-Oye Onew…
Su voz, irrumpió en mis pensamientos como una ola chocando contra las rocas de una playa.
-¿Qué?- Se sentó en la cama, muy cerca de mí tanto, que el aire que salía de su nariz chocaba con mi cuerpo.
-Entiendo lo que has hecho y es completamente comprensible- Mi corazón me dio una bofetada, bien fuerte, desplegando todos mis sentidos hacia una misma dirección.
-¿Si?- Una oleada de alivio me inundo de pies a cabeza, casi empecé a temblar
-Alguien tenía que hacerlo y me alegro de que hayas sido tu…- Deje de flipar en ese momento, enarqué una ceja e intenté entender que había significado eso.
-¿Te… alegras?
-Claro- Subió las piernas a la cama y las estiró atrapándome con ellas- Fue muy valiente de tu parte, y que lo hayas hecho para proteger a tus compañeros dice mucho de ti.
Se me escapó una sonrisa que intenté domar, ya que esto estaba saliendo realmente bien, Jonghyun se lo había tomado bastante bien, eso me sorprendió.
-Digan lo que digan… Eren un buen líder- Y me dejó un suave beso en los labios, su nariz casi rozaba la mía, casi.
-Gracias…- Pequeñas lágrimas se alojaron en mis pestañas, preparadas para precipitarse por mis mejillas en cualquier momento. Hacía mucho tiempo que no oía esas palabras de boca de nadie, y escucharlas de él me hicieron feliz.
-Y no te preocupes, si te dice algo o te amenaza estaré ahí para partirle la cara- Levantó un puño en el aire, sacándome una pequeña carcajada- Somos un equipo ¿De acuerdo?
-De acuerdo…- También levanté mi puño en el aire e hicimos un choque de puños.
Me perdí en él unos segundos, la presión de mi pecho ya no estaba, el dolor de cabeza había desaparecido y ahora podría seguirle el juego a Chohee sin temerle a Jonghyun. Solo quería reír, besarle, y reírme mientras le besaba.
-Además, él sabe que SHINee es un negocio importante para sí mismo- Espera…
-¿Él?
-Sí, él, el manager hyung… - Continuó- Estudió para eso al fin y al cabo…
Mi mundo rosa de unicornios y peluches suaves se inundó de penumbra y fuego, arrasando con todo para dejarme con el ardor de nuevo, y ese dolor de cabeza. Mi sonrisa desapareció, pero intente que no se notara mucho.
-Eh… si… jeje…
-Le plantaste cara, Minho me lo contó a todo detalle- Dijo emocionado- Le dijiste que no estaba bien jugar con nuestras vidas, hiciste bien… Key pudo no haberlo contado.
Parecía orgulloso de mi, y aunque la conversación no trataba del tema que me hubiera gustado, me sentía bien escuchando sus palabras.
-Sí, pero me arrepentí un poco nada mas lo dije…- Me acarició la mejilla.
-Minho dijo que te pusiste a llorar después- Jugó con la costura de mi camiseta de marca blanca- No es bueno guardar tanto estrés, tienes que dejarlo salir en pequeñas cantidades, o si no colapsarás.
-¿Quieres que llore ahora?- El negó con la cabeza
-No, también puedes golpear, gritar…-Dejó pasar unos segundos antes de esbozar una sonrisa- El sexo también ayuda en ese sentido…
-¿Sexo?
-Aja…
-Jonghyun…
-Va… -Me hizo el puchero más tierno del mundo, pero mi bloqueo mental y corporal me impedía seguirle el juego.
-Jonghyun, en serio no…
-Va, lo pasaremos bien- Sin darme cuenta él atacó el único botón que unía mis pantalones, intente resistirme, pero las cosquillas que vinieron a continuación me estallaron en risas.
Con el ajetreo consiguió bajar el cierre de mis pantalones y empezar a tirar de ellos, llevo sus manos a mis camales y los cogió con fuerza. Note como la tela áspera de los jeans se deslizaba contra mi voluntad por mis piernas. Vi a Jonghyun riéndose y disfrutando con ello, así que empecé a patalear intentando quitármelo de encima. Mi cabeza decía que no quería sexo en ese momento, aunque otras partes de mi cuerpo no respondían igual.
Jonghyun pegó un último estirón a mis pantalones y de la fuerza, se cayó hacia atrás, dando la casualidad que no había mas cama para sostenerle.
El golpe sonó horrible, así que gateé sobre la cama para llegar a él. Sostenía mis pantalones con ambas manos y una mueca de dolor en el rostro.
-¿Estás bien? ¿Jonghyun?- Abrió los ojos
-Si…
-Diría que es karma, pero al menos me has quitado los pantalones… -Esbozó una sonrisa incorporándose hasta quedar sentado en el suelo
-Esto lo hago pensando en ti
-Me reconforta oír eso, de veras- El sarcasmo jugaba con mis palabras- ¿En quién pensarías mientras me estas quitando los pantalones si no?
-¿En qué piensas tu?
-En que un loco intentaba quitarme los pantalones y aunque lo ha conseguido, se ha caído de la cama- Me reí ante su intento de parecer molesto
-Con que un loco…-Apoyó sus manos en el colchón e inesperadamente subió sobre él.
Mi primera reacción fue echarme hacia atrás, por el susto de su repentino acto. Pero indiscretamente su mano voló a colocarse en un lugar de mi cuerpo simplemente sensible.
-¡Ah! ¡Ah! ¡Jonghyun!- Y con la otra mano me tapó la boca.
-Eh, no queremos molestar a Taemin- Negué con la cabeza, entonces el apartó su mano de mis labios y los atacó con los suyos, tan voraces y sedientos que me faltaba el aire.
Con mis pantalones fuera de juego Jonghyun se centro en mi camiseta, tiro de las costuras hacia arriba y yo le ayudé a terminar de quitármela.
Mi cabeza me daba golpes, algo en mi mente me impedía prestarle completa atención a Jonghyun y pensar con lascivia sobre él. Pero si que sentí sus labios recorriendo mi cuello, mi clavícula, mi pecho, mi abdomen, mi ombligo, mis caderas, mi…
-Jonghyun… -En ese momento olvidé mis preocupaciones.
Al gemir mordí mis labios y dejé que Jonghyun me mimara, me besara, me lamiera e hiciese conmigo lo que fuera que le pasara por esa mente suya. Mis respiraciones se aceleraban a cada contacto, a cada sutil beso que el dejaba gravado en mi piel. Eché la cabeza hacia atrás para dejarle a su disposición cualquier tramo de mi cuerpo.
Pero cuando realmente me excité fue cuando sentí su pecho desnudo rozando el mío, sin telas que se interpusieran entre los dos. Su cuerpo me decía que me deseaba, que todo este tiempo había soñado conmigo, por eso, sin pensarlo le di la vuelta a nuestros cuerpos y me eché sobre él, pronto su calor invadió mi cuerpo. Me cautivo como se le ponía la piel de gallina ante el roce de mis dedos, y como su sonrisa aparecía después de cada beso.
-Onew…- Susurró en mi oído, mientras intentaba respirar con regularidad.
-¿Qué?
-Déjame hacerte el amor esta noche…- Me paralicé en ese momento tan crucial, empecé a temblar como un flan en un terremoto.
-¿Eh? ¿Qué? ¿Te refieres a…Mmm…tu…esto…en mi…?- Me señalé el trasero para expresarme más gráficamente
Jonghyun entre risas asintió con la cabeza, me dejé caer a su lado sobre la cama y respiré hondo varias veces, vi como se apoyaba sobre su brazo para elevarse un poco sobre mí y mirarme a los ojos.
-¿Me dejas?
-Jonghyun eso duele ¡Y mucho!
-No, no… lo haré despacio- Hizo caminar sus dedos sobre mi abdomen- Te amo demasiado como para hacerte el mínimo daño y juro que si frunces el ceño me separaré
-¿Sabes? Yo también te amo- Y tomó eso como la afirmación que necesitaba, me besó de nuevo, pero esta vez más profundo y directo, mezclando lenguas y saliva.
Lo retomamos donde lo habíamos dejado, pero sin ropa interior, las manos de Jonghyun bajaban sutilmente por mis piernas, acariciando cada rincón, dejando que algunos gemidos salieran de mi boca, susurrando su nombre.
Eran movimientos pausados, calculados, profundos e intensos. Primero sus dedos, delgados y fríos que me dilataron hasta que le supliqué, y después fue él.
Entre besos gruñía su nombre, arañando su espalda, con las piernas enrolladas en su cintura, acompañando el ritmo de sus caderas para guiarle hasta ese punto donde se me nublaba la vista y perdía el sentido. El sudor empezó a emanar por nuestros cuerpos a medida que nos rozábamos, sintiéndonos más cerca el uno del otro, mas unidos por momentos.
Él me preguntaba cada cierto tiempo si estaba bien, si necesitaba que parase o si me dolía, a lo que yo solo podía responder con su nombre.
Al final de la noche, hicimos el amor con nuestras manos unidas, con nuestros cuerpos temblorosos y las mentes tan solo ocupadas por el otro. Los ojos cerrados, los corazones latiendo fuertemente y nuestras bocas buscándose constantemente.
Al final de la noche, quedo más que claro, que yo le pertenecía a Jonghyun, tan solo a él.
Al final de la noche, manchamos nuestros cuerpos con nuestra esencia, en medio de un suspiro alto y acalorado. Jonghyun cayó sobre mí, cansado y yo le abracé, rodeando al completo su espalda con mis brazos.
-Podría quedarme así el resto de mi vida- Le dije entre respiraciones costosas.
Noté una sonrisa en mi hombro y aunque no dijo nada, supe de algún modo que el también lo sentía así. Sin embargo llego un momento en el que resulto pesado así que se bajó de mi cuerpo, pero el abrazo perduró hasta que nos quedamos dormidos o incluso hasta mucho después.