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True lies por pettymint99

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Notas del fanfic:

*Yo no hago las traducciones de las canciones, las he sacado de varias páginas de internet.

Notas del capitulo:

Hello, hello!

Aquí está el fanfic que les mencioné en el oneshot de ¿Imperfecto San Valentín? y que nadie contestó a la pregunta u.u

Disfrúten el primer capítulo~

Resignación

 

Para mí, quién ha caminado por el oscuro camino solo

Para mí, quién no ha sido incluso consiente de las lágrimas que he derramado

Te acercaste como una deslumbrante luz y brillaste en mí

Tus manos se llevaron mis lágrimas

Ahora me he dado cuenta

 

Los muchos momentos que he compartido contigo

Los momentos felices que pasé sin darme cuenta

El camino que he caminado tan lejos

El camino que he caminado en soledad mientras lloraba

Tú lo hiciste completamente diferente

Ahora he llegado a saber

La razón por la que este camino delante de mí es hermoso

The reason – SHINee

(Fragmento)

-A partir de mañana irás a la universidad de Seúl, nos mudaremos hoy. Empaca tus cosas – Sólo esas dieciséis palabras bastaron para que la alarma en mi cabeza sonara, dieciséis palabras viniendo de la boca de la persona a la que yo más odiaba y a la vez admiraba, dieciséis palabras que me advirtieron que mi vida cambiaría.

- Entiendo – Acepté sin siquiera luchar por quedarme donde yo quería. No pude discutirle la idea a la persona frente a mí, me incliné aceptándolo y me fui de ahí a cumplir sus órdenes.

Al llegar a mi cuarto sentí algo parecido a la melancolía, ¿Qué debería hacer? Ir en contra de esa persona me resulta francamente imposible, no sólo porque es más grande que yo en edad y porque, a lo largo de mis veinte años de vida, he aprendido que llevarle la contraria significa un gran riesgo.

-¿Puedo pasar? – Escuché la voz temblorosa y tímida de una persona que conocía bastante bien.

- Pasa – Dije sin mirar y sacando mis maletas.

- Gracias… yo… - Volteé para ver el semblante de una mujer frágil, temerosa de la vida y con varios moretones en su rostro y cuerpo que disimulaba con un poco de maquillaje, usando ropa larga y con una pequeña sonrisa que, más que hacerla ver bien a pesar de su belleza, la hacía ver miserable… total y completamente infeliz, provocando lástima a donde sea que fuera. Esa mujer menuda y temblorosa era mi madre.

- ¿Necesita algo? – Mi tono fue más frío de lo que quise, pero después de tanto tiempo yo no había convivido más de una hora al día con ella y apenas sabía tratarla, mi hermano mayor y yo habíamos sido criados por la servidumbre al no estar nunca nadie en casa. A eso se debe que sea una persona muy fría con los demás – Estoy empacando –

- Lo sé… quería decirte que… vi tu mirada cuando salías del despacho y… -

- No sucede nada, estoy bien. Gracias por su preocupación – La interrumpí no deseando escuchar nada más, pero ella no entendió el mensaje.

- Vine porque no quiero que te sientas enojado o triste… entiendo que te es difícil separarte de tus amigos así de rápido… pero, entiende que es por trabajo… yo… -

- Estoy bien – Repetí cortándola y sacando la ropa de mi armario – No necesita preocuparse por  mí madre – Al ver que intentaba decir otra cosa dije: - Tengo que apresurarme en empacar esto, por favor déjeme solo – Le pedí, su mirada se tornó triste mientras caminaba hacia la salida.

- Está bien… - Dijo antes de salir. Siempre había sido así desde que tengo memoria, siempre escapando en lugar de dar cara a los problemas, demostrándome que tan poco le importo. Lo admito, una vez busqué con desesperación el cariño que tanto me hace falta y lograr un acercamiento pero lo único que recibí fue un. “Lo siento, ahora no tengo tiempo para ti. Vete ¡Vete! ¡Te odio, por tu culpa sucede todo esto!” La razón de la porque me gritó eso me es desconocida y no quiero saberla. A partir de ahí aprendí a no contar con ella ni con nadie más, aprendí a valerme por mí mismo y ocultar todos mis sentimientos. Que no quiera ella ahora acercárseme ya que no lo permitiré.

Dejé salir un suspiro, puse mi mp3 y le conecté mis audífonos a todo volumen, le puse play y lo guardé en mi bolsillo mientras empacaba todo. La música lograba llevarme a otro mundo.

Para mí, quién ha caminado por el oscuro camino solo

Para mí, quién no ha sido incluso consiente de las lágrimas que he derramado

Te acercaste como una deslumbrante luz y brillaste en mí

Tus manos se llevaron mis lágrimas

Ahora me he dado cuenta

Otro suspiro escapó, ¿Por qué Dios hacía que la música triste y, sin ningún sentido aparente, sonará cuando lo que menos quieres es pensar en cosas tristes? Misericordia, por favor.

Los muchos momentos que he compartido contigo

Los momentos felices que pasé sin darme cuenta

El camino que he caminado tan lejos

El camino que he caminado en soledad mientras lloraba

Tú lo hiciste completamente diferente

Ahora he llegado a saber

La razón por la que este camino delante de mí es hermoso

 

Incluso si no te lo digo por un largo tiempo

¿Cómo es que sabes cada uno de mis sentimientos?

Lo siento por sólo cargarme en ti

Alzo mi mano, ahora te sostendré

¿Puedes comprender estos sentimientos míos?

Resignación

Fue la palabra que me contestó mi conciencia, y es cierto… debería de resignarme a esto. Resignación. Gran palabra, la palabra de los conformistas, de personas como yo que no pelearán por nada, sólo guardarán silencio aceptando todo, aun cuando es lo que menos quieren.

Los muchos momentos que he compartido contigo

Los momentos felices que pasé sin darme cuenta

El camino que he caminado tan lejos

El camino que he caminado en soledad mientras lloraba

Tú lo hiciste completamente diferente

Ahora he llegado a saber

La razón por la que este camino delante de mí es hermoso

 

Los oscuros recuerdos que aún permanecen en mi mente

Poco a poco comenzarán a parecerse teñidos con la luz

Ayúdame a que la luz no se apague

Para así poder brillar por siempre en ti, woah~

 

Los muchos momentos que he compartido contigo

El camino que he caminado tan lejos

Te prometo que desde ahora viviremos en el mismo momento

Todo esto has sido tú

La razón por la que este camino delante de mí es hermoso

Escuchando canciones tristes y empacando fue como pasé mi última tarde en mi hogar.

***

-¡Apresúrate! – Escuché gritar a esa persona cuando el sol ya se había ocultado, mi madre ya se encontraba dentro de la limosina y yo apenas estaba saliendo por el gran portón de mi casa, corrección, de mi antigua casa. Dirigí una última mirada a ella y por mi mente pasaron varios recuerdos, ninguno agradable, cada uno más triste que el anterior. Llegué a preguntarme ¿Por qué sufro tanto por tener que irme de aquí? ¿Soy masoquista? Tal vez sí, tal vez no. A quién le importa la respuesta, por lo menos a mí no.

Subí a la limosina y no dirigí mi mirada de nuevo a la casa, no miré a nadie, sólo subí y recosté mi cabeza en la ventana cerrando los ojos… me sentía cansado.

- Hey –

Una voz me llamaba, pero no quise abrir los ojos.

- Despierta –

No. Quiero seguir viendo ésta obscuridad, si los abro quedaré cegado por la luz de afuera.

- ¡Despierta! –

Sentí a alguien moverme una y otra vez del hombro, al notar que no me dejaría dormir abrí los ojos. Me encontré con unos grandes ojos color marrón fuerte hasta el punto de llegar a ser casi negros. Vi a un señor grande de edad, sin mucho cabello, mirándome con desprecio. Tal y como lo había hecho ésta misma tarde al decirme que nos iríamos de aquí. Esa persona que sólo me provocaba sentir odio y ganas de golpearlo.

-¿Qué sucede… padre? – Pregunté agregando el horrible parentesco conmigo, y, así es, odio a mi padre. Mis padres son las personas en la que menos confío, se podría decir que la única persona que merece mi confianza era un amigo de la universidad. Tendría que enviarle un mensaje mañana para avisarle que no nos veríamos en un largo tiempo.

- Ya llegamos, levántate o el avión nos dejará –

- Entendido – Salí de la limosina para encontrarme con el enorme jet privado de mi familia, después de la inspección de siempre me senté lo más apartado que pude de todo ser humano y saqué mi celular para enviar el mensaje que dije.

“Me voy a Seúl, luego te explico. Adiós”

Y eso fue todo, no necesitaba dar más explicaciones y él no necesitaba más que eso.

Dirigí mi mirada hacia la ventana viendo como despegábamos, viendo las luces y otras cosas más. Así permanecí durante quien sabe cuánto tiempo hasta que alguien llegó a interrumpirme.

-Necesito que hagas algo – No necesité voltear para saber de quien se trataba, sólo él me hablaba como si fuera un empleado más. Mi padre. Me da asco el tan sólo pensar en él así, ¿Cuándo se decidió que él era mi padre? Era por eso que evitaba decirle así pero, por una razón masoquista, mi mente hacia que de vez en cuando se me escapara llamarlo así.

- ¿Qué necesita? –

- Cuando estemos allá debes de entrar al equipo de soccer de la universidad y hacerte amigo del capitán del club. Su padre será próximamente mi socio y eso servirá para poder hacer que acepte más rápido ¿entendido? Fallar está prohibido –

- ¿No puedo sólo acercarme a él? El soccer no me interesa mucho – Dije mintiendo, en realidad amo los deportes pero no era algo que él necesitaba saber.

- No, debe de ser así. No desobedezcas, es una orden y ese chico es algo especial, necesitas entrar a ese club para acercártele o sólo te vera como uno más –

- Bien, haré lo que pueda – Dije con aburrimiento.

- No puedes fallar – Repitió con tono amenazante pero poco me importó – Necesitamos éste contrato si quieres seguir viviendo con tantos lujos como hasta ahora… - Él siguió hablando sin que yo le hiciera caso. Su última frase me dejó pensando ¿”Seguir viviendo con tantos lujos como hasta ahora”? Seguir viviendo… ¿Esto era vivir? Levantarte cada mañana sabiendo lo que sucederá a lo largo del día y que poco a poco todo se volviera monótono. ¿Vida? ¡Já! Casi se me escapa una carcajada, esto no es vida, puedo asegurarlo con total calma - ¿Entendido? –

- Sí – Acepté no sabiendo lo que me había dicho – Dormiré un poco – Avisé parándome de mi asiento y yendo unas dos filas más aparte donde las luces ya estaban apagadas. Por suerte no dijo nada y dejó que me fuera, me recosté a lo largo de dos asiento ocultando el apoya brazo, por desgracia soy muy alto y no logré acomodarme bien. El ligero balanceo del avión logró dormirme después de varios minutos y finalmente cerré los ojos. Tenía que dormir un poco más o terminaría saltando por la ventana.

¿Seguir viviendo?

¿Qué es la vida?

¿Qué se siente estar vivo?

 ¿Algún día lo sentiría?

Con esas preguntas rondando por mi cabeza me dormí, no logré hallar respuesta a ninguna de ellas.

***

Eran las cinco de la mañana cuando me desperté, no había nadie alrededor mío y por eso me sentí cómodo. Me estiré un poco y volví a ver mi celular, mi amigo no había contestado el mensaje, seguramente ni siquiera había oído su celular cuando sonó. Me espanté al ver a alguien viniendo hacia mí, era mi madre.

-Tu padre dijo que te pusieras esto – Dije extendiéndome un uniforme universitario, entré en alerta ¿tendría que llevar uniforme? ¿Qué clase de universidad tenía uniforme? – Es requisito para entrar a la escuela – La oí decir como adivinando mis pensamientos – un taxi vendrá por ti en media hora, la universidad está lejos de aeropuerto por eso debes de irte temprano y- Tomé el uniforme de nuevo interrumpiéndola, no deseaba escuchar su discurso de madre preocupada cuando no lo era. Me metí al baño y me cambié sin ninguna prisa, no pude bañarme porque ahí no había ni una sola regadera pero por suerte, ayer antes de irnos, había tomado una ducha cuando terminé de empacar. Salí y tomé la mochila que había donde, hasta hace unos minutos, yo había estado durmiendo suponiendo que ahí estaban las cosas que necesitaba.

Un mayordomo me indicó el camino, salí del avión y me guío hasta un taxi, no dije nada durante todo el camino pues él ya sabía a donde llevarme. Utilicé ese tiempo para prepararme mentalmente a lo que me esperaba, seguramente los maestros me obligarían a presentarme y algún alumno me enseñaría la escuela, yo tendría que fingir ante todos ellos y después dedicarme buscar al capitán de soccer. Al menos sacaría algo bueno de todo esto, podría jugar soccer y quitarme el estrés un rato.

El camino fue un poco largo pero logré llegar a tiempo.

Al entrar las miradas se dirigieron hacia mí de inmediato, la mayoría eran femeninas aunque no les hice mucho caso. El día transcurrió sin nada digno de mención, tal y como pensé, los maestros hicieron que me presentara, algunas chicas intentaron insinuárseme y el presidente estudiantil me dio la bienvenida enseñándome todo el plantel. Fingí ser amable con él, cuando lo escuché decir:

Si deseas puedes unirte a algún club. Eres muy alto por lo que, si tú quieres, podrías unirte al club de basquetbol o, como tus piernas son largas y parece que tienes buena condición, podría enseñarte donde está el club de soccer

Yo acepté con una gran sonrisa y le pedí por favor que me enseñara el club de soccer pues tenía mucha curiosidad por ese en especial. Él aceptó sin dudar ni un segundo y me guío hasta ahí, cuando llegamos me dejó solo ya que tenía que hacer algo importante, yo me quedé ahí.

Y ahora estoy parado enfrente de los vestidores, donde me dijo que se encontraban todos, y sin saber que hacer o cómo actuar. Podría actuar igual de amigable pero no sabía si el hijo del socio de esa persona me conoce o conoce mi personalidad. Podría hacer que se me callera el teatro y si me portaba muy hostil con todos a excepción de él podría entenderse mal.

Quizá lo mejor era entrar y dejar que el destino siguiera su curso.

Entré con mi espalda erguida y caminé hasta donde se encontraban todos, al principio me miraban extrañados y más aún porque, se notaba, estaban en un momento importante pues uno de ellos, el más grande, tenía una mirada asesina y parecía querer matar a todos ahí. Se veía realmente enfurecido, y al parecer desquitaría todo ese enojo contra mí ya que en menos de tres zancadas llegó hasta mí y dijo de manera brusca:

-¿Qué quieres? Lárgate de aquí si no quieres morir – No titubeé ni un segundo y respondí.

- Quiero unirme al club de soccer – Dije mirándolo directo a los ojos. Era muy grande, tal vez medía uno ochenta y cinco, su cabello era negro al igual que sus ojos… en cierta manera me recordó a esa persona, posiblemente por su ceño fruncido.

- No hay vacantes – Su tono era cortante – vuelve otro día –

- Necesito entrar – Aclaré y él me miró con aún más odio – Haré lo que sea –

- ¿Lo que sea? – Pareció pensárselo mejor, sonreí mentalmente por ello. Al perecer acababa de aparecer un vacante mágicamente - ¿Cómo te llamas? –

- Choi Minho – Dije con un poco de asco mi apellido pero lo disimulé muy bien.

- Con que eres un Choi… - Se lo pensó por otro momento más para decir – para entrar debes de cumplir nuestra novatada. Debes de quitarle su virginidad a uno de primero, nosotros lo elegiremos. ¿Aceptas? – Quedé un poco tenso, nunca había tenido ni siquiera una cita y ya querían que  le quitara la virginidad a alguien… ¿Qué hacer? ¿Aceptar o no? Antes de pensarlo bien yo ya estaba respondiendo.

- Acepto –

- Debes de enamorar a tu víctima, acostarte con ella y después dejarla. Si te enamoras será falta –

- Bien –

- Ven conmigo – Me dijo con un ligero movimiento de cabeza y me guío por varios pasillos hasta llegar a un lugar un poco lejano de donde estábamos, era uno de los grandes patios de la universidad. Ahí había una chica vestida con, lo que parecía ser, el  uniforme de educación física y recostada en el pasto con su espalda recargada a un árbol. Miraba distraídamente al cielo como buscando una respuesta a algo. Su cabello era castaño y largo, le llegaba hasta el hombro seguramente, lo tenía sujeto en una media cola – Esa es tu víctima – Lo escuché decir y una extraña satisfacción le brilló en los ojos, yo regresé mi mirada hacia ella no creyendo ser capaz de dañarla, no quería hacerlo.

- Bien, lo haré –

- Eso espero, tendré tu camisa lista para cuando cumplas el objetivo – En ese momento cuando él alzó un poco más la voz la mirada de la chica se dirigió hacia donde estábamos nosotros, sus ojos eran cafés, muy brillantes y lindos. Por un momento quise arrepentirme. Su rostro se deformo en un una extraña mueca de enojo y se levantó dejándonos solos – Te advierto, que no será fácil –

- Me gustan los retos –

Seguí con la mirada a aquella chica.

Misericordia.

La palabra resonó en mi mente fuertemente.

¿Deseas misericordia y ni siquiera tú se la das a alguien inocente?

La voz de mi conciencia parecía querer convencerme de que lo que hacía era malo pero la respuesta me llegó de inmediato.

Resignación, debemos de resignarnos ¿no es así? Bien, que aquella chica se resigne…

Que se resigne a que será mía.

Notas finales:

Minho eres malo u.u ok no

¿Qué les pareció? ¿Muy raro?

Ojalá y les guste y me apoyen con este pequeño proyecto... que no es nada pequeño...

Déjenme sus comentarios de amor/odio en los reviews por favor.

Yo me voy a terminar de ver el capítulo 1 de SHINee wonderful days ¡Taemin es tan adorable! >.< aunque me dio miedo cuando me enteré que se iba a aventar en paracaídas o.o

¡Ya va a ser 19! ¡Sí!!! ¿Alguién podrá ver su comeback online? Yo no T_T tengo escuela... los que si puedan disfrútenlo mucho.

Gracias por leer el primer capítulo n.n

Bye bye!!

PD: Sí, puse el nombre de la historia en inglés para que se viera más interesante :p

PD II: Las actualizaciones posiblemente sean los lunes/martes y viernes. Tomen la de hoy como la actualización del viernes.

PD III: Las canciones de los capítulos son decididas a l azar por lo que muchas de ellas no tendrán que ver con el capítulo, como vendría a ser el caso de este...

PD IV: Perdón por escribir tanto T_T


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