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5 estrellas por muad_did

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~~~~º~~~º~~
Disculpad las molestias, este primer capitulo lo tenía subido a otra cuenta por error mio. Pedi a marfil que me la borrase para solo tener una cuenta aqui abierta.
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Con un rítmico canturreo descendió del vehículo, la lujosa limusina había sido un esplendido detalle por parte del hotel. La travesía entre los bosques de coníferas cubiertos de blanco había sido simplemente una vista deliciosa.

Tras el imponente edificio las columnas de vapor daban fe de sus afamadas aguas termales. Las escaleras le llevaron a un amplio recibidor, tan lujoso como minimalista, el suelo oriental de fibra de arroz trenzado en contraste con las paredes de maderas nobles daba a la estancia un ambiente cálido y apacible. Se acercó al mostrador donde una joven vestida con de gasa fina le abría un pequeño libro y le ofrecía con corrección una pluma.

-Bienvenido señor Mikael Stephan, sus habitaciones están preparadas, sus maletas ya le esperan allí-

Mikael asintió tomando la pluma, pero se detuvo antes de firmar; la deslizo por la mano comteplando el minucioso grabado en oro blanco que lo recorría.

-Una pluma maravillosa, fines del 18 quizás, sin duda es una pieza de coleccionista - musito para si mismo devolviéndole la pluma tras firmar el libro.

-El dueño considera que solo podemos ofrecer lo mejor.. en todos los sentidos -agrego con una reverencia- por favor disfrute de la estancia y si podemos hacer algo por usted no dude en pedirlo, su servicio personal se presentará en diez minutos en su habitación-

¿"Servicio personal"? penso Mikael mientras seguía al auxiliar hasta su habitación. Recordó entonces que le habia interesado tanto de este hotel tan exclusivo, "Dedicación completa al cliente" rezaba la firma del hotel y si había algo que nesecitaba en ese momento era precisamente eso... desprenderse de si mismo, de su vida diaria y sus preocupaciones.


-Su habitación señor...- dijo el botones sacándole de sus pensamientos-

Con un gesto le despidió y entro en la luminosa habitación. "Espectacular" susurro para si mismo al ver la enorme estancia de un blanco casi cegador, el suelo de parquet sonaba como una música bajo sus pasos, frente a el una enorme cama de sabanas rojas le daba la bienvenida. Recorrió la habitación extasiado, cada pieza parecía una pieza de anticuario, las lamparas de cobre modificadas para trabajar con luz eléctrizca, el Luis XVI que servia de escritorio a un lado y el enorme armario que precedía el vestidor. Sus maletas estaban apiladas al fondo del armario, en este ya habia colocado todas sus pertenencias con un gusto exquisito.

Volvió a la habitación y se detuvo al ver la silueta que se recortaba contra la claridad del ventanal. Un rostro de finos rasgos, un cuerpo delicado enfundando en un traje de lineas sobrias. "que hermosa" penso.

-Buenas tardes señor Stephan, soy Kalí, su mayordomo personal durante su estancia- dijo con voz suave y cierto acento extranjero-


"¿Un hombre?", Maikel sacudió la cabeza para despejarse, habia asegurado un instante antes estar viendo a una mujer infinitamente hermosa, pero tenía que admitir que Kalí era un hombre hermoso sin duda alguna, en sus rasgos habia la declaración de sangre exótica.
-Espero que este todo a su gusto señor, puedo enseñarles otras habitaciones si se encuentra disconforme, o incluso cambiar la decoración de esta, señor- anuncio servil-

-No es necesario, me agrada tal como esta -respondió dejándose caer en uno de los almohadones- Es mi primera estancia en este Hotel, Kalí, ¿que me recomendarías?-

-En estas fechas las aguas termales ofrecen una gran experiencia. si lo desea puedo reservarle un personal, también dispone de gimnasio privado, masajista, sauna filandesa, tradicional y romana- Por supuesto si desea algo en concreto se le procurara señor -anuncio Kalí-

Tras pensarlo unos instantes Maikel sacudio la cabeza, en el acto sus cabellos oscuros en los que nacían vetas blancas se deslizaron sobre su frente, obligandole a peinarselos con la mano distraida.

-Dejemoslo para mañana... -contesto con un suspiro- el viaje ha sido largo... algo de música y bebida... ¿un rioja ligero quizás?-

-¿El señor tiene alguna preferencia en especial?-

-Lo dejo en tus manos, ¡sorprendeme! -exclamó-

Kalí realizo una inclinación y desapareció tras la esquina. Maikel tomo un ejemplar del times y leyo unas lineas, la música el envolvió en unos instantes.. el elegante ritmo del piano le envolvió mientras la melodía iva en crecendo. Dejo que la música le llenara cerrando los ojos.

-Su copa señor- dijo Kalí junto a el-

-Si que eres silencioso- dijo apreciativo maikel- Esta melodía siempre consigue hacerme olvidarlo todo -tomo la copa que se le ofrecía y paladeo el rosaseo contenido- Esplendido, comienzo a ver las ventajas en tener un mayordomo -musitó, regodeándose en el arqueamiento de cejas de Kalí- ¿te sorprende que no tenga Mayordomo propio?-

-Bueno señor usted es...- su mirada se deslizo hacia el ejemplar del "Time" que tenía en su regazo Maikel- una persona importante...-

-¿Importante? supongo que en el día de hoy es un buen sinónimo de ser rico- reconoció- ¿Y de donde eres Kalí?-

-Madagascar, señor-

-¿Y como llegaste a trabajar aquí?- pregunto interesado- Has recorrido muchos océanos-

-Quería estudiar interpretación en Londres -dijo mientras rellenaba la copa- Pero Londres es una ciudad que cambia a uno, finalmente curse un master en hostelería, tras dos años en el Ritz, me ofrecieron este trabajo-

-¿Estas mejor aquí que en el Ritz? - pregunto sorprendió, había visitado varias veces el Ritz y lo encontraba un fabuloso hotel, aunque debia admitir que no tanto como este-

-El dinero no lo es todo señor, al menos no para mi- musito-
-Entiendo, un hombre de principios -depositó la copa y seco sus labios con un pañuelo mientras sonaban los últimos acordes de la sonata- "Claro de luna", tienes buen oido sin duda... ya es tarde, por favor preparame un baño de sales-

Mientras se marchaba, Maikel observo con agrado el cuerpo del mayordomo, el traje que llevaba pese a su evidente estilo británico tenia un corte moderno, sin duda estaba hecho a medida para el fibroso cuerpo de Kalí.

-"Presiento que esta semana sera memorable"- susurro para si mismo vertiendose mas vino a la copa-


----------------CAP2-----------------------------


El agua caliente brotaba de las fauces de un pez mitológico, entre sus pétreos dientes la fina cascada se precipitaba hasta golpear la espalda de Maikel . Se encontraba maravillosamente bién entre la bruma del baño, aunque aun estaba ligeramente sorprendido, la fusion de estilos en este hotel no dejaba de sorprenderlo, el baño en si parecia tallado en su totalidad en piedra, ademas era una piedra oscura, basta y rugosa.

El olor de las sales, ligeramente afrutado, servia como magnifico contrapunto

-¿Está todo a su gusto? -pregunto Kalí haciendo su aparacion, se habia cambiado de ropa para llevar una camisa corta y un pantalón de franela, se había recogido el cabello en una trenza que caia sobre la toalla que llevababa en su hombro-

-Todo es esplendido- Susurro Maikel observando entre la bruma a su mayordomo-

-¿Me permite? -musito Kalí arrodillandose junto al baño y tomando una esponja en la mano- Puedo lavarle la espalda si lo desea señor-


Maikel no respondió simplemente se desplazo hasta junto al moreno dándole la espalda, segundos después noto como la gruesa esponja tocaba tímidamente su piel, para frotar poco a pocos sus hombros, empapándolos cada vez.

-Tiene un magnifico cuerpo, señor- aprecio Kaló humedeciendo nuevamente la esponja, sus ojos recorrieron el desnudo cuerpo de Maikel, este se presentaba fornido, pese a que los años habían dejado sus huellas, los músculos se mantenían definidos, fruto del trabajo diario en el gimnasio, además el vientre hasta donde podía observar era igualmente esplendido sin la sombra de la ociosa grasa ni la flacidez de los abusos-

-Diras que me conservo bien -El hombre alzo el brazo y lo giro en el aire estirándolo pesamente- estos viejos huesos ya se quejan pero aun me quedan muchas cosas por hacer, tratos que firmar -

-¿y mujeres que seducir quizás? -sugirió Kalí con despreocupación- Muchos son los hombres que practican ese deporte-

-¿Mujeres?- con un suspiro alzo los hombros- cuando el trabajo te ocupa 14 horas cada día no hay tiempo para el amor, además que mujer aceptaría a un hombre que vive viajando por todo el mundo,... - su voz dejo un deje de nostalgia y resignación-

-Si el señor lo desea, digame sus gustos y le procurare una mujer a su med.. -dijo Kalí siendo interrumpido por un brusco gesto del hombre.

Maikel se había levantado hacia su mayordomo, el agua desalojada reboso la bañera y empapo los pantalones de franela. Se miraron frente a frente, Kalí noto la frialdad tras la mirada azul del otro; quedaron así largos segundos mirándose mutuamente antes de que el moreno tuviera que apartar la mirada por el el rubor al contemplarle desnudo.

-Escuchame bien Kalí, el amor no es un negocio, ¡no puedes entregar tus besos como una mercancía!- volvió a darle la espalda y realizo gestos para recuperar el control de sus músculos tras el prologado baño- Nadie debería ser obligado a algo asi Kalí, por muy pobre que seas tu cuerpo debería ser solo tuyo, nadié puede arrebatarte esa elección. Incluso por muy rico que seas, por mucho patrimonio y poder que acumules tu mayor tesoro siempre sera la capacidad de elegir a quien entregar tus besos...- musito para si mismo aunque sabía que el moreno podía oírle perfectamente-


Kalí bajo la mirada avergonzado, con las mejillas coloradas. Recuperando la acostumbrada compostura tomo un albornoz de un estante de piedra para depositarlo sobre sus hombros, a continuación tomo la toalla y seco el húmedo cabello mientras este, en silencio, se dejaba hacer.

Cuando salieron del baño ya había caído la noche y a traves de las ventas solo entraba el cantar de los grillos, aunque quizás esto solo fuera un efecto pero al fin y al cabo la atmósfera de quietud y paz era relajante. Kalí había debido atenuar las luces antes de salir del baño, pues ahora se prensetaba las habitaciones con la luz calida del ocaso.

Dando un pequeño rodeo por la habitación finalmente Maikel se sentó en la cama palmeando la colcha y asintiendo a su gusto.

-¿Quiere el señor que encargue la cena? -pregunto Kalí nuevamente sereno-

-No, gracias -contesto Maikel- Ha sido un día agotador y tengo ya que empezar a recuperar el tiempo robado durante tanto tiempo al sueño- agrego con una sonrisa- Creo que aun no me has dicho cual es tu horario de servicio, quiero decir... ¿cuando te tomas un descanso?- pregunto inquisitivo-

-No tengo horario señor -informo el mayordomo- estaré las veinticuatro horas disponible para atender a su señor- musito servil acompañando sus palabras de una pequeña inclinación-

-Que tentador - bromeo Maikel mirándole bien- Entonces he de suponer que tu habitación esta cerca-

-A si es señor- con un gesto indico hacia la puerta de la habitación, en la pared a su lado, semi oculta se podía ver una segunda puerta- Mi habitación esta contigua a esta, por favor sientase libre de requerirme cuando lo desee-

-Bién, lo tendré en cuenta, ahora vete tu también a descansar, mañana espero que me enseñes el resto del hotel, quiero pasar bien estas vacaciones...-

-Por supuesto señor -Kalí comenzó a retirarse pero se detuvo- respecto a lo de antes, siento mi comportamiento...-

-¿a que te refieres? - pregunto el hombre curioso-

-Quiero decir...-por unos instantes la voz de Kalí perdió su modulado tono para volverse mas personal e insegura- fue impropio sugerirle los servicios de una mujer del placer, nunca quise sugerir que usted fuese esa clase de hombres, le pido disculpas por haberle ofendido-

El hombre se levantó de la cama y coloco la mano sobre el el hombro de su mayordomo. Notando como el cuerpo de este temblaba un instante bajo su contacto.

-No tienes de que disculparte Kalí, solo tratas de cumplir con tu trabajo, y no me ofendi - trató de tranquilizarle, pese a que a su mismo contacto físico estaba visiblemente turbando al otro- Estoy seguro que aprenderemos a conocernos mutuamente en estos días-

La ultima frase, pronunciada sin malicia ni segundas intenciones, fue acompañada de una sonrisa tan sincera y personal que Kalí se sintio nuevamente enrojecer sus mejillas y acelerarse su pulso.

-Si me disculpa, que pase una buena noche señor - entono antes de romper el contacto físico y marcharse a paso forzado mientras se recriminaba mentalmente por su comportamiento.


Una vez desaparecido Kalí, el hombre se tomo unos instantes para pensar en la cándida mirada de su mayordomo, sonriendo para si mismo. Finalmente se quitó el albornoz y se recostó entre las sabanas, como tenía acostumbrado desde que comenzó a vivir solo, desnudo y con una pierna al aire.



Capitulo_3

Funcional y austero, pero aun asi el cuarto disponia de la comodidades de un pequeño piso. Dentro del pequeño servicio Kalí se miro atentamente en el espejo. No se sentía comodo y asi lo reflejaba el semblante de su reflejo; no entendía por que había perdido asi los papeles, por que había cometido semejante incorreción ante el huésped. El realmente no le había dicho nada que le pudiese sonrojar, muchísimo menos ofender, le había tratado con corrección y, tenía que admitirlo... sincera amabilidad.

"Su mirada azul..."

Se detuvo para recordar esa mirada, la mirada fría que le dirigió tras su torpeza.. pero realmente no había indignación en ella... había algo mas... ¿quizás Desilusión?, ¿Stephan había quedado decepcionado de que fuese capaz de pensar asi de el?...

Los pensamientos que nacieron de esta idea le arrancaron una involuntaria sonrisa que le consterno.

"un huésped... solo es un huésped mas...." -se repitió a si mismo.

Hundió sus largos dedos en la priscina agua y se refresco el rostro nuevamente y volvió al cuarto, en una de las paredes una pantalla mostraba la imagen del huésped durmiendo, se acerco a la pantalla y activo el sistema automático que le avisaría si el huésped se levantaba de la cama, o tocaba el timbre de llamada durante la noche.

Tras abrir la pequeña nevera, una solitaria botella de leche fue tomada para refrescarle. Había tomado varios tragos cuando unos ligeros golpes en la puerta de servicio le hicieron abrir la pequeña puerta. Esta daba aun pasillo anónimo, de paredes desnudas, estos pasillos existían por todo el hotel y permitían el transito del servicio sin molestar a los huéspedes.

-¿Molesto? -pregunto una joven rubia por los gestos de su mano libre, de mirada vivaracha la joven vestía la tradicional vestimenta victoriana; cofia y falda a juego-

-En absoluto Nadiuska, pasa pasa- contesto afable Kalí tomo la bandeja que tenia en la mano y la coloco sobre la mesa- ¿Ya terminaste tu jornada?-

-Realmente no- bufo irritada mientras gesticulaba con sus manos las palabras y se dejába caer en una de las sillas, sus dedos se movian agiles en el lenguaje de signos que Kalí parecía entender sin problemas - Ese dichoso jeque Árabe esta montando otra de sus "fiestecitas", de esas que duran días y varias mujeres en su habitación, asi que es imposible limpiarla. Seguro que cuando se vaya habra que cerrarla una semana por lo menos para reparar los desperfectos...

-eso es tener demasiado dinero - agrego resignada-

-Bueno, al menos no te ha puesto a bailar la danza del vientre sobre la mesa - bromeo Kalí-

-¡Tonto!, yo no hago esas cosas, no soy como Arthur -respondió Nadiuska falsamente indignada- Pero dejemoslo - tomó la bandeja y descubrió media docena de pequeños sandwiches- seguro que no has cenado nada, come algo.... -

Kalí asintió con una sonrisa tomando uno de los aperitivos.

-y dime... ¿como es el nuevo huésped?- preguntó curiosa- ¿Es tan guapo como en las revistas?, siempre sale tan elegante... ¿sabias que fue nombrado soltero de oro hace dos años? -comento excitada, sus gestos apenas eran borrones en el aire- ¡rico, millonario y soltero!-

-Creo que es un buen hombre -dijo dubitativo- quiero decir que no parece un rico obsesionado con su dinero, realmente parece un hombre sencillo al que el dinero le da mas preocupaciones que alegrías-

Con una sonrisa contenida la joven se acerco al moreno y le dio unas palmaditas en las mejillas, mirándole con unos ojos de autosuficiencia.

-Tu siempre tan correcto hijo mio -gesticulo exasperada- Ya sabes a que me refiero.. que te parece "como hombre"...- realizo el gesto con evidente picardía-
Kalí meditó unos instantes la respuesta a esta pregunta, descubriendo para su sorpresa que no le resultaba extraño ni violento pensarlo.

-¿Como hombre?...-El moreno recordó la escena del baño y se ruborizo involuntariamente, arrancando un carraspeo alegre en Nadiuska- ¡No es lo que piensas! -trató de excusarse el moreno sin éxito-

-Bueno -la jovén dejo de reírse y realizo un gesto de seriedad- Deberias terner cuidado con Arthur, sigue enfadado por que el jefe no el dio a él este huésped -informo la joven-

-No creo que hubiera sacado nada - musito Kalí tras una sonrisa, al recordar los argumentos de Stephan en el baño- No es la clase de hombre que llene de billetes el tanga de un tonto demasiado interesado en sacarse un sobresueldo que en cumplir bien su trabajo-

-¿un romántico?- suspiro la joven ilusionada- eso lo hace aun mas irresistible...- se abrazo a si misma es un gesto cómico-

La contestación de Kalí fue sustituida por un rítmico cascabeleo del sistema de vigilancia, que exigia su atención. Los dos jóvenes se giraron para observar la pantalla.

-¡Madre rusia! -admiró la joven con los ojos bien abiertos, realizando exageradamente los gestos- menudo hombre...-

Superado el estupor Kalí alzo la mano y apago la pantalla, mirando con reproche a Nadiuska.

-¿ya estas contenta? -musito ruborizado- venga, vete ya y dejame dormir -dijo sin maldad-

-Ya, ya -rio la joven levantándose y tomando la bandeja para dirigirse a la puerta de servicio- Oye Kalí...-

-¿Si?- susurro inquisitivo este-

-No te enamores de un huésped- gesticulo la joven con la mano desde el quicio de la puerta, el cojín volador golpeo la puerta cerrada tras la cual los rápidos pasos se alejaban alegres-

El joven recogió el cojín volviendo a sentarse, tras encender el monitor vio como un desnudo Stephan volvía a sumergirse entre las sábanas tras una probable visita al baño. Con un suspiro Kalí apago las luces de su habitación, desplegó el cómodo camastro y se dispuso a dormir.

-No cometeré dos veces el mismo error- musito para si mismo antes de caer en la insconciencia del sueño recordando esa ultima frase-

[Agradesco mucho los comentarios, tanto negativos como positivos ^_^]

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