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El deber de un líder por ShinyOdaya

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Notas del capitulo:

Hola, buenos diastardesnoches 

Les dejo el cap numero 29 del fic :D

Muchas gracias por pasarse a leerlo ^^

El ambiente se tensó, el aire se volvió pesado, tanto que se me hacía muy difícil respirar, como si se me formara una bola de cemento en la garganta.

Jonghyun apretaba su mandíbula, respirando forzosamente mientras intentaba buscar palabras. Me había quedado clavado en el suelo, atravesado por tornillos ardiendo, pero lo que más deseaba en ese instante era retirarme a un lugar inhóspito.

-Solo es una cena- Dije, intentando que no me temblara la voz, no tenia que temer a nada, pero Jonghyun siempre hacía que me temblaran las piernas.

-Vas a salir, con una chica, por la noche, en público…- Contestó él, en tono de pensador frustrado.

-Creo que aun no te he dado razones para desconfiar de mí…

-Ya, es de ella de quien no me fio- Crispé el rostro.

-¿Eh? ¿Acaso sabes quién es?

-Es Chohee

-Ella tampoco te ha  dado razones si no me equivoco- Hizo una mueca

-Te ha pedido una cita ¿Acaso no es razón suficiente?

-Oh vamos no es una cita…

-Las citas empiezan así- Se cruzó de brazos- Desconociendo que son citas.

-Es trabajo Jonghyun, vamos a hablar del guion.

-Ya…- Parecía querer irse

-Ella no tiene interés en mi, si estas celoso y eso es lo que te preocupa- Me echó una mirada intensa.

-De acuerdo, está bien, lo entiendo- Movió sus manos- Me quedaré en casa cuidando de Taemin- Ironizó- Mientras tú haces el ganso con alguien que no soy yo…

Se dio la vuelta y se marchó por el pasillo, no dude ni un segundo en seguirle, no podía dejar que se enfadara, no soportaría que dejara de hablarme y que pensara cosas que no eran ciertas.

-Jonghyun espera…- Intente pararle, pero me hizo caso omiso

Antes de que llegara a su cuarto conseguí alcanzar a cogerle el brazo y plantarle en el sitio.

-No iré si no quieres, le llamare para cancelarlo- Giró la cabeza para mirarme, evite sus ojos y acabe mirando las arruguitas que tenía su pijama.

Note sus manos acariciando mis costados, le solté el brazo y deje que me rodeara en un abrazo. Yo seguía mirándole el pecho, incluso cuando enterró su rostro en mi cuello. No sabía qué hacer, no sabía dónde poner las manos, no sabía dónde mirar.

Sus labios se posaron en mi oreja, suaves como si una mariposa se posase en la más delicada flor.

-Amar no es solo querer, sino también comprender, aunque no me guste nada- Soltó una pequeña risita- Confío en ti

Se separó y me acarició la barbilla con los dedos. Estaba enfadado, lo sabía, esa sonrisa mentirosa escondía sentimientos completamente contrarios.

 

En el coche, de camino a la empresa, teníamos el ensayo programado para dentro de unos minutos. La tensión se palpaba dentro de aquel furgón en el que de costumbre entraban cinco personas, en ese instante solo había tres, y parecían no querer conocerse.

Una de esas personas era yo, no me sentía cargado de energía, más bien era todo lo contrario, la lejanía de Jonghyun en esos momentos era cruel, pero sabía que él debía ordenar sus pensamientos y llegar a comprender que no tenía razones para sentirse celoso.

Aunque por otra parte, los celos eran una de las muestras que apoyaban la existencia de ese amor que compartíamos, aunque lo hiciese enfermo, vulnerable e indefenso. De momento, el no quería dirigirme palabras y yo no sabría que contestarle si lo hiciera.

Al otro lado de la fila de asientos, estaba Taemin, que parecía no haberse despertado aun, sus pulgares jugaban frenéticos, pero estaba ausente, sentado con la espalda recta, haciendo caso omiso a las canciones que solía cantar en el coche. Había intentado hablar con él, pero no parecía escucharme.

Suspire por cuarta vez, llevándome una furtiva mirada de Jonghyun.

No había fans en la puerta, era extraño, por lo que nuestro recorrido fue tranquilo, demasiado tranquilo, Taemin caminaba delante mirando hacia todos los lados, sabía que era lo que le estaba pasando por la cabeza, pero no sería yo quien le dijera que Minho no estaba allí.

Jonghyun caminaba detrás de mí, y no dejaba de mirar su teléfono, estuvo a punto de chocar en varias ocasiones con alguno de los empleados, pero aun así no dejo de hacer eso que era tan interesante.

Primero fue el canto, la canción estaba más que ensayada, pero se añadieron algunas posibles partituras al repertorio. La voz del más joven estaba rota, no afinaba lo suficiente y la letra se le olvidaba, pero aun así, el pianista y ayudante no quiso forzarlo, le dejo descansar mientras la majestuosa voz de Jonghyun aparecía, me adormilaba, y como siempre, me fascinaba.

La sesión de coreografía fue algo más dura, Tony no dejaba de repetirnos que teníamos que guardar dos espacios para dos personas que no estaban ahí. Cuando se apago la música todo era completo silencio, no habían aplausos, no habían felicitaciones por el trabajo bien hecho, tan solo silencio.

Me senté sobre las colchonetas, observando a Taemin beber agua para después coger su teléfono. Suspire intentando dejar mi mente en blanco, pero habían demasiadas cosas que debía hacer como para descansar y dejar que el dolor de cabeza se esfumase.

-Onew…- Levanté la vista para encontrarme a un Jonghyun sudoroso acercándose lentamente, se sentó a mi lado- Le he comentado al manager lo de tu cita…

Arrugue la nariz, pero no sabía si era porque lo había vuelto a llamar cita o porque se lo había dicho al manager.

-Que bien…- Ironicé, le mire de reojo, tenía la cabeza agachada- ¿Y bien?

-Le da igual…- No pude domar la sonrisilla que se me escapo ante el tono tan inocente de Jonghyun.

-Te dije que era por trabajo, no firme para que controlaran mi vida- Hizo una pequeña mueca

-Tú y yo no firmamos nada

-Lo nuestro no es un contrato

-En este momento me sentiría mejor si firmaras algo que me diera la certeza de que no va a pasar nada entre esa mujer y tu…- Apreté mis labios, le clave la mirada en la cara e intensifiqué lo mas que pude las cuchillas que quería que fueran mis pupilas- Si me miras así me dan ganas de besarte…

-Cállate, estoy enfadado- Me levante de las colchonetas, Tony había vuelto de su descanso.

-No te enfades, el que está molesto soy yo…- Me siguió.

-Créeme, si por algún casual ella estuviera interesada en mi ¿No crees que yo le dejaría claro que no quiero nada con ella?

Se quedo pensativo un rato mientras volvíamos a calentar nuestros músculos y articulaciones.

-Entonces admites que ella podría querer algo contigo.

Rodé los ojos.

 

Me mire por última vez en el espejo, después de cambiar mi chaqueta tres veces me decidí por una americana negra. No quería presentarme demasiado elegante, por lo que escogí unos pantalones de mezclilla, que daban un toque informal al conjunto.

Me acomodé el pelo, mis mechones marrones se veían más rebeldes de lo normal y me estaba costando peinarlos, aunque al final conseguí acomodarlos de forma elegante.

No había visto a Jonghyun en toda la tarde, pero así había conseguido concentrarme en mis cosas y prepararme para llegar a tiempo.

-¿Hyung? – Mire a través del espejo la puerta entreabierta de mi habitación, Taemin se asomaba de forma cautelosa, mirándome con los ojos temblorosos.

-Pasa...

Taemin entró y cerró la puerta a sus espaldas, dio algunos pasos acercándose a mí, me fijé que llevaba unas hojas parcialmente blancas.

-Dime- Dudo, lo veía en cada movimiento por minúsculo que fuera.

Se sentó en mi cama cómodamente, dejando a un lado las sabanas desechas y colocando cerca aquellas hojas, parecía que me invitaba con la mirada a acompañarle. Aun a riesgo de arrugar mi ropa, lo hice, me senté frente a él, sobre mi mullido colchón.

-Quiero hablar contigo…- Y un golpe tan sonoro como mil tambores siendo golpeados a la vez salió de mi pecho y recorrió cada rincón de mi ser.

Tenía poco tiempo, Chohee me estaría esperando, y será de muy mal gusto hacerle ese feo. Pero, Taemin parecía dispuesto a compartir conmigo algo que se guardaba, mire la hora en el despertador que había en mi mesilla, y me sorprendí dudando de si salir corriendo porque llegaba tarde o quedarme a escuchar lo que Taemin quería decirme.

Suspiré y pensé en lo que realmente era importante en ese momento.

-Te escucho…

El suspiró, se notaba su nerviosismo, sus delgados dedos temblaban ligeramente, y su labio superior estaba siendo maltratado por sus dientes.

-Bueno, yo… -Arrugó un poco las hojas entre sus dedos- Últimamente no me he sentido bien conmigo mismo, creo que tengo miedo…

Miedo, era un sentimiento peligroso, traicionero y que en el peor de los casos se convertía en ira.

-¿Miedo a que?

-A mi mismo… Perseguí este sueño porque realmente amo cantar y bailar, SHINee ha sido mi vida desde entonces, pero se me está escapando de las manos hyung- Pauso unos instantes y desvió la mirada- Me he convertido en un monstruo, mi familia, mis amigos, mis fans esperan siempre un nuevo y mejorado Taemin, pero ¿Y si no puedo mejorar más? ¿Y si he llegado a mi tope? – Gesticulaba con las manos, y su voz se rompía al final de cada frase, la tristeza y la compasión se abrían paso hasta mi corazón.

-Taemin…- Entonces rompió a llorar, no pudo aguantarse.

-¡Yo no estoy a la altura del bailarín de SHINee! Soy humano, solo soy Lee Taemin, no soy el artista que todos quieren que sea ¡No puedo serlo!- Cogió aire- ¡Y aun así me esfuerzo, días, noches, sin dormir ni descansar, porque no quiero decepcionar a nadie! E irónicamente he decepcionado a la persona que amo… soy un monstruo, un monstruo que intenta hacer algo que es incapaz de hacer, llegando a perder el conocimiento.

Quería calmarle su respiración fuerte y sonora acompañaba a unos controlados sollozos que se escondían tras cada palabra. Lo comprendía todo, lo cierto era que incluso yo esperaba de él cada vez más, pero ahora comprendía que no todo eran rosas para él.

-Si sigo así acabare matándome… -Llevé mis manos a sus mejillas húmedas y le obligue a mirarme, no sabía que decirle, tenía miedo de decir las palabras equivocadas.

-Tranquilízate ¿Vale?- El sorbió por la nariz

-Quiero ser Lee Taemin…- Susurró con la voz cargada.

-Vale Lee Taemin, buscaremos una solución- Deje que me abrazara, no iba a decirle que debía haberme contado antes, porque yo también pude haberme dado cuenta solo- Si es malo para tu salud, mejor no hacerlo y si no quieres decepcionar a la gente muéstrate tal y como eres y no tengas miedo.

-Hyung…

-Gracias por confiar en mí- Le dije tan sinceramente como pude, las lágrimas se me agolpaban en los ojos, pero no quería mostrarle esa imagen a Taemin, porque me sentía demasiado aliviado aunque solo era parte del problema.

Me dedicó una corta sonrisa antes de salir por la puerta, me levante lentamente de mi cama percatándome de las hojas de papel que Taemin había traído, las observé sin querer y me di cuenta de las palabras escritas con letra irregular, tachones y tinta emborronada. Eran canciones. Pero no quise leerlas, al menos de momento.

Chequee esa vez sí que fue la última, mi aspecto, y cambie mi chaqueta debido a la mancha de lagrimas que había en mi hombro.

Iba a llegar tarde, lo sabía, pero de algún modo había valido la pena. Salí de mi habitación algo alterado, mi móvil se resbalaba de mis manos sudorosas y temía haberme puesto demasiada colonia, pues olía demasiado fuerte.

En mi apresurada salida me tope con Jonghyun, su aspecto recién duchado me recordaba ciertos momentos con olor a sexo y cierta excitación me subía por las entrañas adormilando mis extremidades. En ese momento fui tan débil que no quise seguir mi camino y quedarme con él. No entendía si podía ser egoísta, si lo estaba siendo él o teníamos la culpa los dos, pero le besé. Le pille desprevenido, pero no tardo en reaccionar y corresponderme.

Fue otro juego de lenguas, intenso, una batalla para ver quien controlaba ese beso, movimientos controlados y apasionados. El chasquido sonó al separarnos y nos observamos mientras nuestras respiraciones se regulaban, mentiría si dijese que no había echado de menos aquellos arrebatos y besos. No podía soportar estar molesto con Jonghyun y si estuviera en su lugar, probablemente también estaría celoso de la tercera persona.

-Te quiero- Confesé- No tardaré demasiado, confía en mí, te quiero- Le repetí antes de despedirme con un casto y rápido beso en sus labios.

 

Las calles estaban concurridas, aunque por los barrios altos de Gangnam todo era un espectáculo, edificios intermitentes con luces fuertes y música por doquier. Parecía que el secreto de aquella cena había sido muy bien guardado, porque no veía a nadie interesado en mi presencia por ningún lado.

El restaurante estaba justo en la dirección indicada, las luces cálidas que emanaban del interior iluminaban la calle más que las propias farolas. Entre y una alfombra de color beige me dio la bienvenida junto a un metre de porte elegante que me pregunto por mi reserva. El perfume de ese cálido lugar se mezclaba con el olor dulce y salado de la comida tan exquisita que llevaban los camareros, me preguntaba si echaría de menos el pollo frito.

Aquel hombre trajeado me guió hasta una mesa apartada claramente ocupada por una mujer vestida con un corto vestido rojo. No sabía cómo saludarla, su rostro estaba oculto por la carta de aquel restaurante.

-Siento la tardanza…- Ella me miro por encima de la carta, sus ojos perfilados en el más puro negro se me pintaron enigmáticos e interesantes.

-No te preocupes Jinki…- Y bajo del todo el libro en sus manos- Dime… ¿Vino?... ¿O champán? 

Notas finales:

¿Que les parecio?

Dejen su opinion, es muy importante para mi /*-*/

 

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