No podía hacer otra cosa que no fuera mirar a su nuevo colega, un pelirrojo alto y de tez pálida con aire arrogante, demasiado perfeccionista y meticuloso con lo que hacía. Apenas era su segundo día y al parecer el tipo no tenía amigos, y tampoco hacia mucho por conseguirlos. Miraba a todos por encima del hombro, falto de atención cuando los demás chicos le hablaban, solo se centraba en trabajar.
— Si sigues viéndolo de esa manera te lo vas a acabar — su gran amigo Ryeowook se burlaba. —
— No sé de qué me hablas — negaba, no quería ser descubierto. —
— ¡Por favor! Se nota a leguas que te gusta, pero no es tu tipo. —
— ¿Y tú qué sabes? —
— Entonces, ¿Si te gusta? —
— ¡Ya dongsaeng! ¿Por qué no mejor te vas a trabajar? —
— Hora de almuerzo… por eso. —
— ¿Ya es la hora? — Se levantó de su escritorio — ¡Con razón tengo tanta hambre! Anda, vamos a comer. —
— ¿Por qué no invitas al nuevo? — propuso con una mirada picara, logrando sonrojar a su contrario. —
— ¿Debería hacerlo? — comenzaba a dudar. —
— ¡Claro! Eres el gran Hae, solo tú puedes ayudarlo a hacer amigos y que deje de ser tan burdo con todo el mundo. —
— Tienes razón, es un colega y debo integrarlo al equipo de trabajo. —
Decidido se dirigió hacia el escritorio del “nuevo” hasta que lo vio de frente… entonces se quedó en blanco y no supo que decir.
— ¿Necesitas algo? — el pelirrojo lo miraba serio, indiferente y Hae no respondía —
— Hola — Wookie se aventuró a hablar — Solo queríamos saber si gustabas tomar el almuerzo con nosotros, pero entendemos si estas ocupado y no puedes. —
Ryeowook noto el incómodo ambiente que había, el pelirrojo no dejaba de ver a Hae y este mantenía la mirada baja, fija en el suelo y movía sus dedos nerviosamente. Tomo el brazo de Hae y lo intento alejar lo más pronto posible, antes de que su amigo terminara tirado en el suelo muerto de nervios.
— Espera. — Menciono el antes cuestionado — si quiero ir con ustedes. —
El pelirrojo sonrió, gesto que a Ryeowook asusto y Hae estuvo a punto de morir a causa de tan hermosa vista. Llegaron a la cafetería y compraron lo que necesitaban, pero Ryeowook tenía un plan, un truco bajo la manga, algo por lo que después Donghae lo mataría, o tal vez le agradecería.
El teléfono móvil de Wookie sonó, contesto y se disculpó pues no podría acompañarlos ya que le había surgido un imprevisto, abandono la mesa dejándolos solos.
Donghae no sabía a donde mirar, sus manos sudaban y a Ryeowook lo quería matar, una conversación útil no encontraba, si seguía así pronto iba a colapsar.
— Me llamo Cho Kyu Hyun y tengo veintidós años. — el pelirrojo hablaba, Hae temblaba, pero con toda la fuerza de voluntad con la que contaba se dispuso a contestar. —
— Lee Dong Hae, veinticuatro años, un gusto. — se atrevió a levantar la mirada y volvió a toparse con esa sonrisa malvada, no la soporto y volvió a comer. —
— ¿Sabías que tienes cara de pez? —
— Varias personas me lo han dicho — contesto sin importancia, su hambre era grande y sus fideos apetecibles. — ¿Te molesta mi rostro? — se atrevió a cuestionar. —
— Para nada, los peces me gustan. —
Sintió que se atragantaba con la comida, ¿Eso significaba que él, por parecerse a un pez le gustaba? Se quedaría con la duda, no iba a preguntar.
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Lee Dong Hae le gustaba, más que eso le encantaba, si hablamos de las novelas o películas sería capaz de decir que hacía que su corazón latiera emocionado cada que lo veía o tenía cerca, que sus manos sudaran y se sintiera desfallecer, no negaba que parecía una chica enamorada, realmente poco le importaba, pero estaba enojado, podría hasta apostar que era correspondido solo que Donghae no decía nada, eran ya dos semanas compartiendo almuerzo y alguna que otra mirada pero el mayor solo huía de él. ¿Qué debía hacer?
— ¡Hola! — un saludo, por demás animado, lo saco de su mundo. —
— ¿Me hablas a mí? — se auto señaló con el dedo. —
— ¡Por supuesto! ¿Es que acaso hay alguien más aparte de nosotros? —
— ¿Disculpa? — el hombre que tenía en frente estaba siendo algo grosero y él no lo iba a soportar. —
— ¡Aish! — hizo un ademan — tranquilo que no vengo buscando pelea, solo vine a decirte que soy el jefe de área y como estuve enfermo no pude estar aquí cuando ingresaste, así que necesito me pases los papeles que se te pidieron cuando se te contrato. —
— Está bien, ¿Eso es todo? —
— ¿Me estas corriendo? —
— Solo pregunte si era todo, estoy trabajando. —
— Eres un muchacho muy altanero… ¡Me gustas! —
El hombre se fue riendo como un loco, cosa que a Kyuhyun sorprendió mucho. Y haciendo memoria, ni siquiera había preguntado su nombre.
Llego la hora del almuerzo y como de costumbre fue a buscar a Donghae, grande fue su sorpresa al encontrarlo feliz de la vida, platicando con el que se supone, era el jefe de área.
— ¡Kyuhyun! — Dijo Hae — ¿Ya conociste a nuestro jefe? —
— Ya nos conocimos pescadito — se adelantó el otro a decir. — ¿Ustedes son amigos? —
— Lo somos — afirmo Kyuhyun sin pensar — ¿Hay algún problema con eso? —
— ¡Claro que lo hay! — Contesto burlón — Donghae es mío — lo abrazo posesivamente y deposito un beso en su mejilla. —
— Tranquilo hyung — algo cohibido se escapó del abrazo — No le hagas mucho caso Kyuhyun, Heechul hyung está algo loco. —
— ¡Yo no estoy loco! — Espeto — todos aquí saben que me perteneces, que cualquiera que te mal mire o maltrate se las verá conmigo. —
— ¡Eso es cierto! — un travieso Ryeowook paso corriendo — Pero ahora Heechul hyung tiene cosas que hacer y yo me lo llevo — tomo del brazo a su objetivo y con todas sus fuerzas lo alejo del lugar. —
Se formó un ambiente tenso, Kyuhyun tenía la mirada fija sobre Hae y este no sabía que hacer o decir, de nueva cuenta se había quedado en blanco. Entonces Kyuhyun decidió comenzar a caminar con rumbo a la cafetería y noto que Donghae lo seguía. Ordenaron como de costumbre y se sentaron dispuestos a comer.
— Es incomodo… — Donghae trato de hablar, pero fue interrumpido. —
— Hyung… ¿Él es tu novio? —
— ¿Quién? — La pregunta lo tomo por sorpresa — ¿Te refieres a Chul hyung? —
— Si, al jefe de área, ¿Es tu novio? —
— ¡Por supuesto que no! No sé por qué piensas eso, Chul hyung es como un hermano mayor para mí. Cuando recién llegue a este lugar y no tenía amigos, él fue quien me ayudo. Y hablando de amigos, tú no estás haciendo lo que acordamos. ¡La única persona con la que platicas es conmigo! Y de vez en cuando con Wook ¿Se puede saber porque? —
— Porque a mí solo me interesas tu hyung, por eso. —
— ¡Kyuhyun!... si sigues diciendo ese tipo de cosas mientras como me vas a matar. —
— ¿Por qué? Heechul dice que tú le perteneces, no veo porque es malo que yo diga que solo me interesas tú. —
— Olvídalo Kyuhyun, mejor come. —
— Está bien… — comenzó a comer pero no podía, ver como la cuchara rozaba la boca de Hae lo volvía loco, él también quería probar esos labios y un plan debía idear — Oye hyung, ¿Te gustaría ir a mi casa? —se atrevió a preguntar. —
— ¿A tu casa? —
— Si hyung, ¿No te gustaría que pasáramos un fin de semana en mi casa? Podríamos hacer muchas cosas divertidas, tengo videojuegos, ¿Te gustan? —
— Los videojuegos son tentadores, pero no soy un buen jugador. Si tú lo eres probablemente te aburras conmigo. —
— ¡Tampoco soy bueno jugando! — Contesto raudo — Así que estaremos igual. —
— Bueno, está bien, pasare un fin de semana contigo dongsaeng. Pero si te aburro o incomodo luego no digas que no te lo advertí. —
Kyuhyun sonrió para sus adentros, era su momento de gloria. Consiguió que su hyung fuera a su casa y allí es que iba a actuar. Pronto Lee Dong Hae iba a ser de su propiedad.
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Por razones que el mismo desconocía, estaba nervioso. Aunque si recapitulaba con cuidado sus recuerdos, todo coincidía con que la causa de su alto nerviosismo, ataques de torpeza y demás, eran culpa de su bello dongsaeng. Desde que este le había propuesto pasar el fin de semana en su casa estaba así. ¿Por qué estaba tan nervioso? No lo entendía; después de todo lo que se le propuso no era nada anormal. Kyuhyun le había dicho que jugarían videojuegos, tal vez harían una barbacoa en el jardín y aprovecharían para conocerse más. Lo de los videojuegos estaba más que bien, ¡Hasta los niños hacían esas cosas! Luego estaba el asunto de la barbacoa, no era muy bueno cocinando, pero desde que comenzó a vivir solo y se independizo por completo de su madre aprendió algunas cosas, tan ignorante no era en ese aspecto. El último punto era el más importante, “conocerse más”, a él le encantaría saber porque Kyuhyun era tan antisocial y reservado, porque si se refería a eso Kyuhyun cuando lo dijo, ¿O no? No se podía referir a otro tipo de cosas, ¿Verdad? No podría estar hablando de un acercamiento ¿Más íntimo, tal vez?... ¡No! No podía y sabía que el único con ese tiempo de pensamientos tan fuera de lugar era él, porque Kyuhyun se veía mejor que nunca. Kyuhyun estaba bien. ¡Se le notaba! Hasta hablaba más con Heechul y había dejado de lanzarle miradas asesinas y comentarios mordaces.
Él por su parte, día con día, en las mañanas, tomaba un té de tila para sus nervios. Ryeowook fue el único que los había notado y quien, por eso, le aconsejo que consumiera tal bebida. Droga o no esa cosa funcionaba, estaba tranquilo y se sentía como un hippie. Con toda la onda de amor y paz, caminaba por los pasillos, sonriéndole a todo el mundo. Algo que a Kyuhyun no le agrado, pero este se controlaba, todo porque esperaba con ansias el fin de semana. Su preciado, fin de semana.
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Sábado por la noche y Donghae ya estaba parado frente a la puerta de la casa de Kyuhyun. Con una pequeña maleta en mano que contenía productos de uso personal y ropa.
— ¡Hyung! — Kyuhyun lo recibió muy alegre — que bueno que ya llegaste, pasa que estas como en tu casa — su anfitrión tomo la maleta que traía y le abrió la puerta para que pasara. —
— ¿Aquí vives Kyuhyun? — su sorpresa fue grande, la casa era bastante amplia y lujosa como para que solo una persona la habitara. Era extraño. —
— Así es hyung, aquí vivo. Sé que no es la gran cosa pero… —
— ¿Qué no es la gran cosa? — Lo interrumpió — ¡Pero si es enorme! Mi departamento no es ni la mitad — concluyo avergonzado. —
— No te preocupes hyung, algún día tendrás una casa más grande que esta. — contesto sonríete, no quería hacer sentir mal a Hae. —
— ¿Por qué dices eso dongsaeng? —
— ¿Lo presiento? —
— ¡Qué cosas dices Kyuhyun! — comenzó a reír. No entendió la indirecta que Kyu le había mandado. —
La noche se tornaba bastante fría, Kyuhyun por su parte estaba caliente… bueno no, pero los nervios lo consumían, ¡Dormiría con Hae! No en la misma cama pues sería algo bastante apresurado para el poco tiempo que llevaban de conocerse. Pero dormirían en la misma casa que igual le trasmitía mucha alegría.
— Hyung… ¿Quieres hacer algo antes de dormir? —
— Pues dijiste que tenías videojuegos, podríamos jugar un rato. —
— ¡Excelente! — una sonrisa imperceptiblemente siniestra apareció en su rostro — Voy a buscarlos. —
Se levantó del sofá en el que estaba sentado y se dirigió a su habitación. Tomo algunos títulos que pensó podrían interesarle a su mayor; peleas, carreras, todo juego que encontrara y en el que se pudiera competir. Aplastaría a su hyung.
— Hyung — dijo entrando a la sala — tengo estos, a ver cuál te convence. —
Donghae tomo las cajas y comenzó a verlos. Ninguno le agradaba del todo, era tan malo jugando que de seguro iba a perder.
— Probemos con este — le extendió uno de carreras. —
— ¡Esta bien! — contesto Kyuhyun, quien se apresuró a conectar la consola y pasarle a Hae un control. —
La carrera comenzó y ambos jugadores estaban muy concentrados en la pantalla. A los escasos 2 minutos de juego, Donghae se dio cuenta de que Kyuhyun era un experto y lo había engañado.
Ronda tras ronda iba perdiendo. Su pequeño ego era aniquilado con el pasar de los minutos y Kyuhyun apenas si se detenía a respirar
— ¡Ya no quiero jugar! — molesto arrojo el mando a un lado y se cruzó de brazos. —
— ¿Ya tan rápido te aburriste hyung? —
— ¡Me engañaste Kyuhyun! Eres un experto jugando y me dijiste que eras pésimo. —
— ¡No te mentí! — Se defendió — hace años que no jugaba y pensé que había perdido el toque… pero veo que no. —
— ¡No me importa! — comenzó a hacer un pequeño berrinche. —
— ¡Hyung! — Kyuhyun lo tomo de los hombros para que dejara de moverse. —
— ¡Que! — grito enojado e intentado zafarse del agarre. —
— Te vez lindo cuándo te enojas. —
Donghae se quedó quieto y callado, si se hubiese podido ver en el espejo vería que su rostro tenía uno y mil colores. Estaba tan sonrojado. Agacho la mirada intentando evadir la profunda mirada que su dongsaeng le regalaba, pero sintió unas manos en su rostro y se asustó. Un impulso hizo que cerrara los ojos y su corazón latiera a mil por hora; sentía la cálida respiración de Kyuhyun tan cerca de su rostro. Pasaron algunos segundos, o tal vez más tiempo y Donghae sintió que no pasaba nada más, abrió lentamente los ojos y sin aviso alguno, sus labios fueron rosados por los ajenos. Con mil emociones recorriendo su cuerpo, alejo a Kyuhyun lo más que pudo y corrió a encerrarse en la habitación que se le había asignado. ¿Qué iba a hacer? ¡Acababa de ser besado! Del chico que le gustaba y él, como un cobarde de renombre, huyo.
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Derecha, izquierda, de cabeza… miles de posiciones intento para poder conciliar el sueño pero no lo lograba. ¡Estúpido Donghae! Su mente le reprochaba como él podía estar en esa situación tan incómoda. Su hyung era peor que una chica; demasiado complicado.
Justo cuando comenzaba a quedarse dormido, después de tanto pensar, unos ruidos extraños lo despertaron. Llego a pensar si sería un ladrón y antes de levantarse a investigar, tomo uno de sus tantos trofeos que había ganado cuando acudía a la escuela. Sigiloso, tal cual un cazador acechando a su presa, se acercó a la cocina, lugar del que provenían los ruidos. Su rostro se desencajo al ver al causante; Donghae se encontraba sentado en una silla, completamente sudado y con una escasa camiseta y bóxers. Poco falto para que ante semejante imagen que se le regalaba muriera, o mínimo se desmayara.
— Hyung, ¿Se pude saber que estás haciendo aquí? — apenas y pudo articular.
— “…” — silencio fue lo único que obtuvo como respuesta. —
— Hyung, te estoy hablando — puso el trofeo que traía consigo en el suelo y se acercó lento a su invitado. —
— No podía dormir — se dignó a responder — entonces vine a tomarme un té que me dio Wookie, pero creo que me excedí de dosis porque veo borroso y tengo calor. Kyuhyun… creo que estoy drogado. —
— ¿Es en serio? — No sabía si burlarse o preocuparse. —
— ¡Sí! No te engaño, ni siquiera me puedo levantar — un ligero puchero se dibujó en su rostro. —
— Entonces, ¿Quieres que te lleve a tu habitación? — Pregunto nervioso, esperaba una negativa pues no sabía cuánto más se podía contener de caerle encima a su hyung. —
— Si dongsaeng, ayúdame. —
Se acercó al cuerpo más pecaminoso que había visto en su corta vida, con todas sus fuerzas trataba de ocultar sus instintos y no hacer algo de lo que después se arrepentiría. Pero las ¿Circunstancias?... ¡No! No fueron las circunstancias, fue Donghae, él lo beso. Tan inesperado como que la nieve caiga en verano, así de extraño fue. Lo correcto hubiera sido negarse a semejante acto, posiblemente regañarlo por lo que estaba haciendo pues no estaba en sus cinco sentidos, pero no, Kyuhyun le siguió el juego, ambos se hicieron participes de un beso necesitado, anhelado y demandante, después de eso Donghae se durmió, dejando a un Kyuhyun frustrado y con un pequeño problema entre las piernas, de pie a mitad de la cocina.
— Muy bonito Lee Dong Hae, muy bonito — recito antes de cargarlo para llevarlo a su habitación. —
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Un molesto sonido lo despertó, sin ánimos busco a ciegas lo que ocasionaba semejante escándalo; era su celular, había olvidado desactivar la alarma. Con detalle comenzó a mirar el cuarto en el que se encontraba, que en definitiva no era el suyo. De la nada, como un balde de agua fría los recuerdos se hicieron presentes en su cabeza. Había dormido en la misma casa que Kyuhyun, este lo había… ¿Besado? y él huyo… como no podía dormir decidió tomarse uno de los famosos tés relajantes de Wookie, pero al parecer hecho la cantidad que se debía utilizar en cinco tazas, en una; luego un calor y sueño enormes lo invadieron, más tarde apareció Kyuhyun y entre sueños recuerda que lo beso. ¿Lo beso?... ¿Hubo doble beso?... Contrariado tomo su cabeza con ambas manos. No lo recordaba con claridad pero podría jurar que si paso. Decidido salió de su habitación, debía hablar con Kyuhyun.
Como no sabía cuál era la habitación del menor, comenzó a abrir puerta tras puerta, pero no encontraba nada. Siguió vagando por el lugar y su esfuerzo no dio frutos pues no lo encontró, ¿No estaba en casa? Algo decaído se sentó en el sofá de la sala, no sabía qué hacer. Pensó llamarlo pero se contuvo de hacerlo; tal vez Kyuhyun estaba en algo importante y no sería correcto importunarlo. Así que creyó que lo mejor sería prepararse algo para desayunar. Con timidez, entró a la cocina, recordar lo que horas atrás había pasado ahí le ponía los nervios de punta. Hecho un vistazo en la alacena y refrigerador, no había demasiadas cosas pero lo que encontró le serviría. Después de un rato, un delicioso aroma inundo la casa, todo estaba listo y se preguntó si debería esperar a su dongsaeng, porque lo correcto sería hacerlo. Sirvió los alimentos y se sentó a esperar, por suerte no tardó mucho en que escuchara un par de llaves hacer ruido. De seguro Kyuhyun había llegado. Corrió hacia la entrada para recibirlo, pero casi se le cayó a cara al ver que no era él. En su lugar, una hermosa joven, no muy alta y de cabello corto, con rostro angelical lo miro desconcertada. ¿Ella era la novia de Kyuhyun?.
— ¡Buenos días! — La chica le hablo muy sonriente — no sabía que Kyuhyun tenía invitados, no me aviso. Pero bueno, disculpa importunarte, solo vine a dejarle una cosas. —
Siguió con la mirada a la enigmática mujer y vio que traía bolsas de mandado además de que se dirigía a la cocina.
— ¡Vaya! — Exclamo sorprendida — ¿Tu hiciste todo esto? — Menciono sin dejar de ver lo que él había preparado — se ve exquisito, ¿Estas esperando a Kyuhyun, verdad? —
— Disculpa — temeroso hablo — ¿Quién eres tú? ¿Eres la novia de Kyuhyun? —
La chica lo miro por un buen rato, y aun así Donghae no supo descifrar esa mirada. Era tan penetrante como la de Kyuhyun, se sentía completamente expuesto ante ella. Pero el tenso ambiente que se había generado, fue roto por la chica que comenzó a reír en demasía.
— ¿Yo la novia de Kyuhyun? — Hablaba entre risas — ¡Por supuesto que no! Si yo estaba pensando que tú eras su novio, pero veo que no. —
— Yo… yo… ¿Yo novio de Kyuhyun? — su rostro se tornó rojo — No... —
— Disculpa, mi culpa por no presentarme, me llamo Arha y soy la hermana de Kyu. —
— ¿Su hermana? Vaya, no sabía que Kyuhyun tenía una. —
— ¿No te hablo de mí? Ese niño pagara, pero bueno, yo solo vine a dejarle la despensa, él es muy descuidado y no sabe hacer nada. Todos los domingos yo vengo a hacerle el desayuno. Y por lo visto te me has adelantado, ¡Y me alegro tanto! Porque se me hizo tarde y el no tarda en llegar. —
— ¿Entonces es normal que se vaya? —
— Así es, ¿No te lo dijo? — Recibir una negación con la cabeza la hizo hablar — Pues es que él se va todos los domingos por la mañana a tocar en un asilo. Mi hermano toca hermoso el piano y a los ancianos les gusta la música de ese tipo. —
Escuchar los tantos halagos que Arha tenía para con su hermano, hizo que su corazón se alborotara. No se había dado cuenta de lo maravilloso y único que era Kyuhyun. Una persona normal dormiría hasta tarde y no se preocuparía por ir a darles un concierto a personas que ni siquiera son de su familia. Pero Kyuhyun lo hacía, eso era algo digno de alabar.
Un nuevo par de llaves sonó, ahora si era seguro de que Kyuhyun había llegado. Su figura apareció por la cocina. Su rostro denotaba sorpresa, pero Donghae no sabía porque razón era.
— Arha, ¿Qué haces aquí? —
— ¿Cómo que, que hago aquí? ¡Es domingo Kyuhyun! te vine a dejar la despensa. —
— Ya sé que es domingo, pero te deje avisado con tu asistente que hoy no te iba a molestar con ese asunto. —
— ¿En serio? — Se quedó callada unos segundos y miro al infinito — ¡Cierto! Lo olvide, ya se me hizo costumbre venir a verte este día. Además de que pude conocer a tu “amigo” — le regalo una mirada picara logrando sonrojar a su hermano. —
— Qué bueno que ya conociste a Hae. — Sentencio cohibido — mejor desayunemos que tengo hambre. —
Arha no pasó desapercibido el comportamiento de su hermano, lo conocía mejor que a la palma de su mano y tan buena hermana era que lo iba a ayudar.
Los tres se sentaron en la mesa, Donghae simplemente se limitaba a mirar su plato, Kyuhyun hacia lo mismo, Ahra los miraba divertida.
— Oye Donghae, ¿Tienes novia? — pregunto “inocentemente”. —
— No… — una respuesta seca fue la que escucho. —
— ¿Sabías que Kyuhyun tampoco tiene? — ella no desistiría tan fácil. —
— No tampoco lo sabía. —
— ¿Y sabias que nunca invita a nadie a su casa? Él la cuida mucho. —
— Arha, ¿Podrías dejar de hablar? — su hermano la fulmino con la mirada, pero ella era inmune a esas amenazas. —
— Déjame Kyu, converso con tu visita. Como te decía Donghae, Kyuhyun cuida mucho esta casa, una vez me dijo que la única persona que podría pisar este lugar, aparte de mí y nuestros padres, era quien sería su futuro compañero de toda la vida. —
— ¡Arha…! — Kyuhyun la regañaba. —
— Déjame pequeño, no seas maleducado y limítate a no interrumpirme mientras hablo, soy tu mayor. — después de su discurso y mirada amenazantes volvió a dirigirse a Hae. — Entonces me pregunto, ¿Cuándo se van a casar? —
Sonrió victoriosa al notar que sus víctimas se atragantaban con la comida y comenzaba a toser. Donghae estaba rojo y tenía la mirada perdida en el suelo, ¿Buscaba algún bicho? Kyuhyun por su parte la miraba enojado. Así que decidió huir. Se levantó de la mesa y se dispenso diciendo que debía volver, tenía cosas pendientes. Como alma que lleva el diablo salió corriendo de aquella casa, su trabajo estaba hecho y sabía que si se quedaba más tiempo iba a morir.
Kyuhyun y Donghae se quedaron solos otra vez, ninguno sabía que decir. Pero tarde o temprano alguno de los dos debía romper el silencio.
— Mi hermana está loca, no le hagas caso. —
— Ella es bastante linda. —
— ¿Lo crees? A veces es insoportable, no la conoces. —
— Se parece mucho a ti. —
— ¿Crees que soy insoportable? —
— No me refería a ese aspecto, son impredecibles… ¿Es verdad? —
— ¿Es verdad que? —
— Eso… —
— ¿Eso que…?—
— ¡Aish! — Exasperado grito — que si es verdad lo que dijo tu hermana. Eso de la gente que puede visitar tu casa. —
— ¡Ah! — guardo silencio por unos momentos, sabía que Arha lo había dicho para llegar a esta incómoda situación, así que debía decirlo… era ahora o nunca. — Si lo es hyung. —
— ¿Entonces porque me inviste aquí? —
— Donghae… tú me gustas… yo te quiero. ¿No te das cuenta? —
Lento y temeroso, sin esperar a que su hyung respondiera, volvió a acercase a los labios ajenos, debía probarlos una vez más. Sorprendentemente fue correspondido, un beso dulce, lento y cálido se le regalo, ¿Podía ser este momento más maravilloso? Si, si podía y Donghae se encargaría de ello.
— Tú también me gustas, yo también te quiero. —
Kyuhyun sintió que volaba, que sus manos lograron tocar el mismo cielo. Sus esfuerzos habían valido la pena, eso de que “el que persevera, alcanza” había sido tan cierto.
— ¿Quieres ser mi novio? — no pensaba preguntarlo, pero sus labios se abrieron para citar aquellas palabras, fue un impulso. Su corazón hablo por él. —
— ¡Si quiero! —
La respuesta que más anhelaba, la escucho. Era un nuevo comienzo, aun habían varias cosas que conocer del otro pero ya habría tiempo para eso, por ahora ya podría decir que por fin tenía un novio. Que Lee Dong Hae era suyo y que pronto, lo seria de otra manera.
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FIN