Aquella noche para Esteban fue una de las peores, pues jamás imaginó que sucedería semejante cosa. El pequeño ardía en celos, no sabía qué hacer: si llamar a su padre y decirle que pasara a recogerlos o, quedarse ahí como idiota, muriendo de celos ya que su amigo Eric, a quien aun no se le declaraba, estaba casi besándose con otros “amigos”, o por lo menos así lo pensaba Esteban. Era algo difícil ver en tanta oscuridad por lo que, en un momento vio a unos chicos besándose y como no había tanta visibilidad, fue que entonces pensó que era Eric y se decidió llamar a Peter para que fuera por ellos. A la media hora luego de la llamada, Peter llamó a su hijo para avisarle que estaba a fuera y por suerte Eric, estaba al lado de Esteban, de lo contrario el chico tendría que haber gritado como loco para poder encontrar a s amigo.
-Mi padre ya está fuera, vino a recogernos para llevarnos a casa- dijo Esteban serio y con voz de enojado. Bueno tampoco iba a estar muriendo de la risa sabiendo que el chico a quién él quería, estaba coqueteando o andando con otros; o sea a cualquier enamorado le sucedería lo mismo ¿no?
-¿Tan temprano?, son apenas las…- Eric se arremangó la blusa que traía puesta, mientras no dejaba de moverse al ritmo de la música-¡¡3 am.!!- abrió los ojos como plato y luego agregó: no es muy tarde, pero si tú quieres podemos irnos.
-Por eso llamé a mi padre, para que viniera a recogernos. Esta fiesta está demasiado aburrida- dijo con la misma voz de enojado que antes pero sin ver aún a su lado. No se atrevía a hacerlo, no quería que Eric se diera cuenta de que tenía celos de los chicos que tenían la suerte de bailar con su amigo. Eric, le preguntó si le sucedía algo, porqué hablaba de esa forma, a lo que Esteban solo se rebajó a responderle con un “No me sucede nada, ¿podemos irnos?” y le lanzó una mirada asesina que hasta al mismo “cuco (ser irreal con el cual asustan a los niños pequeños cuando no se comen la comida jaja)” le daría miedo. Y Eric solo lo abrazó, y le dijo que fueran a agradecerle a Ricky por invitarlos y que se despidieran. Al momento de salir de por el umbral de puerta de entrada de la casa, se encontraron con el auto de Peter, y el hombre dentro de el. Eric, al verlo, se puso extremadamente nervioso, sentía como el rojo inundaba su rostro, ese rojo intenso. Tanto fue el nerviosismo y la vergüenza que hasta comenzó a sudar, y su corazón latía a mil por segundo. Se veía a través de la blusa. Peter sacó una mano por la ventanilla e hizo un movimiento en forma de saludo. Los chicos se subieron al carro; Esteban adelante y Eric atrás.
-¿Cómo la pasaron chicos?
-Bien, estuvo entretenido… Yo la pasé bien- dijo Eric con una sonrisa en la cara.
-Yo no.-dijo Esteban, serio y con disgusto- Encontré que la fiesta estuvo aburrida. Aparte solo bailé como tres o cuatro canciones. Nada más- Peter y Eric, no dijeron nada luego del comentario de Esteban. Ninguno de los tres cruzó palabra alguna hasta que llegaron a casa y Peter invitó a Eric, a quedarse a dormir ya que era tarde como para que se fuera a casa, y el chico no se negó para nada. Por suerte había una habitación para invitados, así que Eric durmió en ella. Más o menos como a las 5 am. Esteban se levantó y salió, Solo dejó una nota en cima de la mesa que decía: “papá, salí a correr. Estaré de vuelta en casa como a las 9 am. Aprovechando, pasaré a ver a una amiga. Adiós”.
Peter al escuchar a alguien salir, se dirigió a la cocina, para ver por la ventana pero se detuvo frente a la mesa, al ver que había una nota. Al terminar de leerla, subió a la habitación de Eric; el chico aún dormía plácidamente bajo las tapas de la cama boca arriba. El hombre se aproximó a la cama, miró unos segundos al pequeño y luego actuó: Como gato se trepó en la cama y comenzó a avanzar sigilosamente hasta llegar a Eric, - quién aún no se daba cuenta de lo que estaba pasando y de lo que estaba por suceder- se recostó al lado de el pequeño, este recién comenzó a sentir que alguien se había metido en su cama; comenzó a abrir lentamente los ojos, se volteó y vio a Peter que no dejaba de mirarlo. Eric, abrió los ojos e iba a gritar pero el padre de su amigo se apresuró a cubrirle la boa con una de sus manos, poniendo la que estaba libre sobre el cabello, revolviéndolo con una leve ternura. Luego, quitó la mano de la boca del chico y lo besó con tal ternura que el pequeño no se pudo resistir, y cuando Peter se separó de Eric, este lo cogió del rostro y lo volvió a besar, pues le fascinó su beso. Se besaron y abrazaron bastante tiempo. Hasta que luego de mas o menos una hora, Peter se comenzó a desnudar y Eric le imitó, -Para este entonces eran las 6:30 am.- se quitó la ropa y le dijo a Peter que quería sentirlo dentro de él.
El hombre se metió por entre las sábanas y comenzó a lamer el miembro del pequeño que a ratos daba gemidos y temblaba de placer. El pequeño se movía de lado a lado, el placer lo inundaba y le suplicaba Peter que se detuviera pero los gemidos de Eric, eran excitantes para el personaje. Luego Eric, no soportó más semejante sensación por lo que cogió a Peter que estaba en su entrepierna, e hizo que este diera vuelta a Eric para “prepararlo”. Primero metió suavemente un dedo por el ano del chico que yacía en 4 -esto hizo que el peque soltara un gemido de placer y a la vez de dolor, ya que era la primera vez que tenía relaciones sexuales por lo tanto también era la primera vez que lo “preparaban” y por el dolor cerró con fuerza los ojos. Peter notó lo sucedido y le dijo a Esteban:
-¿Te duele mucho?, si quieres me detengo. No quiero que…
-No te detengas por favor, sigue- Peter le hizo caso a Eric, y siguió preparándolo: Metió el segundo dedo y movió ambos dentro del chico, hasta que introdujo el tercero. Este lo metió y lo saco dos veces, lo sacó y metió su miembro. Al principio las embestidas fueron débiles, pero al pasar los segundos, se iban haciendo más y más violentas, más candentes, más dulce a la vez. Peter eyaculó dentro de Eric. Ninguno se preocupó así como también ninguno sabía que Eric tenía el “don” para quedar embarazado. Terminaron de fornicar a las 8 am. por lo que pudieron charlar un momento.
-Tú me gustas desde hace un tiempo atrás, y se que a ti te pasa lo mismo- Eric, solo asintió con la cabeza- Y creo que Esteban…- Se oyó la puerta principal abrirse ¡Era Esteban!- Ok, vete rápido, rápido- dijo Eric, quién con una mano empujaba a Peter y con la otra buscaba su ropa.
-Ok ya me voy pero primero dame un beso...- el pequeño se lo dio solo para que se fuera, pues no quería que su mejor amigo descubriera que él estaba con el padre de este. Peter salió de la habitación en donde se encontraba Eric para dirigirse a la suya. Esteban iba subiendo las escaleras, cuando ya había llegado arriba se detuvo en frente de la habitación donde se hallaba su amigo, la miró y luego suspiro con gran fuerza. Siguió caminando hasta su habitación, entro, cogió una toalla y se metió al cuarto de baño; mientras este se duchaba, Peter aprovechó para salir de su habitación, darle un beso a Eric, quien ya se estaba durmiendo por lo que prefirió no molestarlo y bajar a hacer el desayuno. Luego de media hora Esteban salió del cuarto de baño, se vistió y bajó.
-Papá, ¿Dónde está Eric?- preguntó Esteban mirando hacia todos lados.
-Debe estar durmiendo, ve a verlo.- el chico corrió escaleras arriba en dirección a la habitación de su amigo y abrió la puerta. Eric (tal como lo había predicho Peter) seguía durmiendo. Pero se despertó al escuchar que alguien entraba, se volteó y al darse cuenta que era Esteban, este sonrió.
-Mi papá dice que el desayuno está listo, que bajes -Eric, se refregó los ojos y dijo "Ok, dile que bajo al tiro". Esteban salió de la habitación y el otro pequeño aprovechó para vestirse. Luego bajó, los tres desayunaron. Peter no quitaba los ojos del mejor amigo de su hijo, lo que hacía que el chico se sintiera vigilado, e incómodo, tan incómodo que el pequeño no se movía sin antes sentirse intimidado por Peter.
Cuando terminaron de desayunar los pequeños salieron a jugar football con unos niños de la misma cuadra. Al cabo de una hora bajo el sol, jugando, Eric grita (jadeando) "¡voy por un poco de agua!". Cruzó la cuadra, entró a la casa con el fin de llegar a la cocina pero se detuvo al ver que Peter se encontraba con delantal de cocina preparando el almuerzo, su sonrisa se desvaneció, su rostro comenzó a tomar un color rojo, bajó la mirada y pasó sin ver a su alrededor, solo veía de reojo el lavadero, y pensaba "de seguro, si alzo la mirada, Peter me besa. Ay! Eric, pasa derecho, no lo mires!!". Agarró un vaso, lo llenó con agua, esta la bebió. Se mantuvo inmóvil. Llenó nuevamente el vaso y bebió, al terminar, guardo el vaso y se digno a salir tal cual había entrado a la cocina: cabeza agacha pero Peter se lo impidió agarrándole de un brazo.
-Eric, por favor dame un beso- el pequeño levantó la mirada se acercó a Peter y lo besó apasionadamente. A los pocos segundos se oye a Esteban llamar a su amigo que aun se encontraba en la cocina, Eric, se separó de Peter y corrió a la calle para seguir jugando y par que no sospecharan nada.
A la hora del almuerzo, Peter llamó a los chicos para avisarles que todo estaba servido, los chicos entraron, Eric se lavó las manos en el baño de abajo y Esteban en el de arriba, por lo que el hombre no desaprovechó la oportunidad de meterse al baño con él y besarle rápidamente, antes de que su hijo saliera del otro cuarto baño. Minutos más tarde, los tres (se encontraban en una habitación con muebles a sus esquinas, un estante gigante al fondo de la habitación y una ventana al lado izquierdo y derecho. La mesa era de madera muy fina, barnizada. Estaban sentados al rededor de una mesa que tenía un florero en centro. Peter tenía la mirada clavada en Eric, el chico se había puesto nervioso; sentía como el color rojo se apoderaba de su rostro. La intensa mirada del hombre, no le dejaba a Eric, comer tranquilo, tan así fue que cuando ya todos habían terminado de comer, él no llevaba ni un tercio del plato.
-¿no te gustó la comida, Eric?
-Si, claro que me gustó. Está muy sabrosa, lo que sucede es que me demoro bastante en comer -respondió Eric con un notable sarcasmo y una sonrisa en su cara enrojecida. Luego de laaaaaargos 30 minutos (si es que no fueron mas) Eric terminó de comer y Esteban -quien ya se estaba quedando dormido de lo aburrido que estaba de esperar a su amigo- lo invitó a su habitación para descansar ya que la otra noche había trasnochado. Los dos pequeños subieron a la habitación, prendieron el tele y luego de un rato Eric se durmió, y Esteban (aprovechándose de la situación) lo abrazó y se quedó dormido, no pudo dormir del todo, se sentía extraño por lo que decidió sentarse y ver que daban en la TV pero por alguna extraña razón los ojos se le desviaban hacia su amor platónico. Los minutos transcurrían y Esteban no podía dejar de mirar a Eric, de pronto el ya dicho se despierta y siente que lo miran. No quería hacer movimiento alguno; sentía aquella intensidad que te deja inmóvil, esa que no quieres interrumpir, esa que te pone...simplemente nervioso. Al caer la noche, Peter, llamó a los chicos para que fueran a merendar. En la mesa estaban todos en silencio, Esteban y Peter con la mirada sobre el mismo objetivo: Eric.
El pobre pequeño se sentía tan extraño, recién se había dado cuenta que le gustaba a su mejor amigo y hace unas cuantas horas atrás, Peter se le insinuó a lo que él no se resistió. Sus sentimientos estaban todos revueltos; sentía felicidad ya que el hombre al cual amaba, tenía los mismos sentimientos hacia él; tristeza ya que le estaba rompiendo el corazón a su mejor amigo que era como su hermano; y a la vez estaba orgulloso, dichoso, celoso, alegre y una mezcla increíble de "malditos sentimientos" como le decía Eric. Cuando terminaron de merendar, Eric le dijo a su amigo que ya era hora de que se marchara, ya que era tarde y prefería evitar el peligro. Se despidió de Peter con un beso entre la boca y la mejilla y luego de Esteban con un beso en la mejilla y un cálido pero a la vez frío abrazo. Al salir el chico por la puerta de entrada, Esteban bajó la mirada y miró el piso con resignación, caminó hasta la cocina, bebió agua y subió hasta su habitación, en completo y absoluto silencio. Peter notó que algo le sucedía a su hijo y como él no era mal padre, fue a la habitación del chico, entró, prendió la luz (todo estaba oscuro) y se sentó en la cama:
-¿Qué sucede hijo? ¿Te inquieta algo?-preguntó poniéndole la mano sobre el estómago. Justo en ese momento sonó el timbre y ambos bajaron a atender; Esteban se quedó en la cocina, y Peter fue a atender. Éste al abrir la puerta vio a una señorita que debía tener la misma edad de su hijo, su cabello era rubio, liso y corto (hasta los hombros), los ojos con la forma de almendra y de color pardo, más bien pardo medios plomo; sus labios eran finos, rojos pálido; y vestía con una blusa que le combinaba con sus ojos, una faldita, unas medias que le llegaban a la rodilla y un chaleco que cubría su blusa y parte de la falda. La chica, luego de examinar la casa y a Peter, dijo con un acento Ruso:
-Hola, mi nombre es Irina Valílev. ¿Ud. me podría ayudar a encontrar esta dirección? -le mostró un papel- estamos un poco perdidos. Mis padres y yo llegamos no hace mucho desde Rusia.
Peter, asintió mirando el papel tratando de recordar donde había escuchado esa calle de pronto llega Esteban a la habitación y le pregunta a su padre dónde estaba la leche. Irina lo vio y no pudo evitar dejar de ver al chico. –En el mueble que está sobre la cocina. Ah! Esteban –“Esteban: que lindo nombre, tan lindo como él” pensó la chica- ella es nuestra nueva vecina.
-Hola, mi nombre es Esteban. Un gusto –le estiró el brazo para darle la mano en forma de saludo-.
-Irina, ¿Irina, verdad? (dijo a la chica y esta asintió) tienen que seguir hasta la esquina y luego doblar a la derecha, la primera casa es la que tú buscas.
-Muchas gracias “vecino”. Perdón por molestarlo. Me fue de mucha ayuda. Adiós Sr. Adiós Esteban –Adiós, Irina (ambos sonrieron y Irina se dio media vuelta, caminó hasta el carro de sus padres y se marcharon sin decir nada).