-¿Se te ha pasado?- Seguía sujetando sus pies con cuidado de que no resbalasen.
-Creo que si- Suspiró e intentó zafarse de mi agarre
En eso ambos escuchamos la puerta de la sala abriéndose y unos pasos apresurados hacia nosotros.
-¿Está bien?- Suho apareció a mi lado algo alterado y claramente preocupado.
-Sí, sí, tranquilo- Consiguió levantarse, pero una vez de pie se tambaleó, le sujetamos a tiempo- Solo necesito un poco de azúcar
Comencé a quitar el sudor de sus pálidas mejillas y aparté algunos cabellos de su rostro mientras Suho cargaba con todo el peso del pequeño. Taemin se soltó y comenzó a caminar hacia sus cosas, hacia algunas eses y ambos, el líder de EXO y yo, le observábamos atentos, con los ojos muy abiertos, como si le fuera a pasar algo más.
-Deberías vigilarle- Suho habló en susurros, para que el maknae no le oyera- No parece estar bien del todo.
Taemin abandonó la sala después de recoger sus cosas, le tendí la llave a Suho que la recibió encantado y como si llegara muy tarde a algún sitio me crucé la sala llevándome conmigo mi mochila. Cuando salí al pasillo observé como Taemin llamaba al ascensor.
-¡Taemin espera! ¿Seguro que estas bien?
-Si…- Alargó la i, tanto, que me sorprendió que ascensor llegara y él siguiera con su i- No es nada importante.
-Si no es nada importante ¿Por qué no se lo puedo decir a Minho?- Se giró como si hubiese dicho la cosa más estúpida del mundo.
-¿En serio quieres echarle más leña al fuego?
-¿Fuego? ¿Qué fuego?- Entonces algo se encendió dentro de mi cabeza, como si fuera una bombillita que había estado apagada desde que termine el instituto, sabía perfectamente que lo del fuego era una metáfora- Espera… ¿Te ha pasado más veces?
Taemin entró en el ascensor y me espero para apretar el botón que indicaría al ascensor que bajara al piso del aparcamiento.
-Todo el mundo se marea Hyung...
-Sí, lo importante es con qué frecuencia lo haces- Me miró con los ojos entrecerrados.
-Estoy bien, tema zanjado y punto.
Se cruzó de brazos, entonces caí en que tenía todo el viaje del ascensor más el camino de vuelta al dorm para interrogarle y sacarle información. Él pareció darse cuenta también porque me dio la espalda.
-Tae…
-No
-¿Quieres que vayamos a comprar banana milk y me lo cuentas?- Al escuchar esas palabras, se giró con los ojitos brillantes y lamiéndose los labios. Pero, en eso, la puerta del ascensor abrió.
-Onew hyung, no me chantajees- Y salió de camino hacia el coche.
Minutos después estaba aparcado enfrente de un supermercado pequeño, Taemin sorbía de la pajita de una forma muy adorable, sabía que le gustaba, sus ojos estaban llorosos y sus mejillas levemente enrojecidas por fin, un cuadro digno de pintar. Cuando ya no hubo más líquido en el bote, el sorber de Taemin se había convertido en un sonidito encantador. Se percató de que no había más leche en la botellita y me miró suplicante con sus labios entreabiertos, acto seguido infló sus mofletes haciendo un lindo aegyo.
-Toma…- Le di mi botellita de banana milk y el la recibió con mucho gusto
Volvieron los soniditos que hacían que las mejillas de Taemin se succionaran, sonreí. Cuando terminó volvió a dirigirme la mirada.
-No tengo más- Hizo un pucherito arrugando su nariz, puntee su frente con mi dedo- Habla…
Apartó la mirada, tenía ganas de llegar a casa, pero no lo haría sin saber que era lo que pasaba por esa cabecita suya.
-Emm…- Empezó a hablar, se mordió los labios- Simplemente es que no puedo dormir- Silencio.
-Ahh… Pero tendrás una razón por la cual no puedas hacerlo- Negó con su cabeza, haciendo volar sus castaños cabellos.
-No realmente…- Jugó con sus dedos
-No será que Minho y tu…- Dije para disipar el ambiente serio que se había creado en la atmosfera del coche
-No, el dice que soy aun demasiado joven…- Lo había dicho tan natural que me dio hasta miedo, y yo que lo había dicho en broma- No quiere hacerme daño…- Y seguía, me había quedado con la boca abierta mirándole de reojo- Yo le he dicho que no me importa, que podemos hacerlo, pero él insiste- Si Minho se atrevía a hacerle daño a Taemin, lo colgaría- Al final acabará cediendo- Si estaba intentando que me sintiera incomodo lo había conseguido.
Arranqué el coche y salí de allí, dando por finalizada la conversación.
Cuando llegamos al edificio donde se encontraba nuestro apartamento, Taemin subió las escaleras con una energía que no supe de dónde sacó, saltando los escalones de dos en dos, pero decidió esperarme cuando llegó arriba. Saqué las llaves, conseguí introducirlas en el cerrojo a la primera, sorprendiéndome, y, abrí la puerta poco a poco, no tenía prisa para entrar. En eso, Taemin que se encontraba tras de mí, me hizo a un lado en un ligero empujón y de un manotazo abrió la puerta de golpe, entro haciendo ruido por donde pisaba.
-¡Ya estamos aquí!- Gritó soltando sus pertenencias
Minho apareció en la entrada para recibirle, de repente se notaban mariposas en el ambiente revoloteando alrededor de esos dos, se sonrieron y el pequeño trotó hacia Minho, por desgracia de nuevo tuve que ver como se besaban, aunque esta vez fue con una extraña sensación de comodidad en mi corazón, como si pudiera acostumbrarme a ello.
Juntos desaparecieron en el salón, pero Taemin reemprendió el rumbo hacia el baño. Justo detrás de él apareció Jonghyun, que con sus ojos entrecerrados me miraba como si él fuera una bestia que tiene fichada a su presa, que en su defecto sería yo. Se acercó a grandes zancadas claramente cabreado y se paró cuando estuvo demasiado cerca de mí, su nariz casi rozaba la mía y su pecho chocaba con el mío cada vez que inspiraba.
Golpeo la pared con el puño a unos centímetros por encima de mi cabeza, lo que produjo que me encogiera, me miraba con rabia, como si quisiese hacerme daño solo con la mirada.
-¿Qué hacia Kibum durmiendo en tu cama?- Se me había olvidado completamente ese detalle y las consecuencias que conllevaba.
-Emm…- Empecé a explicarme- Pues lo vi esta mañana apoyado en mi cama… me dio pena… y… y lo acomodé en mi cama- Jonghyun sonrió de medio lado.
-¿Y que hacia él en tu cuarto?- No podía separarme de él, pues a mis espaldas se mantenía la puerta cerrada.
-Yo…- Me estaba poniendo muy nervioso al estar tanto tiempo en esa posición con Jonghyun- Emm… ayer me encontraba mal… y bueno… supongo que se preocupo.
Jonghyun abrió los ojos en demasía y se separó unos centímetros de mí.
-¿Enfermaste?- Me encogí de hombros mientras apretaba mis labios y enarcaba mis cejas- ¿Estas mejor?- Enrojecí al instante, su voz se había vuelto tan dulce y suave- Tienes la cara roja…
-Porque me estas aplastando…- Cuando se separó bruscamente de mi volví a sentir el aire entrando en mis pulmones con fuerza.
-Como vuelva a encontrar a Kibum en tu cama- Pauso para señalarme acusatoriamente con el dedo- Hablaremos seriamente.
Y dejando caer esas palabras se fue a su habitación. Suspiré, por el miedo que había sentido, o por el alivio de tanta presión en el pecho. Solté mis cosas por fin y me dirigí a ducharme. Reparé en el suelo limpio a la salida de la cocina.
-Lo he limpiado yo- Minho habló desde el sofá- Aunque no debería haberlo hecho.
-Muy amable por tu parte Minho…- Me miró como esperando algo más- Gracias…- Y me sonrió
Retomé mis andadas, iría a mi cuarto a por algunas toallas, pero de camino vi a Taemin intentando entrar en el baño con una toalla, pero algo claramente se lo impedía. Me acerqué a él que me miró ausente y preocupado.
-¿Qué pasa?- Señale con la cabeza la puerta del cuarto de baño.
-Creo que es Key- Ya que Taemin estaba a mi lado, Minho en el sofá viendo la televisión y Jonghyun parecía estar ocupando su habitación, por descarte el único que quedaba era Key.
-¿Key?- Toqué la puerta de madera con los nudillos, pero solo se pudo oír un golpe sordo- ¿Kibum estas bien?
-Si, en un momento salgo…- Su voz se oía lejana y débil.
Se oyeron más golpes extraños como cristales chocando entre si y después la cisterna, Taemin y yo nos miramos, ambos claramente preocupados, la puerta se abrió de golpe y un Key despeinado y recién levantado se hizo presente.
-¿Qué uno no puede ir al baño en paz?- Sonaba molesto y su voz ronca ahora le salía en pequeños gallitos.
-Key hyung…- La voz dulce de Taemin se izo oír entre los gritos del otro- Tienes sangre en el labio.
Kibum ario los ojos espantado y se llevó la mano a la boca sin pensárselo dos veces, miré atentamente y pude ver una mancha no muy grande rojiza que irrumpía en los labios rosados de Key.
-Me mordí el labio, creí que había parado de sangrar- Rió con una risilla nerviosa, algo aguda, que no me convenció, pero Key parecía estar bien entonces lo deje pasar.
Taemin suspiró a mi lado.
-Si no te importa voy a ducharme yo primero…- Se adentro en el cuarto de baño.
-De acuerdo, yo veré que hago para comer…- Volví sobre mis pasos, con la sensación de que se me olvidaba algo muy importante. La verdad es que no me apetecía nada ponerme a cocinar, estaba cansado, sudado y mi ropa apestaba a esfuerzo y podía jurar que no sentía mis manos.
Así que opté por pedirle un favor a Jonghyun, me encaminé hacia su habitación y pude distinguir unos gritos, él y Key estaban discutiendo, gritándose y aunque no se distinguiesen las palabras debido a la ancha pared que nos separaba, sabía que dijesen lo que dijesen Jonghyun estaría sufriendo.
No pude soportar escuchar ni un grito más y abrí la puerta de la habitación sin permiso, sorprendí a Key con una almohada en la mano y a Jonghyun apoyado en la pared, ambos me miraban con los ojos abiertos, sabía que había interrumpido algo privado y supongo que para ellos importante, pero no podía soportar que mis compañeros se peleasen.
-¿Qué es lo que ocurre aquí?- Intenté parecer lo más calmado posible, y hacerles entender que no iba a malas con nadie.
Pero, Kibum lanzó con furia el almohadón a la cama, la pateó y colérico salió por la puerta que había dejado a mi espalda, cerró con un portazo dando a entender a todo el edificio que estaba enfadado. Las paredes temblaron conmigo, no sería una buena idea cruzarse ahora en su camino.
Me volví a centrar el Jonghyun.
-¿Qué ha pasado?- Puse mis brazos en jarra intentando parecer más sensato y dispuesto a ayudar.
-Que soy idiota…- Se separó de la pared y cayó en la cama sentado, me dio lástima en ese momento, el nudo en el estomago que me decía que no iba nada bien se apretó con más fuerza.
-No digas eso…- Pero él me miró apoyando su teoría, me acomodé a su lado.
No sabía qué hacer exactamente, pero una cosa sabía una cosa, debía animarle. Dudé unos segundos en posar mi mano en su espalda para acariciarle, pero en cuando algunas lagrimas empezaron a brotar de sus ojos mi cuerpo se movió solo. Coloqué la mano en su nuca y en pequeños vaivenes empecé a acariciar su espalda y su cuello. Él vencido, dejó caer su cabeza en mi hombro.
-¿Qué has hecho exactamente?- Acaricié ahora su pelo, enredando sus cortos cabellos entre mis dedos, era tan suave.
-Preocuparme, Onew, preocuparme- Escupió como si las palabras se tratasen de veneno.
-¿Y qué te ha dicho él?- Meditó unos segundos antes de suspirar.
-Que deje de hacerlo, que no sea subnormal- Gimoteó antes de continuar- Que está bien, que no necesita niñera- Sus hombros temblaban y me sentí sucio, porque no podía hacer que dejara de llorar- Yo sé que no está bien, tu también lo sabes- Asentí- Pero él solo insiste en que tengo que preocuparme más de mi mismo.
Apreté los labios, había deseado enfrentarme a una situación como esta alguna vez, pero ahora que tenia a Jonghyun llorando ante mí, las palabras no salían de mi garganta, no sabía que decir, solo podía acariciarle y desear con todas mis fuerzas que se calmara.
-Key no lo sabe- Se incorporó un poco- Key no sabe que lo hago porque le amo…- Eso era la cosa importante que se me había olvidado- Onew, no puedo perder el tiempo, me dijiste que me ayudarías, tienes que decírselo- Hablaba atropellado las palabras, palabras que me golpeaban en la cabeza una y otra vez.
-Yo creo que lo mejor sería que se lo dijeses tu- Mi voz, que salió por fin, sonó temblorosa e insegura.
-No puedo- Volvió a enterrar su rostro en mi cuello- No con este mísero ambiente que tenemos a todas horas.
Sin quererlo abracé sus hombros pegándole más a mi cuerpo. Me sentía cómodo, a diferencia de la última vez que habíamos estado así de cerca.
-Prométemelo…- Con lo grande que era Jonghyun, ahora parecía un cachorro entre mis brazos, un cachorro que me daba miedo sostener.
-Te lo prometo- Caí rindiéndome ante su mirada de perrito de nuevo- Mañana Jonghyun, mañana ¿Vale?
El asintió y nos fundimos de nuevo en un abrazo.