Corrí desesperado por los pasillos, intentando que la adrenalina ordenara mis pensamientos de una forma poco probable. Llegé a la puerta de su despacho en menos de dos minutos aunque no me sorprendido debido a la velocidad que llevaba.
Una vez puse la mano en la puerta recordé donde estaba, que hacia allí y a quien iba a ver. Así que me separe del pomo, respire hondo e incluso me arregle un poco el pelo. Después de relajarme un poco toque con los nudillos.
-Pasa- Se oyó una débil voz dentro del despacho.
Abrí la puerta despacio y entre al despacho iluminado por la luz del sol, Lee Soman se encontraba tras su escritorio con unos documentos en sus manos. La sala estaba decorada por dos sillones oscuros a juego con el color del suelo brillante, el escritorio de madera negra contrastaba con la estantería blanca de detrás, una mesa más pequeña entre los dos sofás también blanca, además de objetos y plantas decorativas, todo eso iluminado por una ventana que ocupaba casi toda la pared de enfrente del escritorio.
Me dirigí a las dos personas que se encontraban en las sillas ante Lee Soman.
-¿Interrumpo algo?- Pregunte un poco tímido.
-No, tranquilo ya acabamos- Entrego los documentos a los líderes de los subgrupos de EXO.
Kris y Suho se levantaron dejándome sitio para sentarme.
-Gracias- Me despedí.
-Que todos los miembros lo tengan en mente- Les dijo antes de que desaparecieran por la puerta.
Me acomodé en la silla juntando mis piernas y Lee Soman puso toda su atención en mí.
-¿Parecían asustados?- Asentí con una de mis sonrisas- Lo suponía.
-¿Hay algún problema con ellos?
-Bueno... Nada de lo que debas preocuparte- Cruzó sus brazos- Solo están nerviosos
-Entiendo- No, en realidad no entendía nada
-Bueno, eres tú el que ha interrumpido- Me dijo con una sonrisa superior- ¿Qué ocurre?
Mi mano voló a mi bolsillo delantero de mi pantalón y de ahí saque la hoja de papel que me habían dado aquella mañana, la desdoble y la extendí ante él en su mesa.
-Es necesaria su firma para recoger los resultados de las pruebas de esta mañana.
-¿Ya están los resultados?- Abrió los ojos.
-No, no, pero quiero tener las cosas preparadas cuanto antes- Cogió el documento.
La hoja sonó entre sus manos y aguante la respiración intentando evitar lo que tenía que -No me corresponde firmarlo a mí, Jinki- ... Justo eso.
-No me diga…
-Aquí- Señalo una parte en la hoja- Pone que debe de ser firmado por el mayor representante del grupo, ese eres tú, yo soy el mayor representante de la SM, pero Shinee recae en tus hombros...
-Pero yo...
-¿Por qué crees que el líder del grupo es el más mayor? Se supone que deberías tener un poco mas de cabeza que los demás, por eso confió en ti- Me devolvió la hoja sin firmar.
-Pero ellos son mucho más maduros que yo...
-Entonces no se qué haces aquí- Me sonrió- Ve a lanzar un disco en solitario.
Mire la hoja ahora en mi regazo, eso suponía mucha responsabilidad, cuatro años y me daba cuenta ahora ¿Qué clase de líder soy?
-Vamos ¿A qué esperas? Jinki no tengo todo el día- Trague costosamente la saliva áspera que llevaba rato dando vueltas por mi boca y cogí el bolígrafo que Lee Soman había dejado frente a mi.
Estire el papel en el escritorio y apoye la punta del bolígrafo, garabateé la hoja con un movimiento rápido y decidido, pero algo dentro de mi cabeza se arrepintió al instante.
-Pues ya esta, ¿algo más? - Abrió su portátil
-No gracias...-Tecleó un par de cosas.
-Iba a decírselo a vuestro manager pero os han convocado para un evento oficial, creo que es para la caridad.
-¿Cuando?
- Este fin de semana- Estábamos a Jueves, cada vez dudaba más de la eficacia de los medios.
-¿Y con qué temas?- Haber que decía…
- Eso hay que consultarlo con los miembros- Genial...- Pero tal vez con Stranger y Sherlock- El corazón aun me daba golpes dolorosos en el pecho.
-Entendido, en seguida les informo
Me sonrió.
-Jinki... ¿Cómo va el nuevo álbum?- ¿El qué? Bueno, Jonghyun había estado garabateando últimamente, pero en si ni idea.
-Bien señor
Me sonrió de nuevo y me levante con una velocidad pasmosa, tenía muchas ganas de alejarme de allí cuanto antes, me incliné y me despedí por fin. Salí de allí, y cerré la puerta con delicadeza, corrí por los pasillos y llegé a una zona donde probablemente no me vería nadie. Dejé caer mi espalda en la pared y me deslice hasta sentarme en el suelo, pase las manos por mi pelo castaño intentando suavizar mis respiraciones. Miré mis manos después, un par de cabellos se escurrían por mis dedos y planeaban hasta el suelo. El estrés o algo parecido.
No me di cuenta de cuando había llegado al dorm, ¿Había conducido en ese estado? No me acordaba, pero supuse que había sido peligroso.
Abrí la puerta después de haber hecho malabares con las llaves, el dorm estaba en silencio y solo con un par de luces tímidas ante la televisión, me asuste un poco, mis manos comenzaron a sudar y un cumulo de emociones asaltaron mi cuerpo, que si arrepentimiento, que si culpa incluso orgullo y tristeza, ni siquiera sabía clasificarlos por orden de experiencia.
Y lo peor de todo es que no sabía porque me sentía así, todo era una maraña de preocupaciones que acabarían conmigo.
-Hyung ¿te encuentras bien?- Taemin irrumpió en mis pensamientos, había entrado en la habitación y Minho y el pequeño Taemin me miraban extrañados.
Ambos estaban levemente despeinados, habrían estado durmiendo.
-¿Hyung?- Le mire a los ojos.
Estaba justo enfrente de mí, pero yo le sentía muy lejos como si fuese un sueño. Mi cara debía de ser un poema o algo mas satánico porque ambos se pusieron muy nerviosos, Taemin cogió mi brazo y empezó a conducirme hacia alguna parte, Mientras Minho desaparecía en la cocina. Yo solo podía dejarme llevar, el pecho me dolía demasiado y sentía que me explotaría la cabeza de un momento a otro, mi vista comenzó a nublarse de repente, sin aviso, dejándome perplejo y desorientado. Hasta que sentí que unas pequeñas manitas me empujaban hasta tumbarme en algo blandito y cómodo. Las manchas ante mis ojos se difuminaban por momentos, había una marrón claro que se movía de un lado a otro, siendo poco después interrumpida por una mancha más oscura.
-¿Esta inconsciente?- La voz de Minho sonaba opacada, como si tuviera miles de almohadones sobre las orejas- ¿Hyung me oyes?- Poco.
-Onew hyung bebe esto- No sé lo que me ofreció Taemin, pero al beber me moje el cuello y la camiseta sin poder evitarlo, estaba fresquito.
-¿Hyung llamo al médico?
-Hyung avisaré a Kibum
-Hyung voy a llamar al médico
-Hyung si te sientes peor házmelo saber.
Hyung, hyung, hyung, hyung... Es verdad, era su hyung
-No os preocupéis por mi...- Intente levantarme de donde estaba tumbado
Las manchas se fueron disipando haciéndose mas nítidas, en unos segundos pude distinguir el rostro de Taemin que me miraba con el vaso de agua en la mano, de repente un brazo apareció de apoyo, pude distinguir el olor de Minho cuando mi cara chocó con su cuello.
-Solo necesito descansar...- Fui literalmente arrastrado hacia mi habitación, y Minho me tumbó en la cama.
-¿Quieres que te haga algo de comer?- Sonó servicial y eso me molesto.
-Cállate Minho, por dios- Solo quería quedarme solo- Estoy bien…
-Vale- Aunque me puse de espaldas a él, pide notar cómo se separaba de la cama- Si necesitas algo, Taemin y yo no pensábamos ir a ningún sitio
-De acuerdo...
Y se oyó el sonido de la puerta al cerrarse, me quedé a oscuras de nuevo, vestido con mis pantalones blancos preferidos, tumbado en mi cama, oía como hablaban, pero intentaban hacer el menor ruido posible. Sin esperarlo, me relaje de golpe y comencé a llorar, llorar con ganas, intentando que mis sollozos no se oyeran mucho para no preocupar a los chicos.
Aquellos chicos, no los merecía, ¿Por qué se portaban tan bien conmigo? Yo había sido una pésima persona y un patético líder, no había mirado nunca por ellos, siempre por Shinee, quería salir ahí fuera y abrazarles, decirles que les quería, pero mi cuerpo no me respondía, me sentía pesado y derrotado.
No quería estar ahí, no de esta forma, era yo el que debería estar cuidando de ellos, no ellos de mí. Me sentía tan patético que mis ojos no pudieron soportar tanta irritación y se cerraron intentando protegerse.
Me despertó el ladrido de un perro que andaría suelto por la calle, solitario o buscando a su amo perdido, seguía vestido en mi cama, destapado y ni siquiera me había quitado los zapatos, mi cabeza dolía horrores y solo después recordé que había pasado el día anterior, me moví para ver la hora en mi reloj digital que había en la mesilla de noche, era temprano, no llegaban a ser las ocho. Mi cuerpo entumecido y ligeramente sudado, se estiro por fin y pude incorporarme lentamente hasta sentarme en la cama.
Mi cuerpo dio un respingo y ahogué un grito de sorpresa al encontrarme a Key apoyado en el colchón, mi respiración se descontrolo y suspire un par de veces intentando mantener la calma, Key estaba recostado, sus brazos extendidos sobre las sabanas escondían su cabeza y sus piernas cruzadas hacia que su espalda se encorvase, le dolería al despertarse, me sentí mal por él, no quería que se mantuviera así, pero tampoco quería despertarlo, espera... ¿Qué hacia el ahí?
Me levanté y me estiré con cuidado e intenté levantarlo del suelo para tumbarlo en mi cama, le cogí de las axilas y tire de él hacia arriba.
-Onew...-Me miraba con los ojos cristalinos- Taemin me dijo que estabas enfermo y vine a ver como estabas- Su voz sonaba adormilada y aproveche que no se había despertado del todo para tumbarlo de nuevo.
-Estoy bien- Le sonreí.
Le acomodé la cabeza en la almohada donde momentos antes había estado la mía, me separé una vez terminada la tarea y observé como sus agudos y pequeños ronquidos comenzaban de nuevo, sonreí de nuevo a la nada, al ver ese cuerpo delgado, pero borre la felicidad al darme cuenta de que había hecho lo mismo que Taemin y Minho, preocuparse por mí, cuando yo no había hecho nada productivo por él.
Dejé a Key detrás y cerré la puerta de mi habitación, suspire aun con la mano en el pomo de la puerta, y con paso lento y adormilado recorrí el pasillo, las puertas estaban cerradas y no se oía nada, llegue al salón y de nuevo me sorprendió la escena, seguramente no iba a dejar de flipar durante mucho tiempo.
Taemin estaba sentado en el sofá, pero de una forma extraña, sus piernas semidesnudas estaban resposadas en el respaldo del sofá, mientras que su cabeza colgaba del borde de este despejado su cara de los mechones castaños oscuros. Al sentir mi presencia giró su cabeza y con una energía que no supe de donde salió, gateó por el sofá negro hasta encontrarse conmigo.
-Hyung buenos días- Me miró sonriente
-Buenos días- Me pegó la sonrisilla
-¿Te encuentras mejor?- Asentí dispuesto a sentarme a su lado, pero mi estomago me delato, rugiendo, no había cenado la noche anterior.
-Oh Hyung debes de tener hambre.
-Pues un poco ¿Has desayunado?- Palmeó su barriguita.
-No, aun no, estaba esperando a Minho- Sonrió.
-Preparare algo- Me levante, quejándome en mi interior de que acababa de sentarme.
-Te ayudo, no deberías esforzarte.
-No hace falta, sigue haciendo... Lo que sea estabas haciendo- Mire el salón, la televisión estaba apagada y las persianas bajadas, y la única luz que nos iluminaba era la que provenía de la lámpara que se mantenía de pie al extremo del sofá.
Me encogí de hombros y me dirigí a la cocina.
Cuando el arroz estuvo listo, lo puse en un bol muy grande, ya que había hecho arroz para alimentar a un elefante. Mire la hora, todavía era muy pronto, prepare demás platillos y saque las salsas que me gustaban y las coloqué en una bandeja de metal para sacarlo a la mesada.
Apagué la cocina y desenchufé las máquinas que había usado, cogí la bandeja con cuidado y empecé a caminar fijándome donde ponía los pies para no caerme. Mi mente estaba concentrada en eso, tanto que me asombró ver como mis calcetines se deslizaban por el parquet del piso sin hacer el menor ruido.
Cuando llegé al salón-comedor vi a Minho besando a Taemin.
Bueno, pues no solo se me cayó la bandeja al suelo esparciendo toda la comida por el piso, sino que también pisé el charco que había causado la salsa picante y caí de culo al suelo, asustando a los dos jóvenes y fastidiándome el coxis.