MinHo estaba alucinado con la zona. TaeMin vivía en unas calles todas de pequeñas parcelas, como en la zona alta de la ciudad, pero sin cochazos ni murallas que separasen una finca de la otra. Ahí con unas vallas o una separación de arbustos ya era suficiente.
El jardincito de la entrada estaba algo descuidado, pero tenía florecitas y se notaba que había intención de arreglaros, pues había unas herramientas por ahí tiradas junto a una zona de tierra.
- Mi madre. Quiere plantar
- ¡Oh...! ¿Maria?
- No. Eso lo tiene en su balcón, arriba. – Miró a TaeMin llegar hasta la entrada. “¿Va en serio? XD”
La puerta quedaba algo a la derecha de la fachada, y el salón sobre salía de esa pared. Había una ventana bastante grande, y aunque había cortina, se veía que era el salón, además era evidente.
Nada más entrar estaba la escalera que subía al primer piso, y siguiendo ese corto pasillo, pronto veías el salón extenderse a mano izquierda, tras unos arcos, aunque TaeMin andaba recto hasta el pequeño arco del final, que daba a la cocina americana.
- ¿Quieres desayunar?
MinHo había entrado por los arcos de la izquierda y atravesaba el salón. Había poco más que un par de muebles, un teclado, chimenea...
- TaeMin... Tu casa es alucinante... – Sonrió viéndole. – Sí, gracias. – Tomó una de las galletas que le ofrecía. - ¿Y tus padres?
- Ah, mi madre ha salido a comprar.
- ¿Y tu padre?
- Mm No, yo, - Le miró divertido – Yo no tengo padre. – MinHo frunció el ceño.
- ¿Cómo que no tienes padre?
- Está muerto.
Literalmente, se quedó con la boca abierta, ahí con pedazos de galleta a medio mascar y la mano acercándola quita en el aire.
- ¿Qué? – TaeMin fue tras la cocina americana, arreglando unas cosas, o eso parecía
- Murió cuando tenía seis años.
- ¿Porqué no me no me lo dijiste?
- ... Tampoco preguntaste – MinHo dejó la galleta sobre la encimera.
- TaeMin, te he preguntado muchas veces por tus padres; un día te pregunté sobre qué pensaría tu padre de que hablases solo y me dijiste “No, nada”
TaeMin se quedó mirándole con cara de póquer.
- ... ¿Acaso te mentí? Está muerto, no puede pensar.
- ... ¿P-pero...? En serio ¿Tu eres normal? ¿¡Cómo no me dices que tu padre murió cuando eras pequeño!? ¿¡Porque no me lo dijiste nunca!?
- ¿¡Porqué estás gritando!? No entiendo porqué te enfadas
- ¡Soy tu novio! ¡Supone que confías en mí! – Se sonrojó un poco por usar esa palabra, pero estaba demasiado enfadado como para fijarse por mucho tiempo.
- Bueno, no me pareció tan importante
- ¿¡Qué!? ¿¡CÓMO NO VA HA SER IMPORTANTE!? – Miró a TaeMin. Él estaba justo en ese momento en el que podía llorar o enfadarse mucho. - ¿Sabes qué? Hoy no nos besaremos. Nada de besos; estás castigado.
- ¿Qué? – MinHo se alejó al sofá a coger su bolsa para subirla - ¿C-cómo que...?
- Hoy no habrá nada de besos; ni besos, ni sexo ni nada; hoy vamos a hablar, a ser personas NORMALES con una relación NORMAL. Me vas a contar TODO de ti.
- P-pero mi madre no está
- ¡Me da igual que tu madre no esté! ¡Estoy muy enfadado! ¿¡Vale!? ¡No me puedo creer que no me contaras algo así...! ¡Todas las veces que te hablaba de mis padres...!
- ¡Pero...!
- ¡No! No. No vamos a discutir. Vamos, a, hablar. – TaeMin seguía con la boca abierta y él estaba ahí en medio. – Em... D-dónde está el baño.
- ... Está arriba. – Respondió arrogante. Pero se deshinchó y salió al pasillo. - ...Ven...
“No hay derecho... Ni que hubiese hecho nada malo...” Había hecho la cama, ordenado y limpiado y estaba todo perfecto. “...Maldito MinHo...” Entró por la puerta y se quedó mirándole.
“¡Mierda...! ¡Quiero abrazarle...!”
TaeMin le miraba con la cabeza gacha. “...”
- Solo uno. Pero no más, luego iremos y… me enseñas el pueblo.
- ... Mmm... – Se le acercó abrazándole y le dio un beso, y otro, y otro… Quiso alargarlo más pero se separó de él.
- ¡V-vale…! Bueno... Bueno... – Miró la habitación. – Así que esta es tu casa.
- ... Ajá.
- … Guay. Mola. Y ¿siempre has vivido aquí?
- No. Nos mudamos cuando tenía... siete años o así.
- Ah... – “Sí, suele hacerse al morir alguien: mudarse es bueno para superar la pérdida...” “Mierda... ¿Por qué no me lo dijo...?”
Se miraron algo incómodos pero TaeMin reaccionó rápido y fue hacia el armario y sacó la guitarra. Luego la sacó de la funda y se la mostró.
- Mira.
- Woo… Qué chula. ¿Puedo? – Asintió mientras se la daba. Se pasó la correa por la espalda y trató de tocar algo. – Webs, qué raro Jaja Toma.
La cogió y empezó a tocar (¿porqué todo suena sexual con las guitarras?) una de las mejores canciones de YEA; “Fight” una potente canción que empezaba con un solo de batería, seguía con la guitarra de Anerith y sus distorsiones, se le añadía rápidamente Lewe junto con el sonido del bajo de Imp acompañando la batería que seguía dando fuerte; y de repente sonaba la gaita de Yahandra, cada vez más y más potente hasta que hacía como si los callara. Unos segundos de silencio, y de nuevo empezaban otra vez, ahora también con el teclado perfilando la melodía junto con Lewe y la gaita. Simplemente sublime.
Hablaron de otras canciones, y tomaron el portátil para ver los mejores videos del concierto. Luego los videos que tenía TaeMin grabados con el móvil, y de la carpeta de videos, fueron a la de fotos.
- Vaya, eres más egocéntrico que yo... – MinHo bajaba la barra y aparecían montones y montones de fotos que se tomaba TaeMin.
En la cama, en el escritorio, con la guitarra, con un sombrero, con corbata, sin, desnudo (sin camiseta), en el baño, en el salón, en el jardín. Aunque no siempre parecía hacérselas él.
- En realidad la dejo sobre algo y pongo el temporizador.
- ... Eso es un poco triste.
- Bueno. – Le sonrió.
- ¿Quieres que te haga fotos?
- ¿...Eh? ¿Aquí?
- Mm… No. Demos una vuelta. Quiero ver el pueblo. Parece bonito.
- Es una mierda.
- ¡Venga...! – Le mordió el hombro y le miró haciendo pucheros. “¡MinHo...! jsiajsi ><” Lo miró mal así que se defendió – Dije que nada de besos, no dije nada de morder
- ¿Entonces te puedo morder...?
En esos momentos, en la mente de MinHo... “Mm...” “Ah- ¡b-basta...!”
- No. Solo yo te puedo morder. – Le sonrió a pesar de su aegyo. – Venga, demos un paseo. Te haré fotos. Nos podemos hacer fotos juntos, ¿Eh?
- ¡Sí! – “Vaya, cuanto entusiasmo” – Sí, vale.
Salieron por la cocina. Ahí el jardín era algo más extenso, con tres árboles fruteros con cd’s colgados por ahí de espantapájaros.
- Anda, ¿tú te columpiabas ahí? – En un rincón había un columpio de esos de hierro, con el sillín de goma y demás. El típico columpio de jardín.
- Mm... En realidad aún me columpio en él. – Dijo, y fue a sentarse ahí. Era bajísimo, a penas levantaba medio metro del suelo, pero soportaba el peso. ¡Click! Foto.
La zona donde vivía TaeMin era bastante bonita con todas aquellas casas y demás, pero si andaban siguiendo el río se podía llegar a la playa, aunque luego debían volver a subir para cruzar al otro lado.
- ¿Eso es una noria? – MinHo se refería al otro lado del río. Estaban subiendo hacia el puente, pasando junto a la calle de TaeMin.
- Ah, sí. Han puesto la feria. La pusieron la semana pasada (ya te lo dije)
- Estoy seguro de que no lo dijiste. – Tomó una foto al río con la feria detrás (aunque solo sobre salian un par de atracciones detrás de los edificios) – Podríamos ir
- Vale.
- ¿No hay gente en este pueblo? Está todo muy muerto – “Bienvenido xD”
- La gente está en su casa, hace frío.
- Pero la gente joven ¿no salen o algo?
- Sí, pero están en el centro.
- ¿Vamos? – Le tomó la mano con una sonrisa. TaeMin miró sus manos. Tenía la sensación de que se calentaba la mano.
- Ah... B-bueno, pero... Es mejor que no nos demos la mano en el centro
- ¿Es que nos pegarán o algo? No tengas miedo. Estás conmigo. – “Si pero solo hoy…” Pero su sonrisa acabó de convencerle. Y a minHo le gusto tanto que le tomó otra foto. Y luego tomó una de sus manos cogidas.
Conforme iban llegando al ayuntamiento y el mercado, se veía más gente. Pero tampoco no era mucha juventud. Era bastante chocante para MinHo. Estaba acostumbrado a ver montones y montones de personas andando de un lado para otro, fuese la hora que fuese, en verano o invierno. A TaeMin ya le estaba bien, porque así era más difícil cruzarse con alguien del instituto. Poco a poco, MinHo se daba cuenta de que aquel pueblo realmente era una mierda xD
- Qué escultura más bonita. Parece una persona poseída por el demonio a punto de estallar.
- La hizo mi madre. – “...” “...” – Es coña.
- … - Se giró y le mordió el hombro
- ¡Ahhh!
- Te lo mereces, y lo sabes. – Se alejaron un poco contra un muro de piedra. Que parecía una muralla. TaeMin huía de él mirándole, hasta que chocó contra él y MinHo le acorraló. Y se acercó mucho. Mucho
- ... Creí que no ibas a besarme – Dijo burlándose. MinHo sonrió.
- Y no lo hare.
- …¿Ah…no? …P-parece como si sí... – Sus labios se rozaban. Sentía su aliento, pero realmente, no le estaba besando. Cuando se acercaba demasiado se apartaba otra vez. Le gustaba demasiado aquello - ...Hh...
- Jeje – Finalmente decidió separarase. Le agarró el brazo y le levantó. El muro de piedra era algo inclinado.
TaeMin se adelantó y él se paró. Le veía andar entre unos parterres y el muro, que estaba cubierto de enredaderas por la parte más alta. Tomó otra foto.
Estaban dando un rodeo de camino hacia su casa otra vez. “Joder, no hay ni Dios...” En todo ese rato como mucho vieron a treinta personas.
- Ya te lo dije. Es una caca de pueblo...
- Ah – MinHo se detuvo a mirar hacía la acera de enfrente - ¿Podemos ir ahí?
- ¿Mm? – Era una de las típicas pastelerías, aunque su madre decía que era la mejor. - ¿Por? Si ahora vamos a comer.
- Quiero comprar algo para llevar de postre.
- ... Qué correcto eres...
- Pues claro.
Le dio un poco de corte entrar ahí con él de la mano. En seguida sintió la sopresa de las dependientas, sobre todo porque le conocían, a él, a su madre, ya todo el puto pueblo. “No. No es de aquí...”
- Hola, buenas tardes – Pero MinHo sonrió y la incomodidad desapareció. Le miraban encandiladas. Estaba flipando - ¿Cuál de estos está más bueno...?
- ¡Uy! ¡Todos están buenos...! – Fue tal el furor, que no solo les atendió una, sino TODAS, LAS SEIS.
MinHo se fue muy contento pensando que la gente de pueblo era muy maja. TaeMin pensaba que la gente de pueblo era, bueno, de pueblo.
Y cuando llegaron su madre ya estaba haciendo la comida.
- ¡Hola...!
“V-voy a conocer a sus padres... Bueno, a su madre…” Pasó y cruzó los arcos. Estaba teñida de castaño con reflejos rubios. Tenía una gran sonrisa; se parecía a TaeMin.
- Mucho gusto. – Hasta se inclinó. TaeMin le miró algo avergonzado aunque lo amó.
- Mamá, este es MinHo.
- Oh, mucho gusto. ¿MinHo qué más?
- Em – “...¿Eh?” Se miraron.
“¡LO VES! ¡NI SIQUIERA SABES MI APELLIDO!”
“¿¡A caso importa eso!?”
- Choi. El gusto es mío. Muchas gracias por invitarme.
- Oh, no es nada. Puedes venir cuando quieras; se ve que eres un buen chico. ¡Bueno! Espero que te guste la pasta. A Minnie le gusta mucho
- Ah, sí. Por supuesto – TaeMin pasó por delante para ayudar y le miró de reojo con una sonrisilla. “¿Y ahora qué le pasa...? Maldito MinHo...”
- Ah, mama… MinHo ha comprador una tarta de postre. – Murmuró guardándola. Ella se giró y la sacó un poco para mostrársela, y luego la guardó y cerró la nevera.
- Qué amable. – Le miró con una sonrisa. “Jo, que maja.” - ¿Os importa poner la mesa...? Tengo que ir a ver al vecino un segundo.
- Oh, por supuesto...
Cuando ella volvió TaeMin estaba terminando la comida y MinHo le miraba sintiéndose inútil.
Se sentaron a comer.
- Ah, tenía ganas de conocerte MinHo, TaeMin habla mucho de ti
- Mamá... – Gruñó sonrojándose
- ¡No pasa nada! Key también me ha hablado de ti
- P-pues vaya. – Sonrió – Me pregunto qué pensará de mí entonces – Su madre estalló a reír inesperadamente
- Ah... Nada malo. ¿Es que no te llevas bien con Key?
- Bueno. No, realmente no. – TaeMin comía en silencio viendo la tele. Le pellizcó la rodilla. “...”
- Bueno, estoy segura de que al final os llevaréis bien. Key es muy protector con TaeMin. Si se pone así contigo... – Su madre empezó a poner cara perversa, y curiosamente era idéntica a la que ponía TaeMin – Debe ser porque rondas mucho alrededor de TaeMinnie, ¿No...? – Se sonrojó hasta las orejas, pero la risa de la mujer le hizo sonreír - ¿Porqué pones esa cara...? – TaeMin la miraba algo molesto – Ni que fuese un gran secreto. – Le peinó el pelo con los dedos y siguió comiendo.
- Vaya, qué bien se lo toma
- ¿Eh? Por supuesto. ¿Es que hay forma de tomarse mal algo así? – “...Vaya...”
Lo cierto era que MinHo no lo había contado a nadie más que sus amigos. De hecho ni siquiera había pensado en hacerlo. Hasta ese momento. Se deprimió; sabía que no se lo tomarían ni la mitad de bien que esa alegre mujer.
Cuando acabaron de comer sirvieron la tarta, la comieron tomando café y luego su madre le tomó las medidas a MinHo para hacerle un jersey. TaeMin estaba ahí apuntado muy divertido, porque MinHo tenía vergüenza de casi todo. Jamás pensó que fuese a ser tan tímido, y eso le gustaba. Luego se pusieron a ver fotos de cuando él era pequeño. Eso no le gusto tanto.
Era tan tedioso que aprovechó y fue al baño.
- ¡Vaya...! No ha cambiado nada. – Dijo señalándole. Un pequeño TaeMinnie se ensuciaba toda la cara comiendo un helado de vainilla. – Tiene la misma cara. Jeje qué gracioso – Al pasar la página había una foto de TaeMin con un hombre. Jugaban al futbol en la playa. De hecho, era la playa de su ciudad, estaba completamente seguro. La misma arena, un espigón con rocas idénticas, incluso algunos edificios que se veían casi fuera de la foto. – Ah
- ... – La miró alucinado. No comprendía cómo podía afectarla tanto; ¿No hacía mucho ya de su muerte?
- El padre de TaeMin se ve un buen hombre... – Murmuró, y él mismo pasó la página.
- Sí. Lo era. Ah, mira, la primera bici de TaeMin – Dijo animada de nuevo.
HyunyWoony (¡Te quiero Sae! ^^)_ Woowowowow jo yo quiero conocerle !! :D
_ ¿ireis a la feria? Yo iba a salir hoy con SaeHee, podríamos vernos , seria súper ^^
_ seguro te gano en las escopetas >:P
“Jeje, que mono”
Dancing Under Rainbow_ bueno ahora se lo diré. ¡Jum! Seguro que te gano yo :P
- ¡Hey!
Se giró y vio a MinHo entrando por la puerta, así que minimizó Nople rápidamente.
- ¿Qué haces en el ordenador?
- Ah solo era un momento, ahora bajaba. – Se acercó a él y lo tiró a la cama – Ay, qué haces.
Se sentó encima de su cadera y le agarró las muñecas con una sonrisa. TaeMin le miraba y miraba la puerta abierta. “¡Ay MinHo...! jisjiajsi ¿¡Quieres que nos vea mi madre...!?”
- ¿Qué haces? – Se dejó caer y quedó tumbado sobre él
- Mm... Porque me has abandonado ahí...
- Solo fui al baño un momento
- ...Hace media hora que me dejaste ahí solo con tu madre... – Murmuraba haciendo morritos junto a su cuello. TaeMin se sonrojó.
- P-parecía que te llevabas bien... – Se incorporó para mirarle.
- Y me cae bien pero quiero estar contigo.
- ... Vale...
- He visto fotos de cuando eras pequeño. No sabía que antes vivías en mi ciudad... – “Ah...”
- Sí. – MinHo le miraba serio. – Qué, ¿te vas a enfadar por eso también...? – En realidad estaba preocupado. Se dejó caer de nuevo y le besó en el cuello. – A-ah...
- Mmg... – Le abrazó por la cintura pegándose más a él. “...M-MinHo... Está tan calentito...”
- Ah… ¿Q-quieres… quieres que veamos una película...? – Se incorporó de nuevo – En mi portátil, ¿Quieres...? Y luego... podemos salir a cenar fuera. Mm... Un amigo mio quiere conocerte.
- ¿Eh? ¿Como Key? – “No por Dios” “ XD Pobrecito”
- No, es más pequeño.
- Ah. ¿De tu edad?
- Mm... No… Más… - Susurraba gesticulando – más pequeño... – “… No sé si me está bacilando o trata de ponerme cachondo” – Tiene doce años.
- Ah. – “ XD Ah.” - ¿Eh? ¿Doce años? Pfff
- No es ningun niñato; ya verás. Es muy majo. En serio.
- Bueno…
- ¿Quieres… o mejor le digo que no…?
- ¡No, no! Siento curiosidad por la única persona del pueblo que no crees que te odia.
- Ja-ja. – Se apartó sonriendo mientras TaeMin cogía el portátil
- ¿Qué peli veremos?
- La que quieras, tengo muchas bajadas... O series si quieres... También tengo...
- Mm...
Se pasaron tres horas viendo series; un capítulo detrás de otro, y cuando fueron casi las nueve se deicieron a salir para cenar.
- Caray, esto es otra cosa – Había un montón de gente en la calle, sobre todo gente joven. –Como mola. ¿Dónde cenamos?
- Ah... Hay una pizzeria por aquí.
- Genial. – Le miró con una sonrisa, tomando su mano de nuevo.
Le gustaba la sensación; sentir como le cogía le daba seguridad, pero no le hacía gracia que toda la gente les mirase, incluso señalase sin ningún pudor. A MinHo también le impactó bastante.
- ¿Es que no tienen nada mejor que mirar...? – TaeMin suspiró.
- Bienvenido a mi infierno... – Le miró.
- Tampoco lo llamaría así pero... joder
- ¡Uy...! ¡Mira esos maricas...! – Se giró y vio a unos niños mirándoles. “Ni que fuese algo tan raro...”
La pizzería estaba petada de gente de su instituto, así que fueron a la siguiente. Allí la gente era ya más mayor, y además las pizzas estaban más buenas.
- Ah, tienes... em... – TaeMin le miraba desconcertado mientras MinHo señalaba, y luego alargaba el brazo para tocarle el labio. – Chupa. – Miró su dedo. Tenía queso fundido encima. – Jeje
- Aw... MinHo…
- …Come on…
- Mm… - Abrió la boca y lo chupó. MinHo parecía divertido. - ¿Sabes? Es un poco rollo que no me dejes besarte... Cuando te pasaste el día provocándome...
- Es divertido.
- Mm... – Gimió descontento. – Ah, mierda...
- ¿Mm? – Se giró a mirar quién había. - ¿Qué?
- ... Es ese idiota... – Krystal le fue a saludar pero congeló el brazo a medio camino mientras empezaba a murmurar cosas con KyuHyun y las otras chicas. MinHo les miró.
KyuHyun le aguantaba la mirada.
- ¿Ese es el que te pega?
- Mm... Bueno, lo intenta. – MinHo seguía mirándole, pero frunció el ceño y KyuHyun bajó la vista al suelo. “¿Debería decirle algo...? No. No debo meterle en problemas…”
“Genial, se quedan. Supongo que ni me saludarán cuando salga.”
Trataron de comer lo más cómodamente posible, pero era evidente que a TaeMin le costaba, sabiendo que estaban esos ahí, aún hablando de ellos. Incluso uno de los amigos de KyuHyun (seguramente se había juntado con alguna de esas tontas) les saco una foto con el móvil. Eso cabreó a MinHo.
- Es ilegal tomar fotos de alguien así – TaeMin le paró
- Déjalo, no importa.
- A mí me importa. No pasa nada, solo le diré que la borre.
- MinHo...
- Eh, - le apartó la mano del brazo con delicadeza - ¿Quieres que se la pasen unos a otros? Déjame ir antes. No te preocupes.
Se levantó y fue hacía allí. TaeMin también quería ir pero no quería abandonar su pizza.
- Hey. Qué aproveche. – Los chicos le miraron aguantando la risa, pero Krystal se las veía a venir, y las otras chicas también.
- Gracias... – Murmuró el de la foto, casi meandose de la risa.
Pero se le pasó la tontería en seguida, cuando de un golpe de pie, MinHo giró su silla haciendo que le mirase.
- Me acabas de hacer una foto y no me gusta que me hagan fotos sin mi consentimiento. Bórrala ahora mismo o llamo a la policía.
- Eh, tu – El camarero se acercó a ellos.
- No se preocupe jefe, es mi primo, ¿verdad? – Dijo dándole una palmada en la espalda. Muchos de los comensales siguieron comiendo y charlando, pero el camarero seguía mirando a MinHo.
- Su tío iba al colegio conmigo. Y no sé quién eres.
TaeMin alargaba el cuello tratando de enterarse de algo. “¿Qué pasa...? Mierda, seguro que le van a echar...”
- Disculpe. Me ha tomado una foto con el móvil, no sé porqué. Solo quiero que la borre. Es un delito. – El camarero le repasó con la mirada y luego miró al chico.
- Ryeo, mariquita. Borra esa foto y deja de joder a mis clientes.
- ah, s-sí... Ya está... – Añadió mirando a MinHo temeroso. El camarero ya se había alejado a servir otras mesas.
- De qué vas marica – Saltó otro. – Métete con los de tu tamaño
- Te crees muy listo viniendo a nosotros, ¿eh? Puto pederasta – “¿Es ese?” KyuHyun le aguantó la mirada otra vez, tan desafiante como cuando entró en el restaurante.
- ... ¿Sabes quién soy? El novio de TaeMin, así que vuelve a ponerle una mano encima y te rompo los dedos...
- Vuelve a amenazarnos y sabrás quién soy yo.
“...” La que parecía ser su novia le tomo del brazo haciéndole sentar y los demás chicos y chicas le miraban, y luego a él, seguramente esperando a una respuesta.
- Ni te atrevas a tocar a
- MinHo... – TaeMin se acercó algo rígido
- Ah, hola TaeMin... – Saludó Krystal. “Guarra.” La ignoró
- ... Ya me terminé la pizza.
- ... Vale.
- Voy a pagar.
- Vale. – KyuHyun seguía mirándole pero reaccionó yendo detrás de él. – No, espera, yo traigo dinero.
- Porque lo has hecho.
- Porque todo el mundo te estaba mirando. – MinHo negó con la cabeza dando un sorbo a su batido.
Estaban sentados en unas mesas de picnic detrás de la bulliciosa feria. Habían quedado ahí con HyunWoo y sus amigos.
- Ese niñato es un gilipollas. Si nos lo encontramos...
- Qué.
- ... ¡Joder…! Sería más fácil si fuera de mi edad. Y tú. – Le acusó de repente. – Te follaría y no pasaría nada – Ignoró la cara de TaeMin – Le pegaría y nadie diría nada; pero claro, como es un maldito niñato mal nacido...
- Es un condón roto.
- ... Estúpido niñato… Me ha puesto de mala leche, en serio…
- Bueno... Tienes que perdonarle; es desgraciado... – Le miró y suspiró sonriendo.
Alargó el brazo, lo pasó sobre su hombro, se acercó y le besó. Fue tan tierno que se le pasó el frío por unos instantes.
- ... Te contradices a ti mismo... – dijo con un susurro
- ... Constantemente... – Le besó otra vez y lo alargó. – Mm... Cuatro quesos... – Se apartaron riendo.
Vieron a un grupo de chiquillos parados algo alejados, que de repente se pusieron en marcha de nuevo para acercarse.
- ¿Más?
- No. Estos son buenos. – Se levantó y se adelantó, igual que HyunWoo.
- ¡Hola hyung! / No quisimos interrumpir
- No importa. MinHo, este es HyunWoo.
- Buenas
- Mucho gusto; eres aún más guapo que en foto. – MinHo se sonrojó
- V-vaya, gracias. – Sus amigos se acercaron por detrás a saludar a TaeMin, y luego vinieron el montón de chicas, SaeHee entre ellas. Se alargó hasta ahí para saludarle también.
- Hyunny – Él se giró hacia su novia con una sonrisa. – Están yendo todos al barco pirata, ¿tu te quieres montar?
- ¿Subes conmigo?
- Me da miedo
- ¡Venga! Si será súper
- Pero eso marea mucho… - TaeMin y MinHo se miraron.
“¡Qué mooooooooooonoooooooooooooooos.....!”
Fueron para allí con ellos. Pasaron por el estante de petar globos con dardos, luego por la de escopetas (jugaron dos veces) y luego HyunWoo, TaeMin y los demás niños subieron al barco pirata.
Se balanceaba hasta quedarse vertical. Las chicas se montaron en la zona de sillas, pero HyunWoo y TaeMin subieron en una de las gabias que había en las puntas. En la popa. Mientras, MinHo grababa.
Luego ellos se subieron a los autos de choque y se quedaron por ahí rondando hasta pararse delante de la atracción más bestia de todas: el péndulo. Básicamente, te sentabas ahí, en una partícula con cuatro sillas, dos delante y dos detrás, pegada a un mástil de por lo menos unos treinta metros de altura, sujeto por su mitad a a la la estructura vertical que le servía de base. Giraba el mástil y giraba la partícula: dos de cada diez que subían acababan potando nada más bajar. Y uno de cada veinte, durante el trayecto. Está bien, quizás exagero.
- ¿Te montas? – Le preguntó a MinHo
- Ay... Me da miedo... – Dijo imitando a la niña (ahora lejos de ahí, en los autos de choque)
- Venga... pero si será súper... – Rieron - ¿En serio te da miedo?
- Ya estás tardando en sacar la pasta.
Montaron, gritaron mucho, no vomitaron y bajaron con un subidón de la hostia.
Vieron a los niños otra vez y los acompañaron a comprar comida, pero no se véian comiendo nada. Era un gran cambio, pero se dirigían a la noria.
TaeMin miraba a HyunWoo andar de la manita con SaeHee. Miró a MinHo. No se daban la mano, parecía que se había convencido de que era un pueblo de mierda, aunque lo miraba todo con asombro.
- La verdad es que me estoy divirtiendo. – Dijo. – Ha sido una buena idea pasar del sexo y tal
- ... ¿Psicología inversa...? – Rió
- Me has pillado.
- Pues claro. – Respondió sin mirarle, y le cogió la mano. Pero ya no se alarmó. Le gustaba, y le daba igual lo que pensase o lo que les dijesen.
Montaron en la noria después de hacer algo de cola. HyunWoo y SaeHee subían en una cabina, y ellos dos en otra, luego estaban sus amigos por ahí tratando de ligar con otras niñas.
Mientras ascendían vio a HyunWoo abrazar a la chica y darle un beso en la mejilla. Ella sonreía.
- Ese niño es adorable. – Dijo. MinHo también los miró.
- Yep. – Miraba el paisaje. El pueblo era bastante grande, pero no tenía nada de interés. – TaeMin
- ¿Mm?
- Tu pueblo es una mierda. Full of shit.
- Tienes un día muy britanico
- It’s rubbish.
- I hate it. – Le miró sonriente. – But I love you.
- Tu voz suena sexy diciendo eso.
- ... Cualquier voz suena sexy diciendo algo en inglés. Cuando dije I hate casi te empalmas. – MinHo soltó una carcajada. Se levantó con intención de ir a su lado. La cabina se quedó algo inclinada pero en principio seguía siendo segura. – Me alegro de que vinieras. – Le miró – Me hubiese quedado en casa.
- ¿Y HyunWoo?
- Él tiene sus amigos... Soy un pegote con ellos. Con todo el mundo.
- Eso no es cierto. Amber, Onew, ellos te adoran. – Le peinó el pelo con los dedos.
- Tengo que cortármelo.
- No lo hagas. Me gusta. – Le miró de reojo, pero se giró a peinarle el pelo a él también. – Tengo que cortármelo.
- ...No lo hagas. Me gusta...
- Mm… - Acercó la frente y se quedaron mirando.
- ... ¿Vas a saltarte tu norma por tercera vez...?
- Cuarta.
- ¿Por cuarta vez…? – Pero se separó.
- Si odias tanto este lugar, porque no te mudas. – TaeMin bajó la mirada. – Teníais un piso en la ciudad, ¿Cierto? Sé que... deben ser muchos recuerdos pero... Allí serías más feliz. Si le dijeras a tu madre todo lo que te ocurre, estoy seguro de que ella misma te sacaría de ese instituto antes de que terminases de contárselo.
- Mi madre sabe todo lo que ocurre. Mi tutor le cuenta todo; un poco más y cuenta las veces que voy al baño.
- ... Entonces pídelo; si no se lo dices quizás piensa que eso no te importa.
- ... No puedo hacer eso...
- ¿Por? Ella encontraría trabajo allí también.
- Ah... No, no es por trabajo. Ni siquiera trabaja aquí, va a la ciudad de al lado.
- ¿Entonces por qué? Quizás no encontréis la mejor casa; de hecho seguro que sería una mierda, pero podrías elegir un instituto; podrías elegir un poco. Tendrías oportunidad de no ser el centro de las miradas allí. Estaríamos más cerca...
- Mm... No, no puedo hacer eso...
- ... ¿Por qué...?
- … No puedo pedir a mi madre que nos vayamos de aquí... – Le miraba sin comprender.
- Porque no.
- Ahm... – TaeMin hablaba mirando la puertecita, rascándola con la uña. Llegaron al punto más alto e iban a quedarse ahí parados un rato porque bajaba y subía gente. – Mi madre y yo nos mudamos aquí cuando murió mi padre... No por huir de nuestro piso ni nada de eso... Fue porque... Porque ellos se conocieron aquí. Mi padre era de aquí y se conocieron aquí. Cuando yo nací ya se fueron a la ciudad por el trabajo de mi padre pero... Cuando él murió mi madre quiso volver. Ella no huye de nada – Dijo mirándole – Vive con sus mejores recuerdos. De cuando eran jóvenes y todo eso... De cuando se enamoraban... Por eso no puedo pedirle que nos vayamos, porque para ella este pueblo es lo mejor del mundo; para ella mi padre aquí era joven y en la ciudad moría. Y a mí... a mí me da igual dónde vivamos...
- ... Entiendo...
Le acarició la mejilla y le abrazó. TaeMin solo le sonrió un momento y luego siguió mirando el paisaje.
- ... ¿Aún estás enfadado...?
- … No puedo enfadarme contigo. – TaeMin sonrió.
- Yo sí puedo. Me hiciste esperar mucho hasta venir. – Murmuró con una sonrisa.
- Lo siento. Me arrepiento mucho, me encanta tu pueblo.
- Hace nada dijiste que era una mierda.
- Ahora me gusta.
TaeMin siguió rascando la cesta con una sonrisa.
HyunWoo y SaeHee estaban muy animados cuando bajaron. “De seguro se han estado besando” Pensó divertido.
Volvieron a las casetas para ver si podían optar a algún buen premio. Entre los chicos, TaeMin y MinHo, consiguieron ganar el peluche que le pedía Sae a HyunWoo, y luego aún les sobraron puntos, que le regalaron.
- ¿Qué te has cogido? – Preguntó la niña detrás de un enorme peluche.
- Un coche en miniatura. Se lo regalaré a mi padre. – Dijo risueño mirándoles.
- Es súper chulo. – Dijo TaeMin sonriente. MinHo le dio un golpecito en el costado.
- Eh, ¿Quieres que te consiga un peluche?
- ¿¡E-eh...!?
- ¡Yo te ayudo MinHo!
- Vale.
- ¿¡Eh!? ¡P-pero…!
Ellos ya pidieron los dardos y estaban listos para lanzar. Le ganaron uno pequeñito de un pato. Era muy mono, aunque no tan bueno como el de SaeHee, pero en fin.
Había sido un día magnífico, sano, muy normal e inocente, y volvían a casa de TaeMin de la mano, sin haber bebido ni fumado ni hecho nada raro, con un peluche. Había sido el mejor día de su vida en ese pueblo. Ahora le gustaba un poquito más.