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Autoescuela "One Piece" por Odisei Uchiha

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Notas del capitulo:

Si si si!!! se que abandone esta historia, basicamente abandone tooooooooodaaaaas!!! Lo siento de verdad pero no encontraba ni inspiracion ni na de naaaa!!!! asiq perdoneme!!!

He hecho algunos cambios de la historia inicial espero que os guste!!! IMPORTANTE LEER NOTAS FINALES POR FAVOR!!!

bueno empezamos!!

“¿Pero qué te pasa Zoro?” Esa era la pregunta que surcaba la mente del peliverde en el momento en que se dio cuenta de su infantil reacción. Por alguna extraña razón la explicación de Mihawk pasó a un segundo plano en cuanto la cálida mano se movió hacia la izquierda indicándole algo, que en esos momentos, ni siquiera sabía que era. La cabeza la mantuvo agachada, no se atrevía ni a mirar a las manos q se mantenían unidas durante todo el proceso en el que el pelinegro le explica el cambio de marchas.

                -¿Lo has entendido? – Escucho la pregunta como si simplemente fuera un susurro.

                Levanto entonces la vista, para entonces darse cuenta de que la gélida mirada de Dracule estaba completamente clavada en él. Trago saliva, por alguna razón un nerviosismo que creía no tener le invadió de pies a cabeza.

                -Supongo.

                -¿Supones?

                -Sí, supongo. – El peliverde volvió a bajar la cabeza, se sentía cohibido.

                -Entonces a que esperas, hazlo tú pues y demuéstrame que me has entendido.

                El profesor se cruzó de brazos y observo atentamente como la mano de su alumno se posaba en la palanca de cambios, para después intentar meter primera, fracasando en el proceso. Zoro no entendía porque no conseguía mover bien el condenado objeto, frustrándose irremediablemente. Giro la cabeza de nuevo, y entonces pudo ver a Mihawk mirándole de forma incrédula, no creyéndose lo que sus ojos contemplaban.

                -Si pisaras el embrague, igual consigas meter macha, sino nos podemos pasar así toda la tarde.

                Un nuevo sonrojo surco la cara de Roronoa, que avergonzado procedió a ejercer presión en el embrague y meter primera, seguida de la segunda, y así hasta que termino la hazaña.

                -No pareces muy concentrado, me gustaría que prestaras más atención. Esto es una clase de coche, aquí te juega el que puedas gozar de las libertades que te da el tener carnet. Si tú no te aplicas, yo tampoco lo are.

                La dura voz de su profesor le perforo los tímpanos, Bien empezaba. Para variar las palabras de Ace le daban vueltas en la cabeza, poniéndolo aún más nervioso. Suspiro resignado, tenía que calmarse, sino no aria más que cagarla.

                -Lo siento, no volverá a pasar.

                Los ojos dorados se cerraron como reflexionando las palabras del peliverde. Y dirigiendo su mirada al frente cuando su voz se volvió a dejar oír.

                -Supongo que llevar el volante sabrás ¿No?

                Zoro asintió, era cierto que no había tocado un coche en su vida, pero eso no quería decir que fuera inútil. Mihawk abrió la puerta del conductor y salió del coche para pasar por delante del  vehículo y abrir la puerta del peliverde.

                -Pasa al lado del conductor.

                Zoro se soltó el cinturón que no se había quitado en ningún momento y levantándose despacio pasó por el lado de su profesor y procedió a ir al asiento del piloto. Cuando ingreso en el habitáculo, Dracule ya estaba acomodado en el asiento en el que anteriormente había estado él. Sus manos por inercia se dirigieron al volante que se encontraba delante. Una extraña adrenalina surco su cuerpo. Recorrió el volante con sus manos, era suave, de cuero negro, al igual que el tapizado del interior.

                -Enciéndelo.

                Asintió y poso sus dedos en la llave que tenía puesta en el costado derecho del volante. Un pequeño temblor le recorrió la mano, nerviosismo. Ejerciendo un poco de fuerza giro la llave y un rugido se dejó escuchar en el lugar. Entonces miro a Mihawk y espero paciente sus palabras.

                -Muy bien, ahora lo que vamos a hacer es ir por esta carretera, al fondo hay una rotonda, la tomaras y te iré indicando por donde debes ir – El peliverde asintió- Y no te olvides de soltar el freno de mano, no hagas como con el embrague.

                Entonces Zoro cogió aire y lo soltó, Concentrando su mirada en la carretera. Relajándose pulso el freno y el embrague, para después quitar el freno de mano. Metió primera, fue levantando el embrague, soltó el freno, pulso el acelerador.  Su pulso se aceleraba por momentos cuando de repente sintió como el coche echaba a andar. Abrió los ojos enormemente ¡No se le había calado! Sonriendo para sí mismo continúo acelerando y recorriendo la carretera, cambiando de marcha cuando el coche rugía por un respiro. Mihawk que no perdía detalle de Roronoa se sorprendió al ver la efectividad con la que había conseguido poner el vehículo en marcha. Estaba claro que el chaval no era un paquete como había pensado en un principio. Se fijó en la mirada de concentración extrema del peliverde y sonrió, esa mirada demostraba las ganas que tenia de hacerlo bien.

                La rotonda se veía cada vez más cerca, y el alumno fue reduciendo velocidad de forma magistral, parecía como si fuera mentira que jamás hubiera conducido. Dracule estuvo tentado a preguntar, pero prefirió no molestar al chaval que tan concentrado se encontraba en esos momentos.  Cuando el coche fue a entrar a la glorieta Roronoa sintió un fuerte frenazo que claramente no había producido el. Asustado por la inminente acción miro a su profesor que lo mataba con la mirada.

                -¿¡Pero se puede saber qué haces!? ¡Esto no es Inglaterra! Las rotondas se cogen hacia la derecha, no hacia la izquierda ¿¡Acaso no sabes diferenciar!?

                Entonces se dio cuenta del “pequeño” fallo que había cometido y desvió la mirada hacia el frente de nuevo.

                -Lo siento, no me di cuenta.

                -¿¡Como que no te distes cuenta!? Esto es un suspenso directo ¿Cómo se te ocurre meterte en dirección contraria?

                -Ya te dije que no me di cuenta, está claro que no lo he hecho adrede – Por alguna extraña razón, le daba rabia que le estuviera sermoneando cuando hace un momento el mismo se había dado cuenta de que lo estaba haciendo genial.

                -Es que lo llegas a hacer adrede y te mando de nuevo a la academia con Shanks.

                Entonces sus miradas conectaron de nuevo. Estaba claro que los dos eran hombres muy orgullosos y era difícil que se dejaran sermonear tan fácilmente. Un sutil gruñido escapo de los labios del peliverde que Mihawk no alcanzo a oír. Zoro puso de nuevo primera y esta vez cogió la rotonda como era debido.

                -Sal en la segunda salida, y no me des más disgustos quieres.

                Con un gran cabreo interior procedió a obedecer  y una vez a la par de la salida que le indico giro el volante y salió de la glorieta. El siguiente trayecto se izó en silencio, se palpaba claramente la tensión en el ambiente.

                -Coge dirección a la calle “grand line”, por allí damos en la autoescuela, ya casi ha pasado la hora.

                Roronoa miro el reloj del coche y asombrado vio que solo quedaban 15 minutos para acabar la clase, por alguna extraña razón se le había pasado volando. Un cartel blanco en la esquina de la calzada tenía escrita la dirección que tenía que tomar, o eso pensó él.

                -Otra vez… Roronoa es por el otro lado – La mano de su profesor se cruzó por delante suya y cogió el volante para girarlo y llevar el coche por donde debía ir, entonces volvió a ocurrir. Fue un simple roce, pero sirvió para que una corriente eléctrica surcara el cuerpo del peliverde desde arriba hasta abajo. Cuando noto que la mano desaparecía volvió a poner toda la atención a la carretera, pero ya no era igual. Se volvió torpe, las marchas se le atragantaban, y de repente tuvo la impresión de que el freno estaba más duro. Mihawk no comprendió ese extraño cambio en la manera de conducir de su pupilo que sin comerlo ni beberlo empezó a meter la pata fácilmente.

                -¿Qué ocurre Roronoa? No te habrá afectado ahora esto ¿No?

                Zoro negó con la cabeza y agacho un poco la mirada sin perder de vista el asfalto. Ni el mismo entendía que le pasaba, porque reaccionaba así. Era cierto que le habían dicho cosas atroces sobre su profesor, pero el sabía que no era por eso. Cuando menos se lo espero ya estaba en frente de la autoescuela, y el reloj marcaban las 5 en punto.

                -Llegamos, deja el coche en doble fila, ahora tengo otra clase – El peliverde obedeció sin rechistar, y sin darle tiempo a Mihawk a hablar apago el coche y se bajó de él, rumbo a la autoescuela. En la puerta se encontraba Luffy hablando animadamente con Shanks, seguramente de cualquier chorrada o comida.

                -Oh Zoro –Luffy le saludo como era habitual colgándose como un mono a el - ¿Qué tal la clase? – Observo atento la sonrisa inocente de su amigo, si no fuera porque era Luffy pensaría que lo estaba vacilando.

                -Bien, nos vamos – Agarrando a Luffy de la solapa de su chaleco rojo lo empezó a arrastrar lejos de allí.

                -Pero espera, ¡No me he despedido de Shanks!

                -No te preocupes que mañana lo volverás a ver.

                Luffy empezó a agitar la mano en forma de despedida a Shanks que sonreía y correspondía al gesto. Seguramente Mihawk había hecho de las suyas y había conseguida sacar de quicio a ese orgulloso peliverde. Pero cuán grande fue su sorpresa cuando Dracule apareció también enfrente  de él dirección a la puerta de las oficinas con un humor de los mil demonios.

                -¿Y esa cara? – El pelirrojo no pudo evitar preguntar por ese gesto encabronado que era el rostro de Mihawk en esos momentos.

                -La mía – Y se adentró en las oficinas.

                Shanks saco un cigarro de un paquete que tenía en el bolsillo derecho de su pantalón y selo encendio, parecía que al fin había llegado el alumno que pudiera hacer perder los estribos a este estricto profesor. Desde que trabajaba con Mihawk jamás lo había visto tan cabreado, esto iba a ser interesante. No pudo evitar sonreír mientras daba la última calada al cigarro y lo tiraba.

 

 

                ¿Cómo podía ser ese peliverde tan estúpido de no esperar a que le indicara a qué hora tendría mañana la siguiente clase? Una vez en la oficina no le quedó más remedio que empezar a buscar entre los archivos a Roronoa para poder contactar con él y decirle mañana a qué hora tenia que ir. Cuando dio con la ficha de Zoro empezó a leer cada detalle de esta hasta dar con el número, y cogiendo su móvil lo apunto. Fue entonces cuando se dio cuenta de un detalle.

                Una cara gruñona se reflejaba en una pequeña foto de carnet pegada en la zona derecha de arriba del folio. Se quedó observando, por alguna extraña razón algo atrajo su atención, y fue esa mirada de determinación que mostraba el peliverde en todo momento. Recordó en el coche cuando arranco y empezó a conducir  su actitud cambio drásticamente.

                Desvió la mirada a su reloj de muñeca y suspiro, el otro alumno debía ya estar en la puerta esperando. Guardando la ficha en su maleta se retiró hacia fuera para continuar el día, con una extraña sensación en su cuerpo.

 

                -¡Zoro ya! Deja de tirar de mi hace horas que hemos salido de allí – Luffy se quejaba del trato que estaba recibiendo por parte de su amigo, que desde que habían salido no había parado de arrastrar al pelinegro en todas direcciones.

                -Lo siento.

                -Hasta que me sueltas ¿Qué ha pasado? ¿Tan terrible ha sido? – Zoro suspiro mientras cerraba los ojos y los volvía a abrir para encontrarse con un par de irises curiosas.

                -No, simplemente me he desviado en algún momento del trayecto, y me he comido alguna bronca – Contesto desviando la mirada hacia un lado y sonrojándose levemente por la vergüenza.

                -¿Te has perdido?

                -¡No! Solo que las señales no indicaban bien el camino – Entonces Luffy estallo en una sonora carcajada.

                -¡No te rías a mí no me hace ninguna gracia!

                -Te perdiste jajajaja.

                - ¡No es así! Como no pares de descojonarte te haces tú la cena, y ya verás entonces quien se ríe de quien – El pelinegro dejo de mofarse “ipso facto”  y se irguió para coger dirección a su casa junto con su amigo que se había adelantado unos pasos.

                La conversación de vuelta a casa fue bastante trivial, desde lo que se iban a hacer para cenar hasta que película verían después de ello. El viaje se izo bastante ameno y por primera vez en el día Zoro pudo desconectar del dichoso profesor que le traía loca la cabeza. Una vez en el portar de la casa cogieron el ascensor dirección a su planta. Cuando las puertas se abrieron ambos chicos salieron como locos en una competición por quien se cogía el mando de la tele, pero unas enormes cajas apiladas al lado de la puerta continua a la suya llamo su atención. Luffy curioso por naturaleza se asomó hacia la puerta que se encontraba entre abierta para observar a que se debía todo esto.

                -Luffy déjalo serán nuevos vecinos, no les molestes ya desde el primer día.

                -Pero yo quiero conocerlos – El pequeño fue a abrir la puerta cuando su amigo lo detuvo de nuevo.

                -Te he dicho que no. No puedes andar invadiendo las casas ajenas sin saber…

                -¿Interrumpo?

                Una voz tranquila se escuchó al lado de la puerta donde Luffy anteriormente había querido entrar. Apoyado en el marco de la puerta se encontraba un joven de más o menos la edad de Zoro observándoles con cara indiferente.  Cuando el peliverde se percató de la presencia ajena fue que se fijó en él. Era un chico alto delgado, y de pelo negro. Tenía una acentuadas ojeras bajo unos ojos metálicos que mostraban indiferencia absoluta ante la situación.

                -¡Hola! – Luffy fue quien rompió la tensión que se había formado cuando los ojos de su amigo y el nuevo chico chocaron, desafiantes – Me llamo Luffy, y él es Zoro – Comento señalando al peliverde- ¿Eres nuevo verdad? ¿Cuándo te has mudado?

                -Hoy, mi nombre es Trafalgar Law.

                - Mmmm… Tienes un nombre muy complicado… Ya sé, te llamare ¡Torao! – Un tic surco el ojo de Zoro al ver la tranquilidad con las que Luffy podía llegar a entablar conversación con la gente.

                -¿Torao? – El propio Law se quedó estupefacto ante el chiquillo que gratuitamente le ponía un mote el mismo día de conocerlo.

                -¡Si Torao! ¿No te gusta?

                -Pues…

                -¡Da igual! Si quieres te ayudamos a meter las cajas a tu casa ¿Verdad Zoro? – A este sele callo el alma a los pies, lo que menos le apetecía era tener que ayudar a su nuevo vecino a recoger SUS cosas cuando él tenía su cuarto hecho un caos.

                -Me haríais un favor.

                Al final no le quedó más remedio que ponerse manos a la obra y empezar a meter las cajas dentro del hogar de su nuevo vecino. Cuando entro se dio cuenta que la estancia se notaba llevaba años sin usarse. El polvo se esparcía por los muebles marrones de la sala que se notaba no había sido limpiado en mucho tiempo. Cuando metió la última caja suspiro cansado mientras se retiraba el sudor de la frente, él y su manía de cargar todo el peso de un viaje para tener que dar solo los justos y necesarios. Una cerveza fue lo que vio cuando abrió los ojos de nuevo.

                -¿Quieres? – Trafalgar se la extendía tranquilo mientras él se bebía otra con toda la tranquilidad del mundo.

                -Gracias – Cogiéndola procedió a abrirla y darle un gran sorbo, la verdad es que estaba sediento -¿Y Luffy?

                -Creo que ha regresado a tu casa, decía que si no le quitabas el mando.

                -Sera… - Pero una risilla llamo su atención, Law sonreía ante la situación como quien no fuera la cosa mientras bebía de su cerveza tranquilamente - ¿Qué te hace tanta gracia?

                - Luffy-ya y tú sois muy unidos ¿Verdad?

                -¿Por qué lo preguntas?

                -Curiosidad – Law no paraba de mirarlo de arriba abajo – Sería una pena no poder fijarme más de la cuenta.

                -A que te refieres.

                -Dime Zoro-ya –Law se empezó a acercar a Zoro sigilosamente - ¿Eres de los que dan o de los que reciben?

                -¿¡A qué viene eso!?

                -Oh vamos, acaso me vas a negar ahora que te gustan los hombres – Law dejo la cerveza encima de la mesa que tenía a su derecha mientras se acercaba más aun al peliverde – ¿O eres de los moralistas que van diciendo que para echar un polvo hay que conocer a la persona y estar enamorado?

                Nunca se había parado a pensar eso. Era cierto que normalmente se acostaba con gente que medianamente conocía, no con alguien que había descubierto esa misma noche. No por nada, sino que simplemente no le había resultado conveniente. Pero su vecino era diferente. Desde que lo había visto en el umbral de la puerta le llamo la atención. Esos tatuajes y la cara de niño malo le habían gustado, pero sabía que no era más que atracción física y poco más, además de que no sabía si Law era homosexual asique prácticamente le había dado igual. Pero ahora era diferente. Le atraía, Trafalgar era jodidamente atrayente. ¿Por qué no se lo iba a follar? ¿Qué más daba si lo conocía de hace un mes o el mismo día si estaba tan jodidamente bueno y se le ofrecía en bandeja?

                Law que veía la duda enmarcada en el rostro del peliverde no dudo un momento en empujarlo hacia el sofá para que callera de sentón y de esta forma situarse justo encima de su regazo, moviendo sus caderas para tentarlo.

                -Entonces que dices – El moreno le empezó a susurrar en el oído mientras continuaba con sus sutiles movimientos de caderas, provocando claramente a su compañero - ¿Quieres follarme?

                No hizo falta más para que la hambrienta boca del peliverde lo devorara, mientras que las fuertes manos lo sujetaban de las caderas y lo hacía moverse más rápido para que sintiera lo caliente que se estaba poniendo. Law no perdió el tiempo y empezó a meter las manos debajo del  niqui de su compañero tocando así el tan bien trabajado cuerpo. El calor se empezó a elevar en ambos cuerpo que se devoraban sin dejar un solo trozo sin probar, en la sala solo se escuchaba el lascivo sonido de los hambrientos besos que se daban y algún que otro gemido de puro placer que se escapaba cuando se tocaba alguna zona en concreto. Hasta que la vibración de un aparato en el pantalón del peliverde llamo la atención de ambos, este último haciendo caso omiso, no se dio cuenta que en vez de colgar el teléfono sin fijarse siquiera en quien llamaba, le había dado a responder… Y que un incrédulo profesor de autoescuela se quedó atónito cuando escucho los gemidos provenientes del otro lado del aparato, donde su alumno se lo estaba pasando en grande…

 

Notas finales:

y pues eso es todo por ahora!!!

espero que os alla gustado de verdad!!!

Mas que nada me gustaria que empezarais a comentarme que parejita quereis para zorrito si Mihawk o Law... estoy indecisa... 

Asique me gustaria que me dejarais en los comentarios (Los cuales son mi inspiracion para seguiiir) como quereis que balla el tema xd

Bueno intentare renovar para dentro de dos semanas o asi... le dare un pokillo de espacio a la historia para ver como es recivida!!!

muchos besoooooos!!!!! 

Os quiero yooo P.D: dejarme review plissssss!!! T.T


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