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The last game por Matildespitzenberger

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Notas del fanfic:

Es mi primer fanfic y es sobre una pareja poco usual pero no menos importante :) 

 

OT12.

Luhan se sentía acorralado en sus pensamientos y los sentimientos que estos acarreaban porque lo más seguro es que no irían a buen puerto.  Cambiándose nerviosamente en el camarín del equipo de futbol, miraba fijamente al que fue el goleador estrella de la temporada pasada.

 

Kim Minseok, estatura baja, contextura delgada, cara redonda y con un aire a bebé travieso, personalidad arrasadora en todos los sentidos, el arma secreta del equipo, el candidato perfecto a convertirse en el próximo capitán si es que retoma sus actividades correspondientes con el equipo.... Porque era eso lo que él no entendía, ¿Cómo alguien tan dotado para el deporte no practicaba como se debía? Si no mal recuerda la última vez que vio a su Hyung usar el uniforme fue a fines de agosto y los nacionales comenzarían dentro de un mes.

 

Él tenía que ver a su héroe en acción. Después de todo fue ese chico con aspectos infantiles quien le motivó a practicar el futbol a pesar de ser un asco en la cancha.

 

-¿Qué sucede?- preguntó el gatuno fríamente al ver al rubio parado frente a él.

 

-¿Sunbae, otra vez no vas a entrenar?- le preguntó incómodo por su penetrante mirada.

 

-¿Eh, otra vez con lo mismo?- preguntó cansado de tener que responderle al chico bonito del equipo de futbol.

 

-¡Sunbae, los nacionales se vienen pronto y tú ni siquiera te has dignado a usar el uniforme!- vomitó lo que pensaba y sentía en toda esa oración, sintiendo como sus mejillas se sonrojaban y su pulso cardiaco aumentaba conforme pasaban los segundo.

 

-¡Yah!- le interrumpió cabreado golpeando el casillero más cercano, como le irritaba que alguien le digiera lo que tenía que hacer pero más le irritaba es que ese chico, que solo era un suplente se lo gritara en la cara-¡¿A quién le vienes hablar tú así ?!- le preguntó acorralándolo entre su cuerpo y uno de los casilleros del camarín- ¿Quieres morir?- susurró fríamente.

 

Si en algo se caracterizaba Kim Minseok, era en su carácter de perros cuando se le provocaba y por Dios él si lo que había hecho, ahora tenía miedo de que su escasa relación con el mayor se deteriorara por el simple motivo de que él no pudo mantener la boca cerrada.

 

-Hyung… yo realmente quiero practicar contigo…-  susurró avergonzado mirando hacia otro lado.

 

-¿Tú… qué?- respondió sorprendido por la actitud del chino.

 

-Hyung, yo realmente quiero practicar contigo- repitió más convencido al notar como el agarre de su cuello se deshacía.

 

No bastaba con ser un genio, para saber que esas palabras las había escuchado antes. Luhan el chico chino transferido, un año menor que él se había presentado al equipo como el “Máximo admirado del goleador Kim Minseok” pero aún cuando lo recuerda, un sabor amargo se forma en su boca y un dolor inexplicable se queda en su corazón.

 

-Chico… tú sí que molestas- dijo volviendo a su estado natural de despreocupación y hasta de ternura, sentándose en su banco sacando una revista deportiva- ¿Qué?- preguntó al notar que no se había movido- Lulú-sshi si no vas al calentamiento, el capitán te castigará- le aconsejó algo cariñoso, después de todo, ese suplente torpe era el único que se preocupaba por sus faltas en el equipo, el resto ya se había dado por vencido.

 

Luhan abandonó el camarín acongojado, los días pasaron y las tantas emociones que vivió en solo cinco minutos lo traían ido y fue el cúmulo de sus errores suficiente como para que el capitán le castigara haciendo que comprase el almuerzo a todos los titulares.

 

-Esto no va de acuerdo a mi plan- pensó apenado- estuve a punto de ser golpeado por Minseok-Hyung y yo lo único que quería era verlo correr por el campo como hace un año- siguió recordando aquella final nacional que vio por suerte en televisión.

 

Aun recordaba la emoción que sintió al ver el partido, como con cada jugada que llegaba a los pies del chico lo hacían vibrar de emoción y como el resultado lo llevó a tomar una drástica decisión.

 

-Convencer a mis padres, aprender coreano en solo un verano, conseguir una  visa, postular a la escuela, pasar el examen de admisión y luego el del equipo de futbol- enumeró sus pasos a seguir para poder estar en el mismo campo que “El jugador estrella Kim Minseok” pero al parecer había llegado algo tarde- Desde que ingresé al equipo, él no ha entrenado ni siquiera una vez, solo se la pasa holgazaneando y comiendo chatarra, si sigue así no será capaz de soportar los 45 minutos del primer tiempo- continuó preocupado mientras tomaba las bolsas de comida de los miembros del equipo.

 

-Ohg, Luhan-Ge- le llamó uno de los titulares, el defensa Yixing. Desde que este supo que era chino, este se esmeró en hacer buenas migas con él- ¿Hoy te han pescado a ti?- preguntó gracioso al verlo cargar con todo el arsenal de comida- Déjame ayudarte-

 

-Gracias y no es necesario que me digas “Luhan-Ge” después de todo vamos en el mismo nivel- habló en forma de agradecimiento.

 

-Pero sigues siendo mayor que yo, al fin y al cabo- explicó más cómodo- ¿No pudiste pasar el examen?- preguntó intrigado.

 

-No, mi escuela era algo inferior por lo que me dijeron que si quería estudiar aquí debía repetir el segundo grado- explicó decepcionado.

 

-Bueno, al menos pudiste ingresar a esta escuela- concluyó curioso- Aunque es extraño que alguien ingrese en el segundo año…-

 

-A eso fue porqué…- tartamudeó avergonzado de su situación.

 

-Porque realmente debe gustarte Minseok-Ge- jugó un poco al notar los matices que tomaba su infantil rostro.

 

-¡No, no es…!- exclamó nervioso delatándose solo ante el defensa que solo sonreía tierno por la imagen del mayor.

 

-Oye, suplente. ¿Te quieres apurar?- le interrumpió el volante Kim Jongin.

 

-¿Suplente?. Hey Jongin-ah, él sigue siendo un Hyung para ti- le regañó el chico sin ninguna respuesta del menor, que solo se abalanzó a la comida que este traía.

 

Al final corrió nervioso hasta el camarín, al ingresar fue presa de los arrebatos hambrientos de resto del equipo de futbol, que prácticamente le quitaron las bolsas y lo apartaron de su círculo, sin ni siquiera dar las gracias.

 

-¡Seokkie-Hyung, ven a comer!- llamó el portero Chanyeol.

 

-¡Yahoo, calamar ahumado!- escuchó gritar a este quien fue blanco de un parte bromas del resto.

 

¿Gustarle Minseok Sunbae?

 

Se preguntó internamente, notando como algo en él se alteraba.

 

¡No, eso no podía ser cierto!

 

Se dijo a sí mismo, notando como su corazón se alocaba ante la imagen de tener al goleador entre sus brazos y la cabeza le parecía que iba a explotar con solo notar los comentarios y risas del muchacho.

 

¡Lo que él sentía era admiración y punto!

 

-¡Oye tú…!- le llamó el volante junto al delantero Oh Sehun, con cara de pocos amigos- Limpia este lugar, si no el capitán te usará de balón- le amenazó riéndose socarronamente antes de salir del camarín.

 

Ser el suplente era lo peor de todo. Si no más bien recuerda, él casi nunca participaba de un entrenamiento por completo, al ser tan descoordinado y torpe siempre le enviaban por agua, alimentos o vendas para los chicos del equipo y ahora en su lista de inutilidad deportiva, se agregaba, limpiar el gran desorden del equipo.

 

-Esta no es la vida, que yo me esperaba aquí- se quejó mientras terminaba de recoger la basura- ¿Eh?- al escuchar un ruido desde al fondo de los vestidores se asustó y la poca iluminación del recinto no ayudaba para nada. Parecía ser alguien que estuviese gimiendo o aclamando por algo.

 

Tomando el escobillón y acercándose sigilosamente entre el ruido que con cada paso se hacía más y más aludible, más una luz que se hacía más tenue y brillante. Tragó un poco de saliva antes de llegar a su destino, al doblar a la izquierda ahogó un grito de sorpresa.

 

¡Era Kim Mienseok, quien sostenía una pequeña cámara filmadora mientras gemía y susurraba como algún comentarista deportivo sobre su desempeño!

 

Curioso se acercó silencioso y pudo ver que era la final que se jugó el año pasado en Seúl, la misma final que él veía cada vez que se sentía deprimido para recordarse a sí mismo que no podía desistir, que debía llegar hasta el final y así poder ser digno de ser un titular más y poder jugar a su Sunbae.

 

-…Tira al medio y… ¡Dispara!- murmuró el gol que le dio la victoria al equipo sin notar la presencia  de Luhan aún…

 

-¡GOOOOL!- gritó absorto por el video

 

-¡¿QUÉ RAYOS…?!- asustado el mayor se dejó caer hacia atrás golpeándose su cabeza.

 

-¡Ohg, Sunbae! ¿Estás bien?-

 

-¡¿Tú?!- gritó exasperado sobándose la cabeza avergonzado de ser pillado por el suplente-¡¿Qué diablos haces aquí?!- 

 

-Lo-lo siento yo…-

 

-¡Deja de tartamudear y ayúdame a parame!- le ordenó irritado- Si que resultaste ser entrometido, ¿No que los de segundo ya se fueron?- preguntó confundido

 

-Bueno… Jongin-sshi me pidió que limpiara el lugar- comentó avergonzado, la imagen de su sunbae sonrojado fue lo mejor que había visto… era como un Baozi recién  evaporado.

 

-¿Jongin-ah, te dijo eso?-

 

-Si…-

 

-Ya verá ese mocoso mañana-

 

-Ohg… Sunbae, ¿Estabas viendo el partido final de la temporada pasada?- preguntó al fin esperanzado de que él quisiera tomar la iniciativa de volver a la chancha.

 

-Ese no es asunto tuyo y más te vale que no te vuelvas a meter conmigo o te expulso del equipo, ¿Escuchaste?- le advirtió amenazadoramente  mientras tomaba su mochila de una manotazo y le dejaba solo en el camarín junto con el eco de aquel portazo al salir.

 

Él me odia…

Notas finales:

Qupe tal? espero sus comentarios para saber si puedo continuar la historia o no , saludos! :)


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