Con la rapidez que me permitieron mis piernas llegé al lado del rubio y con toda la fuerza que pude reunir pasé su brazo tras mi cuello y le levanté. Quise darme prisa, pero la debilidad del cuerpo que cargaba era un punto en contra, por lo que no pude impedir que vomitara de nuevo en el pasillo.
-¡Key!- El maknae no dejaba de llorar y eso era otro punto en contra.
-¡Taemin a tu cuarto!- Le ordené pero él siguió parado ahí con las manos en la boca
-Pero…
-¡He dicho que a tu cuarto!- El castaño salió corriendo en dirección al pasillo y cuando escuche el portazo, supe que se había encerrado, pero se le oía llorar a gritos.
-No… deberías tratarle así…
-Tu mejor calladito… -Le espeté al rubio.
Arrastré a Key por el pasillo hasta el baño y le dejé caer suavemente cerca del inodoro, le vi aferrarse a la porcelana blanca como si fuera su única fuente de vida y vomitar como si no existiera mañana, temía que se ahogase, de seguro que se marearía.
Me dejé caer apoyándome en la fría baldosa de la pared, ahora mi mente no estaba pensando en lo mucho que tendría que limpiar ni en las explicaciones que tendría que dar, sino en salir corriendo con Key en brazos directo al hospital. Su espalda dejó de arquearse y levanto su brazo para poder tirar la cadena.
-¿Key?- Mi voz rebotó en las paredes.
-¿Si?- Su voz sonaba ahogada debido al esfuerzo que había hecho.
-¿Por qué vomitas sangre?- Se estremeció- Ni se te ocurra negarlo… Has dejado la cocina y el pasillo hecho un asco- Sin darme cuenta mis ojos empezaron a soltar lágrimas- Por no hablar de mi camiseta… ¿Por qué?- Me dejé resbalar hasta quedarme sentado a su lado, en el suelo decorado por algunas manchas rojizas- ¿Qué te pasa Kibum?- Acaricié levemente su pelo dorado- Dímelo..- Le rogué desesperado.
-No lo sé- Susurró pasando su mano por su cara intentando detener las lágrimas.
Pasé mi mano de su cabello a su frente.
-Estas ardiendo, tienes fiebre…- Empezaba esto ya a ponerme los pelos de punta- ¿Desde cuándo tiras sangre?
-Solo me ha pasado una vez más… hace una semana o pocos días
-Tengo que llevarte al hospital- Me levanté intentando que se levantara conmigo, pero no hubo suerte.
-No quiero Onew…
-Vomitas, sangre, no comes y tienes fiebre- Alcé las manos para no cogerle del cuello- Es el diagnostico de cualquier persona sana…
-No quiero y punto- Volví a agacharme.
-Key podemos hacer esto tranquilamente y rápido, solo tienes que poner algo de tu parte- Apretó los labios acorazonados hasta que formaron una línea horizontal perfecta.
Sin haberlo esperado se levantó todo lo rápido que pudo, le seguí cuando salió del baño.
-Key por favor…- Supliqué- Estas vomitando sangre ¡Sangre! ¿Entiendes lo que significa eso?- Se dio la vuelta.
-¿Qué estoy enfermo?
-Y es algo serio Key…- La sola idea de saber que mi amigo, mi hermano estuviera sufriendo lo más mínimo me angustiaba- ¿Por qué no me dejas ayudarte?
-Porque me quieres llevar al hospital- Respiré hondo solo una vez, parpadeé para intentar contener las lágrimas que amenazaban con caerse de nuevo.
-¿Por qué no quieres que te lleve al hospital?- Me acerqué intentando parecer lo que realmente era, alguien cercano para él.
Dudó unos segundos en responder, segundos en los que se mordió en labio, jugó con las costuras de sus pantalones y removió su cabello.
-Porque… ¿Y si me dicen que realmente es grave? ¿Y si me dicen que no tiene cura y tengo que pasarme el resto de mi vida enganchado a una máquina? ¿Y si me prohíben subir a un escenario de nuevo?- Tragué costosamente, eso era algo de lo que no podíamos estar seguros.
-Cuanto más tardes, más grave será Key, pero solo quiero decirte una cosa…- Pausé para darle un abrazo- Ante todo vuestra salud.
Le solté, lloraba y limpié las gotas saladas de su pálido rostro con mis pulgares, asintió no supe my bien porqué hasta que habló.
-Iré mañana, pero si me acompañas y si me cancelan, todo será culpa tuya ¿Entendido?- Asentí y se encerró en la habitación que compartía con Jonghyun.
Me quedé unos minutos parado allí, en medio del pasillo, la luz del cuarto de baño estaba encendida y la de la cocina, pero ahora no me importaba, seguía oyendo a Taemin llorar, pero muy lejano. Había pasado todo tan rápido que me mareé, como cuando intentas seguir un coche que pasa a la velocidad de la luz ante tus narices. Busqué a tientas la pared para apoyarme y resbalé hasta quedarme estirado en el suelo, con solo los hombros y la cabeza apoyados en el muro. Suspiré mientras cerraba los ojos e intentaba dejar de llorar, algo casi imposible en ese momento. Me tapé los ojos con el antebrazo, escondiéndome de la soledad del pasillo.
El tiempo pasó de nuevo, tal vez una hora o solo media, pero suficiente como para sentirme entumecido, ni una grúa podría moverme, se me había dormido el brazo sobre mi cara y sentí que podía empezar a momificarme en ese momento. Oí el cerrojo de la puerta y llaves siendo dejadas con lentitud sobre la mesa de la cocina, deberían ser esos dos, pero ni siquiera me pude levantarme para saludar.
-¿Qué…?- Identifiqué la voz grave de Minho.
-¿Qué sucede?- Y la de Jonghyun un escalofrío me recorrió las piernas insensibles al oír el tono cantarín de su dulce voz.
De repente sentí como el aire se condensó y como podría haberse cortado con un cuchillo, escuche algo golpeando el suelo, sonó a un bolso o mochila y entonces recordé el revuelo que había en la cocina. Abrí los ojos de inmediato.
-¿Qué es eso?- Intenté levantarme para contestar pero mi cuerpo no estaba por la labor.
-C-creo que es sangre…- Al pequeño de los dos le temblaba la voz.
-¿Onew?- Jonghyun casi gritó, oí sus pasos acercándose- ¡Onew!- Y esos pasos se hicieron más cercanos y rápidos.
Vi la luz del pasillo en cuanto mi brazo fue apartado de mi cara, me dejó una vista hermosa, el rostro de Jonghyun, pero estaba asustado, hilé un poco la situación y entonces comprendí que mi posición tumbada en el suelo podría haber creado malentendidos.
-¿Qué ha pasado? ¿Estás herido? ¿Te encuentras bien?- Hablaba rápido y desesperado, si no fuera por el miedo que transmitía me hubiera sonrojado.
-Eh… si
-¿Qué es toda esa sangre?- Arropó mi rostro con sus manos- ¿Es tuya? Por favor dime que no es tuya…
-No lo es...- Suspiró aliviado y apoyó su frente sobre la mía.
- No me des esos sustos por favor- Asentí tímido.
-Lo siento…- Me ayudo a incorporarme.
-¿De quién es?- Minho apareció por detrás, al parecer igual de asustado que Jonghyun segundos atrás.
-Tampoco… es de Taemin- La cabeza me daba vueltas, quería llamar a los dos que estaban encerrados en sus respectivos cuartos- Key se puso a… y no pude impedirlo.
Minho se movió y desapareció tras la esquina del pasillo, seguramente iría a ver a Taemin, que probablemente dormiría.
-¿Está bien?- Me encogí de hombros, no lo sabía, le había dolido el estomago, pero no sabía si en ese momento aun estaba molesto o se le pasó ya.
-Me ha dicho que mañana iremos al hospital- Me abrazó, sentí de nuevo la calidez que tanto necesitaba, el amor que me llenaba por dentro esa dulce sensación de alegría- Estaba muy asustado…
-Seguramente no tanto como yo cuando te he visto en el suelo… ¿Qué hacías en el suelo?- Besó mi frente con dulzura y sonreí como un tonto.
-Pues la verdad, no lo sé… creo que me fallaron las piernas, todo esto es muy extraño- Me sorprendí hablando en su cuello, era increíble la forma en la que me había acostumbrado a él, tanto, que podía hablar así, con normalidad cuando un día antes me habría mordido la lengua.
-Deberías descansar…
-Debería- Y como me había convertido prácticamente adicto a él- Me dijiste que te esperara despierto…
-Si- Se rió bajito- La verdad es que quería hablar contigo sobre una cosa.
-Mmm… ¿Qué cosa?- Besé la piel morena de su cuello.
-Sobre lo que sentía por Kibum- Me separé de él de golpe.
Los celos me abrumaron por completo, pero ¿Por qué? La verdad es que Jonghyun y yo no éramos nada ¿O sí? Ni idea, mi mente empezaba a irse de nuevo.
-Antes de hablar sobre eso…- Puntualicé con un poco de repulsión- Quiero que hablemos sobre… nosotros- Enarcó una ceja y me cogió la mano.
Me arrastró hasta mi habitación, las sabanas estaban cambiadas y la habitación más o menos ordenada, por lo menos más de lo que recordaba. Me sentó en la cama y él se sentó justo a mi lado algo separado, de la misma forma de aquella vez cuando me dijo que el rubio le gustaba.
-¿Qué hay que hablar?- Eso me sentó un poco mal, apreté las sabanas entre mis manos.
-¿Cómo que qué hay que hablar?- Me senté completamente sobre mi cama- ¿Besas a cualquier persona?
-No…- Dijo lentamente mientras sus carnosos labios formaban una perfecta o.
-Pues eso… ya sabes- Mi voz empezaba a temblar
-Emm no, no lo cojo- Idiota, quería gritarle por la frustración que sentía al estar hablado con un armario.
-¿Me… me quieres?- Me sonroje a las pocas decimas de segundo de haber dicho tal cosa y no recibí contestación, solo una mirada penetrante- Porque creo que yo me he enamorado de ti…- Y me tapé la cara con las manos deseando desaparecer.
Sentí sus manos sobre las mías, como las cogía con un poco de brusquedad para luego buscar mi mirada con la suya.
-Mírame…- No jugué más y decidí encontrarme con sus ojos casi negros.
-He dicho creo….- Intenté arreglarlo pero él se reía.
-Que mono eres cuando te sonrojas- No me había dado cuenta del sonrojo que llevaba encima.
Se acercó demasiado, tanto, que volví a perder la razón de conciencia y besé desesperadamente sus labios, pero él tomo el control sobre nuestras bocas de inmediato, acariciándome bajo la ropa mientras yo solo podía aferrarme a su cuello.
-Espera- Recuperé un poco de razón entre beso y beso- No me has dicho nada…
-Te amo…- Dijo sobre mis labios.
Me quedé paralizado ante sus fuertes palabras, amar era algo muy fuerte y mi cabeza aun no se creía haber oído aquel verbo de los labios de Jonghyun, dirigido hacia a mí. Pero una cosa tenía clara, mi corazón estaba a punto de caérseme al suelo.
-¿Me… me… me amas?- Mi tono de voz salió cómicamente agudo y mi voz tartamuda no le daba ningún punto de seriedad al asunto.
-Ahá…- Y dio les dio un rápido pico a mis labios- ¿Tienes hambre?- …Solo podía pensar mal, así que mis orejas empezaron a echar humo.
-No mucha- Y me salió una risita tímida
-Entonces deberías descansar- Asentí lentamente como si estuviera hipnotizado por su voz
-Sí, tienes razón- Se levantó y caminó hacia la puerta.
-Iré a ver si Key necesita algo y después comeré algo, me ruge el estomago- Soltó una suave carcajada.
Me puse el pijama y me metí bajo las sabanas limpias, pero empecé a dar vueltas, cada vez más rápido. Las palabras de Jonghyun se repetían en mi cabeza, como una grabadora. Me amaba, pero aun no sabía nada sobre el asunto de Key, ¿Él había sido solo algo pasajero como había dicho Taemin? ¿O nunca lo quiso? ¿Y si Jonghyun aprovechaba lo que Key sentía por mí para acercarse a él?
-Maldito cerebro podrido cállate de una puñetera vez…
La puerta de mi dormitorio se abrió y Jonghyun asomó la cabeza, sonreí pero él no pudo verme, bueno, al menos eso creía debido a la oscuridad de la habitación y a la poca luz que entraba por la puerta entreabierta.
-¿Onew?- Susurró lo bastante fuerte para que lo oyese
-¿Qué?- Susurré de igual forma
-¿Sigues despierto?- Asentí y luego me golpee mentalmente por semejante chorrada
-No puedo dormir- Entró, dejando la puerta entreabierta y ese débil chorro de luz.
Se acercó y se quitó su camiseta, por un momento pensé que me violaría, pero no se quitó sus pantalones de pijama. Había que admitir que era una vista digna de admirar, lo había visto antes, pero nunca de esta forma, casi me puse a llorar de lo agradecido que me sentía por el hecho de que ese cuerpo me había dicho esas bonitas palabras. Gateó por la cama hasta llegar a mi lado y se tumbo estirándose cuan largo era, inmediatamente después nos tapó a ambos con las sabanas. Sentí sus brazos rodeándome la cintura y su caliente abdomen acercándose a mi espalda, su respiración en mi nuca y sus piernas entrelazándose con las mías.
-¿Mejor?- Su voz ronca me hizo suspirar.
-Sí, gracias…- Besó mi cuello y el vello de mi nuca se erizó por completo- Jonghyun…
-¿Mmm?
-Te has dejado la luz del pasillo encendida…- Pero en realidad no quería que se levantara.
-Tranquilo, Minho aun está dando vueltas por ahí…