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Erase una vez.... por Shin Black

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Capitulo 3: Guardería Los Reyes Rikkai.

 

Llevaban aproximadamente una hora y media pegados a la pantalla sin un fin concreto, un suspiro de resignación hizo que al menos uno de la pareja cayera rendido sobre el escritorio y comenzara a pensar en los gastos que resultaría de la idea loca de su ex pareja. Estaba consternado, casi obstinado en hacer esa dichosa guardería que para variar estaría ubicada justo donde él solía vivir.

Ya no poseía motivo de escape y estaba amarrado de pies y manos, cuando a Yukimura se le metía ALGO en la cabeza, no descansaba hasta lograrlo y había tomado muy en serio el hecho de poner un centro de cuidados de criaturas de 1 a 3 años aproximadamente mientras las ocupadas madres iban a trabajar. Había programado estar en la guardería toda la tarde,  mientras que en la mañana, Niou se ocuparía de los niños con unas niñeras que contrataría. Aun así los números no cerraban del todo y necesitaban elevar el precio del cuidado por cabeza debido a los insumos.

 

–Podemos estar aquí toda una eternidad, pero te seguirán dando negativos los números, al menos los primeros meses –susurró Sanada al ver que su ex pareja llevaba una calculadora consigo–. Se empieza así.

–Lo sé, pero Niou necesita el trabajo ahora, no podemos no pagarle……–suspiró–. Si tan solo las niñeras trabajaran gratis.

–¿Y si le pedimos ayuda a otros? No sé, ¿Marui? ¿Jackal?

–Ellos tienen demasiado en la tienda de café, aunque puede ser que Yagyu nos ayude, necesita mantener la mente ocupada ahora que tomará la carrera a distancia.

–¿A distancia? –Sanada se incorpora y mira al ex capitán–. ¿Hablaste con Yagyu?

–El otro día, un poco antes que vinieras con Niou, llegó Yagyu algo agobiado –suspiró y se rascó la cabeza innecesariamente–. Aún está mal por lo de Yanagi.

–Hablé con Yanagi el otro día, su lógica me parece convincente….

–Es que lo es, pero no debió hacerlo de ese modo ¿qué hubiera pasado si en vez de terminar como lo hicimos me hubieras encontrado en la cama con otro? –Preguntó, Sanada bajó la mirada–. Lo siento.

–Entiendo tu punto, pero no puedo evitar entender a Yanagi también –piensa–. Espera, ¿es conveniente que trabajen juntos Niou y Yagyu?

–Si, ¿por qué no?

–Pueeesss…..

–No creo que haya rencores, al menos no por parte de Niou –el peliazul le palmea la espalda al moreno–. No te preocupes por eso….

 

Sanada baja los hombros e inmediatamente por la radio se escucha el llanto de Kazuya que viene desde su habitación. Seiichi, pensando que el niño se despertó, vio todo oscuro y se asustó, caminó lentamente hacia el cuarto abriendo la puerta para observar a su pequeño parado en la cuna con los brazos arañados. Corrió al verlo sangrar un poco y notó que las uñas marcadas no eran de un bebé, sino de un adulto y uno con uñas afiladas. Inmediatamente tomó al pequeño en brazos y lo llevó al living.

 

–¿Qué pasó? –preguntó asustado Sanada.

–De nuevo lo mismo, ¿te acuerdas cuando Kazuya tenía unos meses? –dijo tranquilamente dejando al niño en su sillita y buscando el botiquín.

–¿Quién te hizo esto, amor? –preguntó el muchacho al bebé, pero este no paraba de llorar asustado.

–¿Te acuerdas?

–¿Eh? ¿Qué cosa? –Preguntó sin entender, Seiichi suspiró y se acercó con una botella de antibiótico y paños fríos–. Aaaah, ahora recuerdo.

–Kazuya siempre se despertaba y se reía al ver la nada misma, además que solía lastimarse ¿lo recuerdas? –comenzó a curar al niño de a poco, éste comenzó a calmarse.

–Creo que si, recuerdo que el shitenhouji vino a vernos para planear unos partidos, Kazuya debía tener unos cuatro meses más o menos, para la época donde podías volver a jugar luego de la cesaría –susurró acariciando los cabellos largos y negros de su pequeño hijo–. Chitose dijo algo así que el niño podía ver fantasmas.

–Tengo miedo por ello, Sanada –masculló y apretó los labios comenzando a vendar los brazos de su hijo–. Tengo miedo que esas cosas lastimen a Kazuya.

–No lo harán, yo los protegeré…..

–¿Los?

–……..si…..–susurró y miró a Seiichi con cariño.

–Por favor, quédate esta noche…..

 

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

 

Habían comenzado las refacciones en la casa de la familia Sanada, precisamente en el dojo de la familia. Niou había comprado mucho papel crepe y cinta adhesiva con forma de animalitos para poder decorar mucho más lindo el lugar.
Misteriosamente un día antes de comenzar con las refacciones, Marui se había encontrado con Yukimura y se había ofrecido a participar, dado que el sueldo no le alcanzaba para pagar casa, comida y los cursos en la institución de chefs, Jackal casi de golpe también tuvo que ofrecerse. Para cerrar con broche de oro, Yagyu había insistido en participar también ahora que no estaría en la universidad, dado que prefería hacer unos cursos a distancia por un tiempo antes de volver definitivamente.

 

El muchacho de cabello blanquecino se encontraba encima de una silla colgando un enorme letrero en la pared, Seiichi  pegaba unas florecitas y dibujos de pajaritos mientras vigilaba intensamente que Kazuya no se lastimara o se golpeara. Marui traía desde afuera la pintura que usaría para terminar de colorear las paredes que faltaban y Jackal ordenaba los pañales mientras esperaban la llegada de Yagyu que se encargaría de lo administrativo y diseñar los delantales.

 

–Seiichi –susurró Niou terminando de colgar el cartel y bajándose de la silla–. ¿Cómo hiciste para que Marui esté aquí sin intentar matarme?

–Ay Niou, todo está olvidado para él, una persona que pasa dos años recordando lo mismo no es alguien muy cuerdo…..–mira a Marui que termina de traer las pinturas y las coloca en el suelo previamente empapelado de papel periódico.

–Bueno, es verdad, oye ¿y Kazuya?

–¡Esta aquí, está aquí! –Susurró un anciano ingresando al dojo de kendo con el pequeño en sus brazos–. Veo que tienes un hijo muy dinámico, Seiichi-kun.

–Oh, abuelo, disculpe las molestias……–susurró tomando a su hijo en brazos–. Kazuya, no debes molestar a Genemon, ¿oíste?

–Tranquilo hijo mío, no me molestó en lo absoluto, es un niño muy inteligente para su edad, y muy espiritual.

–¿Espiritual? –Preguntó Marui acercándose mientras se colocaba una bandana en su cabeza para no mancharse con pintura el cabello–. ¿Por qué dice eso?

–Fue directamente al templo de la familia.

–¿Templo? –Preguntó Niou–. ¿Cuál?

–Este niño descuidado, ¡ese! –Genemon señalo la puerta que daba al patio principal y se notaba muy en el fondo una capilla–. Allí está la roca de la familia.

–La que pronto será tuya, hijo –susurró Seiichi besándole la frente al pequeño.

–¿Para qué tanto drama por un poco de tierra petrificada? –susurró en cuestión Marui mientras tomaba el rollo.

–La piedra de la familia no es una piedra más, Marui –una voz diferente a la del anciano pero más gruesa se hizo aparecer–. ¿Necesitan ayuda?

–Oh, papá…. ¿qué hace usted aquí? Pensé que trabajaba los días de semana –Seiichi intenta tomar mejor al niño en brazos pero la emoción de este le impide sostenerlo correctamente y decide bajarlo.

–¡Abuedo! –Kazuya se aferra a la pierna de su abuelo, Genji.

–¿Cómo está el nieto más hermoso del mundo? –tomando a Kazuya en brazos.

–Eso duele abuelo –susurró Sasuke entrando junto al hombre–. Woooo, ¡qué bien dejaron este lugar!

–Gracias, ¿les gusta mi decoración?

–Aaaah, tío Seiichi, tienes buen gusto……pensé que lo habías perdido cuando te casaste con Genichirou….. ¡aaaay! ¡Abuelo!

–Tío Genichirou, no olvides el respeto a tu tío, Sasuke….–sonrió  Genji y bajó a Kazuya para que siguiera jugando mientras avanzaba–. Bueno, nunca pensé que nuestro dojo se convertiría en un jardín de infantes, pero si esto hace feliz a mi hijo, me hará feliz a mí.

–¿Su hijo? –preguntó Jackal.

–Ja, pasa que el papá de Genichirou me dice “hijo” a mí, Jackal, toda la familia Sanada me ha adoptado como un miembro más y lo mismo pasa con Genichirou con la familia Yukimura –susurró bajando para acariciarle la cabeza a Kazuya y luego señalarle los juguetes para que juegue.

–Oh, entonces ¿te siguen tratando como un miembro a pesar que te separaste de Sanada hace un año? –preguntó Niou, Seiichi acepta.

–Ha convivido tantos años con nosotros que ya no podemos verlo como alguien fuera de la familia, además, me ha dado un hermoso nieto…..

–Abuelo, sé que prefieres a Kazuya que a mi pero no lo hagas tan obvio –susurró con nostalgia Sasuke, Kazuya se le acerca y le da una pelota, inmediatamente el jovencito comienza a jugar con su primo.

–No tengo preferidos, pasa que Kazuya es más pequeño –habló Genemon–. Bien, han hecho un buen trabajo, así que los felicito, pero ¿Cuánto tiempo el dojo estará así?

–Supongo que hasta nivelar mi situación económica….lo siento –Niou hace una reverencia.

–Bien, por mí no hay problema, además, habrá más vida en esta casa –susurró Genji caminando con el piso crujiendo por pasar encima de los periódicos–. Supongo que el abuelo estaba muy solo, necesita compañía.

–Claro, podrá visitarnos y contarles a los niños historia de la época antigua –Marui comenzó a emocionarse de solo pensarlo.

–Chicos, ya llegue –Yagyu ingresó al lugar, anteriormente pidiendo permiso y haciendo una reverencia a los dueños de casa.

–Ya…Yagyu, hace tiempo no nos vemos –Niou comenzó a ponerse algo nervioso al ver a su ex pareja, Marui bufó pero sonrió de costado–.  Nos preocupó tú tardanza.

–Oh, lo siento por preocuparlo Niou-kun, ya llegue –le reverencia a Niou y le entrega su delantal–. Aquí tienes tu delantal y este es tu carnet con tu nombre.

–¿Fuiste a hacer los trámites administrativos? –preguntó Bunta comenzando a pintar.

–Claro, de aquí a una semana estará todo listo, aquí te dejo tu delantal y carnet Marui….

–Eso nos ahorrará mucho tiempo, ya nos explotan los teléfonos de niños para cuidar, espero que las cosas marchen bien –susurró Seiichi mirando la lista de nombres.

–¿Cuántos seremos entonces trabajando en la gradería? –preguntó el pelirrojo colocándose el delantal.

–Hmmm…….Niou, Yagyu, Marui y yo…..cuatro.

–¿Are? ¿Y Jackal? –Niou abrió los ojos y miró directamente al moreno que sonrió de costado.

–Lo siento, estoy tan ocupado en la cocina del bar que no podré ayudarlos, pero no duden que si necesitan algo estaré aquí, además Seiichi dijo que me dejaría hacer los bocadillos para los niños.

–Seiichi, los niños inscriptos son demasiados, creo que necesitamos más…..–Yagyu se había fijado la lista y se dio cuenta que para atender a 24  niños necesitaban más personal, dado que la mayoría de ellos eran bebés.

–Creo que sí, parece que tendremos que pedir ayuda –saca el celular de su bolsillo y comienza a marcar colocando luego el auricular en su oreja.

–¿A quién llamas, Seiichi? –preguntó Masaharu.

 

Todos se encontraban completamente alerta para poder escuchar lo que Seiichi diría en unos minutos, inmediatamente sonrió al oír la voz de una persona del otro lado del teléfono.

 

–Te llamaba para pedirte que vengas a ayudarnos unos días en la guardería, Genichirou.

–¿Eeeeeeeeeeh? –por obvias, muy obvias razones, el resto de los chicos se encontraba en completo estado de Shock.

–Vamos Genichirou, casi no haces nada en tu trabajo, además a la tarde estas libre…… ¿hm? ¿Qué ya me prestaste las instalaciones de tu hogar y es suficiente para ti? Oh, claro que no, necesito tu ayuda…..hm…..si, si…..de acuerdo –cuelga.

–¿Te rechazo?

–No, viene en camino para que le den su delantal –sonrisa.

–Aaaah, ¿cómo puedes lograr eso, Yukimura? –preguntó Marui.

–Se-cre-to.

 

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–¿Naaaniiiiii? ¿Una guardería? –Preguntó Akaya intentando sorber su café, Marui sonríe de oreja a oreja–. ¿En serio harán una guardería?

–Claro que si, ya está todo decorado, empezamos la próxima semana, necesitamos ajustar unos detalles de iluminación y eso ¿no te parece genial?

–¿Necesitan ayuda? Tengo que economizarme o Yanagi me dará una patada en el trasero –suspiró dejando la taza en la mesa.

–Tanto videos juegos acaban con tus recursos, veré si puedes entrar pero hay un pequeño problema.

–¿Cuál?

–Yagyu.

–¿Qué tiene? Me cae simpático –susurró dubitativo.

–¡Bakaya! No has cambiado, ¿no recuerdas la escenita de hace dos semanas atrás? –el pelinegro aun sigue confundido–. Cuando Yagyu los encontró teniendo sexo a ti y Yanagi.

–Aaaaaaaaah, eso….. ¿tú crees que siga enojado?

–¿Que crees? Cualquiera lo haría…..–suspiró–. Aun así, dudo que Yagyu le niegue el trabajo a alguien, asi que le consultaré a Yukimura.

–¡Gracias, gracias Marui! –se le intenta tirar encima pero al hacerlo tira la taza de café–. AAAAAAAAAAH, CALIEEEEENTEEEEEE.

–Bakaya.

–Aaaay, aaaaaaay quema quema quema –lloriqueo y respiró hondo–. Akaya, eres un adulto, tienes que sop-soportar el dolor…..–aprieta sus labios.

–Aaaaaaw –suspiró–. Iré por un trapo.

–¡Akaya! –Las puertas se abren y dejan entrar a un muchacho de cabello blanco que al ver que Akaya lloriqueaba porque se quemó con el café no pudo evitar acercarse–. Baka, echaste a perder una buena taza de café colombiano, mereces la horca.

–Siempre tan amigable tú, Niou ¿cómo estás? –Marui se acerca con una toalla húmeda.

–Pues, estoy sin casa ni trabajo, pero el lunes empezamos con la guardería ¿y tú? –preguntó sentándose y dándole a entender a Marui con una seña que quería una taza de café.

–Hmmm….Niou-kun, viste ese letrero de allá –señala un letrero donde dice en letras gigantes “NO ACEPTAR CHEQUES NI DINERO DE ESTE SUJETO” y una foto de Niou–. No puedo aceptar dinero ni cheques de ti, estoy atado por el sistema.

–Lo pagaré, lo juro…..ya conseguí trabajo.

–Lo siento Niou.

–Sírvele, yo le pagaré esta vez –susurró Akaya sacando de su billetera unos yenes.

–Gracias, infinitas gracias Akaya.

–Sí, gracias por permitirle no dormir esta noche –masculló Marui y le sirvió una taza a Niou.

–Tú cállate.

–Por cierto Niou, le preguntaba acá a Marui si puedo trabajar con ustedes, sino le llevo dinero a Yanagi me echará de una patada en el culo.

–Jajajajajajaja, creo que a Yukimura no le hará drama, debo admitir que trabajar gratis para él debe ser todo una problemática teniendo un nene tan chiquito –susurró–. ¿Qué horario tomas?

–Mañana, si es posible.

–Claro, casi nadie trabaja a esa hora, solo Marui y yo, creo que necesitamos un juez de paz que nos separe, así que contratado.

–¡Niou! No puedes contratar sin preguntarle a Seiichi o a Sanada.

–¿Hm? Por cierto, quienes más trabajan.

–Yagyu trabaja de tarde, algunos días a la mañana. Niou trabaja todo el día, yo solamente a la mañana, Yukimura solamente a la tarde, Sanada solamente a la tarde.

–Ah, ósea son cuatro, claro, necesitan más personal…. ¡AAAAAAAAY!

–Somos CINCO bakaya….aprende a contar –gritó Niou luego de haberle dado un certero golpe en la cabeza.

–Aaaay, si, si, me di cuenta…..pero conmigo serán seis, entonces ya seremos muchos.

–Igual Yagyu se encarga de las cuentas, el en realidad trabaja por el mínimo. La mayoría del dinero se la queda el susodicho aquí presente.

–Este emprendimiento se hizo gracias a mi falta de tacto para los negocios, Marui –susurró el joven blanquecino.

 

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–Seiichi, ella es Akane.

 

Había llamado Sanada a Yukimura para cenar en su casa luego de una extenuante jornada laboral, nunca supo Seiichi a que se debía tanta cordialidad hasta que cruzó el lumbral de la puerta directamente al comedor y encontrarse con una joven de cabellos largos y negros atados en una cola de caballo con mechones  delante de las orejas, ojos azules y un hermoso kimono rosado que encandiló al joven de cabellos azules. Kazuya aun continuaba en brazos de su “madre” cuando fijo la mirada en aquella belleza sobrehumana.
Akane, al fin conocía a la hija de un poderoso empresario de la zona, de una familia muy tradicional como la de Genichirou.

 

–Un gusto conocerlo, Seiichi-kun, espero nos llevemos bien –la muchacha hizo una reverencia y una vez incorporarse le extendió la mano cortésmente.

 

La futura Señora Sanada.

 

–Sí, si, un gusto –susurró muy fríamente y continuó su camino. Sanada sonrió de una forma estúpida  y fue prácticamente corriendo hacia donde estaba Seiichi, quien se había sentado en los sillones dejando a la muchacha en la entrada.

–Podrías ser más cortes, Seiichi.

–Fui cortes, le dije “un gusto”

–Pero tu  forma no fue la más indicada –susurró–. Seiichi, yo hice hasta ahora todo lo que me pediste, podrías al menos fingir cortesía delante de ella ¿no?

–De acuerdo, sólo lo haré por ti y porque te respeto –se levantó y dejó a Kazuya en el suelo para que jugara con Sasuke un rato. Sanada le tomó de la mano y lo guio hacia donde estaba la muchacha hablando con su padre–. Disculpa lo de recién, Seiichi anda algo con la cabeza perdida.

–Oh, no hay problema. Minamoto Akane –le extender la mano, Seiichi sonríe falsamente pero tratando de ser muy amable y también se la estrecha.

–Yukimura Seiichi.

–Yukimura-kun, oí tanto de usted, la familia Sanada lo quieren mucho……me encantaría oír de más usted ¿a qué se dedica? –la joven continuó hablando mientras se acercaban al living y se sentaban tranquilamente en los extensos sillones.

–Pues, en una cafetería a la mañana y a la tarde en una guardería infantil.

–Supe que tiene un hijo pequeño ¿es el que llevaba en brazos? –Seiichi asiste–. Yo también deseo tener hijos con Sanada…..–el muchacho comienza a toser cuando Seiichi lo miró intensamente–. Quiero dos.

–Yo también quería dos, pero no llegamos.

–Ya veo –susurró y miró hacia otro lado la mujer para tratar de evadir el tema.

–Genichirou es bueno en todo lo que hace –sonrió Seiichi con malicia y cruzó las piernas.

–¿Hm? No entiendo, ¿en que es bueno? –preguntó Akane.

–Pues verás, él……hmmm….–sin previo aviso Sanada se abalanzo sobre Seiichi y le tapó la boca.

–Hago ricos bocadillos, ya vengo…..Seiichi necesita refrescar ideas….

–¿Y tú tienes que ir con él? –preguntó la muchacha.

–Tenemos un ritual, ya volvemos –inmediatamente arrastró a su ex por el pasillo.

–¿Café? –la madre de Genichirou intentó desviar el tema.

 

Se alejaron unos cuantos metros del living y recién ahí le destapó la boca para que pudiera hablar, Seiichi le miró con cierta malicia mientras Genichirou observó hacia atrás por si alguien venía.

 

–¿Estás loco? ¿Cómo vas a hablar de estas cosas con ella? –regañó entre dientes.

–¿Qué problemas tienes que ella sepa eso? Es obvio que tuvimos sexo gran parte de la adolescencia, sino, no hubiera nacido Kazuya –cruzó los brazos.

–No importa, no quiero que nadie sepa de nuestra vida personal.

–¿Hace cuánto que estas con ella?

–Medio año…. ¿por?

–hm, eso me convierte en tu amante –inquirió sorprendido–. Hace una semana nosotros tuvimos…..

–Shhhhhhh……Seiichi, escucha, eso es parte del pasado, este es mi futuro, ¿entiendes?

–¿Y el mío? Tengo que trabajar doble turno, tengo un hijo y no puedo seguir mis estudios, claro, tú porque no tienes que hacer de madre y padre al mismo tiempo ¿no? Es tan fácil para ti porque apenas y te deje te buscaron otra.

–¡Ya basta Seiichi! De nuevo lo mismo, me vuelves loco, estas gritando como histérico y no paras, esta es MI vida.

–¿Y dónde estoy YO en TU vida? –preguntó serio.

–Pues……en la parte de “madre de mi hijo”…….

–Eso soy ¿no? –miró para otro lado, su mirada estaba algo vacía–. Perdí todo y tan joven. Perdí el tenis por mi enfermedad, el poder estudiar por tener un hijo, a mi esposo por mi carácter.

–Ex esposo.

–Es igual –suspiró–. Sigo perdiendo todo, y para peor, me invitas aquí a que vea como evolucionaste y yo me quedé en el pasado.

–Claro que no Seiichi, te invité porque quiero que Kazuya y tú la conozcan y podamos ser una familia de nuevo….–bufó y continuó–. Seiichi, sé que perdiste mucho en tu vida, pero ganaste muchas otras. Jamás te engañe, soy tu amigo aun pasen mil años y mil cosas en la cabeza –le abraza intensamente–. Eres el gran amor de mi vida, pero ya probamos estar juntos y no funcionó. Tal vez no estamos hechos el uno para el otro, pero mi corazón está hecho para amarte de aquí hasta que me quede sin aliento.

–Ge….Genichirou….

–No llores por favor y ven a comer, está todo listo para que sea una velada fantástica….

–Hmm……de acuerdo

 

Continuará.

Notas finales:

Me divierto haciendo a Yukimura histérico y Akaya un completo idiota, espero que les guste como va quedando.

 

Se preguntan xq pasa tan rápido, bueno, es que el fic quiero hacerlo lo más corto posible, hay muchos baches y es algo monotono por lo tanto solo escribo lo importante


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