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El deber de un líder por ShinyOdaya

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Notas del capitulo:

Hola :D

Es muy dificil compaginar el primer año de universidad con los fics, he tenido el peor fin de semana de toda mi vida y llevo dias sin dormir... ais...

Terminare los fics que empecé, pero no se si podre seguir con nuevos proyectos

Aqui les dejo el capitulo 28

Disfrutenlo ^^

Me engullí el tazón de té verde en un sorbo, el regustillo de las hierbas se me quedó en los labios y por una vez en mi vida deseé que fuera whisky. Aunque fuera temprano quería no sentirme en la tierra en ese momento y no le daría ascos a una copa de alcohol.

-¿Todo es culpa de Minho?- Le miré desde la otra punta de la mesada, había pedido un poco de espacio mientras mi cabeza trabajaba y él me había concedido el deseo.

 -No,  el era inconsciente de lo que hacía, Kibum se había dado cuenta y al final Minho también- Suspiré- La culpa es mía…

-On…

-No me repliques- Le callé suavemente

El selló sus labios mientras se llevaba a la boca su gran taza de café ardiendo. Veía pasar las gujas de un reloj imaginario mientras deseaba con todas mis fuerzas que llegara el momento en el que Taemin se despertara, pero, otra parte de mi quería salir corriendo.

Minho confiaba en mí y yo quería contestar cumpliendo mi cometido, sacando al pequeño de ese mundo de sombras y arrojándole un poco de luz blanca al asunto.

-No sé si es buena idea entrarle así como así con el tema…- Deje que mis pensamientos fluyeran- Minho acaba de marcharse y no querrá hablar con nadie en este momento.

-El momento es algo que tienes que elegir tu- Jonghyun estaba serio, me recordaba a uno de esos profesores de filosofía del instituto, que decían mucho con pocas palabras, pero muchas veces, esas palabras no eran comprensibles.

-No me puedo demorar mucho…

-Si Minho no está Taemin no podrá protegerse, puedes tomarte tu tiempo.

-Porque Minho no está, es la razón por la que quiero darme prisa- Dejé con un suave golpe la taza sobre la mesa, la superficie blanca reflejaba un poco mi rostro, deformado por las curvas- Se necesitan- Compartimos una mirada, sus dedos le daban vueltas a su desayuno- Es como si tu desaparecieras de un día para otro- Me sonrió, reconocí esa sonrisa vergonzosa que siempre era acompañada por un dulce rubor rosado en sus mejillas- No aguantaría mucho con vida, te necesito.

Observé el fenómeno de sus ojos encendiéndose, como una llama que cogía intensidad a medida que los segundos pasaban, prendiendo todo lo que tocaba con sus pupilas y quemando de puro deseo el iris castaño que las rodeaba.

Unas palabras, las que habían salido de mi corazón, las más sinceras, las más reales habían bastado para que Jonghyun se levantase, dirigido por impulsos y se lanzase a morder mis labios, tan salvaje y bruto que me excito tan pronto como me levanto de la silla por un tirón que dio a mi camiseta.

Su lengua se colaba en los recovecos de mi boca, ella sabía que mis labios le pertenecían. Colé mis manos por debajo de la tela fina de su camiseta y apreté su piel con mis dedos, disfrutaba del tacto de sus músculos fuertes y duros cubiertos por esa capa fina, suave y caliente.

El beso duro unos pocos segundo más, antes de que Jonghyun se separará con un chasquido entre nuestras bocas, él respiraba por la boca, descontrolado y podía oír ambos corazones retumbando contra nuestros pechos, le miraba con la pequeña duda de aquel arrebato de pasión repentino.

-Dilo otra vez…- Suplico

-¿El qué?

-Que me necesitas… Dilo- Y cumpliendo su deseo paseé mis manos desde su espalda hasta su pecho, dejando la huella de mis dedos alrededor de su ombligo y masajeando su pectorales bien marcados, el entendió y alzó los brazos para que pudiera deshacerme de su camiseta.

Así, mirándolo medio desnudo, con varias zonas de mi cuerpo palpitando por más, era mucho más fácil ser sincero.

-Te necesito Jonghyun- Él volvió a sonreír, me abrazó con fuerza, juntando nuestros cuerpos de nuevo, dejando que se acoplaran antes de volver a tomarla con mis labios.

-Y yo a ti… mucho- Dijo entre beso y beso.

Nos movimos abrazados, consumiéndonos mutuamente hasta el salón, me pegó contra la puerta de la cocina y restregó su cadera con la mía de forma escandalosa, tanto, que gemí como loco, desde dentro, mordiéndome los labios para intentar acallarme, pero no sirvió.

Las cortinas estaban corridas, y el sol daba al balcón por lo que no se vería nada desde fuera. No me importaría en ese caso hacer el amor con Jonghyun en el suelo del salón, porque estaba seguro de que no llegaríamos a mi habitación.

Lo lancé contra el sofá y me coloqué sobre él, dejando pequeños besos en su pecho, cogió mis  mejillas y me atrajo hasta sus labios, fue brusco su movimiento, pues al fin y al cabo sí que acabamos en el suelo del salón.

El contraste del tacto frio del suelo y la calentura viviente que era Jonghyun hizo que me excitara más de lo que me permitía mantener el control.

-No lo cojas- Me susurró en el oído dejando que el vello de mi nuca se erizara como un felino intentando protegerse.

-¿Qué?- No entendí el por qué de sus palabras, seguí dejándome besar hasta que lo escuché, el suave vibrar de mi móvil contra la mesada.

Estaba tan perdido en Jonghyun que ni siquiera lo escuché, y si no me lo hubiese dicho, no lo hubiese escuchado nunca.

Hice caso a sus deseos y dejé de lado mi teléfono para concentrarme en la forma en la que Jonghyun arrancaba mis pantalones y lamia mis muslos desnudos, no pude evitar retorcerme del gusto y las cosquillas agradables, el sabia, y me alegraba pensar que teníamos mucho tiempo para llegar a conocer a la perfección el cuerpo del otro.

Me sonrojé cuando sentí los primeros paseos húmedos por la zona más sensible de cualquier hombre, y escuche de nuevo esa vibración de mi teléfono, pero una vez más no quise apartar a Jonghyun de su zona de trabajo.

-Ah, Jonghyun…- Solo podía decir eso, gemir su nombre no muy alto mientras sentía el orgasmo más cerca.

Y paró de repente, le miré suplicándole que siguiera, pero él estaba ocupado bufando y arrugando el entrecejo.

La vibración empezó a hacerse estridente y bastante molesta, tanto, que cortó de un tajo el hilo de mis pensamientos, y ver a Jonghyun torciendo una vez más el gesto no ayudaba para nada.

Me arrodillé en el suelo y con algo de pesadez y cortocircuitos recorriendo mi cuerpo entero me dirigí a coger el dichoso teléfono.

Me lo llevé a la oreja sin ni siquiera mirar el nombre.

-¿Ah?- Solo pude soltar aquel sonido de frustración.

Jonghyun seguía mirándome sentado en el suelo, como un cachorro esperando la comida diaria. Me ponía esos ojitos llenos de deseo, que pedían piedad al tiempo y deseaban que fuera quien fuese el que llamaba, terminara rápido.

-Oye Jinki…- Me sorprendió escuchar a Key al otro lado de la línea- ¡¿Qué demonios está pasando?!- Me gritó.

-¿Qué?

-¿¡No estás viendo las noticias no?!- Miré la gran pantalla, apagada, con el reflejo de Jonghyun oscuro sobre el brillante negro.

-No…

-Pon la televisión Onew…

Le pedí el favor a Jonghyun y él con un giró de ojos la puso rápido y buscó el canal indicado por Key.

-Por cierto ¿Cómo estás?- Un bufido al otro lado de la línea, un chasquido de lengua.

-Jodido, Jinki quiero salir de aquí…­- Palabras sinceras, que recorrían mi cuerpo como una ola de agua fresca- Se que estas pasando por unos momentos complicados… y si te soy sincero me gustaría ayudarte.

-Déjate cuidar Key, creo que puedo con esto…- Me llevé una mirada encelada de los ojos castaños de Jonghyun, pero seguí hablando con el rubio- SHINee te necesita ¿Sabes?

-¿Tienes el canal puesto?- Cambió de repente el tema, evadiendo una conversación que terminaría en una catástrofe de lagrimas.

Miré al moreno que escudriñaba la pantalla con los ojos bien abiertos, sus labios estaban siendo maltratados por sus dientes, miraba atento y a la vez sorprendido a una mujer castaña de antepasados europeos que hablaba seriamente a través de un micrófono.

Mi mente colapso tanto tiempo como duró la charla de esa chica, tan solo escuche palabras, las suficientes.

“Choi Minho”

“Lee Taemin”

“Rumores”

Y de repente, imágenes, grabadas por aficionados, por transeúntes e incluso por fans. Imágenes en video que mostraban a Minho huyendo de un desesperado Taemin que gritaba a los cinco cielos que se detuviera.

-Esa es la chica con la que hable ayer…- Jonghyun daba vueltas al mando a distancia en sus manos, deje de lado a Key en mi cabeza y contuve las ganas de lanzarle el móvil a la coronilla.

-¿¡Y tu porque hablas con nadie?!

-No sabía que era una periodista…

-¿Qué más da?

-¿Estas con él?- Key refunfuñaba al otro lado de la línea, soltando blasfemias por lo bajo y haciéndome sentir demasiado incomodo- Pues claro que estas con él, es tu novio, que cosas digo, quien me mandara a abrir la boca…- Y mas refunfuños

Le colgué el móvil, su estridente voz enojada se colaba en mi cerebro por una oreja y el sonido de la televisión marchitaba el resto de mi cerebro. Mis fuerzas diarias se estaban agotando a primeras horas del día, por cada palabra, un trago menos de vitalidad.

Acabe por dejarme caer en el sofá, sin quitar la vista de los danzarines colores de la alta definición de la televisión.

-Sube el volumen- Jonghyun me hizo el favor.

Tan solo escuche lo que ese noticiero tenía que decir, me tapé el rostro con una mano, porque no quería que la más mínima mota de polvo me distrajera.

El programa pasó a la siguiente sección, nada que ver con exclusivas. En resumen, la gente creía que Minho iba a salir de SHINee, que la situación había llevado a Taemin al borde de la locura y que el futuro del grupo era más que incierto.

Suspire dejando que mi cabeza se apoyara sobre el respaldo del sofá, mis músculos estaban demasiado tensos, el aire que pasaba por mi garganta me rajaba los pulmones y me hería las entrañas

Noté una suave tela cubriéndome las piernas desnudas, y me sorprendí al encontrar mis pantalones colocados con cuidado sobre mis piernas.

Jonghyun recogía el desorden que habíamos causado, en silencio, sin mencionar nada de lo que acababa de ocurrir.

Aquello que era el detonante de una sucesión de bombas que me iban a explotar en la cara.

La primera de ellas llego tan solo dos minutos después.

Mi teléfono empezó a sonar de nuevo, suspire llevando mis cabellos hacia atrás en un gesto nervioso y cansado. La electricidad que recorría mi cuerpo me impulsaba a coger esa llamada, pero no quería angustiarme, acabar discutiendo y dándome cuenta de que era una pésima persona.

Mi boca estaba seca, todo a mí alrededor daba vueltas sin parar y me estaba empezando a marear un poco.

-Tranquilo, ya lo cojo yo…- Mi teléfono me fue arrebatado suavemente de las manos, Jonghyun traía un abanico en una mano y descolgaba mi móvil con la otra.

-Es el manager…- Pero se encogió de hombros ¿Qué no era consciente de que el manager se había enterado de la partida de Minho? Probablemente nos castigaría.

-Túmbate…- Me mandó, me sorprendió la facilidad que tuvo mi cuerpo para caer rendido, y entonces Jonghyun empezó a abanicarme mientras hablaba por teléfono.

Las sacudidas del aire violentas no me permitían escuchar la conversación, tampoco me interesaba ahora.

Tan solo sentía el aire frio golpeando mi rostro, mis extremidades parecían tan lejanas que ni siquiera las sentía y una jaqueca invadía mi capacidad de pensar. Mi corazón parecía una bolsa llena de clavos, que, al latir, agujereaban la superficie.

Jonghyun se retiró rápidamente, no supe por qué, y el aire dejó de acariciarme. Un nudo se creó tan rápido como mi novio se escapo de mi vista, ese nudo subió desde lo más bajo de mi estomago hasta mi garganta, mis ojos se nublaron y los noté húmedos.

Estaba llorando de nuevo, me sentía patético e inútil. Me lleve el brazo a la altura de mis ojos y apreté bien fuerte contra ellos, quería que dejasen de hacerme ver débil, quería poder mirar con ellos a Minho, Taemin, Key y a Jonghyun y poder decirles que todo iba a ir bien, pero esa idea se la llevaban mis lagrimas al deslizarse por mi piel.

Sentí como el sofá se hundía a mi costado y una mano se posaba en mi brazo. Sabía que era Jonghyun por el olor que desprendía su piel, por el tacto de su mano y por su respiración tan acompasada a la mía.

Aparte ligeramente mi brazo para observarle, traía un rostro preocupado y triste, pero no me quitaba los ojos de encima.

-No llores- Terminó por quitarme él el brazo de encima.

Se acercó a mi rostro y dejó un suave beso en mis labios, aparto el pelo de mi frente con una suave caricia y borró las estelas que habían dejado las lágrimas en mis mejillas.

-Cualquier cosa… sabes que puedes cargarla sobre mis hombros- Hablaba casi sobre mis labios, su aliento dejaba suaves cosquillas sobre mi nariz- Yo me ocupare de las entrevistas, no te preocupes por ello.

Negué con la cabeza rozando su nariz con la mía por el rápido movimiento.

-Gracias Jonghyun, pero no…

-Al menos déjame cargarte a ti sobre mis hombros

Y dos pequeñas lágrimas más se escaparon de mis ojos. Me besó de nuevo, esta vez más profundamente, tocando con su lengua mis labios entreabiertos.

-¿Quieres que nos vayamos a cenar juntos? A un sitio discreto y romántico… ¿Eh?- Le miré con ternura mientras me incorporaba, él acariciaba mis rodillas con sus dedos y esperaba ansioso una respuesta.

Es lo que necesitaría para reponerme, para empezar a tomar los problemas con más relajación. Además, me moría de ganas por pasar tiempo a solas con él.

-¿Seguro? Tenemos todo un día de ensayos por delante…

-Pues resérvate para mí…- Eso sonaba tan apetecible.

-Pero ¿Y Taemin?- Se le oscureció el rostro al nombrar al más pequeño- No podemos dejarlo solo…

-Has encontrado la excusa perfecta- Se separó de mi con una mueca en los morros.

-No es una excusa… es la realidad- Realidad que odiaba.

Además, me dio la sensación de que se me olvidaba algo importante. Me quedé mirando su rostro hasta que me habló, tan solo vi como sus labios se movían, pues no escuché sus palabras. Porque en ese momento me acordé de algo.

-He quedado con Chohee…- La reacción de Jonghyun fue tan preocupante como graciosa.

-¿Eh?

-Esta noche, para ir a cenar…

Las fosas nasales de Jonghyun se dilataron y entrecerró los ojos evaluándome de arriba abajo.

-¿Qué quiere?

-¿Cenar conmigo?

-Vale…- Se levantó, dejo mi teléfono sobre mi regazo y se dirigió al pasillo derecho a la habitación, pero giró sobre sus talones- No, no vale… 

Notas finales:

¿Que les pareció?

Dejen sus comentarios con sus opiniones, son muy importantes para mi ^^

Chuu~ 


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