El sentir su presencia en la misma habitación me hacía sentir mejor, podía respirar tranquilamente y mi cabeza pensaba justo lo necesario, aunque sabía que eso estaba terriblemente mal.
Los días pasaban, y no faltaba uno en el que se notara mi ausencia en el hospital, junto a Key, me alegraba saber que se estaba poniendo mejor, aunque sus marcas moradas bajo los ojos, los huesos de las caderas y los labios blanquecinos, seguían allí. También habían empezado las llamadas del manager junto a citas con un psicólogo, y allí estaba yo en ese momento, con Taemin, en el sofá del dorm, mirando las horas pasar mientras Jonghyun se sentaba a mi lado tratando de ayudarme a no perder la paciencia, mientras el más joven se mordía los labios con urgencia, se podría haber hecho incluso sangre.
-¿A qué hora le digo que vamos?- Volví a repetir por enésima vez esa hora.
-No quiero ir- Me contesto el por enésima vez.
-Entonces déjame ayudarte- Le quité la revista que no había dejado de repasar una y otra vez, le eche una ojeada rápida, había rastro de tijeras y recortes a mano, sabia donde habían ido a parar esos artículos bajo el nombre del titular “SHINee”
-Déjame vivir…
Me fije también en un dato curioso, levanté la mirada preocupado hacia donde el ya no tan niño Taemin intentaba esconderse bajo los almohadones. Miré otra vez la revista, sabía que eso era algo extraño, que tenía entre mis manos algo que podía significar una cosa importante.
-¿Taemin?- Sin contestación- ¿Por qué has cortado tus fotos?
Incluso Jonghyun metió la barbilla sobre mi hombro para poder la revista. En efecto, las fotos de Taemin que decoraban el artículo de la revista que predecía nuestro próximo lanzamiento estaban cruelmente mutiladas por cortes de tijeretazos y a todas y cada una de ellas les faltaba el rostro del hermoso joven. Solamente su figura estaba maltratada, pues los cuatro restantes que salíamos en fotos de grupo estábamos intactos.
-Porque no me gustan…- Dijo débilmente
Miré a Jonghyun, él tenía el ceño fruncido y seguía mirando las fotos.
-Solo he visto eso en las películas de psicópatas- Me susurró
-Taemin no es un psicópata- Le defendí en el mismo tono
Jonghyun se encogió de hombros y me quitó la revista.
-Taemin- Habló serio- ¿Qué te crees que haces?
La mirada que se asomo de entre los almohadones no dio tan solo miedo, sino que me dieron ganas de salir corriendo de allí. Mi instinto de supervivencia me hizo apartarme un poco de Jonghyun porque sabía que de alguna manera, una chispa podría caerme encima.
-Deja de encerrarte como si estuvieras asustado y afronta lo que te pasa de una estúpida vez- Dijo el moreno de una forma calmada.
Taemin se sentó de rodillas sobre el sofá con ganas de atacar, apretaba entre sus manos uno de los cojines negros.
-No tienes ni idea hyung- Contestó
-Pues explícanoslo- También se tensó
Taemin estaba dudando, y aquello era lo que realmente podía conmigo, él ni siquiera tenía confianza en nosotros, confianza en sus compañeros y me dolía, porque el deseo de ayudarle era más grande que cualquier cosa.
-¿Crees que es así de fácil?
-Podemos ayudarte- Dije yo en un tono terriblemente lastimero.
-No, me llevareis a un psicólogo- Apretó sus manos en torno al cojín, que empezaba a arrugarse.
-¡Danos una razón para no hacerlo!- Jonghyun gritó, y gire mi torso para mirarle y darle a entender que no eran formas ni palabras adecuadas.
-No grites por favor…
Volví la vista a Taemin, ignorando un poco el suspiro profundo de Jonghyun a mis espaldas, intenté llevar mis manos junto a las suyas, para que dejara de maltratar el almohadón y compartiera su molestia conmigo.
Pase mis dedos por sus muñecas y relajo el agarre aunque no lo soltó por completo.
-Solo quiero que estés bien
-Estoy bien- Me dijo, pero vi unas pequeñas lágrimas posándose en sus ojos.
-No, no lo estas… Si es algo que te preocupa, dímelo, si te sientes mal, dímelo, si es que estamos haciendo mal algo, Taemin solo tienes que decirlo- Las lagrimillas se acumulaban en los extremos de sus pestañas- Comparte tu dolor conmigo, tu frustración… Puedo ayudarte a sostenerte en pie si lo necesitas
Una lagrima rodo por su rostro y mojó el almohadón al que maltrataba, resbaló y acabó perdiéndose en la tela de sus pantalones. Después otra imitó el recorrido y dos más cayeron por la comisura del otro orbe castaño, no sollozaba, solamente me miraba impasible, sin mover nada más que sus ojos al parpadear.
-Soy un monstruo…- Susurró y sin esperármelo se levantó corriendo, del empuje, tuve que apoyarme para no caer de espaldas sobre el sofá.
Taemin recorrió la pequeña sala de estar y se metió como una bala en el pasillo que conducía a las habitaciones. En este mismo momento apareció Minho por la puerta, tan oportuno que podría haberme quedado flipando un buen rato por la coincidencia.
El moreno más alto soltó la bolsa que llevaba en las manos y cogió carrerilla para seguir a su novio, estaba acelerado y le comprendía, sus ojos mostraban la preocupación absoluta, y viajaban de Jonghyun hasta el pasillo por el que había desapareció Taemin, pasando por mí..
Jonghyun le paró con una mano en el pecho antes de que se perdiera tras Taemin.
-No le sigas, en este momento creo que quiere estar solo- Minho no cabía en sus cabales
-¿Qué le pasa?- Preguntó alterado- ¿Por qué llora? ¿Se encuentra bien?
Suspiré cogiendo la revista entre mis manos, eligiendo la pagina correcta y lanzándola abierta ante sus narices.
-Eso le pasa…
El más alto de los presentes camino despacio hasta el sofá y cogió entre sus manos el papel fino colorido de la revista. Estuvo un rato ojeando, hasta que vio las fotos, le vi fruncir el ceño y pasar sus dedos por las fotografías rotas, después levantó un pedazo y lo rompió sin querer. Cuando termino de mirar las paginas, me fundió con los ojos.
-¿Qué es esto?- Preguntó.
-Pensábamos que tu lo sabrías
Minho paseo la mirada por nuestros rostros confundidos y llenos de expectación.
-Yo no sé nada- Bufó y pasó salvajemente sus manos por su pelo.
Lanzó la revista con furia, haciendo que se estampara contra la pared, que esta temblara y cayeran un par de fotos al suelo.
-Al menos estamos de acuerdo en que tiene un problema- Yo no podía ni siquiera hablar, había acabado con la boca sellada del asombro y las palabras se arremolinaban en mi cerebro, pero no querían salir.
Jonghyun me miró, compartió una mirada cómplice y supe que me ayudaría, que él se encargaría de hablar si yo lo deseaba.
-Minho hay que ayudarle- Se dejó caer en el sofá justo a mi lado, ni siquiera me atreví a ponerle una mano en el hombro para intentar animarle.
-Lo sé… Desde que empezó a trasnochar supe que algo andaba mal- Suspiró- Una noche me desperté y el solo estaba ahí, sentado en su cama mirando las últimas noticias en su ordenador…
-Es verdad que el parece feliz y sano- Dije bajito porque mi voz no quería salir.
-Actúa bastante bien- Su rostro se endureció- Yo deje de tragarme el cuento cuando se desmayó en la sala de ensayos
Un frio silencio, en el que mis manos aprovecharon para apretar la tela de mi sudadera hasta dejar mis nudillos en blanco. A Jonghyun también pareció haberle pillado por sorpresa.
-¿Se desmayó?- Minho asintió, yo no estaba enterado de nada- ¿Cuántas veces le ha pasado?
-Una…- Dijo Minho, yo negué con la cabeza recordando esa mañana en la que ambos ensayábamos y el pequeño sufrió esa bajada de tensión
-Dos- Minho me miró incrédulo ante mi única palabra.
-Tres…- Y ambos nos giramos a ver a Jonghyun, el moreno miraba la pared del salón como en estado de shock.
Entonces Minho dejó la poca tranquilad que podría haber existido en su cuerpo y se levanto del sofá hecho una furia. Se fue refunfuñando varias palabras mal sonantes y se perdió por el pasillo de los horrores.
Me mordí los labios, después mi lengua y acabé cerrando los ojos intentando respirar con normalidad. Suspiré dejando que de alguna manera el veneno saliera por mi boca para perderse entre las partículas de polvo que flotaban en el aire.
Un calor se apegó a mi cuerpo y sentí el tacto de Jonghyun sobre mi frente, abrí los ojos lentamente para encontrarme su rostro a escasos centímetros del mío. Me miraba, sin perder de vista mis pupilas, entonces no pude contenerme más y mis ojos escocieron. Su mandíbula se apretó cundo sentí las primeras lagrimas correr por mi rostro, y aunque no quería que me viera en tan penoso estado deje que me besara las mejillas, porque se sentía demasiado bien.
-Shhhs… No llores- Me arropó entre sus brazos
Me acomodé como pude en su pecho y enterré mi rostro en su cuello
-Minho hablará con él, ya veras, pronto estará todo solucionado…
-¿Y comeremos perdices Jonghyun?- Soné sarcástico y confundido, hecho que hizo que sus manos se apretaran en torno a mi cuerpo y me abrazara aun más.
-Tal vez…
Aun así tendría que llamar al manager para concretar una cita con el psicólogo, a este paso tendríamos que llevar a Taemin a la fuerza y eso no podría acabar demasiado bien.
Dejó un pequeño beso en mi cuello y yo se lo devolví subiéndolo un poco de intensidad, ninguno de los dos había dicho la palabra mágica, pero él me mostraba que cada fibra de su ser estaba conmigo en todo y yo le intentaba manifestar que estaba más que agradecido con él.
-Vamos a la cama…- Me sugirió
Me separe de él enjugándome los ojos para no dejar marcas de lágrimas.
-JONGHYUN- Exclamé
-¿Por qué piensas mal?- Tiro de mi mano para que me levantara- Hemos tenido un día muy duro y tengo sueño…
Esta vez fui yo quien corrió a meterse en la habitación, pero no por nada en especial, sino porque ansiaba que la noche pasara y naciera un día nuevo. Mi pecho dolía y mis ojos aun estaban un poco aguados pero me propuse cambiarme para meterme bajo las sabanas. Pero algo me lo impedía.
-¿Puedes dejar de mirarme mientras me cambio?
Ni siquiera había sacado mi sudadera del sitio, pero estaba incomodo y quería dejárselo ver.
-Vamos, te he visto desnudo- Mis mejillas seguramente cogieron el mismo color que unos tomates bien maduros.
-En serio no estoy de humor- Se sentó en la cama de espaldas a mí.
-Me quedaré quietecito, sin mirar- Se cruzó de brazos.
Me quité las prendas poco a poco, vigilando cada movimiento de su cabeza y hombros, cumplió su palabra, no se giró, pero no me quedé tranquilo hasta que me deslicé bajo las sabanas y pude estirarme en el colchón. Colchón que fue invadido por él segundos después.
-Deberías irte a dormir a tu cama- Me miro triste entre las sabanas.
-¿Por qué?- No supe que contestarle, ni yo lo sabía, tal vez tenía tantas cosas en la cabeza que no podría dedicarle lo que se merecía- Deja que me quede
-Jonghyun…
-Admite de una vez que te hago bien…- Me sonrió- Solo déjame relajarte- Se acercó más a mí, sentí sus piernas enlazándose con las mías- Ahora te abrazo así…- Paso una mano por mi tripa- Y ya está… ¿Mejor?
-Si- Admití
-¿Ves? ¿Quieres que te cante para que duermas?- Aparté un poco el rostro sin creerme lo que había escuchado.
-¿Cómo lo haces?- Se abrazó feliz a mí
-¿El qué?
-Evadirte de los problemas y las preocupaciones así de fácil….- Por mi parte yo aun estaba pensando en lo que había pasado con Taemin y Minho
-No me evado… Lo hago por ti, necesito verte sonreír- Besó mi mejilla- Necesito ser relajado y alegre por los dos…
Sin pensarlo dos veces bese sus labios. En realidad el me hacía más que feliz con su sola presencia, pero me parecía muy hermoso de su parte.