

Llegamos los tres a un pasillo que se me hacía muy familiar, el manager nos adelantó y toco a la puerta de color marrón claro con una plaquita blanquecina con el nombre del doctor que se supone que nos atendería. Abrió la puerta segundos después y saludo con una reverencia al doctor que se encontraba dentro. Me hizo un gesto para que pasara, estaba nervioso, me sentía como si me fueran a decir que me quedaban pocas semanas de vida. Asentí y giré la cabeza para mirar a Jonghyun, este solo me miraba a los ojos apoyándome completamente. Avanzó junto a mí pero el manager le paró.

 

-Espera fuera Jonghyun- Mí mano voló inconscientemente a la suya y él se aferró con fuerza.

 

-Tiene que acompañarme- El manager solo negó con la cabeza.

 

-No hace falta montar un numerito- Mire su pelo castaño y su tez morena- Te juro que me quedare pegado a la puerta, y cuando salgas estaré ahí.

 

-Pero Jong...- Acarició mis mejillas con sus pulgares y enrojecí de inmediato

 

-Vamos, cuanto antes las tengas antes saldrás- Fue corto, demasiado corto, un solo movimiento, pero apretó mis mofletes y beso mis labios, solo una decima de segundo.

 

Lo suficiente como para empezar a temblar y moquear. Rasqué la parte de atrás de mi pierna derecha con mi pie izquierdo, solo para mantenerme ocupado, no porque me picara.

 

-Haré como si no hubiera visto nada si entras aquí en cero coma- Me giré corriendo al escuchar la voz del manager casi en mi nuca y me precipité al despacho de tonos azules del doctor.

 

-Tú debes de ser Jinki- Corregí mi postura antes de que me señalara una silla de cuero ante su escritorio.

 

Se cerró la puerta a mi espalda y el manager se sentó a mi lado. Noté el ambiente demasiado cargado y la atmosfera me oprimía el pecho, mis dedos jugueteaban entre sí, yo simplemente no quería seguir viviendo. El doctor me miró unos segundos y comprendí, le di una utilidad a mis manos casi muertas y saqué de mi bolsillo el papel claramente firmado. Lo repasó un par de veces antes de dejarlo a un lado y teclear en su ordenador.

 

Mire al manager, que se mantenía con su postura recta y serena, yo temblaba como un flan y me sentía intimidado por los miles de diplomas que habían colgados en esas paredes.

 

El hombre de bata blanca barbudo se giró unos segundos y volvió a dirigirme la mirada con cinco cartillas en las manos. Las puso suavemente en la mesa y espero.

 

-Esto es todo lo que hemos podido obtener con las pruebas- Justo sus dedos y dejó caer sus gafas hasta la punta de su nariz- Niveles, peso…- Dejé de escucharle, vi como el adulto que me acompañaba empujaba las cartillas hacia mí.

 

-Pégales un vistazo rápido, ya las analizaremos bien a fondo en casa- Las envolví con mis manos y miré el nombre que lideraba a todas las demás.

 

Lee Jinki

 

-Preferiría que las analizáramos juntos- El manager confundido unos segundos asintió.

 

Sin pensarlo dirigí la vista de nuevo a aquellas carpetas, tan frágiles y suaves entre mis manos, dejé la primera con mi nombre a un lado, sin ni siquiera abrirla ni calculé su peso y me centré en la segunda.

 

Kim Jonghyun.

 

No sabía si podía hacerlo yo solo, creer que al abrir esa cartilla podría averiguar algo malo o que nos destrozaría la vida me hacia entrar ganas de llorar. Bueno, pues  no lo sabría de momento, por que el doctor me la quitó de las manos.

 

-Las que me interesan son estas tres…- Y puso las tres restantes una al lado de la otra.

 

Kim Kibum, Choi Minho, Lee Taemin.

 

-Lo que me preocupa de este chico- Señalo la primera carpeta y la abrió- Es el peso, un hombre de su edad no debería pesar tan poco- Tragué, esperando a que soltara de una vez lo que le pasaba a Key- Si bajara más de peso abría que ingresarle en el hospital

 

-No, eso es imposible- Mi manager interrumpió- Hay muchas actividades y trabajo…

 

-Pues, necesitamos encontrar el motivo, no creo que sea algo psicológico- Pausó- ¿Habéis notado algo extraño en él?- Automáticamente ambos me miraron.

 

-V-vomita mucho y no come, bueno el dice que si…

 

-Entiendo- Tecleó en su ordenador- Si no es mucho pedir me gustaría hacerle más pruebas, en principio una gastroscopia, para descartar problemas graves.

 

-¿Está seguro de que el problema está en el estomago?- Esa no era exactamente en mi voz.

 

-Sí, la verdad es que no muestra síntomas de desordenes alimenticios, pero eran solo pruebas superficiales, por eso necesito la gastroscopia- El manager asintió.

 

El doctor cerró la carpeta de Key aun con mis dudas bailando de un lado a otro y abrió la siguiente, las radiografías se extendieron por la mesa y acto seguido millones de papeles con cosas que no entendía explicando cosas que no llegaba a ver.

 

-Choi Minho- Sonrió- Lo único que necesita este chico es cuidado, descanso y rehabilitación.

 

-No le entiendo

 

-Lesiones pasadas- Señalo algunas radiografías todas de la pierna derecha de Minho- Esguinces y roturas mal curados- Dejé escapar el aire- Debido a eso, los músculos trabajan el doble- A eso venia esa escenita- Ese chico es muy fuerte, si se sobre esfuerza deben de dolerle- De improvisto mis piernas empezaron a dolerme- De momento puede ir apaciguando el dolor con masajes lentos que relajen la zona afectada- Sacó una hoja de la carpeta- Les he recetado este medicamento- Señalo un nombre en aquel papel- Es una crema, si se le aplica el masaje con el medicamento lo pasará mejor, en lo demás solo podemos confiar en los fisioterapeutas- Sonrió.

 

Ya no sabía cómo sentarme, la cabeza me daba vueltas y temía caer desmayado en cualquier momento, sabía que aun faltaba otra pésima noticia y mis ojos ya escocían.

 

-Por ultimo- Dijo mientras recogía la cartilla de Minho- Lee Taemin, este chico me preocupa- Me aferré a los reposabrazos- Los niveles están muy por debajo de la media…- Señalo una lista de vitaminas, calcio, hierro, azúcar, con un montón de flechas rojas- ¿Come bien?

 

-Sí, él si…

 

-¿Descansa?

 

-No muy bien…- Las lágrimas habían empezado a resbalar por mis mejillas, me tendió un pañuelo.

 

-Esto debería haberle costado algún que otro desvanecimiento- Asentí- Le daré una cita con el psicólogo del hospital- Intentaba gastar todas mis fuerzas emocionales en escucharle y entenderle, tal vez si fuera al grano…- Tal vez detrás de este problema si que allá algo personal, si se consigue que hable con ustedes no hará falta ningún médico

 

Me sujeté la frente con la mano derecha mientras la otra estaba demasiado ocupada secando mis lágrimas.

 

-De momento también les recetaré un somnífero para que descanse por las noches.

 

Asentí de nuevo sintiendo mis fuerzas caer, esos chicos, mis amigos, mis protegidos, están sufriendo de esa manera, y yo, no he sido capaz de darme cuenta de nada...

 

-¿Algo mas doctor?

 

-No, es todo, Kim Jonghyun, está bien, solo es trabajo lo que se le nota…- Sonreí al escuchar una noticia buena por una vez- Y tu Jinki…

 

-Él también está bien…- Me cogió del hombro y tiró de mi para levantarme, estampó las fichas contra mi pecho y abrió la puerta antes de despedirse.

 

-Llamaré para concretar fechas

 

-De acuerdo

 

Me obligué a parar de llorar, a partir de ahora sería diferente, actuando todo el día hasta llegar a casa y solo poder mirarlos con pena y tristeza. Sequé las últimas lágrimas con mi mano libre y salí de allí sin despedirme. El pasillo se me dobló de repente no supe si me podía mantener de pie mucho tiempo más. Cuando noté ese calor de nuevo, ese calor que me demostraba que no estaba solo en esto, que él estaba allí como me había dicho. Mis lagrimas volvieron a  atacarme, dejando paso a los sollozos que habían estado guardados durante mucho tiempo, mojando su pecho, rodeado por sus brazos. 

Notas finales:

Aun faltan cosas por aclarar, lo se, y se que quieren matarme, tambien lo se... Okno xD 

Dejen un hermoso review *_* 

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PD: No tardee xD


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