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-L-lo siento Minho, l-lo siento – lloraba Taemin mientras que el moreno se paseaba desesperado por la habitación.
Tras la noticia Taemin se había quebrado y Minho paralizado, pero cuando el doctor les dijo que los dejaría a solas un momento Minho reaccionó.
-Esto no nos puede estar pasando, no, es imposible – se decía para sí mientras trataba de calmarse, caminaba rápido y con las manos agarrando su cabeza – No, no puede ser. ¡No!
-L-lo siento – seguía llorando al escucharlo.
- Pero… ¿Cómo puede ser eso posible?
- L-lo siento. N-nunca te he dicho la v-verdad.- dijo Taemin agachando su mirada.
-¿Cuál verdad?- Minho no podia entender esa situacion. ¿Taemin embarazado? ¿Es eso posible?
- D-desde niño… los doctores detectaron algo raro en mi…- trataba de controlar su respiracion-
-¿Qué cosa?- Minho queria sber que es lo que sucedia.
- L-lo siento M-Minho… - ya no podia soportar mas- y-yo puedo concebir… p-por eso mi padre me odia tanto… N-No queria que nadie lo supiera… por eso formo un compromiso rapido…- sus lagrimas no dejaban de cesar- L-Lo s-iento M-Minho… debi d-decirtelo hace tiempo…
Minho no podia creerlo ¿Taemin podia concebir? ¡Debe ser una broma! - ¿Por que esto nos sucede ahora? –
-L-lo siento…
-No Taemin – se dirigió a el y se arrodilló a su lado.
Le tomó las manos y lo miró a los ojos llenos de lágrimas. Aún seguía temblando, pero esta vez con más intensidad.
-L-lo siento m-mucho.
-No Taemin, escúchame – lo tranquilizaba – No es tu culpa, no tienes porque disculparte; esto lo hicimos los dos, ambos somos responsables.
-D-debí decirtelo… y-yo p-pensé q-que era…
-Escucha Minnie – apoyó sus manos en su cara – No estoy enojado solo… preocupado. Esto es muy difícil en nuestra situación.
-L-lo sé.
Minho retiró sus manos de el y se levantó para cruzarse de brazos, sin dejar de verlo; lloraba silenciosamente.
-Debes tranquilizarte, ya pensaremos en algo – pronunció casi en un susurro – Ahora – le ofreció su mano – debemos irnos.
Taemin tomó la ayuda que le ofreció y se levantó de su asiento. Una vez que tomaron sus cosas se dispusieron a salir de la habitación.
En la sala de espera se encontraba el medico hablando seriamente con la secretaria que, cuando los vio, bajó la vista con tristeza y preocupación.
-Gracias por todo – Minho estiró la mano que no abrazaba a su novio para saludar al doctor – Nosotros nos retiramos.
-De nada – respondió al saludo – Saben que cualquier cosa pueden venir a hablar conmigo.
-Sí, bueno ya nos vamos – deshizo el saludo y miró seriamente al hombre – Por favor, no le digas nada a mis padres.
-Eso va en contra de…
-Nosotros lo haremos – le interrumpió él – Sólo necesitamos tiempo.
-Está bien. Ah, antes de que se vayan – sacó un papel del bolsillo de su guardapolvo – En unas dos semanas deberán asistir para una ecografía en este lugar – le ofreció a Minho – Ya me tomé el atrevimiento de llamar y pedirles un turno, aquí está todo: lugar, fecha y hora.
-Gracias – dijo el moreno tomando el papel – Ahora debemos irnos.
Miró a Taemin que no había dicho palabra alguna. Estaba quieto bajo su abrazo mirando hacia la nada, estaba ausente.
Se retiraron a paso lento, dejando al doctor y su secretaria bajo un ambiente diferente al que los recibió esa mañana.
-Son tan jóvenes – pronunció la mujer mirando la puerta.
-Sí – contestó el hombre – Y como todos los jóvenes, deben crecer… solo que ellos deben hacerlo antes.
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-P-podrían vernos – dijo al fin sin tratar de deshacer su abrazo – D-deberías ir a t-tu casa.
-No, te acompañaré – le contestó.
Estaban cruzando la plaza que quedaba cerca de la casa de Taemin, cuando el reaccionó en la forma que estaban caminando.
-P-podrían vernos – repitió más para sí que para él bajando la vista al suelo.
-Eso es lo que menos me preocupa – dijo fríamente – Tarde o temprano se sabrá, ¿Qué importa si es ahora? – concluyó reforzando el abrazo.
-No sé c-como decírselo a mi p-padre – la voz de Taemin sonó temblorosa – Ya el haber r-roto el c-compromiso lo alteró, esto s-será… - no pudo terminar, no se atrevía a decirlo.
-Ya encontraremos la forma de hacerlo, por el momento importa tu salud, y la de… - le costaba decirlo, aunque lo hubiera asumido aún le costaba apaciguar el impacto que poseía.
Justo en ese momento se habían detenido en la entrada de su casa. Minho deshizo el abrazo y se acercó a su rostro para besarlo. Taemin no se opuso, solo terminó con la distancia entre ellos para abrazarlo fuertemente luego de un pequeño beso.
-T-tengo miedo – le susurró.
-No lo tengas, no estás solo en esto.
-L-lo sé pero aún así l-lo tengo.
-Estoy contigo Minnie – le dio un pequeño beso en la parte superior de la cabeza antes de separarse.
-¡No lo creo! – escucharon a poca distancia de ellos - ¡Minho y Taemin juntos!
Se giraron para ver al protagonista de los gritos. Minho cambió su cara a una de irritación cuando observó la imagen de su amigo castaño, con una cara de sorpresa, al lado del amigo de su novio, la cual solo les pedía perdón con la mirada.
-Por esto no quería que lo acompañara – decía a la vez que se acercaba a ellos – Nunca me lo hubiese imaginado. ¡Choi Minho con…!
-¿Vas a seguir haciendo escándalo por muchos más tiempo Jjong? – le interrumpió su amigo con cara de enfado.
-Pero… no entiendo… bueno, tal vez si… Oh, ya sé… ¿Puede que signifique qué…? No me lo creo – el bajito se debatía en voz alta.
-Lo siento – habló Key – Yo solo venía a ver a Taemin para ver que había pasado con ya sabes que – le explicó a Minho y acarició los cabellos de Taemin, quien solo miraba el suelo por no saber que hacer – Pero me lo encontré en el camino y quiso acompañarme, intenté negarme por el tan solo hecho de que creí que estarías aquí.
-Está bien Key, no te culpes – respondió Minho – Debo irme, ¿Te quedas con Taemin? Te necesita.
-¿Qué? ¿Es malo? – se alteró el rubio – ¡Ay no! ¿Es malo? – decía al abrazar a Taemin.
-El te lo dirá – fue lo único que respondió – Quizá parezca malo, pero no lo es.
-¿Q-qué? – Taemin levantó la vista intentando comprender lo que había dicho el moreno.
-Que no es malo, esa idea… – sonrió a la vez que Taemin se sonrojaba.
-¿La idea de qué? – preguntaron al unísonos los otros dos que presenciaban la escena.
-¿Mañana paso por ti? – volvió a decir sin prestarles atención y cambiando de tema.
-No, no lo harás – respondió Key mostrando un bolso que traía- Mañana iremos juntos.
-¿Dormirás aquí?
-Por supuesto.
-De acuerdo, mejor – concluyó acercándose a Taemin – Entonces te veo mañana.
-S-sí – contestó sonriendo tímidamente.
Él se acercó para besarlo tiernamente antes de retirarse, haciendo que su amigo abriera la boca de sorpresa y el rubio sonriera ampliamente ante el dulce momento.
-Vamos Jjong – le dijo tomándolo de la ropa.
-Bien, ¿qué sucedió Lee Taemin? – preguntó Key una vez que quedaron solos.
-N-no…
-¡¿Qué?
-T-te lo diré adentro.
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-Con qué mi amigo está en una relación clandestina con el dulce Lee Taemin – iba diciendo el castaño durante el camino, acompañado de una sonrisa y sus manos tras la nuca – Así que todo este tiem… - se paró abrupta y exageradamente haciendo que su acompañante se detuviera y girara a verle para ver qué había sucedido.
-¿Qué sucede? – preguntó ante su expresión, la cual se componía de sus dos ojos abiertos a más no poder, su boca, también abierta y una mirada de… haber deducido algo –Jjong…
-¡Choi Minho eres un infiel! – gritó haciendo que se sobresaltara ante el volumen de su voz – Un bígamo, un… - no continuó porque su amigo le tapó la boca.
-Primero, no grites cosas así en medio de la calle, hay gente alrededor nuestro. Y segundo, - retiró su mano – no soy eso que dices.
Minho metió sus manos en sus bolsillos y comenzó a caminar despreocupadamente haciendo que el bajito retomara el paso para no perderlo de vista.
-Pero – esta vez habló más bajo para que solo lo escuchase él – si andas con Yuri y luego con Minnie, eso te convierte en uno, querido amigo mío – concluyó palmeándole la espalda.
-Primero – volvió a hablar el moreno con cansancio – no soy un bígamo, querido amigo mío; y segundo – detuvo su paso y lo miró fijamente – ni se te ocurra volver a llamarla Minnie, solo yo le digo así.
-¿Qué? Pero Minho…
-Para ti es solo Taemin, ¿entendiste, querido amigo mío? – su mirada era tenebrosa.
-Sí, sí, ya entendí – contestó avanzando y dejándolo atrás – Vamos, tienes mucho de qué contarme además de ofrecerme algo de comer. Estoy hambriento.
-Mi casa no es restaurante Jjong – le recalcó llegando a su lado – Veré si sobró pan de ayer – sonrió.
-¡Qué mal Minho! Espero que esté tu madre, ella sí que me quiere – rió ante lo que hablaban, a lo que Minho le acompañó.
Habían llegado a su casa, donde entraron y como prioridad máxima Jjong se acercó corriendo a la cocina donde seguramente estaría su segunda madre preparando la cena. Cuando entró, seguido de su amigo, no dudó en abrazar a la mujer.
-¡Min Young! – le gritó cuando la abrazó – Tengo hambre y Minho solo quiere darme pan – decía en voz de niño pequeño reprochando. Siempre era así con la comida.
-Hola Jjong – le sonrió a él y luego a su hijo que permanecía en la puerta de la cocina - ¿Cómo les ha ido?
-Bien – respondió el rubio soltándola de su agarre - ¿Qué nos darás de merienda?
-De camino del trabajo compré algo dulce, ahora se los alcanzo.
-De acuerdo, iremos a mi habitación – habló Minho – Tenemos tarea.
-¡¿Cómo? ¡¿En serio? – preguntó exaltado Jjong.
-Sí Jonghyun, vamos – concluyó saliendo de la cocina luego de saludar a su madre con un beso en la mejilla.
Subieron las escaleras hasta su cuarto donde al entrar el moreno tiró su mochila y se recostó en la cama. Su amigo, al cerrar la puerta se dirigió al escritorio con aire cansado para tomar asiento.
-Y yo que creí que no nos habían dado tarea – suspiró derrotado.
-No lo hicieron – dijo Minho mirando el techo.
-¿Qué? Pero dijiste… abajo…-
-Estoy en una situación complicada Jjong – soltó bajando la voz – Es terrible.
-¡Ah! Ya entendí. No tenemos tarea, solo querías contarme… - los ojos del bajito le brillaban ante el entendimiento.
-Siempre tarde Jjong – Minho se enderezó para mirarlo – Tendría que cronometrar el tiempo entre que escuchas, analizas y comprendes. – sonrió burlonamente.
-¡Sí que eres…! – el ruido de unos golpes en la puerta lo callaron.
-Adelante – ordenó el dueño de la habitación.
-Aquí tienen – dijo su madre entrando y acomodando una bandeja sobre el escritorio de su hijo, haciendo que el castaño ensanchara una sonrisa de felicidad.
-¡Gracias Min Young! Se ve delicioso.
-De nada – sonrió la mujer – Pareciera que tu madre no te alimentara.
-Sí lo hace – explicó tomando su porción de torta apresuradamente – pero como dice ella, soy de buen comer.
-Ya lo creo, bueno, los dejo con sus cosas – se despidió para luego desaparecer al cerrar la puerta.
-¿Me contarás? – preguntó seriamente el rubio.
-Hace poco más de dos años que tengo una relación con Taemin – comenzó tras un suspiro – Me costó declarármele…
-¿Te costó? – le interrumpió – Lo que hace el amor, ¿no, amigo?
-Es cierto… - se despeinó sus cabellos negros – Cuando me le declaré, el aceptó mis sentimientos porque el también estaba enamorado de mi pero había algo en el medio por el cual no podíamos hacerlo público.
-¿Qué cosa? – preguntó tomando un poco del jugo que estaba en la bandeja.
-Su padre lo había comprometido por conveniencia a la hija de un importante empresario.
-¿Para unir sus empresas? – Minho asintió - ¡Vaya! Lee Soo Man vendiendo a su hijo por más acciones y comercio, ¡Qué descaro! Ese hombre es un completo cliché.
-Lo será, aun así tuvimos que vivir escondiéndonos todo este tiempo.
-¿Y Yuri?
-Ya sabes muy bien que ella se autoproclamó mi novia. Te lo he dicho miles de veces.
-Sí lo sé, pero mi pregunta era el porqué no terminaste con ella.
-Porque Taemin no quería.
-Que raro Minnie…
-Jjong.
-Que raro Taemin, ¿así está mejor? – el otro asintió
-No quería que se supiera hasta que se terminara su compromiso, ya que el y su prometida no querían casarse y por eso acordaron tratar de disolverlo. Solo no encontraban el momento.
-Pero ya… ¿se acabó?
-Sí, por suerte pero hay otro asunto.
-¿Cuál?
-Su padre les dijo que anunciaría oficialmente la anulación del matrimonio al cabo de un mes. Es decir, en unas tres semanas.
-Pero perderán la oportunidad de unir sus empresas.
-No, la ex prometida de Taemin asumió la presidencia así que las unirá sin un casamiento de por medio.
-¡Qué bueno! – exclamó aliviado Jjong – En cuanto a la garrapata que tienes de supuesta novia…
-Terminaré con ella cuando se cumpla el plazo de un mes… Aunque nunca hayamos empezado nada, tendré que terminar algo que nunca existió.
-¡Uy! ¡Qué complicada la situación en la que te encuentras amigo! – exclamó empezando a comer del plato del moreno.
-Aún no te he dicho lo más fuerte – se paró para arrebatarle el plato y empezar a comer lo que quedaba.
-Lo cual es… - le incitó tomando nuevamente jugo.
-Taemin está embarazado.
El rubio se ahogó con el líquido que pasaba por su garganta, haciendo que tosiera para poder recuperar el aire. Miró anonadado a su amigo, quien tranquilamente miraba sin importancia lo que ingería.
-¿E-embarazado? ¡Minho! ¡¿Qué hiciste? ¡¿Qué hicieron? – gritó escandalosamente - ¡Tú! – bajó la voz para que solo él lo escuchara - ¿Cómo?
-¿Hace falta que te lo explique? – lo miró seriamente – No estoy para darte una clase de sexualidad, Jjong.
-No hace falta que me lo expliques. Lo que quiero decir es… ¿es posible?
Minho dejó a un lado el plato y miró el suelo. Estaba más serio de lo normal.
-Si es posible.
-¡Minho!, debieron pensarlo bien.
-No podemos ir contra eso ahora …
-Bueno, bueno, no quiero escuchar explicaciones – lo calló.
-¿Mantendrás el secreto? – le preguntó mirándolo.
-Lo haré, no te preocupes – le contestó levantándose y dirigiéndose hacia él – Puedes confiar en mí.
-Lo sé.
El castaño le ofreció la mano para que se parase de la cama, a lo cual aceptó. Tras eso se abrazaron fuertemente mientras Jjong le palmeaba la espalda.
-Con una condición – sonrió al separarse de su amigo y mostrando su mano en forma de querer cerrar un trato – Que ustedes me ayuden a salir con Key.
-De acuerdo – sonrió Minho aceptando la mano y cerrando el trato.
Al menos no estarían solos en esto. Tenían amigos que los apoyarían.
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