Estaba tardando, tal vez demasiado y aunque había insistido en quedarme pegado a él como el padre que creía que era, me mantenían fuera, golpeando nerviosamente el suelo.
Habían logrado convencerme de que una gastroscopia no era algo delicado, pero si higiénico y además requería un nivel de concentración máximo. Pero yo solo podía dar vueltas a la mueca de disgusto y miedo que se le había formado a Key cuando se lo llevaron, según la enfermera le anestesiaron y ahora estaba en aquella sala, que no sabía si era un quirófano o que carajos.
En esas cuatro horas había recibido seis llamadas de Jonghyun, no había cogido ninguna, no me sentía con ganas de explicar cosas que no sabía y tal vez saldría llorando o gritando de frustración.
Así que dejé sonar mi teléfono en mi mano una vez más, tenía sed, pero no me levantaría, no si Key estaba ahí aun. Suspiré empezando a desesperarme cuando me llegó un mensaje, deslicé los dedos sobre la pantalla y como espere era de Jonghyun, lo leí atentamente un par de veces antes de descolgar de nuevo una llamada de ese número.
“Como no me cojas la siguiente llamada te juro que voy allí en persona”
-¿Qué?- Dije un poco seco, las palabras simplemente no me salían.
-Por fin y te decides a cogerme el teléfono- En realidad me había amenazado pero no me apetecía decir nada- ¿Onew qué está pasando?
-Yo, no puedo hablar ahora…
-¿Aun están con la prueba?- Sonó tan preocupado que pude afirmar que me puse celoso.
-Si- Susurré.
-¿Hablamos de algo?- Dejé caer el resto del cuerpo en la silla- ¿Quieres que te distraiga?
-En serio no me apetece…-En eso, un hombre vestido con bata blanca salió de la sala buscando a alguien con la mirada- Tengo que colgar…
-Espera On…- Colgué y me levanté de la silla para ir a recibir al doctor, que, al verme sonrió de una forma extraña.
No pude impedirme temblar, las ansias de saber lo que le pasaba podían conmigo, por fin iba a saber lo que le pasaba a Key y mi mundo pendía simplemente de ese hilo. El doctor me tendió la mano y yo se la estreché, nos conocíamos, había hablado antes con él, era joven y apuesto, tal vez tenía poca experiencia. Las manos empezaron a sudarme en cuanto sacó una hoja de a cartilla.
-Lee Hongki….
-Jinki…
-Oh, perdone- Negué con la cabeza restándole importancia- Kibum está descansando en la habitación, la prueba a salido bien y no ha sido afectado en ninguna circunstancia, pero…
Peros, no me gustaban los peros, le seguí hasta un despacho pequeño, con poca cosa además de un escritorio con un ordenador y una estantería con archivos que ocupaba toda una pared, entró una enfermera detrás de mí y le tendió un café.
-Siéntese- Eso me ponía nervioso, pero él no hablaba serio, al contrario, no había dejado de sonreír.
Me senté recto, muy recto.
-Hemos comprobado aquello que nos preocupaba- Sacó unas hojas de la impresora y me las enseño- Kibum tiene una úlcera en el estomago…- Enarqué las cejas.
-¿Ulcera?
-Sangrante- Eso ya me sonó peor, mi propio estomago se revolvió, sentía como mi sangre se cortaba mientras una gota de frio sudor bajaba por mi espalda.
-¿Qué es exactamente?- Pregunte frotándome las manos contra la mesa intentando hacer parar el sudor.
-Una úlcera es como una herida en el estomago- Apoyó los codos sobre la mesa- Puede deberse a una mala alimentación en un caso extremo o por ingerir algo no apropiado- Tragué costosamente, además esa herida sangraba.
-¿Es grave?- Si tenía que desmayarme antes prefería saber todos los detalles
-La herida en si no es grave- Se me escapo un suspiro que inundo toda la habitación e incluso el doctor se quedó callado- Pero…- Ya había dicho que odiaba ese pero…- Está muy avanzada, calculo que llevará allí algo más de un mes, con un mal tratamiento, por no decir nulo ¿Por qué no vino antes?- Apreté los puños y me mordí los labios, si solo me hubiera dado cuenta antes, tal vez Key no tendría por que haber sufrido tanto.
Paseé mis manos por mi rostro intentado despejar mis ojos que se habían aguado, la culpa corría por mis venas a la velocidad de la luz y sentía que era uno de esos momentos en los que necesitaba la compañía de Jonghyun.
-¿Se pondrá bien?- Dije obviando su pregunta anterior
-Si, tranquilo, una úlcera es como cualquier herida en la piel, solo que no la vemos y los fluidos estomacales escuecen
-Pero se puede curar…
-Exacto- Recogió los papeles- Tiene que quedarse ingresado para poder suministrarle el tratamiento
No, algo se rompió, eso era justamente lo último que deseaba Kibum, quedarse ingresado en ese hospital.
-No puede quedarse- El doctor me miró confundido.
-¿Cómo que no?
-¿No puede venderme el medicamento?- Me estaba poniendo nervioso- Para pinchárselo todas las mañanas
-No podemos hacer eso- Concluyó- Además, es necesario que le controlemos.
-Pero…
-Por favor Jinki, no haga un problema de esto- Agache la cabeza.
-¿Cuánto tiempo tendría que quedarse?
-Cada persona es un mundo- Me sonrió y se levantó.
Le seguí fuera, por los pasillos, lo que deseaba mas en este momento era pararlo por los hombros y pedir que me mirara y que me contara más sobre el estado de salud de Kibum
-¿Puedo ir por lo menos a verlo?- Él apretó sus labios.
-Le acompañaré.
Subimos un par de pisos la gente más joven me miraba, o si, podía asegurar que todo el mundo sabía que Onew, el líder de Shinee, estaba en el hospital y me podía figurar que la prensa no tardaría en llegar a pedir explicaciones, esos cuervos.
Llamaría al manager para ponerle en situación y que viniera ver que se podía hacer con el tema del encubrimiento, además de una llamada a Lee Soman y a todos y cada uno de los proveedores con los que Key iba a trabajar los próximos días, todo cancelaciones y por supuesto, el trabajo en grupo sin Key y la búsqueda de una excusa o la revelación de la verdad, cualquiera de las dos tendría consecuencias, también tendría que venir a cuidar a Key, no como obligación, y por último el temita que tenía pendiente con Jonghyun, mas las citas con Taemin y el psicólogo, y… ¡Mierda! ¡Se me olvido darle a Minho la medicación!...
Empezaba a marearme.
El doctor me llevó a una habitación apartada y abrió la puerta, entre pidiendo permiso, no sé porque lo hice, tal vez los modales, pero en aquella cama solo había un Key durmiente, roncando débilmente con la boca abierta.
-Está a salvo de la anestesia, no tiene de que preocuparse- Asentí mirando a Key y me acerqué lentamente a él con miedo a despertarlo- ¿Quiere un teléfono para llamar a alguien?
-No, tengo el mío- Aparté unos rubios cabellos de su frente para comprobar si era él, para comprobar que no era una broma de mal gusto o una pesadilla.
-Bueno pues si me necesita estaré por aquí, tengo que atender a otros pacientes- Oí como la puerta se cerraba a mis espaldas. Suspiré mirando a Key de nuevo.
-Lo siento de verdad…- Me separé y saqué mi móvil, marqué el numero del manager y esperé a que contestara.
-¿Jinki?- Sonaba sorprendido- ¿Dónde estás?
-En el hospital con Kibum.
-¿Eh? ¿Por qué? ¿Ha habido un accidente?- El tono de voz era de preocupación
-No, no es eso…-Inspiré hondo antes de seguir- Veras, vinimos a hacerle la gastroscopia y han tenido que ingresarle- Se escuchó un golpe al otro lado de la línea, tan fuerte que tuve que separarme el aparato de la oreja.
-¿Cómo? ¿Habéis ido sin mi consentimiento?- Retuve el aire en mis pulmones mientras me sentaba en una silla cercana a la camilla.
-Si…
-¿Y como que ingresarle? ¿Cuánto tiempo? ¿Qué tiene?
-Emm una…. Ahh, no me acuerdo del nombre ahora- Ni la mínima chispa- El doctor me ha dicho que no sabe aun cuanto tiempo estará
-Jinki, esto es inaceptable, recojo a Taemin y voy para allá ahora mismo…
-Hyung no hace falta meter a Taemin en esto- Pero no hubo respuesta, mire la pantalla, había colgado.
Suspiré de nuevo, me había metido en un lio de nuevo.
-¿Te ha reñido mucho?- La voz de Kibum me llego a los oídos y levante la mirada de la pantalla.
Sus ojos estaban entreabiertos y una mueca se había dibujado en sus labios, parecida a una sonrisa, se había movido hasta quedarse acostado de lado y me miraba intensamente.
-No, es hyung, ya sabes cómo se pone…- Se estiró aun tumbado y bostezó unos segundos después, entonces un chispazo y pareció recordar que demonios hacia allí tumbado.
-¿Sabes ya que tengo? Me han metido una cámara por la garganta, debes de saberlo….
Me levanté de la silla y me senté a sus pies en la cama, posé una de mis manos en su rodilla.
-Tienes que quedarte ingresado- Abrió los ojos en demasía, me asustaba cuando se ponía de aquella manera, y conociéndole como le conocía, el ataque que venía a continuación no me gustaba ni un pelo.
-Te lo dije- Solamente susurró esas tres palabras antes de ponerse a llorar- Te lo dije Onew- Se llevo los nudillos de los pulgares a los ojos para intentar parar las lagrimas.
No pude verle así, alargué mis brazos y lo atraje hacia mí, rodeé su espalda con mis brazos y dejé que reposara su frente en mi hombro.
-No llores, no es tan grave como piensas, solo son unos días, hasta que te pongas bien...- Acaricie su pelo y él se agarró a mi remera.
-¿No es grave?
-No- Le susurré al oído- Es como una herida en el estomago- Se separó para mirarme con los ojos rojos- Estarás bien, te lo prometo- Asintió enjugándose los ojos con el dorso de la mano- Voy a llamar al doctor.
Tarde exactamente un cuarto de hora en conseguir que el doctor joven y apuesto fuera a tender a Key. Hablaron sobre cómo se sentía y le pinchó un par de agujas en el brazo, regresó unos minutos después acompañado de una enfermera y una bolsa de líquido transparente en la que ponía “no ingerir” bien grande y clarito, y otra blanca.
-Bueno Kibum, no puedes comer nada ¿Entendido?- Asentimos los dos- Si comes lo que sea devolverás y no queremos que pierdas más sangre.
Volvimos a asentir y se marchó con una sonrisa de nuevo, nos quedamos los dos solos haciendo una batalla de miradas, en las que me proclamaba ganador. Todo estaba en silencio, a veces se oía mi estomago, habría pasado la hora de comer, pero lo dejaba de lado, no me sentía con ganas. Muy en la lejanía se pudieron oír unos pasos desenfrenados, como si estuvieran corriendo, cada vez más cerca, después una respiración agitada y un grito.
-¡Hyung!- Taemin abrió la puerta de golpe y pasando de mi se lanzó a los brazos de Key, lloraba- Key hyung…- Sollozaba con sus característicos hipidos
-Minnie… siento haberte asustado- Susurraba el rubio en el cabello castaño del más pequeño-Ya no tienes de que preocuparte, estoy bien ahora.
Pero Taemin siguió llorando a moco tendido durante muchos minutos antes de calmarse y quedarse adormilado en los brazos de Kibum.
-¿Dónde está manager hyung?- Pregunté en voz alta con la esperanza de que Taemin me oyese.
Habló, pero no le llegue a escuchar, su rostro estaba escondido en el cuello del rubio.
-Hablando con el doctor- Tradujo Key.
Me levante y me dirigí a la puerta.
-Voy a buscarle- El rubio asintió acomodando mejor a Taemin en sus brazos.
No fue muy difícil encontrarlo, su voz era lo único que se oía en aquella planta y me dediqué a seguirla, girando esquinas y adentrándome en pasillos vacios, hasta que encontré en un pasillo de paredes de madera y cuadros algo extraños, la imagen de nuestro manager con el doctor y dos figuras más.
Pude reconocer a esos dos con solo ver los zapatos, era extraño, habían venido todos.
-Hyung…- Los tres que estaban de espaldas de giraron a verme, pero uno más que los otros dos.
Mi mirada se perdió en sus ojos oscuros y en ese momento me di cuenta de cómo lo había necesitado. Camine hacia él decidido, como si él fuera mi tierra y yo la luna atraída por su gravedad, una felicidad por verlo allí, hacía latir a mi corazón más rápido que nunca. Aligeré el paso y el retrocedió unos centímetros para alejarse de Minho, el doctor y el manager. Y cuando por fin llegué a él sus brazos me esperaban, enterré mi nariz en su cuello, lo necesitaba, lo había echado en falta todo el día. Su olor me embriagó, llenó cada rincón de mi ser con su calor y me sentí protegido, a salvo de cualquier cosa, si Jonghyun estaba ahí conmigo no podía derrumbarme, notaba como él me apoyaba silenciosamente, acariciando mis brazos con sus manos mientras yo me dedicaba a lloriquear en su cuello.
-Ya esta…- Su voz era más grave, más cercana, me susurraba, notaba el cosquilleo que hacia su nariz en mi hombro- Estoy aquí...
-Perdón por colgarte- Susurré de igual manera.
Se separó lo suficiente y colocó su mano en mi nuca, entreabrió la boca y yo me quedé embobado mirándola. Tiró de mí hacia él con la intención de besarme.
-Jonghyun aquí no- Estábamos en un hospital y éramos gente que llamaba la atención
Jonghyun sonrió de la forma más tierna, después, me robó un pequeño beso, muy pequeño de solo unos segundos, le pegué en el brazo ante aquella irresponsabilidad.
-¿Estás bien?- Me pregunto tan dulcemente que creí que mi débil llanto se desbordaría.
-Si, ha sido como un golpe, pero nada más, el que está mal es Key no yo…
-Debería haber estado contigo- Me miraba a los ojos intensamente.
Si, probablemente si hubiera estado conmigo no me habría sentido tan miserable y lo hubiera tenido como apoyo, tal vez no me hubiera sentido tan estúpido hablando con el doctor.
-Va, te invito a tomar algo- Me tendió la mano sonriente, yo me apegué inconscientemente más a él.
-No puedo irme…
-¿Por Key?- Asentí- Vamos, Minho y Taemin están con él, además solo será un ratito- Negué con la cabeza.
-Jonghyun me siento muy culpable- Tiré de mi pelo para atrás- Mi rechazo, es mi culpa, si yo no le hubiese rechazado el no estaría así, seguramente no se hubiera emborrachado esa noche y…- Chasqueó sus dedos frente a mi cara.
-No te inventes paranoias…
-No son paranoias, Jonghyun, Key esta así por mi puñetera culpa- Endurecí mi voz.
-No vuelvas a decir su nombre- Se cruzó de brazos, me reí internamente, me sorprendió lo sexy que podía llegar a ser cuando se ponía así.
-¿Estas celoso?
-No, es solo que ni siquiera me has preguntado cómo me ha ido el día… si estoy cansado… o me duele algo, y solo estas, Key esto, Key lo otro…
-¿Qué tal el día Jonghyun?- Pregunte alejándome de él y caminando hacia la habitación de Kibum.
-Te he echado de menos…- Y dejé que posara sus manos en mi cintura.