Me desperté después de un lindo sueño:
<< Estaba en un jardín lleno de flores, y él estaba en aquél jardín. Jugábamos y nos abrazábamos, era divertido, también había una musiquita que era muy relajada. >>
Me levanté de la cama para ver qué hora era.
-¡Son las tres de la tarde! Buff… mi primera cita y ya soy un dormilón –me quejé.
Me fui rápidamente a ducharme, me quedé un rato pensando qué podría pasar en la cita, cuando una mala idea se me pasó por la cabeza… ¿Podría pasar aquello? No creo, si él no se había besado nunca, no creo que se atrevería a hacer aquello. Se cepilló los dientes y peinó aquella melena rosa que tenía. Se hizo una línea en sus ojos, haciendo que se vieran bonitos y brillantes.
Cuando acabó, cogió el conjunto que había escogido, cogió unas bambas Nike de color rosa combinado con azul, se lo puso y como que le agradaban mucho las gorras, cogió una que le encantaba mucho, por abajo era negra y con letras azules que ponía “Crayon” y por arriba era turquesa.
Mientras se estaba preparando, se le venía a la mente la canción que había compuesto para su Hyung. (Lo siento Unnies, no sé qué canción >< Soy muy torpe al escoger, perdónenme :c)
Miré la hora, eran las cuatro y media, y el parque estaba a unos diez, así que me calmé y bajé para beber algo. Cuando iba a coger Pepsi para beber, vi una nota en la nevera:
<< Cariño, soy mamá, sé que no estuve mucho contigo, así que mañana tengo libre, y si quieres vamos a algún sitio para divertirnos, y papá va a venir hoy de su vuelo, creo que será… a las nueve? Bueno, en casa va a estar a las doce o una de la nochecitas… así que hoy o mañana, depende de cuando lo leas, estate despierto, le prometí a tu papá que estaría con él en su llegada a casa>>
-Mamá… -suspiré.
Cuando me bebí el vaso con Pepsi, preparé dinero y salí de la casa.
Andaba tranquilamente cuando me topé con Hyuna que no tenía buena cara, creo que mis problemas empezaban justo ahora…
-Tú… -me dijo Hyuna matándome con la mirada –vi todo lo que pasó ayer… ¿Por qué hiciste eso con mi Oppa? Él no es gay, él me ama a mí, tú no tienes derecho a quitármelo.
-Tus quejas no van a ser un daño para mí, creas o no, él ya no te aguanta, me lo dijo, palabra por palabra, voy a serte sincero, a él, le fuiste una molestia des del principio, a él le gustaba yo des de hace mucho, solo que nuestro amor fue algo… oculto. Pero él no busca a nadie desesperado… ¿Entiendes?
-Te odio! Te odio! Te o-d-i-o! ¿Entiendes? –me dijo lloriqueando.
-Odiar es algo que a mí no me importe escuchar de tu boca, me dejaste tirado… no voy a ser amigo tuyo porque me hayas echo eso.
Me giré y fui hacía el parque donde siempre lo veía, cuando me iba aproximando, veía su silueta, su cuerpo era digno de alguien quien se lo merecía ¿Acaso era yo aquél ser digno de su cuerpo?
-JiYonggie! –Vino corriendo hacia mí.
-Amor… -le di un beso corto en sus labios –me parece que Hyuna a partir de hoy no va a dejarme en paz –le dije en sollozos.
-Dios! Aquella cría no es más que molestia… ¿No te hizo daño verdad? –me negué y sonreí al ver su preocupación.
-Hyunnie… aún no he comido…
-M-me has llamado Hyunnie? –dijo con un sonrojo muy notado.
-T-te molesto? –bajé mi cabeza.
-Al revés, nadie nunca me llamó así, a excepción de mi madre, ella siempre me trata con mucho cariño… Jiyonggie, tengo una sorpresa para ti, pero para ello ponte esto –me dio una cinta negra.
-P-para qu-qué?
-Es una sorpresa! –dijo animado.
Me tapé mis ojos con la cinta negra que me dio, me llevo a un sitio no muy lejano, porque apenas tuve que caminar, sentí el agua… ¿estábamos en la playa?
-Quítatela… -rápidamente me la saqué.
-Wuaaa… pero si estamos en una casa con playa!!! –dije emocionadísimo –son de tus padres?
-No, es mía la casa yonggie, cuando te vi por primera vez… recuerdo que fue hace dos años, ya supe que iba a casarme contigo, no creas que soy muy apresurado, nada más es que fue un amor a primera vista que me llegó a enloquecer a tal punto de pedir a mis padres una casa bien bonita. –dijo con cierto orgullo.
-Amor… n-no sabía que hacía tanto tiempo que sabías de mi existencia, eres el mejor! –le abracé.
-No, cariño… tu eres el mejor, lo eres porque fuiste tu quién me enloqueció tanto… por cierto, la comida está lista! –sonrió.
-Hyung… antes de eso…
Se volteó y le di un beso con el cual él también me correspondió, al rato me estaba quedando sin oxígeno, pero seguí con aquello que me mataba, que hacía feliz a mi vida, ya no estaba solo, ahora tenía a alguien que la hacía brillar. Cuando él se separó, dejamos un hilillo de saliva.
-Yonggie… besas… genial! –dijo con la respiración entrecortada.
-Hyung… vayamos a comer, tengo hambre! –hice un puchero.
-Claro amor –me dio un corto beso en los labios.
Fuimos a comer y cuando estábamos comiendo hablamos sobre muchas cosas, al principio estábamos casi sin hablar, pero luego mi Hyung empezó a preguntar cosas sobre mi vida, pero la mayor parte constituía en mis únicos tres amigos; Seungri; Daesung y Taeyang. Mi familia a penas estaba en casa y a mi no me gustaba estar mucho en compañía…
-Yonggie… cuando tengas los veinte… quisieras… venirte a vivir acá…?
-Hyung, eso es mucha carga, soy muy caprichoso y…
-¡Me da igual! Haré lo que sea, pero vive conmigo, sé el hombre que tenga que ver cada mañana al despertarme! Porfavor… -quedé petrificado por sus palabras, nadie nunca me había pedido tanto…
-Hyung… no lo sé… si quieres… p-puedo a partir de la sem…
No pude pronunciar otra palabra más cuando sus labios se pegaron a los míos y le correspondí. Cada vez el beso se profundizaba más hasta que el oxígeno hizo que nos separáramos…
Hyunnie metió la mano dentro de mi sudadera y empezó a pasar sus dedos por mi abdomen, siguió hasta acabar en mis botones para pellizcarlos… yo me estaba dejando, no sabia qué hacer, pero mi cuerpo reaccionó y empecé a besar su cuello, al morderlo flojo, mi Hyung gimió. Era tan necesitados sus gemidos que quise oir más, así que fui desabrochando la camisa de mi Hyung.
-Yonggie… estás dispuesto…?
-Hyunnie… he esperado este momento hace un año, no me vayas a arrebatar mi sueño ahora –dije sensualmente y después seguí dándole besos al pecho descubierto de Seung y desabrochándole de los últimos botones que habían en su camisa.
Él, siguiendo por los gemidos empezó quitándome la gorra y seguidamente con facilidad quitándome las dos prendas que llevaba en la parte superior, quedándome solamente con la parte inferior.
Empezó mi lengua a jugar con unos de sus botones y con una de mis manos jugueteé con el otro botón. Sus gemidos me encantaban así que fui en busca de más…
-Ji… un momento…
Me agarró como a una novia y me llevó a su habitación.