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El timbre sonó, anunciando que comenzaba el recreo. Las dos únicas personas que se encontraban fuera del salón tuvieron que separarse ante el hecho de que saldrían todos los alumnos.
-Nos vemos mañana entonces.
-Nos vemos.
El moreno se levantó sin antes rozar sus manos a modo de despedido, y se marchó hacia dentro del establecimiento, mientras el menor retomaba la lectura en donde la había dejado antes.
Entró al salón, donde quedaban algunos alumnos. Ahí lo vio a su amigo, recostado sobre la mesa, como si hubiera sido derrotado.
-¿Tan mal te fue? – le preguntó parándose enfrente de él.
-Fue mi muerte Minho, te invito a mi funeral.
-Ay Jjong, solo fue un examen de literatura, ni que definiera tu vida. ¡Vamos! ¡Alégrate!
-Oh no – se asustó el mayor.
Decidió levantar su cabeza de la mesa para ver a su amigo. Ahí estaba, parado enfrente suyo, con las manos en los bolsillos y sonriendo.
-Minho, no me agrada lo que estoy viendo. – se veía preocupado.
-¿Qué cosa?
-Tú. Despreocupado, sonriendo y positivo. Me preocupa mucho. – en eso entrecerró los ojos - ¿Acaso sucedió algo en tu ausencia?
-Jjong, creo que pensar tanto te atrofió el cerebro.
-Minho, estás cambiado, así que algo debió haber pasado.
-Cree lo que quieras, yo solo me fui a descansar y disfrutar del silencio en…
-¡Minho! – lo interrumpió una voz
-¿Qué sucede Key? – preguntó mirándolo al entrar al aula.
-¿Has visto por casualidad a Taemin? Porque estoy buscándolo pero no lo encuentro.
-Sí, lo vi afuera leyendo, cerca de las máquinas de comida.
-Muchas gracias Minho – dijo antes de sonreírle e irse.
Le caía muy bien ese chico, aunque al principio fuera uno de sus fans. Pero luego de ingresar Taemin fue dejando su fascinación por él de lado para poder tener una gran amistad con el menor. Taemin más de una vez se había cuestionado si podía contarle sobre su relación y Minho siempre le apoyaba, pero cada vez le terminaba ganando el miedo y cedía ante la posibilidad.
Volvió la vista hacia su amigo, el cual se había quedado viendo por donde el rubio había salido.
-Mmm, ¿acaso huelo amor? – le interrogó el moreno con tono de burla.
-Jaja, no me hagas reír. ¿Amor? –reía nerviosamente.
-Jjong, con esa estupidez que acabas de decir, no hace falta una respuesta. – concluyó yendo hacia la puerta – Vamos, no te quedes ahí, ven conmigo para no tener que cargar con la otra molestia todo el recreo.
-¿Otra molestia? – repetía levantándose y alcanzando a su amigo – espero que no me estés tratando de una a mi también.
-Tú mismo lo has dicho – contestaba riendo.
-Uh Minho, me preocupas. Realmente estás muy feliz – decía con otra sonrisa mientras le daba unas palmadas en la espalda y caminaban por el pasillo.
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-¡Mi bebe! Al fin te encuentro – gritó un rubio aliviado.
-¿Q-qué pasa? – preguntó preocupado cerrando su libro.
-Nada, me desesperaba no saber dónde estabas. Ya que te fuiste con Minho – decía sonriendo pícaramente y golpeándole con su codo. – quiero saber que pasó.
-¿Q-qué p-pasó?
-Sí, dale, soy todo oídos.
-N-no pasó n-nada, sólo salimos del salón y después nos separamos.
-Hinata, mírame – la rubia estaba sonriendo – no, mejor escúchame. No tienes porque ocultármelo, ya sé que… - se calló y miró a todos lados verificando que nadie más oyera – Ya sé… - se acercó a su oído susurrándole – lo de ustedes dos.
-¿Q-qué? Ino n-no digas t-tonterías. N-no…
-Taemin, te conozco y encima estas súper nervioso. Mírame a los ojos y niégamelo.
-Key, n-no es lo que piensas – le decía con la vista al piso.
-Estás mirando al suelo, por lo que estás mintiendo. Ya sé lo que pasa en verdad, yo – pronunció bajando la voz – los vi.
-¿Q-qué? ¿Cuándo? – Taemin lo vio sorprendido y con un fuerte rubor en las mejillas.
-Te lo diré después porque hay algo acercándose.
Key tenía razón, ahí venia Yuri, con aires de superioridad hacia donde se encontraban ellos.
-¿Sabes dónde está mi novio? – preguntó a Taemin.
-Tal vez escondiéndose de ti – respondió el rubio conteniendo una risa.
-¡Key! –le reprochó su amigo – n-no Yuri no lo sé.
-Hmp, bueno. Más te valía, no querría empezar a preocuparme por ti. Aunque… - agregó mirándolo de arriba a abajo – veo que no hay necesidad de tomarse ese trabajo. ¿Quién podría fijarse en algo como tú?
-Nunca se sabe – le respondió Key – La vida siempre da sorpresas.
-La verdad que sí, pero en ustedes lo dudo – concluyó Yuri y dándose media vuelta se marchó por donde había venido.
-¡Es insoportable! – gritó Key.
-Key, t-te puede o-oir.
-Que lo haga, no me importa. Ahora – miró nuevamente a Taemin - ¿me dirás todo?
-E-esta bien, pero a la tarde, aquí no es seguro.
-Es verdad, bueno – se levantó con una gran sonrisa – me iré a tu casa para enterarme hasta el más mínimo detalle. Adiós bebe – dijo corriendo – debo ir al baño, te veo en el salón.
Lo dejó ahí, pensativo. Si su umma había sido capaz de enterarse, ¿podría haber alguien más que ya se hubiera dado cuenta?
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