CAPITULO 2
Ha amanecido, Yuma despierta en su cuarto que está inundado de la brillante luz que irradia el sol, una grandiosa mañana si se podría decir, pero para él es una pesadilla, porque vea como la vea no será nada buena, la causa es porque tiene una “cita”. No desea levantar, se siente cansado, molesto, es más, todos sus malos sentimientos están a flor de piel, da vueltas en la cama como que tratando de pensar que esto es un mal sueño, pero su conciencia lo golpea fuerte, debe levantar, hoy deberá ver a ese joven, sabe que será una batalla en la que debe por obligación salir victorioso, pues no le queda de otra. Le parece una cuestión fuera de lugar, pero no tiene más remedio que pelear por una fecha razonable. Humillarse no está en su propósito, pero sabe que a como es ese sujeto, no pensara lo mismo que él. De repente recuerda ese nombre, sabe que lo escucho en algún lado pero no sabe dónde…
Duda en levantar de su querida cama, su gran amiga, su consuelo en esos días y noches donde las ediciones demandan su vida. Suspira, pero se levanta, lentamente se dirige al baño, sus pasos son pequeños, mientras va quitando cada parte del pijama. Abre los grifos de agua, se decide por usar principalmente la fría, necesita despabilarse de una buena vez, pero su mente es invadida por ese nombre que arruinara su único día de descanso…Rui Takeshi. A su vez piensa que lo ha oído, pero por más que intenta recordar donde la respuesta no llega. Termina de bañarse, por lo que toma una toalla para secar poco a poco su cuerpo, sale del baño directo a la habitación, al abrir su placard, observa su ropa, piensa que no es bueno ir de deportivo, pero tampoco con traje, por lo que intentara con un estilo casual, después de todo esa cafetería donde fue citado es bastante por así decirlo, elegante. Toma un pantalón de vestir gris oscuro, un par de medias, zapatos de color chocolate y una camisa de mangas cortas de color blanco. De repente, se le viene a la memoria esa llamada…
Inicio flashback
-hola- saludó
-uhm…hola, supongo…- suspiro Rui.
-soy Yuma Mirai, le llamo para pedirle que concertemos un lugar para encontrarnos y poder platicar sobre la forma de pago de lo sucedido a su vehículo- explicó
-ah! Eres ese sujeto, está bien, pero estoy muy ocupado, tengo una agenda algo apretada, por lo que hare tiempo para este encuentro, será por la mañana, a las 9 en la confitería “Teatro”, pero si usted o esa joven no aparecen puntuales, le aseguro que tomaran cartas en el asusto mis abogados- amenazó
-si le estoy llamando a usted no piensa que es porque vamos a pagar? – le molesta que no crea en su palabra - además si ese fuera el caso no le habría llamado- agregó
-lo entiendo y es por eso que respondí, sinceramente no acostumbro a aceptar llamadas de números que no conozco, pero, creí que podría ser uno de ustedes y no me equivoque, bueno, lo espero en ese lugar, adiós- finaliza la llamada sin decir nada más.
Yuma queda con deseos asesinos hacia Rui por ese frívolo comportamiento.
Fin flashback
Yuma sale de su casa, mientras camina, piensa que debería comprar un automóvil, además que había peleado por no hacerlo con su ex por mucho tiempo, pero que si lo medita es buena idea comprar uno de una buena vez, se promete que lo hará cuando este lio acabe. Cuando ve a un taxi, hace seña y cuando se detiene sube en él, le da la dirección y lugar a donde debe ir.
A todo esto, Rui está conduciendo su automóvil gris, el suplente al otro estropeado, recuerda que cuando llego a casa esa noche llamo a los del servicio para que lo recogieran y llevaran a reparar, además que cuando llegaron, uno de ellos casi se infarta al ver en el estado que quedo el pobre coche. El suspira, mientras piensa que sus ideas iniciales no cambiaran justo en ese momento, pues piensa hacer pagar a esos sujetos que dañaron a su precioso vehículo. Solo se levantó temprano con esa idea, y poder ver esas miradas dolidas y temerosas de él.
Observa las cosas que tiene en el asiento del acompañante, entre ellos su portátil, que es como si fuera su vida, piensa que necesita más descanso, pero no puede permitírselo con tanto que hay que hacer, en especial a causa de la locación que tiene que presenciar en un rato más, suspira algo resignado, le enferma tener que trabajar en un día como ese, que por derecho era solo suyo, pero a la vez tiene muy presente que no puede evitar sus obligaciones que son esas en verdad, además que no es el único que debe cumplir con ir, después de todo, su equipo, también deberá presentarse.
Por fin, llega ante la entrada a ese local, se detiene y baja, uno de los empleados toma las llaves y lleva a un estacionamiento al vehículo, él ingresa majestuosamente, todos los que están en las mesas lo observan, en verdad es bastante apuesto y eso él lo sabe muy bien. Su esbelta figura solo enciende deseos en las mujeres que están allí y de una manera también en los hombres, después de todo, su belleza es una rareza realmente.
Una de las camareras se apresura a atenderlo, luego mediantes gestos lo invita a pasar al sector vip del lugar, es la parte más interesante de esta cafetería, poseer box donde solo el cliente puede estar a gusto solo y sin que nadie observe cada movimiento que hace. Es por ello, un lugar muy concurrido por personas que tienen una reputación que proteger o sino para que su vida privada no se esté ventilando a los 4 vientos por cualquier cosa. Aunque esta parte no es nada barata, sus precios son exorbitantes, más bien cada minuto en esos sectores tiene su precio, pero mientras tengan membresía por ser clientes regulares ganan un descuento.
El caminar de ambos se detiene en una pequeña puerta que es corrediza, Rui toma lugar dentro de un espacio relativamente de mediano tamaño, se sienta mientras la señorita de forma apresurada trae su café doble y el diario de ese día.
-vendrá un sujeto a buscarme, por favor, cuando llegue lo trae hasta aquí-
-si señor- dijo ella haciendo reverencia.
Estas pequeñas son sumamente tranquilas, hechas de roble, sillones cómodos y amplios de color caoba, una mesa de madera muy pulida y con figuras en todo su cuerpo, más la luz tenue y el silencio, lo hacen un lugar muy acogedor. El exorbitante precio vale la pena…
Rui toma de a poco su café, mientras hojea el diario, la verdad, no está tomando nada de atención a las noticias que se encuentran plasmadas en él, sino más bien, está pensando o mejor dicho imaginando como armara la escenografía de la locación, poco a poco su imaginación confirma algunos objetos que podrá utilizar para la creación de la misma.
Por su lado, Yuma acaba de llegar a esa cafetería, antes de entrar observa a una pareja que sale del lugar, se ven de muy alta categoría, en especial por la joyas de la mujer. Suspira e ingresa, no tiene otra opción, el guardia lo observa como diciendo “oye tú este no es un lugar que puedas pagar…” , de igual manera camina el pequeño pasillo que conecta con la recepción, al llegar a ésta…
-buenos días, estoy buscando la mesa del señor Rui Takeshi-
-mmm…el señor Takeshi…- lo observa con una mirada desconfiada.
-permiso! Yo estoy encargándome del señor Takeshi, lo está esperando señor- dijo la otra camarera que al escuchar el nombre de a quien buscaban se apresuró a llegar a la recepción.
-se lo encargo- dijo la de recepción.
La camarera dirige al joven por los pasillos, esto para Yuma es una sorpresa, realmente creyó que estarían en el sector “común” y no por este. Cuando ambos llegan, Yuma se ha puesto medianamente nervioso.
-aquí está el señor Takeshi, pase por favor- dijo con una sonrisa
-eh…muchas gracias- respondió con una sonrisa que mostraba más que nada su incomodidad.
Ya dentro…
-buenos días- saludó de manera tranquila y sin mostrar sus nervios.
-bueno días, supongo- lo observó de manera detenida, la noche anterior no lo había logrado distinguir realmente por lo que le ha sorprendido un poco que tenga esa fisonomía, es especial ese color de ojos.
-como dije por teléfono, estoy aquí para arreglar esta situación que es incómoda para ambos- comentó mientras ambas miradas se cruzaban.
-bien, aun no me han enviado el presupuesto, pero el precio oscila en la cantidad que les he dicho anteriormente…por cierto…-observó a su alrededor de manera curiosa- donde está la chica?-
-ella no vendrá, tiene algunos inconvenientes para hacerlo, por lo que yo seré quien hable con usted- explicó
-lo entiendo- se sintió malhumorado, ya que su idea de fastidiarlos a ambos se esfumaba, pero a la vez sabía que tenía que conformarse con hacerle pasar un mal momento al que tiene en frente - tiene algo en mente?- preguntó hojeando como si nada mi diario.
-podremos pagar, pero no en una semana como usted dispuso la noche anterior-
-…- sonrió malévolamente –hasta allí llego su soberbia??-
-no sé de qué está hablando, además me ha estado molestando desde hace unos momentos su forma de dirigirme hacia mí- dijo irritado.
-yo no he hecho nada para que se moleste…a solo que sea que no le he invitado algo de beber-
-no es necesario, no pienso quedarme mucho, así que ya lo dije, dennos otro plazo más…- su discurso se interrumpe a causa de un timbre de celular.
Rui se da cuenta que es el suyo, por lo que lo coge, al ver de donde proviene la llamada recibe la llamada, después de todo es del teléfono de la encargada de la limpieza de su casa.
-hola? Sucede algo?-
-señor sepa disculparme por llamar de improviso, pero me he visto superada por la situación, mi madre ha enfermado de manera grave y deberé acudir a su cuidado…por lo que estoy obligada a dejar el trabajo por el momento- explico con voz entrecortada.
-se enfermó? Qué problema…cuanto tiempo necesitara??-
-…- quedo en silencio, la ,mirada de Rui es cada vez más sombría - un mes aproximadamente, o más si no mejora rápido- estas palabras lo conmocionan…
-un mes!!!!!!- claramente ha sido superado por la respuesta de la señora, sujeta su frente con la mano derecha, mientras trata de pensar palabras que un humano común podría decir en esta situación.
-lo siento señor, pero no puedo hacer más que ir a verle, lamento los problemas ocasionados…-
-está bien, puede ir, espero que su madre mejore y pueda regresar pronto…- no se le ha ocurrido nada más, se ve molesto.
-muchas gracias señor- cuelga.
Suspira, vuelve hacia Yuma…
-lo he pensado, tienen un mes para conseguir el dinero- dice de manera cortante.
-ehh!!! Un mes?? Usted cree que es tan fácil conseguir esa cantidad??, se está equivocando, no es tan fácil- murmuró.
-piénselo, mi automóvil esta en reparación, dudo que tarden menos para armar esa parte que ustedes arruinaron…-
-lo entiendo, pero aun así es muy poco el tiempo que me están dando, dennos más tiempo, no puede hacernos esto-
Rui lo observa de manera superior y desafiante, claramente puede sentirse de esa manera, pues tiene el control.
-además…si se retrasan…me pagaran un interés del 10% de lo que saldrá la reparación- sonrió maliciosamente.
-ehh!!!!- Yuma al escuchar esto se siente sumamente molesto pero que trata de controlarse, Rui por su parte se está divirtiendo del mal rato que le está haciendo pasar.
-bueno, se acabó el tiempo, se me hace tarde- se levanta de repente.
-espere por favor, si mal no escuche usted se acaba de quedar sin la empleada de limpieza, no es así??- mientras lo sujeta del brazo.
-eh…si, pero eso no viene al caso, además….por qué está tomándose ese atrevimiento de poner sus manos en mí??- se está molestando.
-lo siento- lo suelta- señor Takeshi, yo puedo encargarme de eso, me es fácil la limpieza- Rui lo mira con sorpresa.
-mmm…no puede, no lo conozco, no le tengo confianza a las personas en tan poco tiempo, y….la verdad dudo de sus capacidades-dijo de manera tranquila.
-le puedo asegurar que lo hare tal como la señora lo hacía-
-usted no entiende, no lo conozco, como sé que no robara o algo por el estilo??-
-claro que no hare tal cosa!- dijo molesto mientras se tornaban rosadas sus mejillas a causa de su enojo.
-entonces que me puede dar a cambio para que crea en su palabra?- preguntó para molestarlo más aún.
-las escrituras de mi departamento, le parece bien?- su voz seca y dura se hizo notar claramente.
-entonces…acepto, mañana vaya a esta dirección- entrega una tarjeta- allí se encargaran de explicarle lo que debe hacer o mejor dicho dónde debe ir-
-espere, acaso usted no me lo dirá?-
-claro que no, allí le explicaran todo lo necesario, con su permiso- se va de ese lugar.