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El deber de un líder por ShinyOdaya

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Notas del capitulo:

Hi ^^ ¿Como estan?

Es un cap de paso y eso, pero el siguiente será mas interesante ^^ 

Desde que debuté pensé que mi vida giraría alrededor de miles de personas que aclamarían mi nombre, que me querrían tal como era y que sabrían apreciar todos mis defectos, pero en ese momento me sentía completamente capaz de sujetarme a una sola persona. Tal vez solo se desmoronaría con el tiempo, y yo caería con él, pero la sensación de tener a alguien a mi lado es una de las cosas más importantes que puede necesitar alguien para luchar y seguir adelante.

 

Teníamos que hablar, y mucho, pero el suave roce de su nariz en la piel sensible de mi cuello me hacia volar lejos, dejando a un lado mis preocupaciones.

 

No quería moverme para no despertarle, pero habría hecho todo lo posible por verle dormido de aquella manera. Así que cerré de nuevo los ojos y esperé a que se despertara.

 

-Onew hyung…- Esa no era su voz, pero la reconocería también en cualquier parte.

 

La puerta estaba cerrada y Key sonaba opacado, somnoliento y tierno. No volvió a llamarme pero yo ya sabía que tenía que ir con él.

 

Paseé los dedos sobre la piel morena de Jonghyun y entrelacé sus dedos con los míos, en comparación, mi piel más blanca y pálida se camuflaba entre las sabanas color crema. Un hermoso contraste en el que ambos éramos participantes. Con suavidad aparté su brazo de mi cintura, me incorporé lentamente sin hacer mucho ruido y cuando me levanté, pude mirarle a la cara. Sus ojos cerrados, protegidos por una ligera cortina de cabello oscuro, estirado en la misma posición que cuando se tumbó la noche anterior, simplemente tapado hasta la cadera dejado a la vista su pecho y torso desnudo.

 

-Me siento observado…- ¿Por qué siempre tenía que pillarme cuando le comía con los ojos?

 

-Lo siento…

 

-No te disculpes- Se incorporó sentándose en la cama mientras estiraba sus brazos sobre su cabeza- Me gusta…

 

Bajé la mirada de su persona, me sentía acalorado, pero de una forma diferente, quería tumbarme de nuevo y hacer que me rodeara otra vez con sus brazos. Mientras se terminaba de levantar, poco a poco, cogí la costura de mi camiseta y empecé a jugar con ella sin subir la mirada, me sentí estúpido, como un niño tímido. Oía sus pasos por mi habitación, probablemente estará buscando la camiseta del pijama que se sacó anoche.

 

-Onew…- Me cogió la barbilla de improvisto y con suma delicadeza paseó sus carnosos labios por la extensión de los míos, me quedé parado con los ojos abiertos disfrutando de aquel corto beso- Buenos días- Dijo cuando se separó, yo no quería que se alejara, así que dejé caer mi frente sobre la suya.

 

-Buenos días- Sonrió, hermoso y seductor

 

Abrió la boca de nuevo y yo acudí a enterrarme en él, la chispa que produjeron nuestras lenguas avivó la llama que calentaba mi corazón haciendo que bombeara sangre caliente por todo mi cuerpo, tal vez, y solo tal vez, le deseaba. Nuestras respiraciones se intensificaron buscando inhalar la esencia del otro, por mi parte estaba perdiendo la cabeza y rocé la locura cuando atrajo mi cadera hacia él con sus manos y nuestros cuerpos chocaron, gemí sin poder controlarme y me sonrojé de la vergüenza al instante, lo primero que haría al salir de allí seria lavarme la cara con agua fría.

 

-¿Quieres desayunar?- Me preguntó sobre mis labios, definitivamente él no entraría en la cocina, aunque tenía hambre, pero tenía que salir corriendo hacia el hospital, suspiré mentalmente, nada me salía como quería.

 

-Tengo que ir al hospital- Jonghyun frunció el ceño casi uniendo sus cejas- Por lo de Key…- Añadí y el asintió.

 

Me beso rápido de nuevo, tanto que mis pies dieron un paso hacia atrás para no caerme de espaldas.

 

-Está bien, te haré el desayuno- Y salió por la puerta.

 

-Eh Jonghyun, no hace falta…- Pero me quedé solo en mi habitación, sonreí, iba a hacer algo por mí, me sorprendí al pensar que podía ponerme a gritar como una fan loca que acaba de ver a su idol.

 

Salí de mi habitación dirigiéndome al baño, con una toalla en el brazo y unos vaqueros y ropa interior. Bajo la ducha tarareé, repasando sus labios en mi mente y ese calor que había sentido junto a él, lo bien que había dormido y como el bienestar se había apoderado de mi nada mas sentir su presencia a mis espaldas al abrir los ojos. Aunque tenía miles de cosas en la cabeza, siempre desaparecían unos minutos para dejar sitio a Jonghyun y su hermoso y tremendo cuerpo, su sonrisa y sus besos.

 

Cerré la llave y sequé un poco mi cuerpo con la toalla, pasé una más pequeña por mis cabellos y después por la cara. Por un momento me vi reflejado en el espejo e intensifiqué aquella observación, miré cada parte de mi cuerpo semidesnudo solo cubierto por una toalla atada a mi cadera.

 

-¿En que puede haberse fijado?- Le pregunte al chico que se reflejaba en el espejo, mojado, de estatura mediana y con una sonrisa forzada a mi parecer estúpida, no tenía un cuerpo perfecto, no era ni muy delgado ni musculoso, aunque estaba en ello; mis ojos eran pequeños en comparación con mi cara…- Debe de estar loco…

 

O tal vez lo estaba imaginando, suspiré y me coloqué la ropa interior y los vaqueros, deje caer la toalla que secaba mi pelo sobre los hombros y abrí la puerta dejando que el vapor se escapara hacia el pasillo. Este, estaba frio en comparación a la caliente ducha.

 

Noté inmediatamente una mirada atravesándome y levanté la vista hacia el salón, en cuanto nuestras miradas se cruzaron, Key desvió la suya sonrojado y yo por inercia tapé mi torso desnudo hasta llegar a mi habitación. Una vez allí me coloqué la primera camiseta que vi mas una chaqueta de capucha ancha.

 

No quería llamar demasiado la atención y como pude comprobar al salir al salón, Key, tampoco.

 

Los vaqueros simples y las deportivas blancas le daban un toque más urbano, menos esplendoroso… mas, normal.

 

-Buenos días- Me acerqué lo más sonriente que pude

 

-Hola- Me devolvió la sonrisa

 

-¿Cómo te sientes?- Me senté a su lado en el sofá- ¿Te duele?

 

-Estoy bien, solo quiero terminar con esto lo antes posible- Asentí dándole la razón, sin realmente esperarlo se acercó más a mí y dejó caer su cabeza rubia sobre mi hombro con un suspiro doloroso para cualquiera- Solo te pido que no te separes de  mi.

 

Asentí y el sonrió de nuevo.

 

-¿Interrumpo algo?- Jonghyun me sorprendió parándose ante nosotros mientras lamia una cuchara.

 

Como si mi hombro le hubiese pinchado Key levantó su cabeza bruscamente, se paró y a mi parecer, salió huyendo hacia la cocina. Volví la mirada interrogante hacia Jonghyun, que lamiendo de nuevo la cuchara y con una mirada penetrante se alejo siguiendo los pasos del rubio.

 

Creí que quería decirme algo, me encogí de hombros, me embobé mirando atentamente como las cortinas se ondulaban por la suave brisa que entraba por la ventana, me levanté de repente, tanto que mis rodillas rechistaron.

 

Key y Jonghyun, mi cuerpo no estaba bien con eso y unos escalofríos recorrían mi espina dorsal de arriba abajo. Caminé rápido pero sin parecer desquiciado y me asomé a la cocina.

 

Key se dejó caer pesadamente en la silla, me fijé en las cejas torcidas que traía Jonghyun y en sus puños apretados con los nudillos casi blancos. Aunque me entraban unas ganas tremendas de ponerme a hablar sobre lo que me pasaba por la cabeza ahora mismo, me mordí el labio inferior intentando sin éxito descifrar la expresión de Key, porque sabía que Jonghyun estaba enfadado.

 

-¿Esto qué es? ¿La casa del silencio?- Key bajó la mirada- Exclusivamente para Onew supongo…

 

-No te metas en esto- Jonghyun sonó rudo, me sorprendió su tono, nunca le había oído hablarme así.

 

-Puede meterse donde le dé la gana…- Abrí los ojos en demasía, sorprendido, Key me había defendido.

 

-¿Vamos a discutir delante de él también?- Como si fuera yo un pequeño niño y ellos mis padres

 

-Yo creo que tiene derecho a participar en esto- La tensión y los malos humos se notaban en el ambiente- Él tiene mucho que ver- Hablaba como si yo no estuviera presente.

 

-Ah no, te equivocas de nuevo Kibum…

 

-Si tienes miedo, deja de confundirle…- Pasó un ángel, ambos se callaron al instante, por una parte me dolieron sus palabras, pero un pequeño trozo de mi cerebro sabía que tenía razón.

 

Porque podía ser muy tonto, pero no lo suficiente para no darme cuenta de que estaban hablando de mi.

 

Key se levantó de su asiento y desapareció de nuevo, no recordaba en ningún momento haberme pegado a la pared de aquella forma tan evasiva. Miré los ojos negros de Jonghyun que se paseaban buscando los míos, no pude notar mi sonrisa en mi rostro y se me hizo extraño, tenía una gran mueca de tristeza en mis labios, sentía que podía ponerme a llorar si seguía aguantándome la mirada de aquella manera.

 

-El desayuno se va a enfriar- Me dijo seco, lo más que podía hacer era comérmelo.

 

-¿Qué ha pasado?- Intentaba huir pero coloqué mis manos en su pecho- Jonghyun…

 

Sabía perfectamente que era yo el causante de todos sus roces, si es que habían tenido más, pero quería saber que tenía que hacer para solucionarlo.

 

-Solo tonterías…

 

-¿Puedo hacer algo?- Me sonrió de lado y se acercó para dejar de nuevo un beso dulce en mis labios.

 

-Puedes seguir aceptando mis besos, por favor…- Los colores subieron a mis mejillas, dejándome un poco cohibido por unos segundos.

 

-Onew ¿Podemos irnos?- Kibum apareció por mi espalda, metiéndome prisa por salir.

 

Pero, yo quería tomarme el desayuno. Miré a Jonghyun pidiendo disculpas de nuevo con la mirada, él simplemente rodó los ojos, cansado.

 

-¿Quieres que te acompañe?- Negué con la cabeza, no era ningún niño, era el mayor de los cinco y por lo tanto, el que se suponía que era más maduro, aunque a veces las piedras eran más maduras que yo.

 

-Estaré bien…- Sonreí y me devolvió el gesto

 

-Llámame ¿Vale?- Palpé mis bolsillos en busca de mi móvil, pero no lo encontré.

 

Supuse de manera acertada que me lo había dejado en la habitación, lo cogí de la mesita de noche, casi sin batería, y me dispuse a salir de nuevo al pasillo.

 

Miré a Key que daba golpes con sus zapatillas ya fuera en el pasillo de madera, pero se me antojo hace runa cosa más antes de salir.

 

Giré sobre mis talones y me acerqué lentamente a la habitación de los más pequeños, si no les despertaba ahora de seguro que llegarían tarde a sus actividades. Toqué con los nudillos dos veces, pero en ninguna de las dos obtuve respuesta así que entre sigilosamente y casi se me llevan los ángeles.

 

La lamparita estaba encendida iluminando el rostro dormido de Minho, que apoyando su espalda contra el cabecero de la cama arropaba entre sus brazos y piernas a un indefenso Taemin hecho bolita. Sus manos y sus piernas se entrelazaban entre si y la cabeza del más pequeño estaba estratégicamente colocada sobre el pecho de Minho.

 

Sonreí como un estúpido ante tal escena. El sentido de la paternidad se me disparó por completo, de todas maneras ellos eran lo más parecido a un hijo.

 

Me acerqué temeroso de hacer un movimiento en falso y tropezar, pero llegué donde quería sano y salvo. Saqué la sabana de debajo de las piernas del pequeño y les cubrí a ambos y les arropé. No me resistí a acariciar la cabellera castaña de Taemin, pero como siempre, metí la pata.

 

Minho parpadeó pesadamente un par de veces antes de enfocar sus ojos entreabiertos en mí, intenté sonreírle, pero daba demasiado miedo.

 

-¿Qué… haces?

 

-Venía a despertaros, pero da igual, sigue durmiendo…- Junto sus cejas con el ceño fruncido y beso la coronilla de Taemin.

 

Mi corazón se ensanchó ante tal muestra de cariño por aquel muro de hielo. Los brazos de Minho arroparon mejor la estrecha cintura de su novio y envolvió las piernas con las suyas propias. El pequeño emitió un sonido tan dulce que me hizo suspirar.

 

-¿Ha dormido toda la noche?- Susurré

 

-Desde… que logre calmarlo- Dijo en el mismo suave

 

-¿Ha tomado pastillas?- Negó con la cabeza

 

-¿Cómo esta Key?

 

-Me voy al hospital con él ahora- Pareció sorprendido ante el dato.

 

-Está bien, avisa con los resultados cuando puedas- Aunque estaba interesado parecía que no se aguantaría despierto mucho tiempo más.

 

Señalé la lámpara y el asintió, así que la apagué y dejé todo a oscuras, una idea un poco estúpida porque sumando ese factor a mi torpeza característica, la habitación de los más pequeños se convertía en un campo de batalla en el que seguramente sería yo el único herido. Y así fue, notaba la mirada de Minho en mi nuca cuando me tropecé con no se qué…

 

-Shhhs- Apreté los labios intentando no quejarme para no despertar a Taemin.

 

-Lo siento- A ciegas encontré la puerta- Buenos emm… días, no lleguéis tarde.

 

Cerré la puerta y suspiré con la idea en mente de que tenía que irme deprisa cuando las manos de Jonghyun me sorprendieron de nuevo. Pegué un saltito por el susto y me giré a replicar.

 

-Deja de hacer eso- Aparté sus manos lentamente de mis hombros.

 

-Key echa humo por las orejas, será mejor que os vayáis cuanto antes- Me sonrió- Yo me ocupo de ellos

 

Tenía razón, cerré los ojos dos segundos para reponerme mentalmente y en cuanto me sentí preparado volví a recorrer el pasillo.

 

-Oye- Paré en seco ante la llamada de Jonghyun- ¿Ni un beso ni nada?- Me hizo morritos y ni me lo pensé.

 

Troté hacia él y apreté mis labios sobre los suyos tan rápido que ni siquiera me dio tiempo a mirarle a la cara antes de salir corriendo.

 

 

 

-¿El manager hyung lo sabe?- Negué con la cabeza y apreté el volante entre mis manos, se le veía asustado y muy nervioso, no paraba de mover su teléfono entre sus dedos y mirar de un lado a otro como si hubiera perdido algo.

 

-Tranquilízate- Sonreí mirando a la carretera- Es solo una prueba…

 

-Una prueba para ver si hay algo… -Musitó- Su propio nombre lo dice…

 

-Pero tú eres el todopoderoso Key…

 

-No soy un niño…

 

-Es verdad…- Suspiré- Entonces serás lo bastante hombre para arreglártelas solo….

 

Me miró espantado, sus labios empezaron a temblar y realmente temí que pudiera ponerse a llorar.

 

-Pero, tú me dijiste…- Me reí por dentro.

 

-Ya sé lo que te dije…- Doblamos la esquina y conseguí meterme en el parking de aquel hospital sin mucho esfuerzo.

 

Bajamos del coche y esperé a que cogiera sus cosas y me alcanzara.

 

-Ya verás cómo no es para tanto, pronto estarás curado y todo volverá a ser como antes- Le paré porque me preocupaba su mirada baja. Me pareció que lloraba, pero no quiso que lo averiguara.

 

-Key, no te preocupes- Le cogí de la mano y tiré de él por los pasillos del hospital- Estoy contigo- Le dije cuando llegamos a la puerta asignada.

 

Asintió con una débil sonrisa. En eso la puerta se abrió y un hombre joven con aspecto de estudiante nos dio la bienvenida, Key y yo compartimos una mirada y aquel hombre nos dejó pasar echándose a un lado, no podía negar que me sudaban las manos. 

Notas finales:

Dejen sus lindos comentarios ^^

Gracias por todo :D

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