Te vas a arrepentir de lo que me hiciste, Daehyun. Te juro que sufrirás estando a mi lado y rogarás te deje libre. Rogarás Daehyun.
El día que mi mejor amigo se me declaró fue justo cuando recibimos el premio New Rising Star en los Golden Disk. Habíamos llegado al departamento cansados, pero muy felices. Tanto así que, en la cena, Himchan con Jongup y Yongguk junto a Zelo no escatimaban en esconder su relación y emocionados se acariciaban frente a todos.
-Sería perfecto que ustedes también formaran una pareja. –opinó Himchan, en los brazos de Jongup.
-¡Sí! Podríamos salir todos juntos al cine, y tener citas triples. –intervino Zelo.
-Déjense se tonterías. Parecen chicas ansiosas que escriben fanfics. –les dije sin dejar de comer.
-¿Tú qué piensas, Dae? –Himchan otra vez ¿Acaso no tiene nada mejor que decir?- ¿Cuándo le hablarás a Jae?
-¡Hyung! –gritó. Levanté mi mirada hacia él, asustado tanto por el grito como por lo que insinuaba Himchan.
-Que va, aprovecha ahora que estamos todos alegres.
-¿De qué estás hablando, hyung? –Pregunté- ¿Dae, de qué habla Himchan? –No quería sonar espantado por nada, así que suavicé el tono de mi voz.
-Dile lo que sientes, Daehyun. –maldito Himchan ¿Por qué no se calla?
-Basta. –Intervino el líder- Himchan, no seas entrometido.
Daehyun estaba rojo como un tomate a punto de reventar. Ya me presentía lo que vendría, después de todo lo que habían insinuado, pero no quería escucharlo. ¿Somos mejores amigos, no? No hagas esto, no digas nada.
-Jae, yo… -no estaba mirándome, tenía los ojos bajos, pero de pronto tomó valor y… -Yo sé que somos mejores amigos, pero me gustas y…quiero que seamos algo más.
-Woooo… -gritaron los chicos al unísono.
-Qué dices, Dae… no bromees… -intenté quitarle importancia, fingiendo creer que bromeaba. Aunque en realidad sé que no es así.
-Soy serio, Youngjae.
Ya sé que lo eres, Daehyun. Pero no quiero afrontarlo. A mí me gustan las chicas y creí que a ti también. ¿Cómo se te ocurre que podríamos tener algo? ¿Qué harás si te digo esto? ¿Si te rechazo? ¿Llorarás? Seguro que sí. Y todos te tendrán lástima y consolarán, pero a mí, en cambio, me detestarán por no corresponderte. Los conozco bien, sé que quieren una historia de amor perfecta. Pero yo no la quiero. Menos con un hombre.
-¿Te gusto? –le pregunté, ya sé la respuesta.
-Sí.
Aunque el líder finja indiferencia, sé que está muy atento a lo que diré a continuación, al igual que los demás.
¿Qué es lo que se debe hacer en estos casos, cuando alguien se te declara? ¿Cómo era? ¿”A mí también me gustas”? o ¿”También te amo”? Que idiotez más grande. ¿Por qué me pasa esto a mí?
-¿En serio te sientes así hacia mí? –abrí mis ojos, fingiendo sorpresa y felicidad como si al fin pudiera revelar mis sentimientos y me sintiera correspondido.
-Youngjae yo… ¿Te gusto?
Podía sentir los ojos de los chicos sobre mí. No había opción si quería salir bien parado de esto. Aunque sintiera todo lo contrario existía solo una respuesta posible:
-Sí.
La sonrisa de Daehyun le iluminó el rostro, estaba feliz.
-¡Te dije que también le gustabas! –Himchan el profeta hablaba- Son tan obvios, chicos.
-¡Qué esperas, hyung! ¡Bésalo! ¡Queremos ver un beso! –No puede ser, ahora Zelo pidiendo esto.
La noche ya no podía empeorar más. ¡Besarlo! Pero si… Tomé su mano temblorosa, que estaba sobre la mesa y le miré a los ojos. “Imagina que es una chica, una linda chica” comencé a repetir en mi mente.
-No puedo hacer esto. –me separé de él, rápido- Con ustedes aquí, es imposible ponerse serio.
Todos protestaron, pero de alguna manera logré posponer esto un poco más. ¿Acaso creen que están viendo un drama? Continuamos con nuestra cena hasta que se hizo demasiado tarde para seguir conversando.
En el pasillo, una vez que venía de la cocina, cuando me dirigía a mi cuarto, me encontré con Himchan hablándole a Daehyun. Su actitud era idéntica a la de una madre demasiado intrusa con la vida de sus hijos. No quería que le metiera más ideas sin sentido en la cabeza a Daehyun, así que al llegar a su lado, lo tomé por el hombro y me lo llevé al interior.
-Déjanos tranquilos, hyung. -le advertí, cerrando la puerta tras de mí.
Inevitablemente deberíamos llegar hasta esta parte. Los dos solos en nuestro cuarto. Ya es tiempo de hablar las cosas con calma y proponer una solución antes que…
-Youngjae… yo…
Oh, no. No te precipites ¿Qué me vas a decir? ¿Sexo? Es muy luego y muy asqueroso, además.
-¿Quieres que…?
¿Dormir juntos? ¡Jamás! Nunca lo hicimos, ni cuando más solos nos sentíamos, y no lo haremos ¡Nunca!
-Escucha, Daehyun. –le advertí finalmente- Si tú pretendes que nuestra relación sea pegajosa y odiosa como la de Himchan con Jongup, estás muy equivocado. Y ni mucho menos te imagines una romántica como la de Yongguk y Zelo.
-No, yo…
-Esto será de puertas para afuera, porque yo no siento nada por ti. Así que no quieras que duerma contigo, te bese, ni menos sexo, porque no te lo daré. –El rostro de Dae estaba estupefacto- Allá fuera te acepté por el cariño que alguna vez te tuve como mi mejor amigo, pero que ahora no está.
Quería acostarme y dormir de una vez, pero en lugar de eso tomé mi abrigo y un gorro, para salir de allí.
-Tú empezaste esto y lo continuarás hasta el final. Y ni se te ocurra decírselo a alguien.
Me marché molesto sin darle tiempo de protestar o decir algo, sin embargo, no pude evitar ver las lágrimas cayendo por el rostro de Daehyun.