“Estudiar con esta música no es una buena idea...” Encendió la pantalla y apagó el reproductor. La foto de los seis integrantes del grupo, de piel azul y peinados extraños le miraban con sus ojos azules. “Tuve que ir a ese concierto...”
Estiró los brazos con un bostezo. Era de noche ya. “¿Habrá cenado...?”
“Para: TaeMin
¿Has cenado ya? Qué hambre tengo xP_”
Lo miró.
“Pero qué demonios...”
“Para: TaeMin
¿Has cenado ya? Qué hambre tengo x_”
“Para: TaeMin
¿Has cenado ya? Qué hambre te_”
“Para: TaeMin
¿Has cenado ya? Qué ham_”
“Para: TaeMin
¿Has cenado ya?_ ”
“Para: TaeMin
¿Has_”
“Para: TaeMin
_”
Lanzó el móvil al sofá naranja.
“La verdad es que es un fastidio... Sería guay poder quedar con él más a menudo, es muy majo. A pesar de tener catorce años...”
Dio unas vueltas en la silla giratoria. Miró el libro de texto con intención de ponerse a ello, pero se alejó de nuevo.
“¿Entonces ya está? ¿No le veré hasta a saber cuándo...?” Se separó de nuevo y fue girando hasta chocarse contra la librería de la pared contraria.
- Hey – La puerta se abrió y apareció su hermano.
- Hola
- ¿No sales esta noche?
- No lo sé. – Él entró y se paseó por la habitación. “Como si estuvieras en tu casa...” Pensó algo irritado.
- ¿Estudiando? ¿Estás de exámenes?
- Sí.
- Muy bien. – “Vete.” – Ven a poner la mesa.
- Vale. – “Total, no estaba haciendo nada...”
Estaba su novia allí también; ni se había enterado de que llegaron. Cenaron tranquilamente como de costumbre, aunque MinHo parecía estar en otro mundo.
Al sacar la mesa escuchó como lo comentaban. “Estará enamorado” Dijo la chica. “Si es que... Teñida tenía que ser...” Pensó entre risas.
Avisó de que seguiría estudiando y volvió a su habitación.
“Que pronto es...” Miró el móvil otra vez. “Las diez…” Sonrió “Debe estar dando saltitos de alegría... ¡Su querido concierto ya está aquí…!”
Se conectó pero viendo el panorama, dejó las conversaciones a medias y se subió a la cama.
No se sentía bien de ninguna manera: ni sentado en el sofá, ni en la silla ni de pie, así que se tumbó, y aún así seguía sintiéndose extraño.
“Necesito salir, esto es un agobio...” Y de repente notó el móvil en el bolsillo.
TaeMin corrió y corrió pradera abajo esquivando a gente y botellas de alcohol hasta saltar a la espalda de Fred.
- ¡WWWWWWAAAAAAAAAAAAAWWWWWW!!!! – Las chicas de delante fueron a abrazarle - ¡WAAAWWW WAAAAWW!!! – Saltaban todos juntos abrazándose. TaeMin parecía no sufrir la gravedad; cada vez saltaba más y más arriba mientras la gente iba saliendo escopeteada del estadio.
- Woa ha sido tan sumamente... sumamente... En fin... – Panda le miró y miró a sus amigas – Waw
- Sí, ha sido ... ¡BADUM! – Gritó girando sobre sí mismo. - ¡Lo veís! ¡Fue Inferno!
- ¿¡Cómo que lo veis!? ¡Yo dije que sería Inferno! – Key apareció por allí bajando tranquilamente, pero luego corrió a abrazar a TaeMin, haciéndole volar mientras giraban – Oha... que alucinante ha sido
- ¿Habéis comprado la camiseta? La oficial – JJ se despelotaba para cambiársela
- La tienda estaba llena; da igual. – Respondió TaeMin. Parecía que la ropa le iba grande. Sus pupilas estaban dilatadas y estaba empapado en sudor – Qué fuerte... ¡Qué fuerte...! – Empezaba a saltar otra vez
- ¡Ya...! ¡Cálmate…! – Key le paró riendo.
- ¿Y Yahandra? – Preguntó Panda.
Yahandra había sufrido un pequeño incidente en el concierto. Tal como dijo MinHo, estar en primera fila no era tan idílico ni mucho menos: en cuanto les hicieron pasar rompiendo la entrada, corrieron como locos hasta el estadio y una vez dentro siguieron las flechas fosforescentes hasta el escenario, estampándose allí como si se tratase de ganar algo. Y a medida que iba entrando la gente (usando la misma estrategia de carrera deportiva) aquello estaba cada vez más apretujado, hasta que llegó un punto en el que parecía milagroso poder hinchar los pulmones.
Y ya ni hablamos de cuando salieron ellos.
- ¿Qué le ha pasado? – Pregunto TaeMin. Él había estado en trance todo el rato; saltando al borde del agotamiento como un loco.
- Se mareó y la sacaron por delante. Igual que Nina. – Explicó Fred.
- ¿¡Eh!? ¿¡Pero están bien!? – Su preocupación y su gesto de peinarse el pelo hacia atrás con los dedos derritió a las presentes. Incluso a Fred, pero solo un poco.
- Supongo que sí. Ahora les enviaré un mensaje.
- Ok... – Se miró las manos y luego dio un codazo a Key. – Ah, - Exclamó para todos de nuevo - ... ¿Qué haremos al final...?
MinHo andaba decidido hacia la plaza de la fuente seca. Con su abriguito y su bufanda. Sulli pasó cruzándose con él por el otro lado de la calle peatonal.
- Adiós eh
Ni siquiera se giró a despedirle, al contrario, se apresuró en irse lo antes posible.
Cuando llegó a la plaza fue directo hacia la figura andrógina de la chica que estaba sentada en la fuente.
- Acabo de ver a Sulli irse. Qué cosas, ¿Eh? – Amber levantó la cabeza mirándole con odio. Se veía abatida. “La ha dejado.” No necesitaba oírlo, su mirada se lo decía todo.
La abrazó durante un buen rato, hasta que ella se separó lentamente.
- Me alegro de que me hayas llamado para salir... Necesito olvidar muchas cosas...
- Sí...
- Qué tal anoche. Dormiste con Tae, ¿no? – “No me sermonees...” Casi se asustó al oír vibrar el teléfono.
- Disculpa. – Se lo sacó del bolsillo y se alejó un poco, lo cual intrigó a la chica.
- ¡Hola! – “¡TaeMin...!” - ¿Hola?
- ¡Hola, hola! Joder, como gritas
- ¿¡Eh!? P-perdona hay mucho ruido aquí... ¿¡Me oyes!? – “Este niño” Se alejó el teléfono un poco, entre risas
- Te oigo sí
- Que vale; sí puedo quedar. ¿Dónde?
- Ah pues... – “Mierda. Ya invité a Amber...”
- Dime la dirección que iremos en taxi creo – “¿Iran? ¿Todos juntos...? Bueno, de hecho es mejor... ¿No…?”
- Dile a Key si
- ¡Espera, espera…! – Se escuchó algo de ruido – Ah, ¿Conoces el…? – Escuchaba murmullos - ¿El Yoke? ¿Yoke...? – Preguntó a Key. MinHo sonreía
- Sí, lo conozco. Vale; pues quedamos allí
- ¿¡Eh!?
- ¡QUE SÍ, QUEDAMOS ALLÍ!
Se acercó a Amber después de colgar. Ella estaba aún más sorprendida. Hacia unos instantes traía una cara muy larga: ahora de repente sonreía con los ojos brillantes.
- ¿Te apetece ir al Yoke? – Preguntó seductoramente.
Los demás se fueron en tren muy tristes de que no les acompañase, pero evidentemente no podía rechazar la invitación de MinHo. Key no estaba nada contento.
Subieron a su casa antes de ir allí, porque resultaba estar casi al lado. Key se cambió de ropa y TaeMin también: le prestó unos leggins gris oscuro (estaba tan delgado que le hacían bolsa) y una camiseta de manga larga muy larga en sí. Le quedaba algo grande, pero bien, sorprendentemente.
- ... Me siento sucio... – Key lo miró. Llevaba un rato mirándose frente al espejo. Había logrado quitarse el maquillaje de las mejillas, pero el de los ojos aún se notaba un poco. “... A saber qué pensó MinHo cuando me vio así...” Se repasaba constantemente.
- ¿Vamos o no?
- Mm... Espera, quiero usar el baño
- No tires de la cadena.
Sus padres y su abuela dormían, y era un piso pequeño; se podía escuchar todo. Meo nervioso y luego se lavó las manos de nuevo. Se olisqueó arrugando la nariz. “Huelo a sudor ajeno... qué asco...” Consecuencias de la primera fila. “Jope... si al menos pudiese ducharme...” Cerró con pestillo y se sacó toda la ropa para meterse dentro de la ducha. A Key casi le dio algo cuando escuchó el agua.
- ¿¡Pero se puede saber qué coño haces!? – Gritó susurrando cuando ya salía.
- Es que olía fatal... – “¡No puedo oler así y ver a MinHo...!”
- ¿¡Qué!? ¡Vienes de un concierto, no esperes oler a rosas! – Le tomó un mechón de pelo y lo soltó con desprecio – Encima te vas a resfriar
- ... No puedo secármelo... ¿Verdad...?
- Va-mo-nos.
Salieron a la habitación de Key para coger los abrigos y demás. “Bueno, por lo menos ahora huelo a jabón. Y a rosas... Mm...” Además la ropa de Key olía bien también.
“Para: MinHo
Ahora salimos de casa de Key; en diez minutos estaremos ahí”
Se guardó el móvil en el bolsillo y lo miró.
- ¿Qué?
- Dormiremos aquí, ¿vale?
- Sí. – Key asintió dando por zanjado el asunto por tercera vez en la última hora.
Amber y MinHo habían pasado también por casa, por la de la chica, para coger algo de dinero y arreglarse un poco: Amber quería ligar.
- De qué conoces a esos chicos
- De internet. Bueno, realmente solo conozco a uno. – “Y tiene catorce años, así que técnicamente es un niño.” Pero eso no se lo dijo. Tampoco lo estimó necesario.
- ... Y su amigo como es
- No es tu tipo. – “Ni tu el suyo.”
- Tampoco estoy de humor...
- Hace dos segundos has dicho que querías ligar
- ... Ya... – La abrazó de nuevo después de ponerse la chaqueta.
- Has hecho lo correcto, en serio.
- ... Entonces porque me siento mal...
- ... No lo sé... Porque eres humana. – Le dio un beso en la mejilla. - ¿Vamos? Ya nos estarán esperando.
TaeMin y Key estaban ahí en la puerta. Bueno, al otro lado de la calle pero frente a la puerta. La Y de Yoke era una copa de cóctel.
- Ahí está. – Anunció Key.
“¿¡Dónde!? ¿¡Dónde…!?” Le buscaba con la Mirada pero era inútil pues llevaba otros pantalones y otra chaqueta, y además iba con una chica. Aquello le sorprendió un poco “¿Será HanA...?” Cuando se acercaron a ellos, se murió de vergüenza al ver la mirada asesina que le dirigía Key.
- Hola. TaeMin, Amber, Amber TaeMin – “Uf... No es ella…”
- ¡Hola! – Amber le saludó pero luego siguió mirando a su amigo, completamente alucinada. – Key, ya conoces a MinHo
- Sí. Hola Amber
- Hola. – Se saludaron. – Bueno chicos… - Dijo ella, y de nuevo miró a MinHo alucinada – Qué plan tenéis. Porque mi plan es beber. – TaeMin sonrió y dio un par de palmadas silenciosas. Key y Amber le miraron algo raros, pero MinHo sonrió.
- Mola.
- Entremos, venga. – MinHo se adelantó así que él fue detrás. Key lo miró y lo siguió con la mirada.
Pero Amber estaba antes, y se pegó mucho a MinHo susurrándole divertida.
- ¿Cuántos años tiene?
- Eh... Catorce
- ¿C-catorce…? - Se alejó alucinando con una sonrisilla, viendo que TaeMin ya les había alcanzado. “Amber, no me mires así. No soy un pederasta; ese lo tenemos detrás tratando de incendiarme la nunca con su mirada.”
- Esto... ¿Ya podré entrar ahí…? – Amber y MinHo lo miraron, y Key también. - ¿Eh? – Los tres mayores se miraron entre ellos, pero al final la mirada siempre recaía en MinHo, que finalmente sonrió dándole una palmada en el hombro.
- Sí, tranquilo.Te colaremos.
No pasaron.
Así que hicieron caso a Amber en su plan B: una zona junto al puerto turístico (no el comercial) dónde las discotecas ni siquiera tenían puerta, como si dijéramos: se entraba tal cual. TaeMin estaba flipando: era como un centro comercial de discotecas: un paseo entero con locales a lado y lado, música distinta que se mezclaba en medio de la calle; gente cruzando de un lado a otro, bebiendo y bailando mientras pasaban a la siguiente. “Alucinante.”
- Voy a comprar algo de alcohol – Amber se alejó hacia la primera barra que vieron. Key se encontró con unos amigos suyos por ahí que resultaban ir muy a menudo. Se miraron.
MinHo miraba a Amber mientras se alejaba, pero luego se encontró con los ojos encendidos de TaeMin y esbozó una sonrisa.
- Qué, cómo fue el concierto – Le dijo moviéndose, chocando con su hombro. Él se dejó.
- ¡Fue súper guay! Cuando fue la hora nos hicieron entrar y fuimos corriendo a primera fila, ahí a mogollón; cada vez te apretujaban más; a una amiga la tuvieron que sacar; pero fue después, cuando tocaban, ¡Ah! ¡El inicio fue alucinante! ¡Salian por unas plataformas rodeando todo el recinto cuando sonaba su intro de “From Allon”! ¡Súper guay! La primera canción fue “Welcome to the Earth” y había una pantalla detrás y se proyectaban los videoclips mientras ellos tocaban; y había luces y... Durante la cola las chicas del club de fans nos regalaron estas pulseras luminosas – Dijo mostrándosela un instante. MinHo le tomó de la muñeca para mirarla mejor pero él seguía hablando y apartó la mano con una sonrisa – Y yo estaba como ¡Wee! Saltando; he saltado un montón; mucho, mucho, mucho; y Key también; y cuando tocaron “Gravitation” fue WUUAAAA he llorado de la emoción; parecía que iba a salir volando yo también – Estalló a reír nervioso de recordarlo todo – Y la penúltima que tocaron fue... ¡Oh...! – Suspiró teatralmente y MinHo se echó a reír
- Madre mía
- Tuviste que venir
- ¿Cuál fue?
- “Inferno” y fue... Cuando empezó a sonar el teclado la gente chillando (yo también) y luego Imp con su solo inicial, y Lewe se acercó y empezó a hablar en alön – “Alön. Ese supuesto idioma suyo” – Y cuando acabaron de tocarla, bueno, mientras Yahandra seguía con el saxo, se acercó otra vez y empezó a decir el discurso otra vez pero normal - “Hemos visto mucho dolor en la Tierra; hemos visto cosas terribles, pero os perdonamos porque sabemos que sois buenos; mostrad vuestra bondad a los que os impiden ser libres. Deshaced el infierno” MinHo adoraba esa canción precisamente por eso: de repente se apagaba la música y oías a Lewe. – Yo he llorado. – Estalló a reír – Y luego han tocado “I’ll come back” mientras saltaban fuegos artificiales.
- Los oí. – TaeMin seguía agitando la cabeza asintiéndose a sí mismo. – Qué bien te lo has pasado entonces
- Sí.
- No como yo. – Alzó la cabeza y le miró con una sonrisa
- ¿Estudiando?
- Eso intenté.
Amber y Key llegaron al mismo tiempo con bebidas y les pasaron una copa a los dos, pero MinHo se la quitó bromeando que era muy joven para beber. Luego se la dio y se quedó pasmado: era una puta esponja.
Bailaban por ahí, pasando de parada en parada.
- ¡Qué bien bailas! – TaeMin lo miró. Sabía que le había dicho algo pero no lo había oído. “De todos modos me da igual xD Me está mirando.” Se pegó más a él. Tuvo un instante de pánico y pensó en alejarse pero se dejó y siguió bailando.
- Ten cuidado, pedobear – “AMBER.” Miró de reojo a su izquierda lanzándole miradas de odio y destrucción. La chica se alejaba riendo.
TaeMin lo miró “¿Qué pasa?” Agitó la cabeza y se sonrieron.
“Qué demonios me ocurre.” Le tenía cogido por la cintura. Estaban muy cerca. Jamás había bailado tan cerca de un chico a menos que fuese estrictamente necesario por cuestiones de espacio o en plan broma. Y no estaba incomodo. Excepto por aquella extraña sensación en el estómago. “Mierda... seguro que me sienta mal la bebida…”
Se alejó para ir a mear fuera.
“Las tres y media…” Llevaban poco tiempo allí pero sentía que era muy tarde. Se subió la cremallera y se alejó de allí. TaeMin le buscaba con la mirada algo alejado. Le saludó y cruzó la calle.
- ¿Que te has perdido? – Negó con la cabeza. Sus mejillas estaban sonrojadas y le brillaban los ojos. – He emborrachado a un menor... Podrían denunciarme – TaeMin rió gustoso, bastante tocado. “Está fatal.” Pensó divertido. – Oye, ¡Yepa! – Se caía – Madre mía, estás fatal
- Estoy bien.
- ¿Sí…? ¿Porque saliste…? ¿Te sientes bien de verdad…? – Le daba miedo que vomitase. Él asintió con la cabeza lentamente
- Te buscaba.
- … Ah… Esto es un poco aburrido, ¿no?
- No. Está bien. Pero estoy un poco cansado… Y esa música no me gusta. – Terminó riendo.
Lo sentó en un portal y se sentó junto a él, sacando el móvil, enchufando los auriculares.
- Toma. – Le apartó el pelo colocándolo detrás de la oreja para ponerle el auricular, pero se quedó con el brazo apoyado en su hombro, y el auricular apoyado en la oreja, pero sin estar dentro. Sus pupilas se veían muy dilatadas. TaeMin se tambaleó un poco, hacia atrás, y su brazo resbaló y luego lo alzó de nuevo para colocarle el auricular. – Ah... Toma. – Se lo puso.
Y le resiguió el lóbulo con los dedos, bajándolos lentamente por detrás de su oreja, subiendo y bajando otra vez peinándole el pelo hasta tocarle el cuello. “MinHo. Qué haces.”
Su mano bajaba lentamente por la espalda del menor. “Para. Para; es un niño.” Se apoyó en la mano que tocaba piedra y se sentó más cerca. “Para.”
TaeMin se giró lentamente. Veía a MinHo acercarse con los ojos medio cerrados, así que los cerró. De entre el “embotamiento” que le provocaba el alcohol, empezó a sentir el corazón latiendo algo más deprisa y aquella sensación de hormigueo otra vez. Esperaba que le besase, pero los labios de MinHo fueron hacia su cuello, junto a su oreja. Dio un beso cariñoso allí, y luego otro. Y luego sintió su lengua repasándole, y los labios succionándole. Dejó de sentirlos aunque sabía que seguían allí por el calor de su aliento. Volvió a besarle, húmedo, bajando, encadenando un beso tras otro, succionándole y lamiéndole de vez en cuando. Soltó un suspiro.
- ¡Eh! – “¡ÑAK!” Dio un bote apartando a MinHo. Key venía hacia ellos con Amber, pero ella se paró a medio camino. - ¿Qué...? ¿Quieres que nos vayamos a casa ya? – TaeMin se estaba levantando entonces, pero MinHo tiró de su brazo sentándole
- ¿Te vas ya? – Amber estaba alucinando. – No. No, espera. – Miraba a TaeMin y a Key con los ojos muy abiertos – P-porque no os quedáis; podemos ir a dormir a casa de un amigo nuestro
“¡Key! ¡Key! ¡Leeme los labios! ¡S-I!” Pero solo lo miraba con cara de asco.
- No. Vamos a casa. Adiós MinHo, adiós Amber, un placer.
- Adiós, lo mismo digo.
Y empezó a andar alejándose.
- ¡Key! – Saltó del portal y corrió tras él hasta alcanzarle. – Key... venga... – “¿Por qué está enfadado...?”
- ¡Venga ya TaeMin! Mira, no me hagas hablar... Ves a despedirte y ven. – Se apoyó en un parking para bicicletas sacando un cigarrillo y el mechero.
- Key venga... ¿Por qué no....? Venga… Porfis… - Juntaba las manitas mirándole. Trataba de implorer pero se le escapaba la risa - ¡Por favor, Key…!
- ¡Deja de comportarte como un crío! ¡Eres un egoísta!
- ¿¡Yo!?
- ¡Te insistí un montón de veces para que te quedaras a mí casa, pero no, tú querías volver con ellos! ¡Genial! ¡Hasta ahí todo bien! ¡Ah, pero si él te envía un mensaje entonces cambias todos los planes a última hora, incluidos los míos! ¡Venga ya! – Tiró el cigarrillo acabado de encender al suelo. - ¡Ves a despedirte de una vez!
“Key...” Odiaba que le hablase así. Estaba tan feliz hacía escasos dos segundos, y ahora se sentía como una mierda.
- Encima si ahora vienes a la ciudad sabré que no es por mí. – “...” – Porque yo siempre te digo que te vengas pero pocas veces te vienes
- ...Estamos más anchos en mi casa...
- No sé cómo es su casa, pero seguro que te parecerá ideal y mejor que la mía. Además ya sé como acaba esto...
- ¡Yo no me enfadaría si salieses con alguien de mi pueblo y fueses allí por él!
- ¡No hay nadie en tu pueblo que me interese...!
- ¡Joder Key...! – Resopló enfadado - ¡Joder! ¡Por una vez que me gusta alguien podrías alegrarte por mí!
- Sabes perfectamente que no es por eso que estoy enfadado. – Respondió seco. Tanto que le hizo callar unos instantes.
- Lo siento ¿vale...? – Le salió más arrogante de lo que esperaba. Se quedó un rato allí viendo como sacaba otro cigarrillo y lo prendía, mirando apenado el que acababa de tirar al suelo. No era tan “fumador” como para recogerlo de un charco que bien podía ser orina como gasolina. - ... Vale... Ahora vengo – Murmuró inaudiblemente.
Se giró yéndose hacia ellos.
MinHo y Amber estaban exactamente igual que cuando se alejaron. Habían mantenido una breve pero intensa conversación a base de “Qué”, pero cuando TaeMin se acercó, MinHo empezó a levantarse. Parecía cansado.
- Nos vamos ya.
- Oh vaya… Bueno, un placer conocerte. Eres el chaval de catorce años más majo que he conocido nunca. – Le dio unas palmadas en la espalda y se alejó un poco viendo que se acercaba hacia MinHo. Se abrazaron.
“Porqué estoy sintendo esto...” “No quiero que se vaya.” Se separaron y se miraron con una mueca. “Quédate.”
- Adiós Key, mucho gusto
- Ah... – Cortó a Amber con la mirada y se dirigió a MinHo - ¿Está muy lejos la casa de vuestro amigo? – TaeMin se giró con los ojos como platos – Estoy bastante cansado...
- N-n-b-bueno. No mucho. – Amber le miró. No había alucinado tanto desde que probó la ayahuasca.
- ¿Llamas a Onew? – MinHo asintió - ¿No estará durmiendo?
- No creo.
No. Estaba despierto.
- ¡Hey…! ¿Qué pasa? ¿Qué horas son estas de llamar? – “Lo sabía. Debe estar viciando a la play.”
- Oye Onew, estoy con dos amigos y Amber y nos preguntábamos qué tal estaba tu piso para pasar la noche.
- Ningún problema, ya sabes. Pero ¿cuántos amigos?
- Dile que yo dormiré en el sofá.
- Amber puede dormir en el sofá; nosotros dormimos juntos y ellos duermen cada uno en una cama.
- La podemos compartir. – Dijo sin pensar “Calla TaeMin. No digas cosas de las que puedas arrepentirte luego.” Miró a Key de refilón. Él seguía enfadado pero esbozó una sonrisa con los ojos. Sí, en él era posible.
Tardaron un cuarto de hora en llegar allí en un bus nocturno. Key se estaba cagando en todo, TaeMin lo sabía, por eso se concentraba en mirar por la ventana.
Él mismo Onew les abrió la puerta, guiándolos por el pasillo hasta el salón y de allí al otro pasillo, haciendo pasar a Key al final de este dónde había una puerta, y a TaeMin a la más cercana al salón. La otra puerta estaba directamente en el salón, como sobresaliendo, creando una forma rara. Pero ese era el cuarto de Onew.
Amber se tiró al sofá y se tapó con unas mantas. Se dieron todos las buenas noches con un grito y la casa se sumió en el silencio.
MinHo arrugaba la manta mirando al techo. Onew se pegó más a él sacudiéndole por un hombro.
- Estás muy serio para estar borracho.
- Creo que no me encuentro bien. Cogí un resfriado o algo; no, debe ser algo gripal...
- ¿Te vas patas abajo?
- ... – Lo miró entre asqueado y divertido – Aún no. – Abrió la manta y se sentó.
- ¿Ya? – Le dio la espalda riendo – Que te cunda.
- Gracias... Ahora vuelvo.
Se puso los calcetines y salió cerrando la puerta lentamente. Se dejaba arrastrar por la pared hacia el pasillo. Paró.
“No.” Cerró los ojos y respiró hondo. La puerta de TaeMin estaba abierta y lo veía removerse bajo las mantas. Siguió andando y se quedó apoyado en el marco de la puerta. “Estoy borracho.” Pero no se sentía borracho; solo sentía aquello en el estómago.
TaeMin se incorporó lentamente y le miró. Sonrió. Le hacía señales para que se acercara, así que cerró la puerta cuidadosamente.
“Qué estoy haciendo.”