En verano Eric sale de la escuela, pues tiene vacaciones y cada vez que tenia libre luego de clases, se iba a la casa de su mejor amigo Esteban. A Eric no le gustaba estar en la suya, sus dos padres siempre se estaban peleando; su padre Marc, trabajaba todo el día para mantener a Eric por lo cual el chico solo veía a su padre por la noche y su padre Anthony jamás estaba casa y bebía cada vez que tenía un poco de dinero. Y cuando llegaba (ebrio), esto era motivo de pelea. La cosa es que pasaba la mayor parte del tiempo en casa de su amigo. Esteban vivía con uno de sus padres el cual se llamaba Peter. Aquel hombre pasaba en casa, su trabajo estaba en casa, por lo que cada vez que los amigos llegaban, encontraban a Peter dentro de ella.
Hace tres años que conocía a Esteban y hace dos años atrás que va constantemente a la casa de su amigo. Se contaban todo, parecían hermanos, –ni los hermanos tienen tanta confianza- no había secreto alguno entre ellos. Hasta que de un día para otro comenzó a sentir sentimientos extraños por Peter ¡el padre de su amigo! Y eso no se lo diría para nada a su compañero. Quizás éste pensaría que todo este tiempo Eric fue su amigo solo para ver a su padre. Así que prefirió mantenerlo en secreto. Al principio, pensaba que eran sentimientos absurdos pero luego de unas semanas se dio cuenta de que el maldito sentimiento seguía ahí y se comenzó a “revelar”, pues cada vez que se despedía del padre de su amigo, lo abrazaba o le besaba lo más cerca de la boca posible.
Uno de esos días en los cuales el sol no sabe si radiar o no calor, Eric fue a recoger a Esteban ya que iban a una fiesta en casa de uno de sus amigo de la escuela, pero cuando llegó a la casa de Esteban, llamó a la puerta con unos leves golpes y salió Peter quien lo saludó y le ofreció entrar, luego dijo que su hijo recién se había metido al cuarto de baño por lo que tendría que esperar un poquito de tiempo. Le ofreció un vaso con jugo a lo que el chico asintió, ambos se sentaron frente a frente en la mesa. Eric se había puesto nervioso, pues Peter no dejaba de mirarlo por lo que aparte de poner nervioso a Eric, hizo que se sonrojara. El silencio hacía que se oyera el corazón del pequeño de tan solo 14 años, y el agua de la regadera, del cuarto de baño de la planta alta de la casa.
Por la cabeza de Eric se pasaba repetidas veces la pregunta: “¿Cómo puede ser posible que un chico de 14 años esté enamorado de un hombre de 40? Y más aún siendo el padre de tú mejor amigo; ¡Eric…! Relájate, respira –el chico hizo caso a sus pensamientos y dio un suspiro sin dejar de mirar la mesa y de reojo a Peter- y actúa normal”. Y Peter para sí mismo se decía: “¿Qué le digo?, me pone tan nervioso cuando se acerca a mi, su mirada tan tierna… Oh, ¡Peter, joder, es el amigo de tu hijo! Resiste las ganas de besar sus labio tan finos”. De pronto Peter rompe el silencio que cada vez se hacía más y más infernal para ambos y le dice al pequeño:
-‘¿Te puedo decir algo?- preguntó acercándose sin que Eric lo notara.
-Por supuesto- dijo el chico alzando su rostro ya del todo rojo, quien miró con gran ternura al hombre.
-¿Qué harías si el padre de tu mejor amigo te dice que le gustas mucho?- dijo, con su rostro ahora más cerca del de Eric.
-Bueno le… le…- comenzaron a salir entrecortadas las palabras del chico- le diría que… pues… emmm… le diría que…- Eric estaba a punto de responder cuando de pronto sus palabras fueron interrumpidas al escuchar a su mejor amigo descender las escaleras. Lo que hizo que Peter volviera a su respectiva silla y Eric se levantara a saludar a su amigo sin quitar los ojos del hombre. Saludó a Esteban con un abrazo y le dijo que se fueran, ya iba algo atrasado y todavía les esperaba un más o menos largo viaje a la casa de su compañero de curso al cual le llamaban Ricky; por Ricardo.
Cogieron el ómnibus, ambos estaban en silencio; Eric, no se atrevía a decir palabra alguna y a Esteban le sucedía lo mismo. No tenía tema alguno que contar. Los minutos parecían milenios, como si en vez de avanzar se quedaran donde mismo, y el viaje a la casa de Ricky tomaba casi una hora.
A ambos chicos les incomodaba el silencio, pero luego de unos minutos, Esteban dijo que cuando salieran de la fiesta, tenían que llamar a su padre para que fuera por ellos, ya que él sabía que saldrían tarde. Eric no hizo nada más que asentir con la cabeza. Esteban se dio cuenta que algo le pasaba a su amigo.
-Eric, ¿Te sucede algo?- el chico se volteó para mirar a Esteban que ya estaba embobado mirando el ir y venir de la gente.
-Si me pasara algo…- dijo con una leve sonrisa en el rostro- te lo contaría.
-Es que estás muy callado… Tú no eres así; tú siempre tienes algo que decir, por eso…
-¡Ja!, es solo que hoy no tengo nada nuevo que contar. Gracias por preocuparte.
-PENSAMIENTOS DE ESTEBAN-
Estoy seguro que algo le pasa y no me lo quiere contar. Cuando bajé la escalera (en mi casa) y Eric se acercó a saludarme, noté que actuaba de una forma demasiado extraña. Tal vez mi padre le dijo algo y lo intimidó ¡oh! Espero que no haya sucedido eso. Y bueno, yo tampoco tengo tema alguno que tocar. Creo que se lo he contado todo a mi amigo…
-FIN DE PENSAMIENTOS-
El ómnibus se estaba acercando a una parada, Esteban miró por la ventanilla y se encontraba un hombre con terno y una maleta en sus manos, despidiéndose de una mujer y su hijo. Los mencionados anteriormente no dejaban de llorar, tenían los ojos hinchados. Y cuando el autobús se detuvo frente a ellos, el hombre abrazó y besó a su hijo, hizo lo mismo con su esposa y le dijo a ambos que los quería mucho y que no tardaría en volver. Ver esto, a Esteban le causó algo de nostalgia.
-FLASHBACK-
Aeropuerto de la ciudad. 15:27 p.m. Ocho años atrás.
Era la primera vez que tenía que separarme de mi padre. Sé que tendrá viajar con otros hombres y va a dejarnos a mi padre Peter y a mi, solos por sus estúpidos negocios. Pero aún así tiene el descaro de decirme:
-Hijo, no llores mas- yo no dejaba de dar sollozos- tu padre Peter, cuidará de ti mientras yo no estoy en casa. Te prometo, ¡no! Te juro que volveré y comeremos helado, jugaremos a las escondidillas, saldremos al parque y a todas partes juntos. Hijito te quiero mucho, y recuerda que te juré volver.- me abrazó muy calidamente y sentía como él también comenzaba a dejar ríos salados que bajaban por sus mejillas. Solo con eso me di cuenta que aquel abrazo quería decir “hijo, este es el fin, este es… el adiós”. Si, bueno, tenía solo cinco años, estaba a un mes de cumplir los seis, pero aún así me daba cuenda de todo lo que sucedía.
-FIN FLASHBACK-
En el autobús solo estaba Eric, Esteban, el hombre de terno y maleta, y un grupo de chicos que venían hablando sobre sus experiencias con las drogas: que ellos la habían probado, fumaban en sus cuartos, su padres por poco los descubren. Luego decían que habían faltado toda una semana a la escuela yendo al estadio o drogándose en la casa de sus demás amigos, tenían los ojos rojos… y puras bobadas de esas que dicen los típicos chicos de mayor edad.
Eric y Esteban oían atentamente y a ratos comentaban en susurros, obviamente no querían ser escuchados por el grupo de amigos que estaba cuatro asientos más atrás. A veces los pequeños se echaban a reír pero disimuladamente y el otro tenía que callarlo o pegarle una palmada en la pierna de lo contrario el grupo vendría a golpearlos ya que estaban escuchando todo.
Al cabo de una hora y veinte minutos, siendo exacto, llegaron a su destino. Aún había algo de luz que daba el sol en el cielo. La casa tenía puesta música y todas las ventanas estaban empapeladas lo que hacía que dentro se viera todo oscuro pero había unas luces que iluminaban un poco la habitación donde todos se encontraban. Al principio nadie quería bailar pero un chico desconocido le cogió la mano a Eric y comenzaron a moverse al rito de la música. Esteban miraba con gran disgusto pues se le notaba que le habían dado celos. Luego de que terminara la canción, y comenzara la otra, todos caminaron a la pista de baile y bailaron mientras que Eric, se dirigía a su amigo por un vaso de ponche y aprovechando, invitó a este a bailar con él a lo que Esteban no se negó ni por un segundo. Luego de tres o cuatro canciones, pusieron una romántica y Eric bailaba junto a Esteban, el último mencionado lo disfrutaba, pues era la primera vez que estaba tan cerca de Eric, bailando una canción romántica. Esa era la escena perfecta para Esteban declarársele a Eric y cuando estuvo dispuesto a hacerlo, un chico nuevamente lo cogió de la mano y lo abrazó para seguir bailando la canción romántica con Eric.