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El deber de un líder por ShinyOdaya

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Notas del capitulo:

wiii por fin estoy aqui con el cap 19 jejee

Lo siento si me tarde pero me cuesta hacer estas cosas jajaja

Bueno disfrutenlo y matenme ^^

Estaba temblando y no sabía aun por qué, el sofá se había vuelto incomodo de repente y su voz se oía cada vez mas. Oí como colgaba  y dejaba su teléfono sobre la mesada.

-Pedido- Dijo cantarín

Y se tumbo a mi lado en el sofá llegando hasta a mí para besarme las mejillas, me sonrojé al instante y más cuando se acurrucó a mi lado, acoplándose perfectamente a mi cuerpo, encendió la televisión, pero ni siquiera me di cuenta de donde había sacado el mando a distancia ni que canal puso, solo me quede viendo las imágenes pasar una tras otra intentando prestarle la menor atención posible.

-Oye…-Susurró roncamente en mi oído- No me ignores.

 -No te estoy ignorando- Le mire unos segundos y me subieron los colores a toda velocidad- ¿¡Cuando te has quitado la camiseta?!

-Ves como me ignoras…

Fuera como fuese mis piernas empezaron a temblar y en mi interior se despertaba algo más que deseo, algo más fuerte e intenso. Sin poder evitarlo aquella sensación viajo por todo mi estomago hasta posarse en una zona de la que no quería saber nada de momento, así que crucé las piernas disimuladamente.

Mis esfuerzos me costaban sudores, porque sabía que si me giraba aunque fueran dos segundos a mirarlo me perdería en su rostro, o en sus brazos, su espalda, su pecho…. Ya.

 El programa había cambiado cuando me tensé al sentir sus labios en mi cuello, calientes y húmedos, repasando el recorrido desde mi oreja hasta el cuello de la camiseta varias veces, tragué algo invisible cuando sentí su nariz también y su mano acariciando mi pierna izquierda. Di una sacudida de las cosquillas y él se apartó.

-Vale- Dijo seco- Mírame- Me temblaron los labios, estaba a punto de rendirme- Onew, mírame

Sus dedos rodearon mi barbilla e hicieron que me girara a mirarlo. Estaba serio, no estaba la sonrisa esa que me gustaba tanto.

-¿Estas incomodo conmigo? ¿Quieres irte a tu habitación y cuando venga la cena te aviso?

-No, estoy bien- Mentí, pero tampoco quería irme de su lado- Es solo…

-Lo que te dije de que saliéramos ¿No?- Desvié la mirada al piso- No hace falta que lo pienses ahora, tómatelo con calma, no quiero presionarte, ya te dije que conseguiré que quieras salir conmigo- Y me sonrió- De momento podemos ser…- Se quedó pensando, abrí la boca dejando escapar el aire, lo que más quería en ese preciso momento era que acabara esa frase

¿Amigos? ¿Amigos con derechos? ¿Un rollo?

- ¿Amantes?- Mi corazón dio un vuelco tremendo, la sangre caliente recorrió mi cuerpo, deseosa por llegar a mi cerebro y procesar esa palabra.

De repente me encontré a escasos milímetros de él, y una vez mas no supe cómo había llegado hasta allí.

-Amantes…- Susurrando esa palabra hice que nuestros labios se rozaran sin querer, pero hice como si nada hubiera pasado

-Amantes- Repitió y esta vez fue él quien rozo sus labios contra los míos.

Ladeó la cabeza para que nuestros rostros encajaran perfectamente como dos piezas de una gran puzle y atrapó mis labios entre los suyos, comenzó a moverlos desesperadamente lamiendo mis comisuras y mordiendo mi lengua, que se escapaba juguetona para encontrarse con la suya. Peino mi pelo con sus dedos y empujo mi cabeza para intensificar el beso, pronto la falta de aire se hizo insoportable y tuvimos que separarnos para respirar. Antes de volver a unirnos, me incorporé un poco del sofá y pasé una de mis piernas por encima de las suyas sentándome encima de ellas y atrapando su cadera entre mis rodillas, posó sus manos en mi cintura y me atrajo hasta que la hebilla de mi cinturón rozó su estomago. Empezó de nuevo a besarme el cuello dejando su marca allí por donde pasaba mientras, yo no podía hacer más que morder mis labios para no gemir. Se separo buscando mis labios y me atrajo hacia él hasta que su espalda chocó con el respaldo del negro sofá quedándonos parcialmente tumbados. No pude resistirme a gemir suavemente cuando sus manos se pasearon por mis piernas hasta llegar a mi trasero y se quedaron allí, calientes y grandes.

-Tengo una idea- Susurró, pero antes de que continuara hablando lo jale de nuevo para que siguiera besándome.

Una tanda de besos más tarde volvió a abrir la boca.

-Debemos tener más citas como la ultima…

-No hace falta- Asegure mirándole a los ojos

-¡Claro que sí!- Dijo con el ceño fruncido- ¿O sí no como piensas que voy a conseguir que quieras ser mi pareja?- Me atraganté con algo invisible, y él se rio mientras yo no podía dejar de toser.

Pareja había dicho.

-¿Estás bien?- Asentí calmándome, o por lo menos intentándolo.

-Si…- Sabia que Jonghyun era un hombre fuerte en todos los sentidos, pero nunca creí que pudiera levantarse del sofá conmigo encima y sujetarme del trasero para que no me cayera- ¿Qué- que haces?- Me obligo a rodearle la cintura con las piernas.

-Eres un hyung muy sexy…

-¿Tú crees?- Le dije extrañado, me sonrió, pero una sonrisa maliciosa cargada de algo que conocía como travesura- Jonghyun, bájame…

Negó con la cabeza. De repente estar plantados en medio del salón me parecía una estupidez y me estaba muriendo de vergüenza.

-Jonghyun…- Y sonó el timbre- ¡La puerta!- Grité- Tiene que ser el pollo- Canturreé intentando soltarme.

Me soltó suavemente haciendo que nuestros cuerpos se rozaran y me quede un poco embobado disfrutando de aquella sensación incluso cuando se fue a por la cena.

Desperté de aquel sueño cuando un olor que me encantaba entró por la puerta y acabo en mis narices, un olor fuerte, picante y familiar. Me gire justo a tiempo de ver a Jonghyun entrar con el bote de pollo crujiente y sabroso. Casi se me cae la baba, tenía que controlar eso. Lo dejo encima de la mesa que había en frente del sofá.

-El repartidor está harto de nosotros- Comento- ¿Comemos? Esta igual de caliente que yo…

Trague costosamente, la confianza me estaba matando, ya me costaba ver su torso desnudo sin ponerme tontito y encima me decía esas cosas que me nublaban el sentido. Me senté en el sofá a la espera de que un milagro metiera la comida en mi boca sin hacer yo ni un solo movimiento. Jonghyun me dio palillos y desmonto toda la parafernalia que traía el paquete.

-Oh, qué bien huele- Se me escapo y Jonghyun se rió.

-Eres un maniático del pollo empanado- Se burlo.

-No soy maniático, soy experto y te lo estas comiendo mal- Le miré como si me hubiera insultado- ¿Qué te crees que haces? Te vas a manchar

Jonghyun sostenía una pieza entre sus dientes mientras la sujetaba con un palillo

-Si lo coges con dos dedos es más fácil y no haces tanto el guarro- Cogí sus manos entre las mías y le enseñé como cogerlo.

Mi mirada se cruzo con la suya pero la aparte antes de que viera mi sonrojo. Empecé a comer yo también, ese maldito sabor era como una droga. Miradas furtivas se me escapaban a su persona ¿Cómo podía ser un hombre tan atractivo mientras come pollo? Jonghyun era un claro ejemplo, sus ojos brillaban por el reflejo de la luz de la televisión en sus pupilas negras y se lamia los labios después de cada bocado, sus labios, que estaban aceitosos y muy apetecibles. Me relamí los labios también. No tardamos mucho en acabar de cenar y solo quedaba un triste trozo en el bote, era mío, lo sabía, el mismo pedazo de carne me lo estaba diciendo, llevaba un letrero de luces en el que ponía “Jinki” e iba a comérmelo.

Si no fuera porque las manos de Jonghyun se lo llevaron. Le mire indignado con la boca abierta.

-Es mío- Negó con la cabeza y le pego un mordisco- Oye…

-¿Lo quieres?- Asentí- Pues quítamelo-Y volvió a morderlo, pero esta vez mas lentamente, cerrando los ojos y disfrutando.

Un escalofrió me recorrió de arriba abajo, abrí la boca con intención de morderle, pero intente hacer un puchero y pedirle que me lo diera. Para mi sorpresa resulto, porque se acercó lo suficiente para que pegara un mordisco rozando sus labios, trague gustosamente, de repente tenía mucha sed.

-¿Terminamos lo que empezamos antes?- Me dijo sugerente.

-Solo si me das lo que queda- Me comí el resto con una sonrisa en la boca.

Cinco segundos después se me borró, había caído en lo que probablemente había accedido a hacer. No podía, si, no, ni idea…

-Ven- Me cogió de las manos y me levanto- ¿Por dónde íbamos?

-¿Podemos saltarnos la parte en la que me coges en brazos?- Asintió mientras se reía- Es demasiado vergonzosa.

-Ajá… - Paso su manos por mi cuello cogiéndome la nuca y fundió nuestros labios una vez más, el cosquilleo volvió a aparecer y las ganas de tenerlo aumentaron dolorosamente en mi entrepierna.

Cogió mi camiseta y tiró de ella por el pasillo.

-¿En tu habitación o en la mía?- Mi mente decía que parase, que no quería hacer eso, pero mi corazón y mi sexto sentido me lo pedían a gritos.

-¿Qué vamos a hacer?- Le pregunte intentando parecer lo más inocente posible.

-Lo que me dejes, no voy a presionarte- Nunca lo hacía.

-En la mía- Le dije y él se giró sorprendido.

Abrió la puerta un poco urgente y entre besos nos dirigimos al centro de la habitación, a los pies de la cama. Me besó de nuevo, y perdí la conciencia, mi corazón bombeaba salvajemente mi pecho haciendo que la sangre caliente corriera de un lado a otro de mi cuerpo. Me dejé hacer. Se acercó lo máximo que pudo y rodeó mi cintura con sus brazos, haciendo que nuestros cuerpos se rozaran, provocando una electrizante corriente que me hizo buscar más.

Me estaba volviendo tonto por segundos y cuando me quise enterar mi camiseta ya había volado junto a sus pantalones. Se separó de mi de golpe y sentí un frio repentino incomodo que me dolió en los músculos, quería más de él, quería sentirle de nuevo. Me tambaleé un poco en el sitio buscando sus labios cuando una mano grande y caliente me empujo el pecho, tropecé y caí suavemente en la cama.

Se lanzó a por mí de nuevo y yo le recibí con los brazos abiertos. Empezó por mi ombligo, dejando besos húmedos por la extensión de la línea alba, a llegar a mí cuello reprimí un suspiro agarrando fuerte las sábanas entre mis puños.

-No te reprimas…- Le miré y él me sonrió

Sentí su pesado cuerpo sobre mi cintura, se movía lentamente, me estaba volviendo loco.

Subió a besarme de nuevo, ese sabor que tanto amaba aun residía en su boca. Quería suspirar su nombre, dejarle claro que le quería y que deseaba estar siempre junto a él. Intensifiqué el beso rodeando su cuello con mis brazos, vibraba sobre mi boca, gruñendo, me excitaba, mientras yo ahogaba gemidos entre sus labios.

-Jonghyun…- Se me escapó una exhalación cuando separo nuestras bocas para bajar por segunda vez a mi cadera.

Estaba avergonzado, no podía creer lo mas mínimo lo que estaba haciendo, pero, me sentía bien, demasiado bien, creí que en algún momento mi cabeza estallaría por la excitación. Mariposas fogosas y llenas de pasión bajaron rápidas y sedientas por mi cuello y mi espalda cuando sentí sus manos deslizándose suavemente por mis muslos, apretando allí por donde pasaba, masajeándome despacio.

-Ah, ah…- Me mordí el labio inferior tratando de no perder la cabeza.

Mis pantalones de chándal desaparecieron en algún momento junto a mis bóxers… me había quedado completamente desnudo ante él, desvié la mirada de aquella escena y él rió suavemente. Tenía un gran problema entre las piernas.

Quería removerme y tal vez esconderme, pero una ligera presión en mi cadera me detuvo, miré atónito hacia aquella parte. Jonghyun apoyaba su barbilla bajo mi ombligo, con sus manos a ambos lados, acariciando mi piel en círculos, y me miraba… ¡Oh dios como me miraba! Sus ojos brillaban a la luz del exterior, solo la luna, abiertos, como un cachorro pidiendo pan a su dueño.

Tragar se volvió algo difícil y respirar prácticamente imposible. ¿A que estaba esperando?

-Jonghyun…- Pedí

-¿Puedo?- Sonrió de oreja a oreja, y yo asentí tapándome de nuevo los ojos.

De repente, algo caliente y húmedo recorrió de abajo a arriba aquella extensión de mi cuerpo.

-¡Mph!- Grité apretando los labios, aquella corriente seguía subiendo y bajando frenéticamente.

Mi espalda se arqueó ante tal sensación de placer y terminé apoyándome sobre mis codos para verle mejor, sus cabellos castaños se descontrolaban al ritmo frenético de su cabeza.

-¡Ah! Mph… Mmm- Intenté morderme la lengua pero me fue prácticamente imposible…- ¡Jonghyun! ¡Ah….!- Paró de golpe, y me dieron ganas de darle una colleja

-No vale adelantarse…- Me dijo con la voz más sensual que había oído en años.

-Por tu madre Jonghyun…- Se rió triunfante dejándome a punto.

Gateo de nuevo hasta que encontró mis labios, me beso con urgencia saboreando incluso mi propio perfume, acaricie su pecho y sus hombros con las manos bien abiertas para no perderme ni siquiera un trozo de él.

Cuando rodó, me sorprendí, no solo porque la visión de su rostro algo sonrosado y sudoroso era excitante sino también porque había hecho que quedara sobre él. Su cuerpo estaba tan caliente entre mis piernas.

-…Tuyo- Solo logré escuchar esa palabra, pero me conmovió y provocó los suficiente como para empezar mi turno.

Con mi destreza algo inexperta en estos casos comencé a palpar y a acariciar su abdomen y sus pectorales, él me sonreía, susurrando cosas que a causa del embobamiento no podía escuchar. Se me ocurrió repasar su cuello con mis labios dejando que la corriente me llevase a cometer locuras. Estaba tan excitado que podría morirme en cualquier momento.

Deje la vergüenza en algún sitio por unos instantes, los suficientes como para bajar mi rostro acariciando con mi nariz su obligo, hasta llegar ante tal intimidante extremidad. Me relamí los labios. Lo cogí entre mis manos y empecé a tocar y acariciar, mire a Jonghyun, que mas que gemir, se reía, fruncí el ceño.

-No te rías, no lo he hecho nunca ¿Sabes?

-Tranquilo vas bien- Dijo entre risas

Agache el rostro ante su atenta mirada y lamí lentamente, ahí sí que gimió y se le borró la sonrisa. Volví a hacerlo y siguió gimiendo y gruñendo hasta que cogí practica y lo hice seguido.

Estuve unos pocos minutos hasta que me paro para besarme de nuevo.

-Lo has hecho muy bien- Sonreí volviendo a juntar nuestros labios.

Entonces sentí su mano rodeando mi miembro y mordí sus labios sin querer, apretó un poco y gemí enterrado en su cuello. Comenzó el vaivén de nuevo y yo ni siquiera podía apoyar las manos en el colchón, pues se me doblaban los codos debido al placer que recorría mi cuerpo.

-Onew…- Me susurró

Intente mirarle a los ojos pero mi estado de éxtasis lo hacía todo nublado. Aun así lo escuchaba.

-Tócame- Asentí al borde del pasmo.

Palpé hasta encontrarlo e imite sus movimientos.

-Ams…Ahh- Los gemidos se mezclaban con sus gruñidos.

Mis caderas se movían al compas de su mano, lo bastante cerca como para rozar también su miembro trabajado por mí. Por lo que la euforia era doble.    

-Jonghyun… - Gemí- Creo que… Ahh…

-Aja… Mmm- Dijo sobre mis labios- Si lo haces un poco más deprisa… llegaremos... A la vez.

Le hice caso y para no gritar le besé, el me respondió de buena manera. Me sentía a punto.

-Jong… me… me ¡Me Ahh!- Y terminé soltando todo el aire de mis pulmones, dejándome caer encima de él.

Con el espasmo apreté más mi mano y gruño terminando también entre nuestros cuerpos desnudos. Se dejó caer de espaldas a la cama, haciendo que yo cayera con él, me quede sobre su pecho, jadeando como si no hubiera mañana.

Temblaba un poco y la sensación aun no se iba de mi estomago, sentí las manos de Jonghyun acariciarme la espalda desnuda, noté como su pecho subía y bajaba lentamente.

Y entonces lo supe, quise que no se acabara ese momento, le quería a mi lado hasta que mi corazón dejara de latir, le quería.

-Te quiero- Las palabras en mi mente salieron disparadas, deseosas por ser dichas.

Se rio suavemente y yo me acomodé mejor en su pecho.

-Y yo a ti…

No sabía que hora era, pero no me importo, nos quedamos completamente dormidos después de besarnos otro rato, bajo la atenta mirada de la luna.

 

Abrí los ojos y lo primero que vi fue la piel oscura de Jonghyun sonreí y bese su pecho. Después una risa y levante la cabeza, la luz del sol entraba por la ventana dejando ver a un muy despierto Taemin apoyado en la puerta de la habitación. Me sonroje de inmediato ¿Desde cuándo estaba ahí? Se volvió a reír y yo me separe del cuerpo del moreno.

-¡De nada!- Y salió corriendo

-¡Lee Taemin!- Ambos gritos despertaron a Jonghyun que me aprisiono con sus brazos y beso mi nariz.

Notas finales:

:$ 

Me averguenza mucho escribir estooo jajajaja

Pero diganme si les gusto ^^ o si no tengo que volver a hacerlo ewe

xD

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