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-Taemin, recuerda que a eso de las tres estaré en tu casa – le recordó antes de dejar el salón.
-Sí.
A Yuri eso no le gustaba nada. ¿Por qué les había tocado juntos? No podían…
Corrió hacia su novio para que no se fuera sin ella.
-Minho, ¿me acompañas de nuevo?
-No, debo irme a casa a cambiarme para luego ir a hacer el trabajo.
-La verdad no me gusta la idea de que ese sea tu compañero… Ya sé ¿te acompaño?
-Lamento el informarte que no lo harás. No, espera, en realidad no lo lamento.
-Minho, no seas malo. Pasa por mi así podemos ir juntos, ¿si?
-No lo haré, no quiero ningún estorbo, y para que sepas, no te acompañaré a tu casa, asi que puedes dar media vuelta y dejarme tranquilo.
-Minho…
-¡Hasta nunca!
La dejó ahí en medio de la vereda. No veía el tiempo en el que pasaran esos dos meses que le ofreció a Taemin para que arreglara su problema antes de poder decir al fin a todos y cada uno que ellos sí era algo. Que su relación era verdadera, que se amaban como nadie más.
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El timbre sonó y esperó a se le fuese abierta la puerta.
En eso apareció el vestido aún con el uniforme.
-P-pasa, perdón por hacerte esperar, es que estaba en la biblioteca buscando información.
-No importa – respondió entrando y cerrando la puerta detrás de él. - ¿estás solo? – preguntó mirando si había movimiento por la casa.
-Sí.
Minho le sonrió y tomó el rostro entre sus manos para besarlo, a lo que el correspondió rápidamente.
-M-Minho... – decía entre besos – hay q-que… hacer… e-el t-tra…bajo.
-No quiero – le reprochó abrazándolo.
-Vamos, ¿n-no era que querías sacarte una buena nota?
-Quería, ahora prefiero estar así.
-N-no seas holgazán. Terminémoslo lo antes posible así…
-¿Así? – lo miró con una gran expresión de persuasión.
-Así después podemos ver una película o algo parecido, n-no sé...
-Taemin, no trates de mentir.
-N-no miento, vamos.
Le tomó de la mano y lo dirigió hacia la biblioteca donde ya había unos libros, sobre la mesa, abiertos.
Durante dos horas no hicieron más que leer anotar y trabajar, se tomaban en serio el trabajo.
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Ya a eso de las cinco y media habían terminado, y para su asombro había quedado demasiado bien.
-¿Y ahora? – preguntó Minho – Ya terminamos. – dijo acariciándole la mano.
-N-no sé, ¿Vemos una película?
-¿Sigues empeñado en eso?
-Sí.
-Está bien, vamos.
-G-gracias – y acto seguido le besó en la mejilla.
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-¿Y tu hermana? – preguntó tras no verla por la casa.
-Está en lo de una amiga, creo que se quedará a dormir ahí. – respondió sentándose en el sillón y siendo abrazado por el moreno.
-¿Crees?
-Sí, d- dijo que llamaría a las siete para avisarme que haría. Bueno – dijo dando inicio a la película – ahí empieza.
Minho no prestaba atención a la película, sino a aquella persona a su costado quien estaba emocionado con la trama desde el comienzo.
Se sentía tan bien estar así, como estaba en ese momento, junto a el, sin estar fingiendo.
Y pensar que hace dos años había hecho hasta lo imposible por estar cerca del menor, sin mostrar signos de interés a los demás.
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…Flash Back…
Hace una semana que había ingresado, y hace una semana que lo observaba. Se sentía idiotizado y ridículo. …l, Choi Minho, estaba muy interesado en una chico que no conocía en nada.
Debía hacer algo, como hablarle pero, ¿qué le diría?
La suerte le llegó un día, un mes después, cuando se lo encontró en el depósito de las cosas de deportes, buscando una pelota.
-¿Te ayudo? – le preguntó al ver que era su oportunidad de no ser visto por nadie.
-M-Minho-hyung... – se había asustado – s-si no e-es mucha molestia, e-estoy buscando una p-pelota de vóley.
-Hmp, es la que está enfrente de ti.
-¿Qué? – inmediatamente alzó la vista para encontrarse con lo que buscaba. – Oh, g-gracias.
La tomó y se disponía a salir pero Minho se le interpuso en su camino.
-¿P-pasa algo?
-Sí… - lo miraba con determinación pero lo que quería decirle no salía de su boca – sí tienes más problemas, avísame – fue lo único que se le ocurrió.
-G-gracias.
Después de esa vez, volvieron a cruzarse más, pero sin intenciones de hacerlo. Al parecer el destino los quería juntos, hasta el punto de, pasado los cinco meses de haberse conocido, se habían enamorado el uno del otro, pero no se lo dirían.
-Taemin, debo decirte algo.
El moreno lo había citado en el lugar donde se encontraron por primera vez y hablaron.
-Me he tardado un poco pero te diré algo que tengo atorado desde que entraste al salón el segundo día de clases.
-¿E-es algo m-malo?
-No lo sé.
-¿Qué e-es entonces?
Lo miró dulcemente.
-Sabes que yo soy, aunque no quiera serlo, un poco popular aquí.
-Sí.
-Bueno, anteriormente era perseguido por muchas personas hasta…
-¿Q-qué Yuri-noona aceptó ser su novia?
-Eso quisiera ella, yo no le pregunté jamás, ella cree que lo es, pero no importa ahora.
-¿E-entonces? – no entendía a lo que quería llegar el muchacho.
-Me encantas Lee Taemin, y no puedo negarlo más. Me siento estúpido diciendo estas cosas pero, no sé qué me pasa, al parecer cambié en muchos aspectos al darme cuenta de este sentimiento.
No contestó nada, estaba aturdido por lo escuchado.
-Eso quiere decir que no sientes lo mismo, lo entiendo. – se dirigió a la puerta para salir de ahí, pero el agarre del menor a su brazo se lo impidió.
-N-no es eso.
Lo miró, observaba el piso.
-Y-yo s-siento lo mismo d-desde que s-se paró de su a-asiento e-el primer d-día. Pero… t-tiene novia.
-No la tengo – dijo alejándose de la puerta y levantado su mirada para que lo viera- Ya te expliqué lo que en realidad sucede.
-Aun a-así, n-no podría pasar nada entre nosotros…
-¿P-por qué?
-E-es algo que sucede en mi familia.
-Pero quiero estar contigo.
-Y-yo también
Taemin comenzó a llorar, y Minho a calmarlo con un abrazo.
-Entonces, estemos juntos.
-N-no puedo, si se enteran…
-Entonces no lo harán.
-¿C-cómo…? – se separó de él para verle a la cara.
-Será un secreto.
El menor le sonrió, lo que le impulsó a Minho a besarlo. Por fin sentía esos labios que deseaba desde hace tiempo, además de, una vez por todas, saber que sentía lo mismo por él, que lo aceptaba.
Ya no sería el mismo Choi Minho, al menos con el, porque tendrían que fingir frente al resto que en ese galpón no había pasado nada.
…Fin Flash Back…
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La película terminó con un Taemin desbordado por las lágrimas.
-¿T-te gustó?
-Sí, me encantó. – respondió el moreno secándole las lágrimas.
Si supiera que lo que en realidad le había gustado era el haberlo tenido entre sus brazos por dos horas… no quería soltarlo pero debía irse.
-Ya es muy tarde, y tu padre está por venir, será mejor que me vaya.
-E-está bien – exclamaba mientras se levantaba junto a él y lo acompañaba hacia la puerta.
-Nos vemos mañana, aunque sea a distancia.
-Nos v-vemos mañana – le sonreía.
Se besaron antes de que se marchara, mañana sería otro día…
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