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El deber de un líder por ShinyOdaya

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Notas del capitulo:

Hola... :D

No hace mucho que actualice... ^^ sehh

Pero me temo que voy a empezar los examenes esta semana y me va a resultar dificil actualizar ^^

Ire poco a poco y en cuanto termine lo subire de golpe :D

-Dream Girl sone japhil deut japhiji annneun, Dream Girl maeil bam ireoke neol gidaryeo, Dream Girl, dalkomhi sarangeul soksagigo

Su voz era hermosa, como el agua cayendo de una pequeña cascada a un rio salvaje, las notas del piano que teníamos en el dorm sonaban entre las paredes, relajando hasta al más curioso pájaro que se asomara por la ventana.

Estaba embobado prácticamente viendo como se movía su pecho al cantar, como estiraba su cuello para alcanzar las notas agudas, como se marcaban las venas en su cuello.

-Hyung…- Me llamó Taemin

- ¡Achimi doemyeon sarajil Dream Girl!- Grité, Jonghyun se rió y Taemin dejo caer su cabeza sobre el piano haciendo que las notas sonaran desordenadas.

-No estás en lo que hay que estar- Se quejó Taemin enterrando su cara en las teclas del piano.

Bostecé tapándome la boca.

-Es que es tarde- Contradije yo.

Taemin se dio la vuelta en la banca del piano y me miro con los ojos entrecerrados.

-Hyung, hemos estado más de cuatro horas con la canción… Y aun no te sale…- Taemin parecía molesto

-Taemin…- Se metió Jonghyun de por medio- Tal vez deberíamos parar por hoy…

-Pero…

-Pero nada- Corto el moreno.

Admiré como había manejado al rebelde de Taemin, tal vez sería el tono de voz.

El pequeño se acercó al sofá, donde su novio dormía a pierna suelta, le removió un poco y tiró de él, casi pude jurar que Minho aun dormía cuando Taemin le arrastraba. Pero fuera como fuese desaparecieron por el pasillo.

Empecé a recoger las partituras y a meterlas de nuevo en la carpeta. Las deje amontonadas encima de la mesa y le eché una última mirada a Jonghyun. Este estaba con los brazos cruzados apoyado en la pared más cercana a la puerta. Me di la vuelta sin comprender para dirigirme a mi habitación cuando un carraspeo me paró.

-Me has visto- Me giré y el hizo un movimiento con la cabeza- Vamos…

-¿A dónde?- Le pregunté inseguro

-Bajo un árbol- Y se rio mientras me daba mi chaqueta

-Hace frio para estar bajo un árbol…- Se encogió de hombros

-Yo te daré el calor necesario- Mi cara se volvió roja de repente e intente disimularlo, pero fue muy tarde

Salimos a la calle, y para mi sorpresa no había ningún coche esperándonos. Se puso a caminar calle arriba.

-Ah ¿Qué lo del árbol va enserio?

-Sí, es un sitio bonito para una segunda cita- Mi corazón tembló en mi pecho, y empecé a suspirar como si realmente se fuera a escapar.  

Llegamos a un sitio en donde el asfalto se acababa y empezaban a crecer pequeños matorrales y flores de invierno. El caminaba delante de mí, sin decir ninguna palabra. Los edificios se alejaban cada vez más y solo se podía ver una colina clara con algunos árboles dispersos.

Había visto ese sitio antes, montábamos en bici muchas veces, pero nunca había visto la ciudad desde allí.

-Es aquel árbol- Me señalo, no era el más grande, pero sí el más hermoso.

Aceleré para llegar antes que él y convertirlo en una especie de juego, funciono, pues se puso a correr tras de mi intentando cogerme.

Por fin llegué allí arriba, con las piernas un poco cansadas.

-Es bonito- Dije sentándome bajo aquel árbol, las luces de la ciudad brillaban como pequeñas luciérnagas en el bosque.

No estábamos muy altos, pero aun así se podía ver algunas copas de arboles esparcidas bajo mis pies.  Jonghyun se acercó, puso una de sus piernas a mi derecha y la otra a mi izquierda, se sentó estirándolas de forma que quedé atrapado entre sus rodillas y su espalda y pasó su brazos por debajo de los míos, se dejó caer hacia atrás, tirando de mi, hasta quedarnos recostados en el árbol.

De repente el frio se esfumo y una sensación de bienestar me abrumo por completo, su barbilla angulosa apoyada en mi cabeza, sus pies jugando con los míos y sus contorneados muslos rozando sin descanso mis caderas. Vi como sus manos me acariciaban el estomago un par de veces hasta que se juntaron a la altura de mi ombligo sus dedos se entrelazaron dejando que el peso de sus puños descansara sobre mí.

-¿En qué piensas?- Susurró, no le hacía falta gritar.

-¿Sinceramente?

-Si…

-En que no me gustaría estar en otro sitio, ni con nadie más…- Llevé mis manos a las suyas en mi estomago, las acaricié y el deshizo el nudo para mostrarme las palmas.

Acaricie sus dedos suavemente, hasta que el cosquilleo llego hasta mi corazón y entrelacé mis dedos con los suyos. Noté sus carnosos labios en mi pelo y yo cerré los ojos para sentir mejor esa caricia.

-Me haces feliz ¿Sabes?- Abrí los ojos, no podía girarme para mirarle si no rompía el abrazo- Es… extraño

-¿Por qué?- No lo entendía,

-Porque he estado intentando hacer lo posible para que me aceptes, pero lo que haces tú, a la mínima me enamora…- Suspiro en mi pelo- Todo lo que dices, solo escucho tu voz entre las demás, solo veo tu figura entre la gente, cuando sonríes Onew, me haces sentir el ser más afortunado sobre la tierra… Ayer, ese momento que tuvimos, pensé que me podía poner a llorar de lo emocionado que estaba por tenerte de esa forma…- Sonreí- En cambio yo no sé qué hacer para que tu sientas lo mismo…

Mis ojos escocían, eran hermosas palabras que venían de él y eran solo mías y de aquel árbol que escuchaba a escondidas su ruego, su declaración… sus sentimientos. Mi corazón estaba latiendo tan fuerte que estaba seguro de que lo estaba escuchando.

-¿Qué tengo que hacer?- Me repitió.

-Estas aquí…- Le dije cálidamente- Solo existe, si simplemente haces eso, todo estará bien…- Mi voz se iba con la brisa fría, dejando que mi mensaje volara tan lejos como pudiera- Respira a mi lado, con eso basta.

Inesperadamente, me atrajo mas a él, haciendo que mi trasero rozara la hierba, coló  sus manos por mis costados y apoyo su barbilla en mi hombro, dejando nuestras mejillas bastantes juntas, por no decir que se fundían. Entonces respiró en mi oído y cerré los ojos apoyando mi cabeza en su cuello, dobló las rodillas y recogió mis piernas haciendo que se doblaran también.

Nos quedamos así un buen rato mientras emitíamos pequeñas risas por las cosquillas que provocaban la respiración de otro. Me giré un poco quedándome de costado, acariciaba su abdomen por encima de su chaqueta mientras el pasaba su pulgar por mi mejilla suavemente.

-Jonghyun…- Susurré en su oído.

-Dime…

-Cántame- Ni siquiera pensé en mis palabras, así que me sonrojé enterito

-¿Qué quieres que te cante?- Me encogí de hombros, cualquier cosa estaba bien si era su voz.

Carraspeó aclarando su garganta, inspiro soltando el aire un par de veces y a la ultima lo retuvo en el pecho.

-Te conocí en un tiempo caótico…

Se cayó. Sonreí al recordar esa canción hermosa, como las cinco voces se unían en el estribillo para crear esa melodía de solo una palabra, pero que decía tantas cosas.

-Aunque no podía entender nada…

Me separé un poco, recordando claramente la letra de la canción. Le miré a los ojos, él los mantenía cerrados.

-Me enojo con todo aquel que me dice que renuncie porque es difícil…

Sé que solo te muestro mi peor lado…

Su suave melodía se dejaba escapar por entre sus labios, haciendo que mis sentidos bailaran.

-Incluso si mi cuerpo se rompe

Incluso si mi corazón se quiebra…

Era la misma canción que había escuchado miles de veces, pero esta vez sonaba más hermosa que nunca, tal vez era porque solo era su voz la que seguía el compás.

-La promesa de que te protegeré siempre será la misma…

Esta vez fui yo quien cerró los ojos e inspiró su perfume, volviéndome a apoyar en su pecho para notar las vibraciones en sus cuerdas vocales. Moví mis labios pero solo se escuchó su voz.

-Nada puede hacer que deje de amarte, a ti, a ti…

La razón por la que respiro eres tú, tú, tú…

La razón por la que canto eres tú, tú, tú….

La razón por la que vivo eres tú, tú, tú…

Nada puede impedirme que te ame…

Dejé escapar todo el aire que había retenido para no interrumpirle con mis respiraciones, sentía un suave cosquilleo en mi estomago. Aquellas palabras resonaban en mi cabeza una y otra vez. Sus ojos tranquilos dejaban al alma bailar libremente aquella balada, cuya letra cobraba sentido en mi corazón en cada silaba.

Continúe yo, aunque me costó un poco arrancar por la vergüenza

-Soy tuyo…

Me miró con una sonrisilla en los labios y volvió a cantar.

-En la felicidad

-Soy tuyo…

-En la tristeza

-Soy tuyo…

-No solo te lo digo

-Soy tuyo

-Intento demostrártelo

Y terminó alargando la nota aguda todo lo que pudo, y en cuanto se acabo le abracé, sorprendiéndole. El frio de la noche no nos hacia ningún efecto, estábamos solamente él y yo.

-Ha sonado más hermosa que otras veces…- Admití entre su pelo.

-Tal vez porque los sentimientos ahora son reales, y no una simple actuación…

Una mariposa de alas de fuego me recorrió el cuerpo de arriba abajo hasta posarse en  mi estomago y hacer de las suyas.

-Sí que quiero… - Le dije feliz, aliviado y seguro de lo que decía, aunque le seguirían a la decisión un par de problemas más.

-¿Qué quieres?- Me susurró extrañado, rodé los ojos y me reí un poco al darme cuenta de que era ahora él quien olvidaba las cosas.

-Que si que quiero salir contigo- Me cogió de los hombros y me apartó de golpe de encima suyo.

Sus ojos brillaban, y me miraba de una forma intensa haciendo temblar mis labios a los cinco segundos, sus pupilas empezaron a viajar de un lado a otro de mi rostro y momentos después sus labios atrapaban los míos de forma desesperada, urgente, sin querer perderse nada de ellos. Me empujo hasta que me tumbe sobre la hierba salvaje que crecía alrededor del árbol. Estaba frio, pero no me importaba que la madrugada nos envolviese siempre y cuando él estuviera a mi lado.

No sé en qué momento se coloco entre mis piernas y empezó a besarme el cuello, de arriba abajo, lamiendo cada tramo de mi ser, mientras, yo solamente podía cerrar los ojos y morder mi labio inferior, tanto, que pensaba que me saldría sangre.

La sensación caliente de sus labios con la brisa fría de la noche me daba escalofríos, escalofríos que me encantaban y quisiera repetir todas las noches. Mi corazón sonreía, era lo que más había querido este último mes y había pasado tan deprisa, que ni siquiera me había dado tiempo a marearme. Mi cuerpo estaba extraño, tal vez me sentía como una colegiala enamorada, o como un ser humano capaz de amar.

-No me lo creo- Dijo roncamente, haciendo que curvara la espalda por el roce de nuestras caderas.

Me reí, el no dejaba su sonrisa de lado mientras seguía rozando nuestros cuerpos lentamente, casi sin querer.

-¿Quieres que te lo escriba o algo?

-No, quiero que me lo dejes gravado…

-¿Quieres que te atice?- Levanté mi puño, pero él me saco la lengua.

-No… quiero que me beses y me lo repitas cada mañana al despertar, para así saber que no estoy soñando ¿Vale?- Le deje un beso suave en sus labios entreabiertos.

-Yo también tengo una condición…- Suspiré- Ni una palabra…

-Oh, vamos- Se quedo de rodillas- ¿Ni siquiera a Taemin y a Minho?

-Esos dos ya tienen una idea, de todos modos no tienen por qué saberlo… Nuestro trabajo está en juego.

-Por favor Onew, no creas que voy a contenerme, ahora mismo me estoy poniendo muy cachondo- Cerré las piernas y me senté en menos de dos segundos.

-Jonghyun… por favor, piensa que es difícil para mí- Pausé para mirarle a los ojos- Tengo mucha presión encima y si lo hago es porque te quiero…

Pensó unos segundos, mientras arrancaba pequeñas briznas de hierba. Asintió y extendió los brazos moviendo sus manos para que me acercara. Lo hice sin pensármelo dos veces y nos fundimos en un abrazo en el que no supe quien era yo y quien era él.

 

Las sabanas se hacían calientes a medida que era consciente de ellas, hasta llegar al punto en el que se hacían pegajosas, las quité con pesadez y me estiré cuando me levantaba. Camine despacio primero para que mis piernas se acostumbraran al peso de mi cuerpo y cuando mis rodillas dejaron de quejarse, me cambié de camiseta y salí al pasillo.

El calor del hogar se metió por mis poros, mis ojos intentaban despegarse. No sabía que hora era pero tampoco me importaba. Solo sentía que mi corazón empezaba a bombear más rápido de lo normal, y entonces lo comprendí, era eso lo que me había despertado.

Me asomé al salón, solo se encontraba Taemin leyendo algo que no pude llegar a ver. Si no hubiera estado pensando en otras cosas, tal vez le preguntaría que leía o si llevaba mucho tiempo despierto, o tal vez en que día estábamos viviendo.

Pero no era esa la ocasión. Así que volví sobre mis pasos y ya que no estaba en mi habitación ni en el salón, me dediqué a buscarle por el resto de la casa.

En su cuarto tampoco y solo me quedó el baño, ya que Minho dormía plácidamente en la cama de Taemin. Se escuchaba el agua caer, me daba vergüenza llamar, pero mis manos se movieron solas, escuchando a mi corazón y dejando de lado mi cabeza.  Toqué dos veces con los nudillos y espere alguna respuesta.

Se abrió el pestillo y el pomo giró. Se asomó un Jonghyun con el cabello mojado pegado a los lados de su cara, algunas gotas aun residían en su barbilla y otras bajaban por su cuello perdiéndose en su pecho, al igual que mis ojos.

-Pasa…- Quería decirle que si no resultaría un poco incomodo, ya que el simplemente llevaba una toalla azul sujeta a su cintura.

Pero entre de todas formas, juntando la puerta a mi espalda. El vapor del agua caliente humedeció mi ropa y mis cabellos y el olor a su champú relajo mis sentidos.

-¿Qué pasa?- Me pregunto mientras pasaba una toalla más pequeña por su cabello, alborotándolo, dejándole un aspecto más rebelde.

Se veía hermoso, como alguna especie de dios griego al que solo le faltaba el laurel en la cabeza.

-¿Fue un sueño?- Pregunté dejando viajar mis ojos por su cuerpo.

Él esbozó esa sonrisa que tanto me gustaba.

-No- Dijo en una sonrisa y se giró para mirarme.

Me acerqué lentamente hasta que nuestros pechos se juntaron, mojando mi camiseta, él pasó sus brazos por mi cintura, apegándome más. Acaricie sus hombros antes de subir hasta su rostro y besarle de la forma más húmeda que conocía. Nuestra saliva se mezclaba con el vapor del cuarto y me hacia sudar.

-Cumplí mi parte…- Y me beso de nuevo, ladeando su cabeza para poder entrar mejor en mi boca.

-Te quiero…- Y no me cansaría de escuchar esas hermosas palabras, de aquella hermosa voz. 

Notas finales:

¿Que les parecio?

Personalmente es uno de loa que mas me han gustado jijiji

Por fin Onew, por fin xD

Y.O.U (Aqui esta la cancion ^^ recomiendo que la escuchen mientras leen)

 

 

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