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Naruto no kokoro por Takaita Hiwatari

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NARUTO NO KOKORO:

Takaita Hiwatari

Capítulo 20: “Por fin eres mío”:

 

Horas después de haber dejado a Naruto y a los hermanos kitsune, Sasuke tomó asiento en su cama. Soltó todo el aire de sus pulmones, liberando la tensión que sin querer había mantenido y trató de relajarse. Sus mejillas estaban ligeramente rojas por el bochorno.

 

Hurgando entre su ropa sacó un pequeño bote de lubricante. Ir a comprarlo le había hecho pasar la mayor vergüenza de toda su vida, especialmente cuando la dependienta le miró con una sonrisa sugerente y parecía tentada a preguntarse cosas que seguramente no eran asunto suyo.

 

Pero todo fuera por Naruto. Si así no iba a sentir tanto dolor…

 

─¡Estoy en casa! ─exclamó Naruto abriendo la puerta de la habitación de par en par.

 

Del susto a Sasuke se le cayó el lubricante al suelo. Para su mala suerte y aumentar su vergüenza al bote se le antojó ir rodando hasta chocar con un pie de Naruto.

 

─¿Qué es esto? ─preguntó el rubio agachándose a recogerlo─. Lubri… cante ínti… mo. ¡Lubricante íntimo! ─exclamó al poder leerlo completo.

─¡Cállate! ─masculló con los dientes apretados, ruborizado. No quería que Itachi escuchara.

─¿Por qué? ─preguntó jugueteando con el bote entre sus manos hasta abrirlo, tratando de olfatear su contenido.

─Sólo dame eso ─ordenó extendiendo una mano.

─¿Se puede comer?

─¡No!

─Pero huele a frutas. ─Vació un poco del contenido en la palma de su mano, acercándola para olfatear nuevamente y sacando la lengua dispuesto a dar un buen lametón.

 

En décimas de segundo Sasuke le agarró de la muñeca para impedirlo. En realidad no sabía si se podía comer, pero para prevenir era mejor que no lo hiciera. Odiaba ser un inexperto en todo ese asunto.

 

─No es comida, ¡usuratonkachi! ─Tiró de él, llevándole hasta la mesa de noche donde buscó un pañuelo entre los cajones para limpiarle la mano.

─¿Pero qué es? ¿Qué es? ─preguntó impaciente, lleno de curiosidad, dejando el bote en la mesita.

─Ya lo has leído, lubricante íntimo ─gruñó en un susurro, terminando de limpiarle la mano.

─Sí, pero, ¿qué es? ¿Para qué sirve? Si no es comida, ¿qué es? ─le asaltó a preguntas.

 

Sasuke respiró hondo una vez más antes de responder.

 

─¿Recuerdas lo que pasó en el jardín? Cuando… ─Dejó la frase incompleta, esperando que Naruto entendiera. Por suerte así fue.

─¿Cuándo quisiste que nos apa…? ─Sacudió la cabeza para corregirse─. ¿Que tuviéramos relaciones?

─Sí. ─Vio a Naruto ruborizarse repentinamente incómodo con el reciente tema de conversación, afirmando en un movimiento de cabeza como respuesta. Era obvio que Naruto lo recordaba, era algo reciente después de todo─. Con el lubricante podremos hacerlo sin que te duela tanto. ─O al menos eso esperaba. Hasta que viera los resultados con sus propios ojos no confiaría en el lubricante.

 

En silencio Naruto liberó su mano del agarre de Sasuke, estando totalmente limpia de lubricante, y se alejó unos pasos. Sasuke percibió que parecía meditar algo. ¿Quizá iba a negarse?

 

─¿Sabes, Sasuke? Desde aquel momento he estado pensando algo…

 

La mirada de Sasuke se afiló. Lo sabía, Naruto estaba pensando algo. Y si algo sabía con seguridad es que cada vez que ese tonto pensaba algo era preocupante.

 

─¿De qué se trata?

─Sé por qué salió mal. En realidad no sé cómo es el resultado final, pero quiero creer que hay una forma mejor de hacerlo sin que… duela tanto.

 

Sasuke puso toda su atención. ¿Naruto sabía qué fue lo que salió mal? Podía haberse ahorrado una bochornosa conversación con Kakashi desde el principio. Pero, ¿cómo alguien tan inocente como Naruto sabía algo así?

 

─¿Qué salió mal? ─No pudo evitar preguntarlo. Quería saber con exactitud qué hizo mal para no volver a repetirlo.

─Verás, yo era un zorro, ¡un zorro macho, ese es el problema! ¿Lo entiendes? ─Un pesado silencio siguió a sus palabras, y vio a Sasuke mirarle repentinamente fastidiado. Sacudió la cabeza y tomó la mano del otro, tirando de él hasta aproximarle a una pared─. Ven. Ponte contra la pared.

 

Naruto ayudó a Sasuke a adoptar la postura que quería. Piernas abiertas, y manos a ambos lados de su cara.

 

─¿Y qué con esto? ─Al no entender a dónde quería ir a parar el dobe con todo eso, empezaba a irritarse.

─Ahora yo me pongo detrás de ti. ─Conforme lo decía se acercó tanto a Sasuke que su pecho hizo pleno contacto con la espalda del otro, y la curvatura de las nalgas de Sasuke pareció encajar perfectamente contra su cadera─. ¡Así! ¡Así es como tenemos que hacerlo! Yo soy un zorro macho, lo natural es que monte a la hembra.

 

Sasuke giró la cabeza para mirarle de la forma más mortífera que encontró en su repertorio de miradas aterradoras, pero Naruto ni se inmutó, más bien le miraba con una cándida sonrisa, como si creyera firmemente que esa era la solución al problema.

 

─¿Acaso tengo cara o cuerpo de mujer? ─preguntó molesto. Lo sabía. Sabía que cuando ese tonto pensaba algo, no era nada bueno.

─Pues no, pero yo soy un macho…

─¡Y yo también, dobe!

 

Naruto percibió que Sasuke se estaba enfadando y no entendía muy bien por qué.

 

─No seas gruñón. Vamos a intentarlo así, como hacían Iruka sensei y el Erizo pervertido. Prometo no hacerte daño.

─No ─sentenció.

 

No era que pensara que por ser el pasivo iba a perder su hombría, no. Era simplemente que, si él con su inexperiencia dañó a Naruto, era muy probable que ese dobe, doblemente inexperto, le lastimara el doble. Y él era un shinobi entrenado desde su infancia para no temerle al dolor, incluso a la muerte, pero no se sentía mentalmente preparado para “ese” dolor.

 

Quizá estaba exagerando y estaba haciendo un castillo de un grano de arena, pero no podía evitarlo. Tenía una idea muy mínima sobre el tema.

 

No, no, primero quería explorar, tomar confianza y experiencia, y de paso que Naruto también ganara esa experiencia; y sólo entonces no tendría problemas en invertir posiciones. Quería a Naruto, las posiciones era algo secundario.

 

─¿Por qué no? ─preguntó confuso, observando medio hipnotizado la nuca de Sasuke. Esa porción de blanca piel contrastando con los oscuros cabellos. Sus manos se posaron en la cintura del otro.

─Porque no ─fue todo lo que respondió.

 

En respuesta Naruto hizo un ligero mohín de disgusto que Sasuke no vio al estar dándole la espalda.

 

─Bueno, pues al menos déjame besarte. Amargado.

 

Ante esa petición Sasuke no dijo nada. No tenía inconveniente con un beso, dos, o los que ese dobe quisiera darle. Se encogió de hombros para hacerle entender al otro que no tenía problema con eso, sacándole una sonrisa a Naruto quien no tardó en acercar la boca a la nuca para brindar fugaces besos.

 

Recordando sus encuentros anteriores con Sasuke, decidió esta vez intentar tener el control para hacer sentir tan bien a Sasuke como éste le hacía sentir a él.

 

Con la boca entreabierta cazó una porción de blanca piel de la nuca, succionando. En ese momento le hacía ilusión dejar una marca en Sasuke, como las que éste le dejaba a él. Se apegó más, presionando la entrepierna en las nalgas contrarias, provocándole sin saberlo un interior escalofrío al otro. Armándose de valor deslizó una de las manos desde la cintura hasta la ingle, tentando sobre la ropa hasta abarcar la protuberancia con la palma de la mano.

 

Expectante Sasuke percibía la iniciativa de Naruto, dejándose hacer. Aquello no le molestaba, pero en el fondo le inquietaba que todavía tuviera la idea de ser el activo. De todas formas no iba a detenerle. Desde el fracaso del jardín no se habían tocado demasiado, y esta era una buena oportunidad para poder usar el lubricante, sin duda. Un poco impaciente, aunque sin exteriorizarlo, respiró hondo cuando recibió las primeras caricias, sintiendo a la vez insistentes y un poco torpes frotamientos en sus nalgas.

 

Por su culpa el Naruto con una inocencia que rallaba lo ridículo estaba desapareciendo, y no sentía el más mínimo remordimiento por ello.

 

─Naruto… ¿te gustaría intentarlo de nuevo? ─Giró un poco la cabeza, recibiendo al instante un superficial beso en los labios.

 

Abandonó los labios de Sasuke un poco pensativo y detuvo las caricias. Miró el bote en la mesa de noche. Sasuke había dicho que con eso dolería menos. Pero no podía evitar dudar un poco de sus palabras. Aquella vez en el jardín Sasuke le aseguró que le gustaría, y no fue así.

 

─¿Prometes que no dolerá?

─Prometo intentar que no te duela ─respondió con sinceridad. ¿De qué servía actuar como si fuera un experto si en su inexperiencia terminaba revelando la realidad?

─Está bien… supongo ─dijo poco seguro─. Pero si te digo que pares, hazlo. ¡O esta vez sí que te daré tu merecido! ─amenazó.

─Lo haré ─afirmó.

 

Por fin Sasuke podía saborear el momento. Naruto sería suyo en todos los sentidos. Seguramente Itachi estaba a punto de llamarles para cenar, pero después de cenar nadie le iba a privar de su ansiado “postre”.

 

Entonces una sombra en la ventana captó la atención de ambos. Un tic de pura molestia sacudió una de las cejas de Sasuke, y por el contrario Naruto sonrió.

 

─¡Yoshi!

 

El pequeño abría la boca y pegaba la cara al cristal, deformándose de forma graciosa y dejando vahó en la superficie.

 

─¡Hola, Naruto-san! ─Sus palabras apenas se entendieron por hablar con la cara completamente pegada al cristal.

 

Olvidándose de Sasuke, Naruto corrió a la ventana para abrirla, dejando paso a Yoshi que entró de un salto y le abrazó por la cintura como si llevara largo tiempo sin verle.

 

─¿Qué hacías tan pegado al humano, Naruto-san?

─Estamos buscando la mejor forma para aparearnos ─explicó despreocupado, viendo a Sasuke que se alejaba de la pared emitiendo un gruñido bajo.

 

Yoshi le miró con los ojos brillantes de emoción.

 

─¡Wouh! ¿Ya vas a aparearte? ¡Eres tan adulto, Naruto-san…! A mí me falta un tiempo todavía para poder hacerlo, sólo soy un niño.

 

El halago del kitsune infló el ego de Naruto. Sí, si se apareaba entonces Yoshi le admiraría más. Quizá no era tan mala idea eso del sexo. Pero un escalofrío interrumpió el hilo de sus pensamientos, descubriendo a Sasuke que le dedicaba una mirada heladora.

 

─¿Qué pasa, teme?

─No des detalles innecesarios ─ordenó amenazante. Después miró al kitsune. Sabía que no era bueno que ese atolondrado y su hermana supieran dónde vive Naruto─. ¿Qué haces aquí?

─Vengo a conocer el hogar de Naruto-san. ¡Nunca he estado dentro de una cosa de estas! ¡Una cueva de humanos!─Se emocionó.

─Casa, Yoshi. Casa ─corrigió Naruto, tomando al pequeño de la mano─. Ven, te enseñaré la casa. ¡El estanque y la bañera te encantarán, lo sé! ¡Y también la televisión!

 

Frustrado Sasuke veía cómo Naruto se alejaba de la mano con el kitsune que ondeaba la cola casi a la velocidad de la luz. Justo cuando Naruto abrió la puerta se topó con Itachi que alzaba el puño dispuesto a tocar.

 

─Naruto-kun, qué oportuno. La cena está… ─Se interrumpió al ver al pequeño kitsune. Se agachó, mirándole curioso. Era más pequeño de lo que lo era Naruto cuando éste era un kitsune. A simple vista parecía ser sociable, ya que sonreía despreocupado y agitaba la cola─. ¿Quién eres?

─¡Me llamo Yoshi, soy amigo de Naruto-san! Quiero conocer su hábitat.

─¿Puede quedarse a cenar, Itachi?

 

Ante la pregunta Sasuke se llevó una mano a la frente. ¡Perfecto! Empezaba a detestar al mocoso kitsune, por su culpa tendría que esperar otro día más. No era necesario preguntarse si Itachi aceptaría, conociendo a su hermano sabía que la respuesta sería afirmativa.

 

─Claro, aunque de haberlo sabido habría preparado más comida.

─No te preocupes, compartiré mi comida con él.

 

De pronto era como si un clon en miniatura y pelirrojo del Naruto kitsune se hubiera colado en casa. No paraba de soltar exclamaciones cada vez que Naruto le mostraba algo nuevo. Y a la hora de cenar, el kitsune agarraba la comida con las manos, tal y como hizo el rubio en el pasado, con nulos modales. Naruto sólo sonrió y no quiso obligarle a usar palillos, recordándole a él mismo cuando comenzaba a descubrir el extraño mundo de los humanos.

 

Viendo a Yoshi le invadía una intensa nostalgia. Todavía añoraba su condición de kitsune; le gustaría volver a ser uno si tuviera la oportunidad. Pero si tuviera que elegir entre volver a ser un kitsune y Sasuke, sentía que la balanza se inclinaba a favor de Sasuke. Prefería estar con Sasuke, ahora mismo eso era lo más importante para él.

 

Sasuke pensó que después de cenar se libraría de esa bola de pelos molesta, pero no fue así.

 

─¡Quiero dormir como tú, Naruto-san!

 

Naruto sólo tuvo que dedicarle una mirada a Itachi para que éste permitiera a Yoshi pasar la noche en casa.

 

─Sasuke, esta noche dormiré con Yoshi en la habitación de tus padres.

 

Una venita saltó en la sien de Sasuke por un instante, pero se obligó a calmarse. No tenía que ser impaciente, podría tener a Naruto en cualquier momento. Se limitó a asentir en silencio, viendo a Yoshi que se detenía frente a él, mirándole atento mientras agitaba la cola.

 

─¿Qué? ─se limitó a preguntar.

─¡Quiero verlos! Esos ojos rojos de los que tanto hablaba la otra manada, decían que daban mucho miedo.

 

Sasuke sonrió interiormente, vislumbrando una pequeña oportunidad para deshacerse del kitsune. Podría ser que el kitsune se asustara al ver el sharingan y huyera, y nadie podría reprocharle nada porque fue el mismo Yoshi quien se lo pidió.

 

Gustoso accedió y cerró los ojos. Al abrirlos, estos eran rojos, adornados con las tres comas negras. Era cuestión de segundos que el kitsune gritara asustado y se fuera corriendo.

 

─¡Wouh! ¡Es sorprendente! Así que estos son los ojos rojos, Naruto-san.

 

Sasuke gruñó bajito. ¡Maldito kitsune! ¿Por qué no se asustaba? Al contrario, parecía totalmente fascinado. Incluso Naruto se veía en ese momento más tenso frente al sharingan que el mocoso kitsune.

 

─Sí… ese es. Ya quítalo, teme. ─Ya no le asustaba tanto como en el pasado, pero todavía le imponía un poco de respeto.

 

Dándose por vencido, Sasuke anuló el sharingan y se fue a dormir sin más, resignándose a que ese día no podría tocar a Naruto.

 

Pero tal vez estaba un poco equivocado, ya que bien entrada la noche escuchó ruido en su habitación. Alguien entraba.

 

─Naruto, ¿qué haces aquí?

─Vengo a dormir contigo ─dijo, colándose en la cama en cuanto Sasuke le hizo un poco de espacio.

─¿Y Yoshi?

─Ha regresado a la cueva. Dice que no soporta dormir en la cama, que es raro estar arropado, y que extraña a Hanako.

─¿No será peligroso haberle dejado ir solo?

─No. ─Le restó importancia─. Aunque sea un niño sabe cuidarse solo, y a la velocidad que corre ya debe de estar en la cueva ─aseguró con una suave risa, abrazándose a Sasuke.

─Si tú lo dices. ─Dio el tema por zanjado. Movió una mano hasta posarla en el estómago de Naruto, y tras unas breves caricias la deslizó hacia la parte baja de la espalda, atrayéndole más hacia él─. Antes dijiste que lo intentarías de nuevo.

─Sí ─susurró, todavía con un toque de inseguridad. Como le doliera igual, esta vez nada libraría a Sasuke de una paliza.

─¿Qué tal ahora?

 

Era de noche. Con Itachi dormido y el molesto kitsune lejos, nada podría molestarles. Vio a Naruto asentir como respuesta a su pregunta. A pesar de que la luz no estaba encendida veía perfectamente, mientras que Naruto distinguía todo poco nítido gracias a la escasa luz de la media luna que se colaba por la ventana.

 

─¿Cuándo lo intentaste en el jardín, te sentiste bien? ─Logró distinguir la cabeza contraria moviéndose arriba y abajo, afirmando en silencio. Frunció ligeramente el ceño. A él le tocó la peor parte al parecer.

─Confía en mí, esta vez será mejor. ─Al menos ahora tenía la seguridad de saber cuál fue su error y cómo no repetirlo. Pero no iba a decirle a Naruto que había tenido una charla con Kakashi, eso sería una patada en su orgullo.

 

Naruto sólo atinó a reír con desgano, sin creerle demasiado. Después del fracaso anterior, era difícil confiar.

 

─Supongo…

 

Un inesperado beso cortó lo que iba a decir. Sin alejar sus labios se movió despacio, posicionándose sobre Sasuke. No transcurrió ni un minuto entre besos cuando Naruto percibió las manos contrarias adueñarse del borde de su pantalón de dormir y bajarlo hasta la mitad de los muslos junto con la ropa interior de un tirón. Por primera vez pudo notar cierta impaciencia en Sasuke. En sus encuentros anteriores parecía más tranquilo, o esa sensación le causaba a él.

 

Rememoró las palabras de Kakashi en su mente, diciéndole que si no le permitía a Sasuke tocarle, se frustraría. ¿Quizá ahora estaba frustrado porque no le dejó terminar lo que pretendía en el jardín?

 

─¿Estás frustrado? ─masculló contra los labios contrarios, curioso.

 

Aquella pregunta fue como una pedrada para Sasuke. Claro que estaba frustrado, y le frustraba más no descubrir la misma necesidad en Naruto. En momentos así se sentía un total pervertido, y él nunca había sido así, desconocía esa faceta de él mismo.

 

─No ─susurró con los dientes apretados.

─Ah… ─Sonrió aliviado y depositó un fugaz beso en sus labios─. Pensaba que lo estabas porque la otra vez te detuve. Pero esta vez no lo haré, llegaré hasta donde tú quieras enseñarme.

 

El ánimo nació en Sasuke al escuchar aquello. Tal vez Naruto no mostraba la misma necesidad que él, pero era obvio que le gustaba estar con él y disfrutaba sus encuentros… descartando el del jardín, por supuesto.

 

Abrazándole invirtió posiciones en la cama. No le incomodaba tener a Naruto sobre él, pero estando arriba podía disponer mejor de aquel cuerpo. Terminó de retirarle las prendas inferiores y al instante se vio rodeado en un abrazo que le hizo aterrizar sobre Naruto. Recibió los labios contrarios en su cuello, recorriéndolo con insistentes besos y algunas lamidas que le provocaban cosquillas.

 

Las manos de Naruto aterrizaron en las nalgas de Sasuke, apretándolas y masajeándolas. Recordaba que a Sasuke siempre le había gustado tocarle ahí y nunca entendió por qué, pero ahora creía que comenzaba a entenderlo porque a él también le estaba empezando a gustar manosear esa zona. Dando un apretón más le atrajo hacia él, buscando que Sasuke iniciara un vaivén que hiciera friccionar sus miembros. El otro pareció captar el mensaje porque al instante se acomodó mejor sobre Naruto y comenzó a mecerse lentamente.

 

─¿Por qué sigues vestido, Sasuke? ─susurró contra la oreja contraria, provocándole un sutil escalofrío a su dueño sin saberlo.

─Soluciónalo, dobe.

 

Naruto sonrió y asintió antes de imitar lo que Sasuke hizo anteriormente, dejándole también desnudo de cintura para abajo. Ahora los roces entre sus cuerpos eran más placenteros, la sensación de piel con piel era inigualable.

 

─Recuerda no hacer ruido ─le susurró cuando comenzó a escuchar los primeros tenues jadeos. Sólo faltaba que Itachi les descubriera para rematar.

─Sí… ─murmuró en una exhalación, sintiendo su cuerpo calentarse en una conocida sensación. Estrujó entre sus manos una vez más las nalgas contrarias mientras buscaba sus labios para unirlos en un nuevo beso, participando en esta ocasión sus lenguas.

 

Tras compartir unos besos, se alejó, sacándole una protesta ahogada a Naruto que quería más de aquellos roces y esos labios. Se arrodilló entre las bronceadas piernas, ligeramente excitado y viendo a su pareja en el mismo estado. Observó el lubricante sobre la mesa y sin pensarlo estiró un brazo para tomarlo, al hacerlo notó que Naruto se agarraba a la almohada un poco tenso. Suponía que era normal que estuviera preocupado, él también lo estaba.

 

─¿Tienes miedo?

 

Naruto sacudió la cabeza, ofendido y sonrojado.

 

─¡Claro que no, teme! ─exclamó no demasiado alto. Para demostrarle a Sasuke, y de paso a sí mismo, que no estaba asustado, separó un poco más las piernas, las flexionó y levantó bien la cintura─. Hazlo.

 

Un rubor se formó en las mejillas de Sasuke al ver la forma en que Naruto se ofrecía. Era una tentación muy grande. Pero centrándose en las enseñanzas que Kakashi le dio, negó con la cabeza.

 

─No seas impaciente, todavía no. ─Agarró a Naruto de un tobillo y tiró de él, haciéndole perder el equilibrio y que volviera a quedar recostado boca arriba.

 

Primero tenía que jugar con Naruto, excitarle. Con aquel pensamiento llevó una mano a acariciar la ligera erección del rubio, notando que se removía un poco inquieto, indicándole que le gustaba.

 

Y entonces los consejos de Kakashi llegaron a su mente. Jugar con Naruto, explorarse mutuamente; no sólo tocando, también besando, lamiendo… Y procurando no dejar chupetones a la vista. Pero podía dejar chupetones en otras zonas que quedaran ocultas por la ropa. Con ese pensamiento se inclinó y tomó una porción de piel en la cara interna del muslo, succionando mientras su mano continuaba con su labor de excitar más a Naruto. Le sintió removerse de nuevo y ahogar una risita cuando deslizó la lengua por el muslo hasta casi llegar a la ingle.

 

Estando tan cerca, inevitablemente clavó la mirada en el pedazo de carne que masajeaba. Se sentía duro y caliente en su mano, y la punta estaba coronada con unas gotitas de líquido pre seminal. Una vez más, las palabras de Kakashi le llegaron: No sólo tocando, también besando, lamiendo… Si lamerle el muslo le había provocado esa reacción, entonces si lamía otro lugar más sensible… Sin pensarlo demasiado eliminó la escasa distancia y deslizó la lengua desde la base de la erección hasta la punta, provocándole automáticamente un respingo a Naruto junto con un sonoro jadeo.

 

─¡Woaha! ¡Teme…! ─protestó inquieto. Eso había sido inesperado, pero era obvio que le había gustado y eso Sasuke lo notó.

 

Volvió a lamer una vez más, percibiendo la tensión que creaba en Naruto. Repitió el proceso unas veces más, comprobando que la erección palpitaba completamente dura. Entonces con su mano libre levantó el tapón del lubricante, invadiéndole el olor dulzón a frutas. Comprobar que Naruto estaba disfrutando le animaba y le hacía atreverse a ir un poco más allá, las ganas de hacerle pasar una buena experiencia le estaban nublando la mente. Realmente quería que este encuentro tuviera éxito, llegaran hasta donde llegaran, no deseaba que Naruto aborreciera el sexo.

 

Si las lamidas en esa zona sensible le sacaban jadeos y bajos gemidos, ¿qué ocurriría si… chupaba? Un poco inseguro introdujo sólo el glande en su boca, haciendo cierta presión con los labios y la lengua. No tardó en escuchar un gemido demasiado audible que le indicaba que aquello le gustaba más, pero para él era algo raro tener “esa parte” en su boca. Un tirón violento en los cabellos le desconcentró momentáneamente, sacándole un ceño fruncido al instante.

 

─¿A qué ha venido eso, dobe? ─preguntó alejando un poco su boca.

─Estoy en mi límite ─susurró acelerado, con la cara roja por el sofoco que sentía.

 

Sasuke miró el lubricante y después levantó la mirada para enfocar los ojos azules en la penumbra.

 

─¿Crees poder aguantar un poco más?

 

Naruto pareció meditarlo unos segundos, realmente se sentía al borde del clímax y al no tener demasiada experiencia todavía no controlaba su cuerpo.

 

─Creo… que un poco sí ─balbuceó inseguro.

 

Sasuke no necesitó escuchar más. Untó un dedo en un poco de lubricante, y a continuación se inclinó para volver a meter una porción de la erección en su boca mientras su dedo se colaba entre las nalgas para dar superficiales caricias a la entrada. La sentía contraerse en los primeros toques. Si lo hacía como Kakashi le había explicado no tenía por qué dolerle a Naruto, además, ahora mismo lo tenía bastante distraído con el placer que le estaba provocando. Podía asegurarlo por sus gemidos ahogados y los torpes movimientos inconscientes de cadera, como si quisiera embestir contra su boca. Para evitarlo le sostuvo de la cintura con su mano libre.

 

Sin esperarlo un chorro tibio fue a parar casi a su garganta junto con un espasmo de Naruto, y al instante deslizó el dedo en el interior de un firme movimiento, hasta el fondo. A pesar de ser sólo un dedo, las paredes se habían cerrado contra él. Rápidamente alejó la cara y un segundo chorro fue a parar a su mejilla, más abundante que el anterior, junto con un ronco gemido; y un tercero rozó su barbilla y aterrizó en su mano entre las piernas abiertas de Naruto. Segundos después, deslizó el dedo afuera lentamente.

 

Naruto resopló audible intentando tranquilizarse, pero ligeros espasmos involuntarios sacudían su cuerpo. Esta vez había sido algo diferente, había disfrutado más, había sido más difícil no hacer ruido. Un poco tembloroso se apoyó sobre sus codos para poder ver al otro todavía hincado entre sus piernas, aunque por la penumbra no podía percibirle de forma nítida.

 

─Sasuke, no me importaría repetir esto ─confesó con una boba sonrisa de satisfacción. Y aunque pensó que Sasuke diría o haría algo, éste se mantuvo callado y estático, con los labios algo apretados─. ¿Estás bien?

 

El otro se limitó a asentir con la cabeza. Estaba bien, pero… todavía tenía parte del orgasmo de Naruto en la boca y no sabía qué hacer. No quería tragarlo, pero tampoco sabía dónde escupirlo. Por estar distraído meditando aquello, no vio venir los muslos de Naruto que se cerraron contra su cara como si fueran una gran pinza, atrapándole y haciéndole inevitablemente tragar lo que tenía en la boca por la impresión.

 

─¡Teme atrapado no jutsu! ─exclamó soltando una carcajada.

 

La primera reacción de Sasuke fue la de querer estamparle un chidori, pero se contuvo y en cuanto Naruto abrió las piernas se alejó. Dio la luz y agarró unos pañuelos de su mesa de noche para retirarse los restos de semen en la cara, la mano, y limpiar un poco a Naruto.

 

─Usuratonkachi ─masculló entre dientes.

─Es que te habías quedado como tonto ahí quieto ─se excusó, todavía invadiéndole una risita floja.

 

Sasuke gruñó sin ganas de decirle por qué se había quedado congelado entre las piernas de Naruto, pero gradualmente se relajó al darse cuenta de algo, a Naruto le había gustado, todo había salido bien. Había avanzado un poco más, estaba más cerca. Y como un borrón amarillo Naruto le agarró de los hombros y le obligó a quedar contra el colchón, invirtiendo posiciones.

 

─¿Qué haces?

─Estás excitado ─comentó lo obvio─. Ahora déjame intentarlo a mí.

 

Sasuke agradeció que ahora Naruto pudiera darse cuenta de esos detalles. El Naruto de unas semanas atrás ni siquiera habría reparado en su excitación y habría corrido al baño a darse una ducha tras su orgasmo, dejándole a él solo para encargarse de su “problema”.

 

Sus alertas se activaron cuando le vio descender sin jugueteos previos hacia su entrepierna, y su erección pareció temblar con sólo verle inclinarse y sacar la lengua dispuesto a lamer con toda la confianza del mundo. Debía admitirlo, se sentía demasiado bien ser lamido en esa zona. Un involuntario gemido se le escapó cuando sintió parte de su sensible miembro atrapado en la cálida boca, seguido a continuación de un gruñido.

 

─Cuidado con los dientes, Naruto ─farfulló al sentir un incomodo roce.

─Sí ─musitó alejando la boca lo suficiente como para responder.

 

Conteniendo un jadeo Sasuke se incorporó hasta quedar sentado y automáticamente llevó una mano a la cabeza de Naruto, sintiendo la urgente necesidad de empujarle más abajo para que abarcara más de su erección, pero se contuvo. No debía presionarle. Pero ahora entendía por qué Naruto pareció querer embestir contra su boca constantemente.

 

Entrecerró los ojos y empuñó los rubios cabellos al sentir un nuevo roce irritante en su sensible erección.

 

─¡Dobe! Cuidado con los dientes ─insistió.

 

Naruto renegó con un gruñidito, era un poco complicado, nunca antes había hecho eso. ¿Tan malo era? ¡Pues no se daría por vencido hasta estar seguro de que Sasuke se sentía tan bien como él se sintió!

 

.:NARUTO no KOKORO SasukexNaruto NARUTO no KOKORO:.

 

─¡Buenos días, Sasuke!

 

El nombrado abrió los ojos con sobresalto por ser sacado de sus sueños de forma tan abrupta. Parpadeó un par de veces para tratar de enfocar, descubriendo a Naruto sentado a su lado, desperezándose mientras le miraba con una brillante sonrisa. Nada más ver los ojos azules supo que Naruto había despertado rebosante de energía.

 

─¿Qué hora es? ─preguntó incorporándose sobre un codo. Una vez más las sábanas estaban tan revueltas que parecía imposible que ambos estuvieran arropados.

─No tengo ni idea, pero no podía dormir más, ¡estoy hambriento! ─Empujó las sábanas a un lado de un firme movimiento, poniéndose de pie─. Pero primero, un buen baño. ─Giró para mirar a Sasuke, mostrándole su desnudez sin pudor─. ¿Nos bañamos juntos?

 

A Sasuke le tomó por sorpresa aquella pregunta. ¿Bañarse juntos? Naruto no le había pedido aquello desde que era un kitsune. Sin ninguna duda, estaba avanzando con él. Su paciencia estaba dando frutos. Sólo llevaban tres meses y medio como pareja, pero sentía como si para llegar a ese punto hubiera tenido que esperar milenios.

 

─Está bien.

 

Naruto sonrió ampliamente. Desde que conocía a Sasuke, era la primera vez que le formulaba esa pregunta y éste aceptaba de buena gana.

 

Con calma Sasuke se incorporó para colocarse el pijama, cubriendo poco a poco su desnudez que Naruto no había dejado de mirar sin ser consciente de ello.

 

─Deberíamos organizar este desorden primero ─comentó una vez vestido.

─Deja eso para después. ─Puso las manos en los hombros de Sasuke y le guió a la puerta. Moría por un baño y llenar su estómago.

 

Itachi, que caminaba por el pasillo rumbo a su habitación, alcanzó a ver a Naruto, totalmente desnudo, empujando a Sasuke dentro del baño y encerrándose ambos dentro. Se forzó a no pensar nada raro y se advirtió mentalmente no pasar cerca del baño en un rato. Mejor iría al jardín a regar la planta de tomates.

 

En el baño, Sasuke comenzaba a llenar la bañera de agua tibia, casi caliente.

 

─¿Por qué te has vestido si te vas a desnudar ahora?

─Porque a diferencia de ti, no soy un exhibicionista.

 

Naruto se encogió de hombros sin darle importancia. Entró en la bañera que todavía no llegaba a la mitad de agua y se sentó acomodando la espalda en el borde, sintiendo un escalofrío por la agradable temperatura. Afuera el día estaba ligeramente fresco.

 

En cuanto Sasuke estuvo desnudo de nuevo le imitó, flexionando ambos las piernas para no incomodarse, mirándose el uno al otro.

 

─Sasuke, nunca imaginé que algún día aceptarías bañarte conmigo ─comentó con evidente alegría. Agarró el bote de champú y se lo extendió─. Enjabóname.

 

Sasuke tomó el bote, soltando un suave suspiro.

 

─Las viejas costumbres no desaparecen ─dijo una vez más, estirándose para cerrar la llave del agua.

 

Naruto se acercó hasta arrodillarse entre las piernas de Sasuke, y eliminó la distancia para unir sus labios en un beso que en principio debía de ser breve. Pero estaba tomando cierta adicción a aquellos labios, así que cuando apenas se alejaba un poco volvía a unir sus bocas. No sabía explicarlo bien, pero era como si con cada día que transcurría quisiera estar más y más cerca de Sasuke. Un extraño magnetismo le atraía hacia él. Quería besarle más, tocarle, respirar su aroma, escuchar su voz… Se estaba volviendo adicto a él, no sólo a sus labios. O tal vez siempre lo fue y no había sido consciente hasta ahora, no lo sabía.

 

Sasuke dejó caer el bote de champú entre beso y beso, y posó las manos en los hombros de Naruto para alejarle cuando éste se puso tan encima de él que casi le hunde bajo el agua. Se puso de pie, siendo imitado por Naruto.

 

─¿Así que tienes ganas de jugar? ─preguntó satisfecho.

─No, tengo ganas de que nos toquemos ─respondió franco.

─A eso me refería ─susurró rodando la mirada─, dobe.

 

Sostuvo a Naruto de los brazos, incitándole a apoyar la espalda en la pared. No iba a negarse a un poco de contacto.

 

.:NARUTO no KOKORO SasukexNaruto NARUTO no KOKORO:.

 

Horas después, Naruto golpeaba la puerta de la casa de Iruka. Ese día no había clases en la academia, así que debía de estar en casa. Sólo esperaba que el Erizo pervertido no estuviera con él haciéndole “esto” y “aquello”, no quería ver cosas como esas de nuevo.

 

Iruka no tardó en abrir la puerta.

 

─Naruto, ¡qué sorpresa! ─Sonrió─. ¿Qué te trae por aquí? ─Se hizo a un lado para dejarle entrar─. ¿Quieres que te explique algo que no entiendes de la última clase…?

─No, no vengo por cosas de la academia ─interrumpió─. Es algo… personal.

─Ah, sígueme. ─Iruka se dirigió a la cocina, rogando que Naruto no fuera a contarle qué cosas había hecho con Sasuke últimamente, no quería recibir más información como esa nunca más─. ¿Quieres té?

─Acabo de desayunar, pero vale.

 

Tras una invitación de Iruka, Naruto se sentó a la mesa.

 

─¿Y bien? ¿Qué te trae por aquí? ─Tomó asiento después de poner agua a calentar.

─Es sobre Sasuke…

─¡No quiero saber más sobre vuestros encuentros íntimos, Naruto! ─interrumpió alarmado, ruborizándose ligeramente.

─¡No es eso! Bueno… creo ─balbuceó─. Quería preguntarte algo.

─Si es algo muy vergonzoso no pienso responder ─advirtió─. Adelante, pregunta.

─Verás, es que Sasuke quiere aparearse… tener relaciones conmigo.

 

Antes de que pudiera finalizar la frase, Iruka sacudió los brazos de forma exagerada, silenciándole.

 

─No, no y no. No quiero saber más detalles sobre eso, Naruto ─sentenció.

─¡Pero es que quiero saber qué tengo que hacer, Iruka sensei!

 

El adulto le miró atento y curioso a la vez.

 

─Dices que Sasuke quiere, pero ¿y tú, Naruto? ¿Quieres también?

─Sí, creo que sí. Cuando estoy con Sasuke me siento muy bien, quiero más. Pero cuando Sasuke lo intentó la primera vez me dolió mucho, y eso me hace sentir inseguro. Me gustaría saber si hice algo mal, o si tengo que hacer algo para que no me duela. ¡No imaginas cómo sufrió mi pobre…!

─Sí, sí, me imagino. ─Cómo no imaginarlo si su primera vez con Kakashi fue desastrosa─. Lo único que puedo decirte que hagas es que te relajes y respires profundo llegado el momento, si te tensas será más incómodo. Créeme, sé lo que digo ─explicó un poco avergonzado, pero todo fuera para ayudar a Naruto.

 

El otro se encogió de hombros un poco resignado, sinceramente había esperado un poco más de información al respecto.

 

─Tú ya has tenido relaciones con el Erizo pervertido. Cuéntame, ¿cómo se siente­?

─Pues… ─balbuceó inseguro sobre si hablar de ese tema─. La primera vez fue horrible, quise matar a Kakashi y me juré que nunca lo repetiría. Con el tiempo Kakashi me hizo ceder. No sé muy bien qué decirte, Naruto. ─¿Por qué le había tocado esa conversación vergonzosa a él? Debería de haber llamado a Kakashi para que le ayudara con ese tema─. Después la experiencia no fue tan desagradable. Me gusta cómo me siento porque es con Kakashi con quien estoy.

─¡Sí!, creo que lo entiendo. ─Sonrió─. A mí me ocurre lo mismo con Sasuke.

─Asumo que ambos sois inexpertos, así que la primera vez no será perfecta ni mucho menos.

─¿No? ─reiteró preocupado.

─No me malinterpretes, Naruto. El acto en sí puede ser un poco patoso, pero a nivel emocional seguro que el momento será, eh… ¡mágico! Sí, mágico, para ambos.

 

Naruto miró fijamente y sin parpadear a Iruka que se incorporaba para retirar el agua caliente del fuego y esperar que se templara un poco antes de poder servirla en un par de vasos. ¿Cómo un momento podía ser patoso y mágico a la vez? No tenía sentido.

 

─No entiendo nada ─fue todo lo que dijo.

─Cuando llegue el momento lo entenderás, espero. No puedes pretender controlar el momento, simplemente déjate llevar y disfrutarás más. Aunque si te doy mi sincera opinión, creo que deberías esperar más antes de dar ese paso con Sasuke.

─¿Tú esperaste mucho con Kakashi? ─preguntó inocente.

─Bueno… ─balbuceó ligeramente sonrojado─, la verdad es que no. Éramos jóvenes e impacientes. ─Rió ligeramente nervioso.

─¿Y por qué me pides que haga algo que tú no hiciste?

 

Iruka suspiró hondo, sirviendo agua en los vasos cuando ésta se templó. Tocado y hundido. Recordando su juventud podía entender cómo se sentían Sasuke y Naruto ahora.

 

─Tienes razón, Naruto. Supongo que los adultos somos así. ─Le entregó un vaso─. Olvidamos cuando nosotros mismos éramos jóvenes impacientes por vivir nuevas experiencias.

─No te preocupes por mí, Iruka sensei. Ahora estoy bien, con Sasuke soy feliz ─aseguró antes de dar un largo trago a su té.

 

Iruka suspiró por la nariz y esbozó una ligera sonrisa de tranquilidad y alegría. Poder saber gracias al propio Naruto que era feliz, le aliviaba enormemente. Con el tiempo Naruto se había buscado un hueco en Konoha y los corazones de varios de sus habitantes, él entre ellos.

 

─Me alegra mucho escuchar eso, Naruto.

─Ya me voy, Iruka sensei.

─¿Por qué tanta prisa?

─Iré a visitar a los kitsune.

─Ah, escuché que había llegado una nueva manada.

─Sí. ─Sonrió─. Quiero pasar tiempo con Hanako y Yoshi antes de que regresen a casa. ─En unos tragos más terminó su té, limpiándose los labios con el dorso de la mano.

 

Iruka siguió a Naruto cuando éste se dirigió a la puerta.

 

─Dime, Naruto, ¿extrañas ser un kitsune?

 

Naruto se detuvo junto a la puerta, pensativo durante largos segundos.

 

─La verdad es que sí, Iruka sensei. Todavía estoy un poco enojado con Inari Kami-sama por hacerme humano.

─Ya veo ─susurró, sintiendo otra duda─. Si Inari Kami-sama te diera la oportunidad de volver a ser kitsune y regresar al bosque para vivir con los demás, ¿la tomarías?

 

El silencio invadió de nuevo el lugar. Naruto recordaba su vida como kitsune junto a sus padres, los baños en el río, su desarrollado sentido del olfato que se veía inundado de diferentes olores constantemente, su fino oído capaz de captar el más mínimo ruido, sus amadas orejas y su esponjosa cola… Su vida como kitsune no fue perfecta, pero tuvo sus momentos de felicidad, especialmente cuando conoció a Sasuke.

 

Y ahora en su vida como humano, lo cierto era que desde que había dejado atrás el rencor era plenamente feliz. No podía pedir nada más. Aunque extrañara su condición animal, tal vez ser un kitsune de nuevo no era tan importante si tenía a Sasuke a su lado. Y no sólo a Sasuke, también a todos los amigos que había conseguido a lo largo de los años.

 

─Creo… ─balbuceó─. Creo que no, Iruka sensei. Aunque una parte de mí extraña ser un kitsune, creo que si tuviera la oportunidad no la tomaría.

 

Iruka sonrió ligeramente al escuchar la respuesta. Indudablemente, Naruto estaba enamorado de Sasuke, tanto como para sobreponerlo a su deseo de ser kitsune.

 

Le alegraba escuchar esa respuesta, no le gustaría perder a Naruto, se había encariñado demasiado con él.

 

─Ya sí me voy, Iruka sensei ─avisó sonriendo nuevamente antes de marcharse, viendo al adulto despedirle con la mano.

 

Aquella breve charla con Iruka sensei le había ayudado a entender por completo que su verdadera felicidad no se la proporcionaría ser kitsune o humano, si no estar con quien siempre había amado.

 

Unos brazos rodeando su cintura le sacaron de su letargo. Al bajar la mirada se topó con quien deseaba ver.

 

─¡Yoshi!

─¡Naruto-san!

─¿Qué haces por aquí?

─He venido a jugar con los humanos. ─Le soltó, señalando a cierta distancia de ellos a unos niños que discutían sobre tener a Yoshi en su equipo para jugar a los ninjas. Todos parecían rondar entre los siete y los diez años─. ¿Quieres jugar?

 

Naruto abrió la boca dispuesto a decir que sí en un impulso, pero en realidad ya no sentía esos deseos de jugar como cuando era un kitsune. Ahora pensaba que ponerse a jugar sería algo terriblemente aburrido.

 

─No, lo cierto es que no quiero jugar ─respondió, sorprendido consigo mismo.

─¡Qué aburrido, Naruto-san!

─¡No soy aburrido! ─refunfuñó─. Es sólo que… no tengo ganas.

 

Eran esos pequeños detalles a los que no terminaba de acostumbrarse y hacían que una parte de él extrañara su condición animal. Primero no soportaba bañarse en el río por la fría temperatura, y ahora jugar le resultaba aburrido, ¿por qué? ¿Qué iba a ser lo siguiente? ¿¡Detestar el ramen!?

 

─Si tú lo dices… ─Se encogió de hombros─. Por cierto, he visto a ese humano tan grande y de cabellos blancos. Quiere que te diga que ya ha terminado su obra y que será un éxito gracias a ti.

─Oh, te refieres a Ero sennin ─asintió.

─Dijo también que te lo agradecería invitándote a ramen cuando terminara de corregir su novela y la enviara, o algo así dijo.

 

En un acto instintivo Naruto se relamió al escuchar la palabra mágica: ramen. Esperaba que ese momento llegara pronto.

 

─¡Hey! Yoshi, ¿qué haces? ¡Vamos a jugar! ─exclamó uno de los niños desde la distancia.

─¡Voy! ─respondió antes de mirar a su acompañante─. Naruto-san, ¿seguro que no quieres jugar? ─insistió.

─Seguro ─asintió─. Por cierto, ¿cuánto tiempo va a estar por aquí la otra manada?

─No lo sé, unos días más. ─Se encogió de hombros, escuchando nuevamente el llamado de otro niño─. Me voy, Naruto-san. ¡Adiós!

─¡Adiós, Yoshi!

 

Naruto sonrió al ver a Yoshi integrado con los habitantes de Konoha, al menos había tenido mejor suerte que él y eso le alegraba. Las cosas estaban volviendo a su cauce. Los habitantes de Konoha y los kitsune volvían a tener una cordial relación, como en el pasado. Le gustaría que Minato y Kushina pudieran verlo, estarían contentos de ver la buena relación entre ambas razas y sobre todo al verle a él integrado en la aldea. Ellos siempre habían querido que se relacionara con los humanos.

 

Recordó las palabras de Yoshi asegurándole que Inari Kami-sama le dijo que él era el kitsune que restauraría el lazo roto entre los humanos y los kitsune. Ciertamente el lazo estaba restaurado, pero no podía asegurar que era gracias a él. De hecho él quiso destruir Konoha, aunque a última hora cambió de opinión y los kitsunes le ayudaron. Y meditándolo mejor, fue gracias a eso que los kitsunes empezaron a ser aceptados por los habitantes de Konoha; y los kitsunes, como criaturas poco rencorosas respondieron de igual forma, creando una relación armoniosa en cuestión de pocos meses.

 

Incluso los Uchiha empleaban una desconocida amabilidad con los kitsune, y con él también. Ya no le dedicaban serias miradas o escuchaba difusos murmullos al cruzarse con ellos.

 

En ese caso, era totalmente cierto que Inari Kami-sama habló con Yoshi. En realidad él nunca dudó del todo que eso hubiera sido posible.

 

Entró en casa, buscando a Sasuke con la mirada, pero sólo encontró a Itachi que se disponía a salir al jardín interior.

 

─¿Sasuke no está en casa?

─No. La Hokage lo mandó llamar poco después de que te marcharas, Naruto-kun.

 

En silencio Naruto asintió y caminó a la habitación de Sasuke, sentándose en la cama. Abrió un cajón de la mesa de noche y tomó el bote de lubricante, esa mañana vio a Sasuke esconderlo ahí. Lo estudió largo rato con la mirada, meditando su conversación poco esclarecedora con Iruka sensei.

 

Sasuke quería estar con él, y él con Sasuke. En sus manos tenía la “ayuda” necesaria para que eso fuera posible.

 

─Estoy en casa ─saludó Sasuke entrando en la habitación. Con sólo escuchar el tono de voz empleado, se hacía evidente que estaba de mal humor─. Itachi dice que preguntabas por mí ─dijo caminando al armario para sacar la mochila. En cuanto Naruto vio eso, supo lo que ocurría.

─¿Te mandaron una misión de nuevo?

─Así es ─respondió sacando algo de ropa para meterla en la mochila.

 

Una expresión de disgusto apareció en la cara de Naruto. Envidiaba que Sasuke pudiera irse fuera de Konoha a vivir aventuras, y por otro lado, cuando Sasuke se iba le extrañaba demasiado.

 

─¿Cuánto tiempo?

─Unos tres meses aproximadamente. ─Chasqueó la lengua al recordar que se trataba de otra mediocre misión de rango C. Ni sabía por qué Tsunade le dejó en rango jounnin si le mandaba misiones dignas de un gennin.

 

Naruto farfulló una maldición. La última vez la misión de Sasuke debió durar un mes y al final estuvo fuera de casa dos meses y medio porque la misión se alargó. Si esta nueva misión también se alargaba, ¿cuándo volvería a ver a Sasuke? Ahora que su necesidad por estar cerca de él era tan intensa, no quería que se alejaran.

 

─¿Puedo ir contigo?

─No. Sólo pueden ir las personas asignadas por la Hokage… ─Guardó silencio al ver lo que el rubio tenía en las manos─. ¿Se puede saber qué hacías? ─Tal vez había interrumpido algo que Naruto estaba haciendo y debido a su mal humor no lo notó.

─Ah, nada. ─Sonrió ligeramente─. Simplemente lo miraba. ─Notó que Sasuke le miró arqueando una ceja, como si supiera que algo ocultaba. Después de hablar con Iruka había pensado que podría intentarlo con Sasuke, y ahora que sabía que iba a estar fuera una temporada, esa idea cobró fuerza.

─Nada ─reiteró con voz neutra.

 

Tomando su decisión Naruto dejó el lubricante sobre la mesa y se puso de pie.

 

─¿Tienes tiempo?

 

Sasuke le dio la espalda, buscando alguna prenda más en el armario. Escuchó a Naruto hacer algún ruido sutil que no supo identificar, pero no le dio importancia.

 

─Ahora mismo no. Tengo que preparar todo para mañana ─respondió tomando una camiseta más─. Creo que está de más recordarte que no quiero que le busques problemas a Itachi, ¿entendido?

 

─¿No puedes dejar eso para después?

─No, esto es importante, Naruto ─dijo girando a verle, y entonces quedó sorprendido por un instante con la escena que encontró. Naruto estaba en ropa interior, con las manos sosteniendo el borde como si fuera a retirarse la prenda de un momento a otro─. ¿Vas a bañarte? ─atinó a preguntar, aunque sospechaba que la respuesta era negativa. Acababan de bañarse hacía unas pocas horas.

 

Con aquella respuesta Naruto alejó las manos, como si hubiera decidido que no iba a desnudarse. Sasuke maldijo mentalmente por ello.

 

─Esta mañana he estado pensando, creo que estoy listo para intentar apa… tener relaciones. Pero si estás ocupado… ─No había terminado de hablar, ni había tenido tiempo de hacer el amago de colocarse el pantalón cuando Sasuke intervino.

─¡No! ─Su voz se escuchó innecesariamente alta, pero eso era lo menos importante en ese momento. Con rapidez tiró la camiseta dentro de la mochila, totalmente echa una bola arrugada y lanzó la mochila dentro del armario─. Ya he terminado.

 

Naruto sonrió al escuchar eso, y sin dudar se retiró la única prenda que cubría su cuerpo, sin rastro alguno de pudor.

 

─¿De verdad? ─Volvió a tomar el lubricante y se lo extendió a Sasuke─. Entonces toma, úsalo.

 

El otro se negó a tomar el lubricante, agitando la cabeza.

 

─No es así, dobe─. El asunto no era tan sencillo como ese tonto creía, con desnudarse y mirarse no se iban a “encender”. Aunque la imagen de Naruto desnudo alteraba sus sentidos necesitaba más─. Ya sabes, como siempre lo hacemos.

─¿No puede hacerse más rápido? ─preguntó, no fuera que le llegara algún pensamiento que le hiciera arrepentirse. Si todo ocurría rápido no tendría oportunidad de echarse atrás.

─No tengo un botón de encendido y apagado, usuratonkachi. ─Se preguntaba por qué tenía tanta prisa Naruto, lo interesante era saborear el momento.

 

Naruto respiró hondo por la nariz y trató de calmarse. Quería intentarlo, pero la incertidumbre le hacía dudar. Sus anteriores encuentros con Sasuke habían sido buenos, pero Iruka dijo que sería algo patoso, aunque también dijo que sería mágico. ¿Cómo podía algo ser mágico y patoso? Realmente no tenía sentido.

 

Parpadeó, mirando a Sasuke retirarse el chaleco y la camiseta. Después eliminó los escasos pasos de distancia entre ellos, estudiándole con la mirada.

 

─¿Estás seguro, Naruto? ─No quería tener que detenerse en pleno acto porque ese dobe se había arrepentido. Sería mejor tener que detenerse ahora.

 

Como respuesta Naruto cabeceó con un movimiento enérgico antes de sostenerle de las mejillas para unir sus labios en un lento beso. Las manos descendieron por los hombros y torso hasta detenerse en el pantalón de Sasuke, bajándolo ligeramente junto con la ropa interior hasta que éste rompió el beso para terminar de retirarse las prendas él mismo.

 

─Me pregunto qué te ha hecho decidirte. ─Era obvio que Naruto no había estado muy dispuesto a dar el paso final, por eso era raro que precisamente él tomara la iniciativa. Algo debía de haber pasado.

─Vamos a estar una temporada sin vernos, y además, he hablado con Iruka sensei.

─Así que es eso. ─Se acercó, deslizando las manos en caricias a lo largo de la bronceada espalda─. ¿Qué te dijo Iruka? ─Una de las manos descendió hasta uno de los glúteos, abarcándolo.

─Me dijo que estuviera relajado, que el momento sería patoso y mágico.

─¿Patoso? ─reiteró interiormente confuso.

─No entiendo qué quiso decir con eso. ─Respondiendo a las caricias deslizó las manos por los costados de Sasuke, besándole un hombro mientras se acercaba más.

─Vamos a descubrirlo por nosotros mismos.

 

Naruto asintió bastante dispuesto con la cabeza y a continuación hizo retroceder a Sasuke hasta la pared más cercana, acorralándole entre sus brazos y volviendo a unir sus labios en un beso que esta vez fue más osado, no tardando en tratar de deslizar la lengua en la cavidad contraria. Como era de esperar obtuvo el permiso al instante, y Naruto jugueteó con la lengua de su compañero mientras las manos volvían a su labor de recorrerse mutuamente, reconociéndose.

 

Ninguno recordaba que Itachi estaba en casa, sólo podían pensar en tocarse más, en iniciar otro beso cuando lo finalizaban. Las manos daban caricias cada vez más atrevidas, masturbándose mientras los labios saltaron a diferentes partes del cuerpo contrario. Cualquier cosa que no fuera tocarse el uno al otro no era importante en ese momento.

 

Los primeros gemidos suaves rompieron la atmosfera casi silenciosa de la habitación, cuando sus cuerpos comenzaban a reaccionar a las caricias, Naruto más rápidamente que Sasuke.

 

─Esta vez no puedes correrte ─susurró Sasuke contra el cuello de Naruto, sin dejar de masajear la creciente erección mientras su otra mano trazaba caricias sobre uno de los pectorales.

 

Confuso, Naruto parpadeó, interrumpiendo las caricias que también proporcionaba por un momento fugaz.

 

─¿Qué? ¿Por… qué no? ─preguntó en un suave jadeo.

─Si lo haces ahora todo habrá terminado ─respondió, con la respiración ligeramente pesada─. Aguanta todo lo que puedas.

 

Le guió a la cama, recostándose ambos, Sasuke arriba. Ahora más que nunca lo que Kakashi le enseñó circulaba una y otra vez por sus memorias, no quería cometer ningún error. Tomó el bote de lubricante y suspiró tratando de apaciguar los ligeros nervios mezclados con emoción que encogían su estómago. Vertió una pequeña cantidad sobre un par de dedos y con su mano libre instó a Naruto a separar una de las piernas y flexionarla.

 

─Ahora, Naruto, mantente calmado ─dijo con voz neutra, más concentrado en separar uno de los glúteos para descubrir mejor la entrada. Y de nuevo surgió la pregunta, ¿de verdad iba a poder entrar ahí? Bien, lo descubriría en breve─. Si te duele, dímelo.

 

Naruto inspiró profundo por la nariz, y una respiración temblorosa delató sus repentinos nervios.

 

─Si me duele, esta vez sí te daré una paliza ─amenazó.

 

Sasuke pensó que si Naruto le daba una paliza, él se la daría a Kakashi por haberle dado unos consejos buenos para nada.

 

─Sólo relájate ─insistió con paciencia. No quería sentirse contagiado por los nervios de Naruto.

 

Acarició superficialmente la fruncida entrada, humedeciéndola con el lubricante. La sintió contraerse en un sutil espasmo y sin esperar más empujó despacio, deslizando el dígito lentamente.

 

Si aquello no salía bien, mataría a Kakashi. No podría estar semanas fuera de casa, con el recuerdo de sus últimas horas con Naruto como un fracaso rotundo.

 

No escuchó a Naruto quejarse, así que asumió que no le dolía e inició a moverlo despacio. Y no estaba muy equivocado, Naruto no sentía algo más que incomodidad, pero por suerte no había rastro del molesto dolor de la otra vez. Ambos se miraron a los ojos, descubriendo la inquietud en el otro.

 

Naruto sentía el momento un poco tenso. Normalmente Sasuke era más… ¿fogoso?, ¿ansioso?... Y sin embargo ahora se veía más concentrado que Shikamaru jugando shougi.

 

─Oye, teme… ¿por qué no me besas? ─Tal vez un beso eliminaría la tensión. Prefería al Sasuke osado de siempre, si el teme estaba tan tenso, él se sentiría igual.

 

Sasuke dudó en apartar la mirada, como si con eso fuera a perder la concentración de lo que hacía. ¿Un beso había dicho? Ni siquiera le había escuchado bien. Asintió con un movimiento mecánico y se inclinó sobre el cuerpo de Naruto, obligándole sin querer a abrir un poco más las piernas y facilitándole su labor. Rozó sus labios en efímeros toques antes de atraparlos entre los suyos mientras un segundo dedo tentaba en busca de unirse al primero. Escuchó a Naruto emitir un ligero ruido amortiguado por su boca, pero nada más que le indicara que le estaba doliendo de manera insoportable.

 

Cuando llegó el momento de insertar un dígito más Naruto expresó algo de dolor y volvió a amenazar a Sasuke con darle un puñetazo. Uchiha temió perder el control de la situación, necesitaba algo para relajar a Naruto, le estaba notando más tenso. Observó la erección del rubio que había perdido dureza y se inclinó entre sus piernas, lamiendo el tronco desde la base hasta la punta de forma lenta pero insistente. Supo que su intento de relajar a Naruto estaba funcionando cuando comprobó que podía mover los dedos más fácilmente y escuchó los primeros jadeos.

 

Naruto levantó ligeramente la cabeza para mirar a Sasuke. Inevitablemente se preguntó que si Sasuke sabía lo que tenía que hacer, ¿por qué lo hizo tan mal la primera vez que lo intentó? Le hizo pasar una mala experiencia que se podía haber evitado. Pero cortó el hilo de sus pensamientos cuando sintió los dedos deslizarse fuera despacio. En medio de la excitación, una extraña sensación de vacío le asaltó, y entonces entendió que comenzaba a desear más.

 

─¿Estás bien? ─preguntó Sasuke, incorporándose un poco al estar seguro de que Naruto estaba más duro.

─Sí… ─susurró, respirando con pesadez─. ¿Ahora qué? ─Estaba impaciente y nervioso por descubrir qué pasaría a continuación.

 

Sasuke no respondió a la pregunta. Llevó una mano a acariciarse, masturbándose mientras recorría con una atenta mirada el cuerpo desnudo bajo él. Había perdido la cuenta de las veces que había deseado tener a Naruto así, imaginando que hacía cuanto deseaba con él. Cuando ambos fueran más expertos podrían aventurarse a explorar nuevas formas de placer.

 

Tomó nuevamente el lubricante y ayudándose con una mano se aplicó un poco en el glande, esparciendo el resto ligeramente por el tronco. El momento había llegado, si lo volvía a hacer mal todo habría terminado. Sólo tenía que ser cuidadoso, se dijo mentalmente. Echó el lubricante a un lado, rodando éste por el colchón hasta caer al suelo en un ruido sordo que despertó a Sasuke de su burbuja de concentración.

 

─¿Ahora qué? ─insistió Naruto.

─Ahora respira profundo.

 

Instó a Naruto a sostenerse las piernas flexionadas contra el pecho, bien abiertas. Había tocado muchas veces a Naruto, y nunca se había sentido tan nervioso como en ese momento; era ridículo. Eliminó la escasa distancia entre ellos y se dispuso a hacer lo que llevaba deseando largo tiempo. Guió su erección con una mano a la dilatada entrada, y tal como ocurrió la vez anterior, resbaló ligeramente. Chasqueó la lengua y lo intentó de nuevo, lográndolo esta vez al empujarse firme pero despacio, deslizándose con mayor facilidad que la vez del jardín.

 

Escuchó a Naruto resoplar, al parecer algo incómodo. Sin embargo él se sintió deliciosamente apretado, tanto que no pudo evitar soltar un suave gemido. Ambos temblaron, siendo invadidos por sensaciones bastante contrarias. Sasuke conocía un placer que nunca antes había sentido, era mil veces mejor que masturbarse; mientras que Naruto mantenía el ceño ligeramente fruncido, dolía, pero nada insoportable. Trató de hacer lo que Iruka le indicó, relajarse. Percibía a Sasuke palpitar en su interior. Y sentirse invadido era la sensación más extraña de toda su vida, aunque no era desagradable. Dolía, pero podía soportarlo. Sin embargo, mirando a Sasuke podía asegurar que él se sentía bastante bien.

 

Las embestidas no tardaron en iniciar, Sasuke no podía estar quieto un segundo más. Las primeras Naruto las recibió algo tenso, pero paulatinamente su cuerpo se relajaba, calentándose, dando mayor cabida al placer. En algún momento, una de las embestidas alcanzó un punto en su interior que le hizo estremecer, arrancándole un gemido. Sasuke no tardó en mirarle atento, había hecho algo que le había gustado a Naruto, y quería repetirlo para no ser el único en sentirse bien. Deseaba que Naruto también disfrutara. Trató de poner más energía a sus empujes, pero sólo conseguía un ritmo desacompasado e incluso en una ocasión salió por completo sin querer y tuvo que volver a entrar. Le tomó unos minutos poder alcanzar un ritmo más constante, dando empujes cortos y rápidos.

 

Fue cuando se inclinó hacia delante para alcanzar los labios de Naruto, que éste volvió a gemir, aumentando el rubor en sus mejillas. Intentó responder el beso, pero debido al constante vaivén era complicado, así que se limitaron a rozar superficialmente sus labios. Sasuke se apoyó mejor sobre el colchón y trató de alcanzar ese punto que le arrancaba gemidos a Naruto mientras su boca saltaba al bronceado cuello, recorriéndolo.

 

El agarre de Naruto en sus piernas vaciló por un instante, la postura era un poco incómoda, y además su erección se friccionaba ocasionalmente entre sus vientres provocándole suaves jadeos de satisfacción. Las sensaciones en su cuerpo eran tan extrañas como contradictorias, como si aquello se sintiera bien pero a la vez no. Estaba excitado, demasiado, y además goteaba, cerca del orgasmo; por otro lado la constante fricción de sus paredes internas comenzaba a causarle un poco de irritación en aquella zona que nunca antes había sido tocada. Y era esa irritación mezclada con el placer lo que le mantenían ligeramente tenso, estremeciéndose bajo el cuerpo de Sasuke y dejando escapar algún que otro gemido.

 

Sin saberlo le provocó una ligera sonrisa de satisfacción a Sasuke cuando se corrió poco después entre ligeros espasmos sacudiendo su cuerpo, gimiendo el nombre de Sasuke. Éste trató de aumentar la intensidad de sus movimientos, sintiendo el estómago húmedo por el semen de su pareja, y no sabía si era su imaginación pero juraría que era un poco complicado moverse, se sentía más apretado. Respiraba con pesadez, empujando una y otra vez, hasta que pocos minutos después se corrió con un ronco gemido. Junto a él, Naruto jadeó sorprendido al sentir la repentina tibia humedad en su interior, estremeciéndole.

 

Después, en la habitación sólo se escuchaban respiraciones jadeantes e irregulares, ambos tratando de recuperar el aliento, fatigados. Sin esperar mucho más, despacio Sasuke abandono el cálido interior y se acomodó sobre Naruto, buscando contacto con él, y sólo entonces Naruto soltó sus piernas, sintiéndolas un poco acalambradas.

 

Naruto abrazó a Sasuke, sintiendo los brazos pesados. No sólo los brazos, todo el cuerpo. Inevitablemente se preguntó a sí mismo si lo que acababa de ocurrir le había gustado. Había sido tan extraño… Su trasero palpitaba irritado, y juraría que en las próximas horas no podría sentarse sin formar una ligera mueca de disgusto, pero a pesar de eso había percibido una conexión especial con Sasuke y aquello le había gustado mucho. Después de todo, aparearse no había estado tan mal, lo repetiría.

 

─¿Cómo te sientes? ─susurró curioso Naruto, preguntándose si Sasuke opinaba igual que él.

 

Sasuke parpadeó, meditando la pregunta. Se sentía realmente bien, relajado, como si estuviera flotando en la nada. Había disfrutado la experiencia. Por fin Naruto era suyo, en todos los sentidos posibles.

 

─Yo debería preguntarte eso ─respondió sosegado.

─Yo estoy bien. Me ha gustado más de lo que esperaba ─confesó, tan pacifico como Sasuke─. Creo que, como dijo Iruka sensei, fue mágico. Pero no patoso.

 

Las comisuras de Sasuke se curvaron en una tenue sonrisa apenas perceptible. Claro que había sido patoso, su inexperiencia había sido más que evidente, pero por suerte para Naruto no.

 

A pesar de los nervios, de los movimientos torpes y desacompasados, para ambos había sido perfecto.

 

CONTINUARÁ…

Notas finales:

¡Gracias por los reviews, alertas y favoritos!

 

Lo primero: ¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS, SASUKE y CHARASUKE!! *lanza confeti* ¡Que cumpláis muchos más!

 

Bien, esa escena debería de haber sido un lime, pero al final quedó en “eso” D: Ya Sasuke y Naruto tuvieron sus estrenos oficiales XD gracias a los tutoriales de Kakashi sensei sobre relaciones sexuales. No sé si alguien recuerda que en KnK dije que el KakashixIruka en realidad no me llama mucho, pero que la pareja estaba aquí por una razón; bien, ya se sabe la razón, Sasuke necesitaba a alguien gay que lo llenara de tutoriales y lo llevara por el buen camino XDD

 

¿Podéis oler eso? Es el final que se acerca :’) *llorando de felicidad*

 

Aviso que el próximo capítulo se publicará más pronto :D

Invito a quien quiera a leer mi nuevo drabble-one shot: “Road to ninja

 

Adelanto del capítulo 21:

 

Cuando se aproximaba a la cueva percibió el inconfundible aroma de su querido y admirado amigo, y el de Sasuke también. Se dejó guiar por aquellos olores, corriendo más despacio para no tomar un camino equivocado. Supo que provenían del río, seguro que Naruto-san se estaba dando un baño y podría unirse a él para jugar un poco. Aquello parecía una buena idea. Pero se detuvo antes de distinguir el río, preocupado, cuando escuchó a Naruto-san emitir algo parecido a un grito.

 

─Algo malo le ocurre a Naruto-san ─se dijo retomando su carrera. Tal vez alguien le estaba atacando, no quería ver a su amigo lastimado, ¡le protegería!

 

Al asomar la cabeza a través de unos arbustos estudió su alrededor. Lo primero que vio fue unas ropas tiradas en la hierba, y revisando con calma divisó a Sasuke y Naruto dentro del río. Apenas podía ver a Naruto-san porque Sasuke le cubría casi todo con su cuerpo.

 

Su peluda cola se ocultó entre sus piernas y sus orejas se agacharon, ligeramente asustado al escuchar a Naruto exhalar algo parecido a una queja, pero no era exactamente una queja; y Sasuke farfullaba algo con voz ronca, moviéndose insistente, como si tratara de empujar a Naruto. Levantó ligeramente las orejas, contrariado, al escuchar a Naruto-san pedir más.

 

¡Se agradecerán reviews! ¡Nos vemos en el siguiente capítulo!


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